31 May 2020 ~ 72 Comentarios

Aquellos polvos trajeron estos lodos

Por Carlos Alberto Montaner

¿Por qué América Latina es la porción más pobre, convulsa y subdesarrollada de Occidente? Si hay algo que siempre resulta incómodo es encontrar responsables. ¿Hay culpables directos de nuestro fracaso relativo? Una posible aunque parcial respuesta es la siguiente: las élites, los grupos que orientan y dirigen cada estamento de la sociedad, quienes actúan desde cierta estructura de valores o desde ciertos presupuestos intelectuales que no son los más adecuados para propiciar la prosperidad colectiva. No hay, pues un culpable. Grosso modo, los responsables son la mayor parte de quienes ocupan las posiciones de liderazgo en las instituciones y estructuras sociales. Ellos, hijos de una cierta historia, con su visión limitada, sus creencias equivocadas y con su conducta impropia alimentan un clima que propende a perpetuar la pobreza.

Los políticos

Comencemos por los políticos, dado que se trata de los ciudadanos más visibles. Hoy es de tal naturaleza el descrédito de los políticos en América Latina, que para poder salir electos tienen que demostrar que no son políticos. Que son otra cosa: militares, reinas de belleza, tecnócratas. Cualquier cosa menos políticos. ¿Por qué? Porque la corrupción impune es casi la regla, y en épocas de crisis económicas las sociedades suelen ser rigurosas con los que han medrado. La escandalosa corrupción latinoamericana se expresa de por lo menos tres maneras nefastas: la clásica, que consiste en cobrar comisiones y sobornos por cada obra que se asigna o cada regla que se viola en beneficio de alguien. La indirecta, que es la corrupción que se permite para beneficiar a un aliado circunstancial. Existen, por ejemplo, políticos corruptores que son (o se creen) ellos mismos incorruptibles. El dominicano Balaguer o el ecuatoriano Velasco Ibarra fueron buenos ejemplos de políticos que personalmente no tenían apego a los bienes materiales, pero alimentaron en otros la codicia como una forma de sostenerse en el poder. Y la tercera corrupción, la más costosa: el clientelismo. La utilización frívola de los dineros públicos para comprar a grandes grupos de electores con prebendas y privilegios injustificables. Es como si los políticos no fueran servidores públicos elegidos para obedecer las leyes, sino grandes o pequeños autócratas que miden su prestigio por las normas que son capaces de violar, pues ahí radica la definición del verdadero poder en América Latina: son importantes porque están por encima de las reglas. No se encuentran sujetos al escrutinio ni a la auditoría del pueblo: son ellos los que vigilan al pueblo, aunque sea éste quien paga su salario.

No sería justo, sin embargo, cargar las tintas sobre los políticos. Las élites son, en gran medida, un reflejo de la sociedad en la que actúan. Si su conducta se alejara radicalmente de los patrones de comportamiento de la sociedad, serían rechazadas. Para que funcione un extendido sistema de relaciones clientelistas como el que está presente en América Latina, es necesario que en el seno de la sociedad prevalezca una especie de tolerancia cómplice con cuanto sucede. La verdad es que una parte sustancial de los latinoamericanos alimenta o tolera un tipo de relación en el que la lealtad personal se expresa en la entrega de privilegios, y en el peso relativamente escaso que se le concede a los méritos personales. El establecimiento de verdaderas “meritocracias”, lamentablemente, forma parte de la retórica política y no del comportamiento real. Más aún: en una cultura como la latinoamericana, en la que el ámbito fundamental de la lealtad es el círculo de los amigos y de la familia, porque se desconfía profundamente del sector público, y en la que la noción del bien común suele ser muy débil, es predecible que los políticos más exitosos sean aquéllos que establecen una forma de recompensa para sus allegados y simpatizantes.

Los militares

Si los políticos corruptos son y han sido responsables de numerosos males de América Latina, algo similar puede decirse de los militares. En nuestros días, mientras en el mundo democrático desarrollado se presume que el papel de los militares es proteger a las naciones de los peligros exteriores, en América Latina estos cuerpos de ejército se han autoasignado la tarea de salvar la patria de los desmanes de los civiles, imponer por la fuerza alguna versión cuartelera de la justicia social, o, simplemente, mantener el orden público ocupando la casa de gobierno, actitudes que, de facto, los ha convertido en verdaderas “tropas de ocupación” en sus propios países.

            Se ha dicho que este comportamiento de los militares latinoamericanos es una directa influencia de la llamada “madre patria”, pero la verdad histórica es que cuando se establecieron casi todas las repúblicas latinoamericanas, entre 1810 y 1821, los levantamientos militares en España habían sido excepcionales y poco exitosos. La época de los “pronunciamientos” en la Península coincide con fenómenos similares en América Latina, pero no los precede. Más bien pareciera que el caudillismo militar latinoamericano, que generó innumerables guerras civiles en el XIX y largas dictaduras en el XX, es un fenómeno histórico básicamente latinoamericano, vinculado a una cierta mentalidad autoritaria que no respetaba la existencia de reglas o valores democráticos.

            Aunque América Latina ha conocido dictaduras militares desde el surgimiento de la independencia, a partir de los años treinta y cuarenta de este siglo, a partir de Getulio Vargas en Brasil y de Juan Domingo Perón en Argentina, esas dictaduras se creyeron designadas por la Providencia para impulsar el desarrollo económico desde el Estado, y para encargarles a altos oficiales el desempeño de tareas gerenciales dentro de empresas estatales. La idea básica, siempre desmentida por la práctica, era que en naciones como las latinoamericanas, en donde las instituciones eran débiles y los hábitos desordenados, sólo las fuerzas armadas tenían el tamaño, la tradición y la disciplina para llevar a cabo la tarea de crear grandes empresas modernas capaces de competir en el complejo mundo industrial del siglo XX.

Esa injerencia de las élites militares en la gestión económica de América Latina ha sido nefasta para el desarrollo de la región. Primero, porque también y en gran medida fueron presa de la corrupción, pero, sobre todo, porque distorsionaron el mercado con empresas protegidas, tendentes al gigantismo y a la obesidad de las plantillas, convirtiéndose cada una de ellas en un coto privado dedicado a darle empleo a los simpatizantes del aparato militar, lo que significó una enorme pérdida de recursos para toda la sociedad. Al mismo tiempo, esas empresas, a salvo de la competencia en nombre de una supuesta importancia estratégica que las convertía en otra expresión del patriotismo, generalmente evolucionaban hacia la ineficiencia y el atraso.

            No sería justo atribuirles a los militares la exclusiva del caudillismo, porque es evidente que ha habido caudillos entre los civiles ―Hipólito Yrigoyen, Arnulfo Arias, Velasco Ibarra y Joaquín Balaguer son casos notables―, pero es entre los hombres de uniforme donde se cuenta el mayor número de caudillos-dictadores: Juan Vicente Gómez, Rafael Leónidas Trujillo, Juan Domingo Perón, Tiburcio Carías, Jorge Ubico, Anastasio Somoza, Omar Torrijos, Alfredo Stroessner, Manuel Antonio Noriega o Fidel Castro, son buenos ejemplos.

El caudillo es algo más que un simple dictador que ejerce el poder por la fuerza. Es un líder en el que un número considerable de los ciudadanos, y prácticamente toda la estructura de poder, por las buenas o por las malas delegan la facultad de tomar decisiones. Cuando en el caudillo concurren esas facultades de asumir personal y exclusivamente la representación del pueblo, a lo que se agrega el control total del aparato represivo, el resultado suele ser la creación de dictaduras torpes y costosas, en las que el endiosado militar confunde los bienes propios con los públicos y dispone de ellos de manera cruelmente dispendiosa.

Los empresarios

Una de las mayores ironías políticas de América Latina es la frecuente acusación contra el “capitalismo salvaje”, al que se le atribuye la miseria de ese cincuenta por ciento de latinoamericanos penosamente pobres que subsisten en casuchas de piso de tierra y techo de latón. La verdad es que en América Latina la tragedia es que hay pocos capitales, y una buena parte de esos recursos no están en manos de verdaderos empresarios dados al riesgo y a la innovación, sino en las de cautos especuladores que prefieren invertir su dinero en bienes raíces, a la espera de que el crecimiento vegetativo de la nación revalorice sus propiedades. Éstos no son, realmente, modernos capitalistas, sino meros terratenientes que parecen sacados de épocas feudales.

            Pero aún peor que ese tipo de pasivo inversionista en bienes inmuebles es el empresario “mercantilista”. Ése que busca su beneficio en la relación con el poder político y no en la competencia y el mercado. Este tipo de empresario, naturalmente, para poder obtener privilegios que lo enriquezcan, tiene que repartir una parte de sus beneficios con los políticos que hacen las reglas, creándose con esta práctica un círculo vicioso en todos los sentidos de la palabra y de la metáfora. Los políticos, disfrazando generalmente sus intenciones tras un discurso patriótico y nacionalista, a cambio de sobornos crean las normas para que los empresarios cómplices salgan beneficiados. Los empresarios aumentan su poderío económico, multiplican su capacidad de corromper a los políticos, y así hasta el infinito.

            Las formas en que se establecen estos pactos contrarios a la esencia del capitalismo son diversas: la más frecuente es la tarifa arancelaria proteccionista. Se obliga al consumidor local a pagar más por bienes o servicios que los productores del exterior pueden proporcionar a mejor precio y calidad. O, pretextando razones nacionalistas o economías de escala, se entrega en exclusiva al empresario mercantilista un mercado cautivo de compradores que no tienen posibilidades de seleccionar otras opciones. A veces, se recurre a juegos contables o subsidios: se otorgan privilegios tributarios, se premia con dinero procedente del fisco ciertas actividades en detrimento de otras, se conceden intereses por debajo de la media del mercado, abonando el Estado la diferencia, o se obsequian préstamos a fondo perdido. ¿En beneficio de quiénes? De los cortesanos, por supuesto.

Pero quizás donde más escandalosas han sido las relaciones entre estos empresarios mercantilistas y los gobernantes corruptos, es en la concesión de divisas a precios preferenciales para la importación de insumos dirigidos a la industria local. En países en los que los dólares tenían hasta tres precios distintos, quienes poseían las relaciones adecuadas podían adquirir las divisas a un precio preferente, vender una parte secretamente, realizar las importaciones con la otra, y ver mágicamente duplicadas sus ganancias.

            Se dirá, no sin razón, que esas prácticas nocivas no son exclusivas de los latinoamericanos, pero lo grave es la frecuencia y la intensidad con que eso sucede en América Latina, y –sobre todo- la indiferencia y la impunidad con que ocurre. Es como si la población no fuera capaz de advertir que el dinero mal habido que reciben los empresarios mercantilistas por la compraventa de influencias, directa o indirectamente sale de los bolsillos de quienes pagan los impuestos, y mucho menos es capaz de percibir que esa manera de actuar aumenta el costo general de las transacciones, encareciendo sustancialmente las vidas de las personas y empobreciendo aún más a los desamparados.

Los curas

Es doloroso tener que incluir a los sacerdotes entre las élites que provocan la miseria de las muchedumbres en América Latina, pero no queda otro remedio. Es doloroso, primero, porque no son todos los sacerdotes, sino sólo quienes mantienen una prédica constante contra la economía de mercado, y quienes justifican la antidemocrática vulneración del Estado de Derecho. Y, segundo, porque aun los sacerdotes que adoptan estas actitudes, lo hacen imbuidos de las mejores intenciones. Lo hacen convencidos de que defienden una forma de justicia social, cuando, en realidad, están condenando a los pobres a no poder superar jamás la miseria en que viven. Nunca ha sido más cierta la vieja frase de que “el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones”.

            En líneas generales, desde la segunda mitad del siglo XIX la Iglesia Católica apenas posee otros bienes que escuelas, ciertos hospitales y algunos medios de comunicación. No hay duda de que quien fuera el mayor propietario de riquezas en Occidente hace mucho tiempo dejó de ser un actor importante en el terreno económico, pero eso no le resta peso a la Iglesia en este campo, especialmente de carácter moral. La Iglesia todavía posee la capacidad de legitimar o desacreditar ciertos valores y actitudes, y eso conlleva unas notables consecuencias en el desarrollo económico de las personas.

            Lo que los obispos y los llamados “teólogos de la liberación” llaman “neoliberalismo salvaje”, no es otra cosa que un conjunto de medidas de ajuste con que se intenta paliar la crisis económica de la región: disminución del gasto público, recorte de la plantilla oficial, privatización de las empresas estatales, equilibrio presupuestario y control riguroso de la emisión de moneda. Es decir, puro sentido común ante el fracaso de cierto modelo intervencionista que, con diversos matices, se puso a prueba infructuosamente en América Latina durante más de medio siglo. Y estas medidas, demonizadas por los religiosos, no son distintas a las que los propios países opulentos de Europa desde ;ps acuerdos de Maastrich se exigen entre ellos mismos para participar de la moneda común. Se trata de tener o no tener una política económica sensata. Nada más.

            Al margen de esta incomprensión de lo que es un marco macroeconómico saludable, hay un daño aún más devastador que estos religiosos les infligen a los pobres: el anatema contra el espíritu de lucro, la condena de la competencia y de lo que ellos llaman el  “consumismo”. Se apiadan de la pobreza que estas personas sufren, pero de una manera confusa les dicen que poseer bienes es pecaminoso, y les advierten que hay algo censurable en la sicología y en la conducta de quienes se esfuerzan denodadamente por triunfar en el mundo económico. Es decir, predican las actitudes exactamente contrarias a la sicología del éxito.

            Todavía más: los llamados “teólogos de la liberación”, como puede leerse en la obra de Gustavo Gutiérrez, el pionero de este grupo de influyentes pensadores, llegaron a afirmar (y nunca públicamente se han arrepentido), que ante la inevitabilidad del subdesarrollo, como consecuencia de los pérfidos designios del Primer Mundo, quedaba justificado el recurso de la violencia armada, pues era la única vía de abandonar la pobreza. Algo de esto se observa, por ejemplo, en el apoyo que muchos religiosos hoy les dan a los “invasores” que ocupan ilegalmente tierras privadas o del Estado, sin percatarse de que esta agresión al Estado de Derecho genera una total desconfianza en los inversionistas, y a medio y largo plazo provoca un mayor empobrecimiento del conjunto de la sociedad.

Los intelectuales

Hay pocas culturas en las que los intelectuales tengan tanta visibilidad como en la iberoamericana. Es algo que probablemente proviene de la influencia francesa, donde sucede algo parecido. La justa fama que adquiere un novelista latinoamericano por la calidad de su prosa o por la originalidad de sus invenciones ―hubiéramos podido poner un pintor o un músico de ejemplo―, enseguida se extiende a todos los aspectos de la vida pública. Se le consulta sobre la guerra de los Balcanes, sobre las virtudes de la fecundación in vitro o sobre las calamidades de la privatización de los bienes del Estado.

            Esta característica de nuestra cultura no tendría mayor relevancia si no tuviera ciertas consecuencias. Esa todología ―la facultad de hablar de todo sin pudor ni limitaciones a la que se entregan nuestros intelectuales con gran ardor―, tiene una contrapartida: cuanto los intelectuales afirman y reiteran acaba por convertirse en un elemento clave en la creación de la cosmovisión latinoamericana. Si entre los intelectuales predomina un excéntrico discurso antioccidental, antiyanqui, antimercado, esa percepción de los problemas de la sociedad, adversaria del progreso y contraria a la experiencia de las veinte naciones mas desarrolladas y prósperas del planeta, acaba por generar un clima que debilita el establecimiento de la democracia e impide que arraigue una razonable confianza en el futuro. Si los intelectuales se convierten, como es frecuente en América Latina, en los tenaces heraldos de una atemorizante alborada revolucionaria, ¿cómo sorprendernos de que los ahorros emigren a otras latitudes o de que nuestras sociedades vivan en un permanente sobresalto, convencidas de la provisionalidad del sistema económico y político en que vivimos?

            Y lo que numerosos intelectuales anuncian desde los periódicos, los libros y  revistas, la radio y la televisión, se repite en la mayor parte de los centros universitarios de América Latina. La universidad latinoamericana, la pública y muchas privadas, con algunas excepciones, es una especie de arcaico depósito de viejas ideas marxistas sobre la sociedad y la economía. En ellas se continúa insistiendo en el carácter dañino de las inversiones multinacionales, en los destrozos causados por la globalización, y en la intrínseca perversidad de un modelo económico que deja la asignación de recursos a las demoniacas fuerzas del mercado. Mensaje que explica la estrecha relación que existe entre las lecciones que los jóvenes universitarios recibieron en las universidades y su vinculación a grupos subversivos como Sendero Luminoso en Perú, los Tupamaros en Uruguay, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria en Venezuela, el M-19 en Colombia, el Frente Farabundo Martí en El Salvador o los pintorescos encapuchados zapatistas del subcomandante Marcos en México. Las armas con que estos jóvenes latinoamericanos se lanzaron a las selvas y montañas habían sido cargadas en las aulas universitarias, algunas de ellas ―la UCA salvadoreña, por ejemplo― dirigidas por religiosos.

            En todo caso, junto a la sorpresa que pueden causar unas instituciones inmunes a la experiencia, hay otra perplejidad de mayor rango: ¿cómo es posible que esas facultades universitarias, llenas de inquietos profesores a los que no sería justo negarles inteligencia e información, no hayan producido ideas originales, independientes, en prácticamente ningún ámbito del saber humano? Cuatrocientos años de universidades, cuatro siglos de saberes aprendidos y trasmitidos, no han servido para prender la chispa de la creación en el mundo de las Ciencias Puras o en las llamadas Ciencias Sociales.

            Pero si la universidad latinoamericana ―con tenues y honrosas excepciones― ha fallado como centro creativo independiente, limitándose a ser una especie de incansable repetidora de ideas desgastadas y polvorientas, más estremecedor resulta el hecho de que ni siquiera exista una relación estrecha entre la preparación que reciben los alumnos y las necesidades reales de la sociedad. Es como si la Universidad existiera en el vacío, rencorosamente insurgida contra un modelo social que le repugna, sin preocuparse de preparar buenos profesionales destinados a mejorar la situación de las naciones que reciben de sus mayores. Fracaso sangrante e injusto, cuando sabemos que en América Latina la mayor parte de las universidades públicas suelen costearse desde los presupuestos generales del Estado, esto es, con el aporte de toda la nación, pese a que el 80 o 90 por ciento de los estudiantes que acceden a sus aulas pertenecen a las clases medias y altas del país. Es decir: se produce una transferencia de recursos de los que menos tienen hacia los que más tienen, y ese sacrificio tiene como consecuencia el mantenimiento de la vigencia de unas ideas absurdas que contribuyen a perpetuar la miseria de los más pobres.

Las izquierdas

Por último, otras dos élites latinoamericanas han sido un permanente obstáculo para el desarrollo económico de la región: los sindicalistas enemigos del mercado y de la propiedad privada, y esa categoría latinoamericana tan especial constituida por los llamados “revolucionarios”.

            Claro que hay un sindicalismo sensato, encaminado a defender los legítimos intereses y derechos de los trabajadores, pero, desgraciadamente, no es éste el que parece prevalecer en el panorama laboral de América Latina. Los sindicalistas que consiguen arrastrar a las masas son los que se oponen a la privatización de los bienes del Estado, aunque se trate de empresas que llevan décadas perdiendo millones de dólares, y aunque los servicios que deban prestar sean terriblemente defectuosos o sencillamente inexistentes. O son esos maestros que llevan a cabo huelgas salvajes porque se niegan a que la sociedad, que les paga sus salarios, les mida sus conocimientos en pruebas estandarizadas. O son esas aristocracias sindicales, frecuentemente corruptas, que administran y saquean las cajas de jubilaciones de sus asociados o los sistemas de salud por ellas administrados.

            Dos conceptos son, además, singularmente nefastos en boca de estos sindicalistas: el del “gasto social” y el de la “conquista social”. Para estas personas, la calidad de un Estado se mide por la cuantía del gasto social en que incurre, sin percibir que el objetivo de cualquier sociedad sana es reducir paulatinamente ese llamado “gasto social” hasta que sea innecesario. Lo ideal es que los ciudadanos vivan de su trabajo y ahorren responsablemente para cuando llegue el momento de la vejez, sin necesitar la ayuda de sus compatriotas. El gasto social no debe ser un objetivo permanente, sino una ayuda circunstancial.

            En cuanto a las “conquistas sociales irrenunciables”, los sindicalistas parten de otro grave error: no darse cuenta de que la empresa moderna tiene que ser flexible, y capaz de adaptarse a circunstancias cambiantes. Cuando los sindicalistas endurecen y encarecen las condiciones de los ajustes de plantilla, o cuando establecen modos rígidos de contratación y remuneración, lo que consiguen es que la empresa pierda competitividad, se debilite peligrosamente, y que el número de los desempleados no descienda, puesto que la contratación se convierte en un riesgo enorme para la empresa.

            Los “revolucionarios”, por su parte, son unos personajes propios del panorama político de América Latina. En esencia, se trata de elementos radicales convencidos de que poseen una especie de patente de corso que los habilita para violar las leyes en nombre de la justicia social. Algunos se limitan a predicar la revolución sin hacer nada para lograr que triunfe, pero otros se lo toman más en serio. Para estos revolucionarios, casi siempre colocados bajo la advocación del Che Guevara, es lícito recurrir a la violencia política sin mirar las consecuencias de sus actos. Para ellos el Estado es ilegítimo y se justifica combatirlo desde todas las trincheras. Unas veces puede ser la simple algarada callejera, otras, el sabotaje, el secuestro, el atentado o la guerrilla. ¿Cuánto les ha costado a las naciones latinoamericanas las acciones de esta indómita tribu de revolucionarios? La suma es incalculable, pero debe ser una de las mayores causas del subdesarrollo de la región, no sólo por la destrucción directa de las riquezas existentes, sino por haber impedido la creación de nuevas riquezas, y por haber interrumpido ese largo y frágil ciclo de ahorro, inversión, obtención de beneficios y nuevas inversiones en que inevitablemente descansa la prosperidad de los pueblos.

Seguramente, con las élites mencionadas no concluye la lista de quienes mantienen a los latinoamericanos en la miseria, pero no hay duda que éstas se han ganado a pulso su participación en esta triste nómina. Ojalá que identificarlas,  denunciar su comportamiento y rebatir sus falaces argumentos contribuya a mejorar la situación de los desposeídos en ese Continente. Iniciado el tercer milenio clama al cielo que el 50 por ciento de los latinoamericanos apenas puedan sobrevivir. Algo hay que hacer para impedirlo.

72 Responses to “Aquellos polvos trajeron estos lodos”

  1. Manuel 31 May 2020 at 4:30 pm Permalink

    Mientras J le canta a lo mejor de este pueblo
    4 policias en los ángeles caen como
    Hienas sobre un indefenso y solitario
    Negro

    • Manuel 31 May 2020 at 4:31 pm Permalink

      y como hienas
      Ponen fin a su vida.

      Esto TIENE que parar

    • Julian Perez 31 May 2020 at 8:55 pm Permalink

      Creo que no nos hubiéramos enterado si el tipo fuera blanco. Y tampoco le hubieran dado fuego a medio Estados Unidos, saqueado un montón de tiendas y atacado con violencia a muchas personas, incluyendo una mujer en una silla de ruedas. No todas las personas atacadas han salido con vida.

      ¿Tiene este video el mismo nivel de publicidad? A este señor que defendía su tienda de los asaltantes sí lo asesinó una turba.

      https://www.dailymail.co.uk/news/article-8373657/Shocking-moment-Dallas-rioters-hurl-ROCKS-store-owner-tried-defend-shop-sword.html

      Además, hagamos bien el cuento. Que hubo brutalidad policial es indiscutible. Y los policías van a ser procesados por homicidio involuntario.

      Pero la historia completa es: Floyd trató de pasar un billete falso de 20 dólares y el dueño de la tienda se dio cuenta y llamó a la policía. Llegó la policía cuendo el van de Floyd aún estaba ahí. Lo arrestaron y lo esposaron.

      Pero cuendo quisieron hacerlo entrar en el coche patrullero hizo resistencia y empezó a dar tremendo bateo. Tanto, que pidieron refuerzos y llegó otro coche con 2 policías más. No golpearon a Floyd: lo inmobilizaron. Es cierto que uno de los policías mantuvo la rodilla sobre él por un tiempo increiblemente largo, que Floyd se quejaba de que no podía respirar y que finalmente perdió el conocimiento, lo que motivó que llamaran a la ambulancia.

      Según la autopsia, no murió por asfixia. Parece que tenía condiciones de salud previa. Cuando llegó la ambulancia aún vivía. Pero no cabe duda de que el trato al que fue sometido contrbuyó a su muerte.

      Hay que tener cuidado de no hacerle el juego a los que se dedican a echarle leña al fuego. Viven de eso. O se aprovechan para su beneficio.

      • Julian Perez 31 May 2020 at 8:57 pm Permalink

        Y, por cierto, lo de Floyd no fue en Los Angeles. Fue en Minneapolis, Minessota.

      • razón vs instinto 31 May 2020 at 10:33 pm Permalink

        Parecen protestas de izquierda con la excusa del racismo.
        Las mismas protestas de la izquierda chilena con la excusa del hambre.
        Detrás de todos estos fenómenos se esconde el verdadero motivador: la desigualdad social.
        Al homo sapiens le cuesta absorber la desigualdad de riquezas y poder. Es inevitable que surjan respuestas a esta condición.
        Por eso siempre insisto en la necesidad de que el liberalismo preste atención a este fenómeno y se adelante a los hechos distribuyendo en la medida posible sin afectar los fundamentos que sostienen al liberalismo en Democracia.
        Cuando no se toman estas precauciones, el rechazo popular a toda idea de libertad económica se vuelve intolerable (por eso lo de Chile era “cantado”). Lo suficientemente intolerable como para que los inversores comiencen a tomar recaudos y a temer por los capitales invertidos. Y cuando se llega a ese punto, las economías entra en un eterno estancamiento, sino retroceso.
        Los latinoamericanos conocemos a la perfección esta historia.
        Siempre ganan los de izquierda y cuando después de los desastres provocados por estos gobiernos, como brillantemente lo explica don CAM en su post, tiene la oportunidad de gobernar un liberal (o un izquierdista obligado a utilizar políticas liberales dada la ausencia de opciones) no le es posible implementar políticas liberales porque pierden apoyo popular al mes de comenzado el plan o proyecto y de nuevo, los inversores huyen despavoridos a pesar de tener un gobierno pro libertad económica (el gobierno de Macri y de De La Rúa en Argentina son ejemplos clarísimos de este fenómeno).
        Sinceramente creo que EEUU está aún lejos de que las presiones de la izquierda auyenten a los inversores pero no deberían descuidar este flanco.

        • bacu 1 June 2020 at 9:08 am Permalink

          Amigo Ramiro, esto no es un problema de desigualdad social, es un problema de “gánsteres o terroristas” pagados por la izquierda para destruir y crear el caos. El video de la Dra Hilda Molina habla y aclara mucho estas situaciones como las ocurridas en Chile, tal vez el pais de mayor desarrollo en America Latina. Eso estaba cantado, pero cantado por los incitadores del castrismo y sus ayudantes a crear el caos en paises como Chile donde los gobernantes no apoyan sus fechorías. Por que esas manifestaciones no ocurrieron en Argentina donde los problemas son mucho peores que en Chile? Exactamente como dices ese tipo de cuestiones despues posibilita que la izquierda tome el poder. Saludos

      • bacu 2 June 2020 at 5:33 am Permalink

        Julian, totalmente de acuerdo con esto que planteas. Ayer en el programa de Bayly pusieron toda la frecuencia del asesinato de Floyd. Entro al store compro cigarros con un billete de $20 falso, salio y su mercedes estaba en el otro lado de la calle, no se fue enseguida(1), vinieron dos jovenes de la tienda y le pidieron que devolviera lo que compro, no lo devolvio(2) y siguio en el carro como si no pasara nada, los dependientes llamaron a la policia diciendo lo que pasaba y que Floyd estaba borracho, tampoco arranco el carro y se fue, despues se ve que llega el primer carro de policia al otro lado de la calle, todavia Floyd puede irse porque la policia no lo ha visto pero se queda, lo detienen, lo esposan y lo sientan el lado de una pared, todo esta en orden en ese momento, lo tratan de subir a un carro de patrulla(dos veces) y el se niega(es un hombre muy corpulento) (3) Llaman refuerzos y llega otro carro de policia lo tratan de meter al carro se resiste y lo tiran contra el piso y ahi lo asesinan al ponerse encima de el y no dejarle respirar. Parece que realmente estaba bebido y no aprovecho ninguno de los tres avisos que le mandaron para que se salvara. Es un caso triste donde al final se ensañaron con el y no le permitieron respirar y murió, pero amigos le mandaron al menos tres avisos que le hubieran salvado la vida.

  2. Víctor López 31 May 2020 at 5:43 pm Permalink

    Qué conciencia social tiene este muchacho.

  3. razón vs instinto 31 May 2020 at 11:47 pm Permalink

    Como siempre cuando se trata de analizar la realidad latinoamericana, el Sr CAM lo hace con maestría.
    No hace falta resaltar la importancia que don CAM le da a la cultura cívica y política de los latinoamericanos en su triste derrotero así como también la importancia crucial que da a las insistentes políticas dirigistas, voluntaristas, distribucionistas y nacionalistas de la enorme mayoría de los líderes que tuvieron nuestro destino en sus manos. Políticas que junto a la cultura terminan por sentenciar nuestro pasado, presente y seguramente también nuestro futuro.
    Me animo por ello a compartir un post que intenta explicar porqué se da éste triste fenómeno que nos encierra en un laberinto sin salida.
    https://razonvsinstinto.blogspot.com/2014/08/instinto-y-cultura-nuestros-verdaderos.html

  4. Manuel 1 June 2020 at 6:18 am Permalink

    Museables: aquellos que por su antigüedad, deterioro, gran tamaño, peso, portada mal diseñada o altos precios, pasan años y años en las vidrieras de las librerías sin que nadie los compre.

    Clones: dícese de un libro que se parece mucho a otro, misma temática, estilo similar, párrafos incluso que se repiten y, lo peor, a veces se trata del mismo autor.

    Para albañiles: con un número de páginas superior a las 400, generalmente con un puntaje bajo de letra y casi siempre sin imágenes, suelen ser rechazados por los lectores debido a lo incómodo que resulta pasar página o su traslado de un lugar para otro; en el argot popular son conocidos como: «bloques».

    Para carpinteros: difieren de los anteriores, estos son rechazados por su lenguaje rebuscado, poca claridad en las ideas o temáticas muy específicas, ajenas a las mayorías; también se les dice «clavos».
    Interminables: empiezas a leerlos y te interrumpen, te quedas dormido, lo dejas en casa de tus suegros, alguien te lo pide prestado y al final nunca terminas de leerlos.

    Reliquias: son tan caros que demoras una eternidad en decidir comprarlos y, una vez que lo haces, lo colocas en algún lugar seguro y ni siquiera te animas a hojearlos.

    Gremlins: tienen tantas pero tantas reimpresiones que nunca se agotan, se parecen a estos seres que, de mojarse, se multiplicaban una y otra vez.

    Influencers: todos aseguran haberlos leído, en Cuba, en determinados gremios, uno de los que se ajusta a esta clasificación es Cien años de soledad.

    Vacas sagradas: aquellos que son considerados de referencia obligatoria en determinadas temáticas: Los diálogos de Platón, Metodología de la investigación —más conocido como «el Sampieri»— o El capital, de nuestro siempre recordado y querido Carlos Marx.

    Celebrity: constituyen el ejemplo más fehaciente de las sociedades de consumo, en síntesis, son portada nada más.

    Libros «David Calzado»: son antihegemónicos, enemigos de las superficialidades; se convirtieron en la respuesta de la izquierda a los libros Celebrity; destacan por el contenido, de ahí que su slogan, devenido hashtags sea: #NoMiresLaCarátulaMami

  5. Manuel 1 June 2020 at 6:26 am Permalink

    Entonces Don J aprueba el atropello y la cobardía.

    Hay que ser muy pendejo para tirar así un hombre
    Al suelo y tenerlo inmóvil por mas de diez minutos.

    No era necesario hablar se los antecedentes de ningún
    Tipo. De lo que se trata es de 5 estúpidos cagándose se
    Miedo ante un hombre enorme, mas enorme por
    Negro, y su pánico y desorden lo MATAN COMO A
    UN PERRO

    esos policías son unos imbéciles, y deben haber diez mil
    Mas allá afuera.

    Si algo ud aplaude del “desarrollo” son sus instituciones
    Y ahora aprueba a estos cabrones pendejos asesinos
    De mierda

    • Manuel 1 June 2020 at 6:27 am Permalink

      Cualquier persona con dos dedos de frente
      Tiene mejor entrenamiento que esos 4
      Hijos de Puta

      • Danette Noda 1 June 2020 at 1:23 pm Permalink

        tiene toda la razon manuel

  6. Manuel 1 June 2020 at 6:46 am Permalink

    lo que mas llama la atencion es su necesidad de administrar justicia> que el billete de $20, que no queria entrar en la patrulla, que antecedentes de salud, que la causa de la muerte fue no se que, que el suceso fue no se donde, que si fuera de la raza blanca…

    para eso estan los tribules señor. No se empeñe en hacer el ridiculo.

    Acá el unico tema es el modo pusilánime, cobarde, estúpido, que dio al traste con al vida de un ser humano.

    Contrasta la mesura de sus planteamientos en ciertas areas, y lo disgregado que luce a veces. Como si hubieran dos Julián. De los argentinos que pasan por acá no se puede decir que padezcan el mismo grado de inconsistencia. Son consistentemente todo lo que ya estamos acostumbrados a ver.

    Pero ud me va sorprendiendo con los meses. El tiempo, el implacable.

    • Manuel 1 June 2020 at 6:50 am Permalink

      tribunal en el que ya no estará el pobre asesinado. Lo mató la incompetencia de 5 estúpidos, de 5 animales.

      la pregunta es ¿cuántos más de esos animales andan sueltos y con licencia para matar amparados en las normas que fabrican fruto de su evidente pendejada?

    • Julian Perez 1 June 2020 at 7:37 am Permalink

      Manuel

      No se trata de justificar a lo policías, cuya acción es condenable y los tribunales se encargarán de ello. Al poner énfasis en el abuso policial implícitamente se está dando alas a lo que ha ocurrido a raiz de ella y se está colaborando con los que están incitando a esos vandalismos.

      ¿Acaso no es reprobable que una turba golpee y mate en Texas a un hombre que estaba defendiendo su establecimiento de los vándalos? ¿Por qué a esos asesinos (que también lo son) se les llama ¨manifestantes¨ y no ¨hienas¨? ¿Hay que cerrar los ojos a todos los incendios y saqueos? ¿No es indefensa una mujer en una silla de ruedas?

      No coopere usted con los que están haciendo más mal, y a mayor escala, que el hecho por esos cuatro policías, que sin duda lo hicieron. Sé que a usted no le va a dar por entrarle a palos a nadie en la calle, incendiar un coche policial o atacar a una mujer inválida, pero los que lo hacen son empujados por esa indignación, llevada e extremo y sin frenos.

      No sé cuántos policías practican ese abuso de autoridad, pero estoy seguro de que son una minoría. La cantidad de personas que participan en los actos de vandalismo también son una minoría, pero esa minoría constituye una cantidad tan grande que pueden hacer mucho daño. Ya hay personas que han muerto a causa de ello.

      • Julian Perez 1 June 2020 at 7:44 am Permalink

        Manuel

        No se deje llevar por la emoción. Es mala consejera y nubla la razón. Deténgase a reflexionar por un momento y se dará cuenta de que está siendo manipulado. ¿De dónde sale la información? De los medios de comunicación. Ya se sabe su sesgo y en qué dirección quieren llevar las emociones y los sentimientos. El victimismo es una de sus principales cartas de triunfo. La izquierda es muy habilidosa para esas cosas.

    • Manuel 1 June 2020 at 7:44 am Permalink

      Yo hablaba de la muerte del susodicho, no de las muchas consecuencias de esas muertes (ahora cambia ud el tema de mi comentario)
      La cantidad de policías y demás autoridades que participan en los actos asesinos son una minoría, pero esa minoría constituye una cantidad tan grande que pueden hacer mucho daño. Ya hay personas que han muerto a causa de ello, muchas personas de todos los orígenes y de todo tipo.

      Las marchas no son solución, pero ya sabemos
      Lo que pasa cdo las pasiones se desatan, son
      Un motor inextirpable. La solución es trasparencia
      Y presión constante persistente consistente
      Permanente con esta y otras lacras de la sociedad

      • Manuel 1 June 2020 at 7:51 am Permalink

        Tristemente lo único consistente
        Y persistente es la estupidez y falta de persistencia:

        En un mes ya todos se habrán olvidado de corona,
        De crisis y del Floyd, y estarán TODOS comiendo
        Alguna otra catibilla, pero eso no quita que este
        Mundo sea, por eso mismo, la triste lenta marcha
        de mejoramiento de un espeso y retardado
        Tumulto de pendejos

      • Julian Perez 1 June 2020 at 8:07 am Permalink

        >>Yo hablaba de la muerte del susodicho, no de las muchas consecuencias de esas muertes (ahora cambia ud el tema de mi comentario)

        No, Manuel, lo significativo era la omisión de las consecuencias.

        Lo que señalo es que el comentario se refería UNICAMENTE a la muerte de Lloyd y terminaba diciendo ¨Esto tiene que parar¨. Esa frase es la bandera de ¨Black lives matter¨ pero ya se sabe que algunas vidas negras ¨matter¨ más que otras. A la mayoría de las víctimas negras ni se les menciona. Y ya esto es historia antigua. Hay que tener cuidado con estos temas.

        https://patriotpost.us/articles/71022-black-brutality-deferred-2020-06-01

        Si describí los antecedentes fue por una razón. Cuando esto se lleve a juicio un buen abogado tiene un caso. Hubo un delito previo, resistencia al arresto y la inmovilización del detenido no fue la causa directa de la muerte. Es posible que consiga una pena reducida e incluso absolución, quedándose solamente la sanción administrativa, ya ocurrida, de separación del cuerpo policial sin sanción penal.

        Y cuando esto ocurra, si ocurre, la propaganda puede conseguir que le den candela a la otra mitad del país. Ya existe el antecedente de la reacción a la absolución de Zimmerman por la muerte de Treyvon Martin.

        • Julian Perez 1 June 2020 at 8:19 am Permalink

          Y éste es un artículo que sí pone énfasis en la parte de la responsabilidad policial pero lo analiza con más profundidad y no de forma unilateral.

          https://patriotpost.us/opinion/71029-what-is-wrong-with-minneapolis-2020-06-01

          • Julian Perez 1 June 2020 at 8:25 am Permalink

            Debo hacer una observación:

            >>Las marchas no son solución, pero ya sabemos Lo que pasa cdo las pasiones se desatan, son Un motor inextirpable.

            En primer lugar, no se le puede llamar “marchas” a los actos de vandalismo. En segundo lugar, los actos pasionales de las turbas la mayoría de las veces no son espontaneos. Hay manos moviendo los hilos y es algo que hemos conocido bien de cerca. Recuérdese los actos de repudio en la Cuba de 1980.

          • Manuel 1 June 2020 at 8:59 am Permalink

            ¿Quién llamó Marchas a los actos
            Delictivos en ellas?
            ¿Quién llama “Persona” a la bilis en si hígado?

            Están bien las marchas vengan de donde vengan.
            Lo que no está bien es la falta de persistencia
            Y de acciones efectivas de TODO TIPO
            para lograr lo q se desea.
            Como hizo Fidel, hitler, los revolucionarios
            De las 13 colonias, el norte antiesclavista,
            Gandhi, luther king, gorvachov…

            Estos pendejos de ahora harán dinero para los medios
            Pero jamás cambiaran nada. Son unos comemierdAs
            Y lo peor es que ni siquiera tienen la más mínima
            Sospecha de eso

          • Julian Perez 1 June 2020 at 9:12 am Permalink

            Es que no ha habido ninguna marcha, tan solo vandalismo. Fue usted quien quiso usar esa palabra. Fue una cita suya.

            ¿Y de dónde sale que yo estoy ¨defendiendo¨ a esos 4 policías?

            Empecé diciendo:

            >>Que hubo brutalidad policial es indiscutible. Y los policías van a ser procesados por homicidio involuntario.

            Y luego dije:

            >>No se trata de justificar a lo policías, cuya acción es condenable y los tribunales se encargarán de ello. Al poner énfasis en el abuso policial implícitamente se está dando alas a lo que ha ocurrido a raiz de ella y se está colaborando con los que están incitando a esos vandalismos.

            ¿Dónde está la defensa ahí? ¿En la descripción de los hechos? Por cierto, esos policías, al menos uno de ellos, ya tenían antecedentes de brutalidad policial. No habían sido sancionados antes. Mal hecho. Esto fue lo que le puso la tapa al pomo y ya los expulsaron. Los policías abusadores suelen ser reincidentes. Es un patrón.

            Lo mismo ocurre con los curas pederastas. Y la iglesia echándole tierra a esos hechos es similar al cuerpo policial tratando de cubrir lo que hacen algunos de sus miembros. No es una buena cosa, pero ocurre, de la misma forma que a veces se ¨tapa¨ indebidamente lo que hace un amigo o un familiar. Los humanos ¨semos¨ así.

            En uno de los ejemplos del Conde Lucanor, la prueba de la ¨verdadera amistad¨ consistía en cubrir un supuesto homicidio.

            https://ciudadseva.com/texto/conde-lucanor-48/

        • Julian Perez 1 June 2020 at 8:47 am Permalink

          Bueno, quizás en este caso, aparte de los que mueven los hilos, que haberlos haylos, haya bastante ¨espontaneidad¨, pero espontaneidad delictiva. Esta chica está bastante cabreada:

          https://www.youtube.com/watch?v=BjqBf415kpo&feature=emb_logo

          • bacu 1 June 2020 at 9:20 am Permalink

            Amigo Manuel, estoy completamente de acuerdo con lo que dice Julian. Los manifestantes tienen todo el derecho a manifestarse, pero nadie tiene derecho al vandalismo y esa gente para mi son peores que el mismo policía y que todo esto es mas rollo que película lo demuestra el hecho del que matan tratando de defender su tienda y casi no le han dado importancia a eso. Al policía se le fue la mano con lo de Floyd y por eso sera enjuiciado, y que pasara con el asesinato captado en cámara y eso si fue asesinato premeditado. Saludos.

          • manuel 1 June 2020 at 9:41 am Permalink

            manifestaciones van a seguir ocurriendo por dos o tres semanas. La policia y demas tienen que sacar lo mejor de si cerrando el paso de los manifestantes a las areas con vidrieras. Va a correr sangre, mucha sangre, para que al final todo siga igual y todos se vayan a sus casas a otro tema en julio, agosto y septiembre…

            este pais evoluciona con movimientos organizados, no con caoticos inocentes, no persistentes, y con componente delincuencial importante. Estan condenados a ser nada. Evoluciona con los Luther Kings, con el movimiento contra la guerra en viet nam, con la labor coherente y persistente de equipos competentes de gobierno. Trump lo es. Y claro que los medios y demas oportunistas seguiran trepándose a lo que sea buscando como frenar a la bestia invencible Trump. Estan jodidos, frustrados, y el caballito viejo que se han buscao esta perdidito perdidito, su esposa sería mucho mejor candidata que él, pero ya es tarde, ese es el penco que les toca y el dolor y frustracion se los está comiendo vivos

          • Julian Perez 1 June 2020 at 10:34 am Permalink

            Bacu, me ha gustado el artículo de Gary Bauer (hay muchos, por un momento el corona ha perdido un poco de protagonismo)

            https://patriotpost.us/opinion/71025-minneapolis-maelstrom-2020-05-30

            Me voy a quedar con algunas frases:

            >>Just a few weeks ago, if you opened your business against the state’s stay-at-home order, you were arrested. But if you burn a business, you’re called a “protestor.”

            >>In America’s cities and urban centers, it is extremely important for state and local officials to be responsible and not stoke the fires that could lead to more violence. The far-left leadership of Minneapolis has done the exact opposite. Mayor Frey immediately gave it a racial narrative, tweeting about a “white officer pressing his knee into a black man’s neck.” I am not defending the officer’s conduct, but we have no idea whether race played any role in the incident.

  7. Manuel 1 June 2020 at 9:00 am Permalink

    ¿Quién llamó Marchas a los actos
    Delictivos en ellas?
    ¿Quién llama “Persona” a la bilis en su hígado?

    Están bien las marchas vengan de donde vengan.
    Lo que no está bien es la falta de persistencia
    Y de acciones efectivas de TODO TIPO
    para lograr lo q se desea.
    Como hizo Fidel, hitler, los revolucionarios
    De las 13 colonias, el norte antiesclavista,
    Gandhi, luther king, gorvachov…
    Estos pendejos de ahora harán dinero para los medios
    Pero jamás cambiaran nada. Son unos comemierdAs
    Y lo peor es que ni siquiera tienen la más mínima
    Sospecha de eso

  8. Víctor López 1 June 2020 at 9:43 am Permalink

    Jajaja… el mequetrefe los está usando. Parece un fiolo vidalita, vive de la fulana con su cuento de bondad y ahora quiere chulear a Julián con la misma novela jajaja.

  9. manuel 1 June 2020 at 10:38 am Permalink

    Cuando intentan ridiculizar a Trump, sacarlo del juego, solo quedan mal parados ellos mismos y ni entienden bien por qué. Puede ser que Trump pierda las elecciones en noviembre, pero lo que él representa como fenómeno solo está comenzando y se repetirá. El viejo mundo republicano y liberal, por el que algunos suspiran como si se tratara de una Arcadia, va para abajo por sus propias contradicciones. La principal, porque fue edificado sobre la base del capitalismo, y en la medida en que esa base se corroe se hace imposible mantener lo que sobre ella fue construido.

    Esta crisis del liberalismo también tiene un impacto sobre el problema cubano. En primer lugar, deja descolocado el discurso según el cual el sistema cubano es un “régimen” primitivo, en el que los liberales tienen la misión histórica de ser sus enterradores. Sería absurdo pensar que, en un momento en que el mundo no va en esa dirección, triunfe en Cuba una democracia liberal de libro. Hay gente, pobre, que sueña con transiciones a la española o a la chilena, y uno se pregunta de qué lado de la cama están durmiendo.

    El problema que tenemos en Cuba no es el mismo que tienen en EEUU, por supuesto. En nuestra isla el orden liberal que Batista puso en crisis, no solo no fue restituido sino que fue barrido. En ese sentido, fuimos unos adelantados a nuestra época. El problema es que en el ansia de ir demasiado rápido, y por las malas influencias, desechamos demasiadas cosas del viejo mundo y dimos forma a nuestras propias clases de horror. Hoy estamos en el doloroso proceso de darnos cuenta de que algunas realidades e ideas del viejo mundo no eran tan negativas ni tan superables de manera sencilla: como por ejemplo el mercado, la democracia y la libertad de expresión.

    Lo malo es que en medio de este nuestro proceso, cuando debíamos estar refundando los principios de nuestro sistema socialista, buscando la forma socialista de gestionar el mercado, la democracia y la libertad de expresión, la decadencia general de la civilización nos arrastra a la deriva y nos empuja también hacia la mediocridad. En tiempos de revolución se cometieron muchos errores, y hoy esos errores viven y se agitan como cultura dentro de cada canción del peor reguetón. El peligro es que en este declive universal de los ideales liberales, también sean arrastrados los ideales socialistas, que ya no seamos capaces de reconocer la revolución en nosotros mismos y que quedemos a merced de lo más reaccionario de nuestra sociedad.

    El Trump cubano está en las defensas obtusas de Cubasí a Etecsa, en los ajusticiamientos públicos del NTV para diversión de la aldea, en el comportamiento pandillero de los cibercombatientes de más baja calaña, en PostCuba, en las barrabasadas de Granma hablando del problema de la carne en EEUU. Enfrentarlo es tan complejo como enfrentar al otro Trump. Resulta fácil quedar como un utópico, un “intelectual”, alguien alejado de la práctica.

    Pero hay que enfrentar a Trump y sus avatares dondequiera que estén. No se puede hacer desde una moralidad escandalizada, ni desde un romanticismo platónico. No se vencen así la payasada y la bajeza. Se le vencen con la práctica decidida de la autenticidad. Nadie se ríe del que es auténtico, del que no pretende ser lo que no es. Es difícil, pero es el único camino.

    Para contactar con el autor: yasselpadron1@riseup.net

  10. Julian Perez 1 June 2020 at 11:27 am Permalink

    También sería bueno no centrarse en lo malo. En la actualidad hay temas de los que hablar que leventan el espíritu, no lo hunden. Son ésos a los que se debería prestar más atención.

    Como el vuelo del Falcon 9, que está resultando muy exitoso y abre una nueva página de la exploración espacial muy prometedora.

    O el nuevo curso del Hillsdale sobre literatura clásica infantil, tan excelente como todos.

    https://online.hillsdale.edu/

    Sí, ya sé que se hace público mañana, pero como soy donante tuve acceso anticipado y ya lo terminé 🙂 Ahora me leo “El viento en los sauces”, que no me había leído.

    • manuel 1 June 2020 at 12:09 pm Permalink

      la otra buena es que ya todos se olvidaron de la pandemia y la crisis, ahora solo existen the demonstrations and, of course, the ever present Trump

  11. manuel 1 June 2020 at 11:51 am Permalink

    I am not defending the officer’s conduct, but we have no idea whether race played any role in the incident.

    quizá esos policias eran un pandilla, de las muchas que hay, sólo que con uniforme y el amparo que le da ser la Autoridad y trabajar para La Ley. Como bien dice J, muy bien que hasta podrían quedar todos absueltos, es decir, reirse todos de las manifestaciones de la gente, enseñarles que hay otros modos de influir sobre el resultado final de las cosas que salir a hacer un poco de barullo permitiendo a los delincuentones robar y destruir, hacer pagar a inocentes por pecadores

  12. Danette Noda 1 June 2020 at 1:33 pm Permalink

    la protesta esta bien pero

    la quemazo y el bandidage es lo malo que han echo

  13. razón vs instinto 1 June 2020 at 1:39 pm Permalink

    El riesgo real de todo este quilombo está en que se imponga lo que el amigo Julián definió como políticamente correcto.
    Nosotros tenemos sobradas experiencias sobre este enorme, créanme enorme problema.
    Por ejemplo, en Argentina existen por lo menos el doble de los empleados públicos que se necesita para funcionar correctamente el Estado (probablemente sean muchos más que el doble).
    Pero cuando alguien propone reducir la plantilla de empleados automáticamente saltan los medios, los políticos, los gremios, las organizaciones sociales, los organismos de derechos humanos más una larga lista reclamando lo inhumano de “semejante medida”.
    Conclusión: es imposible echar a un solo empleado público de los millones de más que existen y por lo tanto, también imposible lograr un Estado eficiente con todo lo que ello implica (muchísimo vale aclarar).
    Y para dar el ejemplo de la movilización en EEUU si se impone lo “políticamente correcto” del amigo Julián, corren el riesgo de terminar exactamente igual que en mi país donde los policías no pueden cometer el más mínimo desajuste de sus prerrogativas atadas a lo políticamente correcto porque corren serios riesgos de ser castigados y como consecuencia, cada vez que tienen que actuar ante un hecho delictivo, miran para otro lado para evitar problemas.
    Obviamente, así la inseguridad en nuestro país es dramática.
    Si se toma a la actuación policial como un acto criminal de racismo y no como un acto irresponsable y son castigadas las fuerzas policiales y tratadas de racistas, terminarán como acá: cada vez que un policía vea a un afroamericano cometiendo un delito va a pensar dos veces antes de actuar.
    En Argentina, hace poco, un ladrón en plena calle le propinó 6 puñaladas a un turista y un policía ante la orden de detenerse, el ladrón sabiendo que nadie hace nada salió a correr. El policía hizo un disparo de advertencia que por mala suerte rebotó en el asfalto y mató al delincuente. Pues bien el policía está fuera de la fuerza policial y bajo un juicio por homicidio y el delincuente libre.
    Obviamente, ahora le pedís a un policía que intervenga y en vez de hacerlo se va para el lado exactamente opuesto de dónde está el delito.
    Es muy peligroso cuando se comienza a imponer lo políticamente correcto sobre lo racional, sobre el más simple sentido común: primero la seguridad de las personas y después todo lo que se quiera.
    Después seguirán con otras medidas políticamente correctas y cuando se den cuenta se harán imparables.
    Es una historia recontra conocida por los latinoamericanos que obstruye toda posibilidad de políticas activas y eficientes.
    Le llamamos acá la “máquina de impedir”.

    • Julian Perez 1 June 2020 at 2:09 pm Permalink

      Exactamente, amigo Ramiro.

      De ahí mi pesada insistencia en estar repitiendo lo mismo. ¿Qué otra cosa puedo hacer? Hablar de lo que pienso donde pueda, votar por las opciones que me parezcan buenas o menos malas, escribir un libro, por trivial que resulte todo eso. Cada voz cuenta, cada individuo puede hacer la diferencia. Mi país aún no está perdido. Por eso hay que luchar para conservarlo.

      Por eso tengo que saltar cuando me parece que se está ¨colaborando involuntariamente con el enemigo¨, aunque parezca que estoy defendiendo unos policías indefendibles. No era ése mi punto. Creo que conseguí aclararlo. Uno debe tratar de ser claro.

      • Julian Perez 1 June 2020 at 2:19 pm Permalink

        Por cierto, y hablando de libro. Esto es ridículo. Ahora parece que tengo una especie de ¨best seller¨ que no es precisamente ¨Mi descubrimiento de América¨.

        Es verdad que lo saqué gratis y a caballo regalado no se le mira el colmillo pero que una novela escrita por un niño de 12 años, con redacción escolar, sin ningún mérito literario y llena de absurdos e inconsistencias llegue a los primeros 20 de literatura infantil en español en Amazon es de un absurdo total. Cada dia estoy más convencido de que al mundo le faltan unos cuantos tornillos, conclusión a la que había llegado con el corona y ahora se ve reforzada. Se suponía que era para unos pocos familliares y amigos.

        https://www.amazon.com/Best-Sellers-Kindle-Store-Childrens-Spanish/zgbs/digital-text/8407404011/ref=zg_bs?_encoding=UTF8&tf=1

        • razón vs instinto 1 June 2020 at 2:32 pm Permalink

          Mis más sinceras felicitaciones.
          Conociendolo estoy seguro que tiene el mérito necesario para estar ahí.
          Y también demuestra que es posible sumar aunque sea un grano de arena en el desierto exponiendo ideas que uno considera necesarias para la comunidad. Fíjese que nunca imaginó que su libro tenga semejante exposición y sin embargo…..
          Escribo para entretenerme en mi blog, acá y en dos medios más y también para sumar si es posible por más lejanas sean la posibilidades de que sume algo significativo pero ¿Qué se pierde con intentarlo?
          Todo suma mientras se intente.

          • Julian Perez 1 June 2020 at 2:36 pm Permalink

            No, amigo Ramiro. Fue escrito por un niño de 12 años. No tiene mérito para estar ahí. Era para compartirlo con familiares y amigos. Lo que ha ocurrido me parece ridículo.

          • Julian Perez 1 June 2020 at 2:40 pm Permalink

            De repente me sentí como Greta Thunberg. Con la diferencia de que Greta no es consciente de la insensatez.

          • manuel 1 June 2020 at 3:10 pm Permalink

            …ahora se me ha puesto “elitista”?! 🙂 J

            celebre hombre!

            algo tiene que la gente le encuentra valor,
            disfrute su 17mo lugar
            dese un respiro
            despues de todo es literatura para niños, no para aspirar al Nobel

          • razón vs instinto 1 June 2020 at 3:18 pm Permalink

            No leí el libro pero méritos tienen que haber amigo Julián.
            Surgen de intuiciones que ni siquiera uno sabe de dónde provienen.
            El poder de nuestras intuiciones es mucho más fuerte que el de nuestra racionalidad consciente.
            No dude de ello.

          • manuel 1 June 2020 at 3:46 pm Permalink

            CDO NOS hablo de Alfredo y su hno Peter Pans
            olvidó comentarnos
            que al partir esos dos
            la pandilla quedó reducida a ud y su amigo Jesús

            y la novela terminó

            su inteligencia, creatividad,
            y amor lo llevaron a ese lugar 17
            amigo

          • manuel 1 June 2020 at 4:00 pm Permalink

            la ciudad inteligente, tiene peregrinos, 200, que llegan como naufragos

            tiene algun paralelo con “A City upon a Hill” which is a phrase derived from the parable of Salt and Light in Jesus’s Sermon on the Mount.[n 1] In a modern context, it is used in United States politics to refer to America acting as a “beacon of hope” for the world

          • manuel 1 June 2020 at 4:02 pm Permalink

            https://es.wikipedia.org/wiki/Padres_peregrinos

          • Julian Perez 1 June 2020 at 5:01 pm Permalink

            Curiosa asociación, Manuel. A los 12 años yo no sabía nada de eso. Mis lecturas eran Verne, Salgari, Dumas, Twain y cosas por el estilo. No había leído la Biblia y mi conocimiento de temas religiosos era superficial.

            Pero ya hemos tocado aquí el tema de las coincidencias que no lo son tanto. Puede ser uno de esos casos.

        • Julian Perez 1 June 2020 at 5:05 pm Permalink

          Por cierto, de los de esa ¨pandilla¨, conseguí localizar hace un tiempo a Pedro (para algo sirve Facebook) y mantengo intercambio de emails con él. Ya le dije que estaba en una dedicatoria 🙂 Mi compañera de estudios del pre, que vive en España, no es la amistad más antigua con la que mantengo contacto. A ella la conocí a los 14 años, a él creo que a los 6 o 7 🙂

  14. manuel 1 June 2020 at 2:10 pm Permalink

    la otra buena es que ya todos se olvidaron de la pandemia y la crisis, ahora solo existen the demonstrations and, of course, the ever present Trump

    así de imbecil es la sociedad, y seguirá siendo la sociedad. Así y todo, “y sin embargo”, se mueve

    • Julian Perez 1 June 2020 at 2:20 pm Permalink

      >>así de imbecil es la sociedad

      ¡Amén! Y lo difícil es entender por qué se mueve.

    • razón vs instinto 1 June 2020 at 3:29 pm Permalink

      Se mueve mucho más por instintos, pasiones y cultura que por racionalidad amigo Julián.
      Es lo que no entienden los que bregan por lo “políticamente correcto”. No logran entender que la racionalidad sí, pero adaptada a nuestras circunstancias históricas y culturales y a la impronta de nuestras pasiones e instintos en el contexto porque es imposible evitar sus efectos.
      Querer dar un paso de racionalidad de más en este precario equilibrio lleva a que todo se convierta en utopía con las consecuencias que ello implica.
      Como la utopía de los comunistas, la de los socialistas del siglo XXI, la de los reivincativos musulmanes y la de los supuestos “antiracistas” de los EEUU entre otros innumerables ejemplos.

  15. MANUEL 1 June 2020 at 10:25 pm Permalink

    DEMASIADA DEMOCRACIA Y DEMASIADAS “ALAS” A CIERTOS GRUPOS SOCIALES Y A CIERTAS ETNIAS GENERAN ESTAS POSTURAS DE VIOLENCIA
    IRRACIONAL Y ODIO QUE NO SE VEN NI EN LOS PAÍSES ATRASADOS. YA NO ME ASOMBRO, PERO A MI LLEGADA A USA HACE 25 AÑOS SITUACIONES
    COMO ESTOS VANDALISMOS, PRIMITIVISMO Y VULGARIDADES ME DEJABAN CON LA BOCA ABIERTA PORQUE NO LOS SUPONÍA PROPIO DE UNA NACIÓN DESARROLLADA.
    Y LA MEDIA COMO SIEMPRE, RAUDA Y VELOZ NO SE PIERDE UN INCIDENTE; PERO USUALMENTE PARA PROPICIAR MÁS COMBUSTIBLE A LOS FOCOS DE CANDELA
    EN ARAS DEL ENTRETENIMIENTO QUE EL POPULACHO NECESITA. LOS MISMO SUCEDE CON LA INDUSTRIA DEL CINE, QUE INVIERTE MILLONES MAYORMENTE EN
    FILMES QUE NO OFRECEN NADA A LA REFLEXIÓN FECUNDA , NI A LA ENSEÑANZA DE VIRTUDES, SINO A LA EXCITACIÓN POR LA EXCITACIÓN MISMA.
    THIS IS AMERICA!

    • Manuel 2 June 2020 at 12:32 am Permalink

      America le debe disculpas por no estar a la altura de sus delirios MANUEL

  16. Manuel 1 June 2020 at 11:48 pm Permalink

    como podras ver J, este MANUEL, TODO MAYÚSCULAS, no soy yo

    al otro Manuel, a Cao, le deseo fuerza y valor en este momento duro

    • Julian Perez 2 June 2020 at 1:11 am Permalink

      Si, era fácil darse cuenta. Y no solamente por las minúsculas y las mayúsculas.

  17. MANUEL 2 June 2020 at 7:32 am Permalink

    SIEMPRE HE AFIRMADO QUE A UN PAÍS DE INMIGRANTRES NO SE PUEDE PEDIR MUCHO, Y ASEVERO ESTO PORQUE LOS QUE EMIGRAN Y ENTRAN EN USA NO SON LA CREMA Y NATA DE ESOS PAÍSES DE DONDE PROVIENEN, SINO LOS DESPERDICIOS
    HUMANOIDES Y LOS DELINCUENTES SIN ESCRÚPULOS QUE EN SUS PAÍSES DE ORÍGENES NO TUVIERON CABIDA, Y LLEGAN A ESTA TIERRA PARA SÍ LEVANTAR UN IMPERIO QUE ALLÁ EN EL SUYO NO PUDIERON. Y DE ESE ESTERCOLERO QUE ES LA MEZCLA DE TODA LA MALA ENTRAÑA QUE TRAE LA INMIGRACIÓN SURGEN LAS LEYES DE AQUÍ Y TAMBIÉN SURGE LA IDIOSINCRACIA Y LOS VALORES HUMANOS DE MUUUUUCHOS. ESTO QUE PASÓ EN MINIAPOLIS HA PASADO EN OTROS MOMENTOS, Y LO LINDO ES QUE SEQUIRÁ PASANDO POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS A PESAR DE LAS CRÍTICAS Y DEL INÚTIL LLAMADO A UN COMPORTAMIENTO CIUDADANO CÍVICO Y CIVILIZADO. PERO ESE ESTERCOLERO HUMANO RESPONDE A FUERTES VALORES Y CONCEPTOS DE LOS QUE HACEN LA VIDA PARASITARIA LA MEJOR DE SUS ASPIRACIONES.

  18. MANUEL 2 June 2020 at 7:41 am Permalink

    Lo particular sobre los afro-norteamericanos es lo de apuntar que generación tras generación es muy típico que sus madres decidieron (hasta por casualidasd…)ser madres solteras de un machazo y desperdicio humano que la hizo gozar, pero sin las otras atribuciones de un HOMBRE. Y de paso, si esa madre lo fue al 100% porque si no lo pare… ¡REVIENTA! no es raro que le deje el ‘bulto’ a su madre o abuela ya vieja y cansada para educar debidamente, o a un tío; o lo lance a un orfelinato para ella seguir en sus ninfomanías. Digo esto porque en muchos artículos se apunta que los afro-norteamericanos en una abrumadora mayoría no crecen dentro del calor ni la disciplina de un hogar sólido, y por ende lo que ven a lo largo de sus comienzos es la imagen del fracaso,la mediocridad, la vagancia, y en lo particular al odio que se les inocula con esas historietas más que ancestrales de cuando la esclavitud. Desde que vine a USA y empecé a trabajar en Nueva York codo a codo con afro-americanos -a los cuales les debo mucha cooperación-, me llamó la atención de que el 99% cuando se les llamaba a la disciplina o se les penalizaba por algo merecido, automáticamente expresaban “ESTO ME LO HACEN PORQUE SOY NEGRO”. Esa respuesta siempre me dio lástima. En los videos variados que he visto por las revueltas vandálicas, es típico ver a los revoltosos encapuchados. De esa forma no se protesta, ni se clama justicia. -No creo que exagero si sospecho que el vandalismo hasta ya los traen en sus ADN.

    • bacu 2 June 2020 at 10:11 am Permalink

      Manuel eso mismo pasaba con una negra cubana que era parte del grupo en que viviamos, todo lo que le pasaba era por el racismo, estábamos en Canada. Ella fue Dra en Cuba y no conseguía nada que le viniera bien, “claro como era negra no le daban chance” Se vino a USA, donde el racismo es mucho mayor que en Canada y sabes logro volver a su profesión de Medico, con una especialidad y por semana gana miles de $$$, ahora ya no habla de racismo, aparte ella no era afin en lo absoluto a USA, en general lo detestaba hasta que cogio empezó a trabajar como Dra. Asi que llevas razon en lo que dices, aca fastidiamos con eso de “ESTO ME LO HACEN PORQUE SOY NEGRO” con eso jodemos con los negros cubanos que no estan en general en esa “boberia”.

    • razón vs instinto 2 June 2020 at 10:28 am Permalink

      Coincido en su observación.
      “De generación en generación”.
      Solamente cambio la palabra ADN por la palabra CULTURA.
      La cultura se transmite de generación en generación.
      Y no puede ser por “un ADN”, primero porque la ciencia ya dió sobradas muestras de que no hay un “ADN negro” y si así fuera no habría afros que se adaptan perfectamente a la vida social y económica estadounidense como sucede con todos aquellos que crecen y se desarrollan en un ámbito familiar adaptado a la cultura que se impuso en ese país. Y que son millones dicho sea de paso.
      Me refiero básicamente la cultura anglosajona más las impronta dejadas por otras subculturas que siempre dejan sus huellas.
      No hay dudas de que hay que trabajar sobre los restos que aún persisten con fuerza de la cultura africana original que es el verdadero origen de la inadaptación de muchísimos afroamericanos.
      Pero si nadie siquiera reconoce a este fenómeno como el origen real del problema……

  19. manuel 2 June 2020 at 10:23 am Permalink

    cualquier comentario sobre razas, sin traer estadísticas serias, cae en categoria kk

    hitlerkk
    trumpkk
    bidenkk
    obamakk
    kkk

    mierda

    • manuel 2 June 2020 at 11:04 am Permalink

      IGUALMENTE todo el que asume racismo en los hechos que liquidaron a Floyd, tambien es tremendo comemierda

      como pueden ver, los medios y demas están repletos de esta gente estúpida.

      tamos rodiaos!

      • razón vs instinto 2 June 2020 at 11:28 am Permalink

        Creo que racismo siempre hay.
        No sería raro incluso que el policía éste sea realmente racista.
        Resulta que es fácil caer en el racismo.
        Es fácil creer que los negros tienen un ADN diferente e “inferior o menos evolucionado” o como quiera adjetivarse, al hacer un análisis superficial de la situación de pobreza en la que se encuentran mayoritariamente los individuos de raza negra.
        Pero si se profundiza el análisis, también es fácil percatarse de que no está en el ADN el problema, sino en la cultura.
        Subcultura en el caso de los afroamericanos.

      • manuel 2 June 2020 at 12:37 pm Permalink

        racismo siempre hay, es una frase temeraria; es como decir “ambicion siempre hay”, “maldad siempre hay”, “envidia siempre hay”

        son frases vacias.

        Lo que siempre debe haber es un juicio justo con profesionales en la que cada parte busque todo lo necesario para acercarse lo mas posible a un poco de verdad.

        Todo lo demás cae en el terreno de la especulacion, y de inflamar a las turbas incultas y, por tanto, siempre incoherentes e inconsistentes, que giran de tema, cambian de motivo para la rabia, como cambian de ropa interior fruto de la superficialidad que es el rasgo distintivo de todo fanatismo y mediocridad

  20. manuel 2 June 2020 at 12:43 pm Permalink

    racism is always there, it is a reckless phrase; It is like saying “there is always ambition”, “there is always evil”, “there is always envy”

    they are empty phrases.

    What should always be a fair trial with professionals in which each party seeks everything necessary to get as close as possible to a little truth.

    Everything else falls into the field of speculation, inflaming the uneducated mobs and, therefore, always incoherent and inconsistent, who consistently change subject, change their reason for rage, as they change their underwear as a result of the superficiality that it is the distinctive feature of all fanaticism and mediocrity

    • manuel 2 June 2020 at 12:45 pm Permalink

      What there should always be is a fair trial with professionals in which each party seeks all that is necessary to get as close to a little truth as possible.

  21. vicente 3 June 2020 at 11:46 am Permalink

    La acumulacion capitalista en America Latina no permite que surja una clase media,que daria estabilidad social y economica a estos paises.En Mexico la mitad de la poblacion gana 5 dolares diarios,este es el sistema que segun Montaner crea tanta riqueza,con lo que ustedes se gastan en propinas,tiene que vivir una persona un mes VIVA EL CAPITALISMO LIBERAL

  22. manuel 4 June 2020 at 9:58 am Permalink

    Obama quería asegurarse de que Hillary Clinton fuera elegida Presidente, para asegurar el gobierno de un partido que disfrutó en sus días de Unión Soviética. Esto comenzó con el espionaje doméstico. El FBI de Obama alteró los documentos para persuadir a la corte de FISA para vigilar a Carter Page, para que pudieran obtener una entrada en la campaña de Trump. Bajo juramento, los secuaces de Obama ahora han jurado que no tenían ninguna evidencia en absoluto para sospechar que Trump estaba en “colusión rusa”. Así que Obama tenía un solo objetivo: corromper las agencias destinadas a la defensa nacional para convertirlas en mencheviques.

    El servicio exterior de Obama usó entonces la inteligencia extranjera de cinco ojos para hacer un tarro de miel a un empleado de Ben Carson; el Partido que busca gobernarnos estaba vigilando a todo el mundo.

    Antes de que Trump estuviera siquiera en el horizonte, Obama se dedicó a vigilar a los empleados del Senado, periodistas y cineastas, encarcelando a aquellos que lo consideraba políticamente conveniente. Obama y Eric “Wing Man for Obama” Holder plantaron armas a la gente. El IRS fue corrompido. La mafia le costó el trabajo a Brendan Eich porque una vez expresó la “opinión equivocada”. ¿El resto? Los antifa se amotinaron en “deplataforma”. Obama envió equipos de SWAT a recorrer las casas a las 6:00 AM.

    Cualquiera que eligiera trabajar para un republicano estaba bajo la vigilancia de la NSA; diablos, Flynn fue desenmascarado por gente del Departamento del Tesoro.

    Obama envió a Clapper a mentirle al Congreso sobre eso. Obama envió a Susan Rice a mentir en los programas del domingo. Procesando a algunos. Encarcelando a otros. Obama tenía la ética de Josef Stalin. Su único error, en su opinión y en la de los totalitarios que recibirán el voto del Juez, es que no hizo lo suficiente. Un poco más de terrorismo político y no habrían perdido a MI, PA y WI.

    Y el Terrorismo Político es. ¿Se ofrecerá como voluntario para trabajar en la campaña republicana en 2024, ahora que sabe que esto lo convertirá a usted y a su familia en el blanco de la vigilancia de la CIA y la NSA. Cuando el equivalente americano de Beria dentro de la búsqueda a través de su basura para encontrar un crimen, cualquier crimen, para acosarlo para castigarlo por el gobierno del partido contrario? ¿Se opondrá al régimen político sabiendo que usarán la inteligencia extranjera para hacerte miel con la “sobrina de Vladimir Putin”? ¿O le dará 10.000 dólares en efectivo con la esperanza de atraparlo en una violación de transporte de moneda transfronteriza?

    Por supuesto que no.

    Sí, en 2016, los demócratas cometieron un error. Se confiaron demasiado, no eran ni de lejos tan inteligentes como sus “credenciales científicas de élite” nos quieren hacer creer. Por unos pocos cientos de miles de votos en Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, unas pocas almas americanas resistentes lograron evitar su intención, haciendo de 2008 la última elección. No volverán a cometer el mismo error si los votan de nuevo en 2020.

    Si los demócratas ganan en 2020, esta es la última elección libre en los Estados Unidos. Nos convertiremos en todo el país como lo es California hoy. Tendrán la oportunidad de votar por un demócrata totalitario, o un demócrata totalitario.

    Esta es la realidad. Espabila. Tienes sólo 5 meses para hacerlo.

    Traducción realizada con la versión gratuita del traductor http://www.DeepL.com/Translator


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