19 December 2017 ~ 1 Comentario

Claudio Castillo: Arte inteligente en movimiento

(Servicios de el Nuevo Herald) Claudio Castillo (La Habana, Cuba, 1958) es el autor de una de las obras de mayores dimensiones que se expuso en la semana del arte de Miami.

Su obra El nadador fue creada exclusivamente para que durante Art Basel cubriera la fachada del hotel InterContinental, donde usualmente puede verse la silueta de una bailarina. La pieza, de más de 200 pies de largo, fue visible incluso desde el lado opuesto de la bahía de Biscayne, un espacio icónico de la ciudad.

Arte en movimiento y Generative Art son los títulos de las dos exposiciones en solitario de Castillo que se pudieron disfrutar en esos días. La primera en Miami Hispanic Cultural Arts Center y la segunda en el Hotel InterContinental. Cada colección contiene más de 20 piezas y han sido expuestas en pantallas monumentales.

En un primer periodo de su producción artística Castillo pintaba acuarelas y alrededor del 2005 comenzó a crear arte digital: generativo e interactivo. Sus obras están sincronizadas con los ciclos de la Luna, las mareas y pueden variar en dependencia del clima, de las fluctuaciones de la Bolsa de Valores o de las noticias que publican agencias de prensa. El resultado: pinturas que se mueven.

Castillo estudió cine en Londres y en la década de 1980 comenzó a hacer animaciones por computadora. “En esa época se inició el cambio del sistema analógico a lo digital y las posibilidades parecían infinitas –explica–. Creo que, como muchas cosas que terminan siendo definitivas en nuestras vidas, comencé jugando con esas posibilidades, tratando de que dieran más de sí”.

Cuando vemos su obra podríamos quedarnos con lo superficial: la belleza de las imágenes y la evidencia de la relación entre arte y tecnología. Pero su obra es sometida a un complicado proceso en el que vale la pena detenerse.

“Las acuarelas son sometidas a un proceso de deconstrucción, de fragmentación; luego las animo creando múltiples secuencias. La repetición es invisible al dividir en capas y multiplicar. Después, son recompuestas a través de un algoritmo matemático. Las cosas se complican a medida que añado otras variables, como los ciclos de la Luna y las mareas, por ejemplo. Todo eso junto hace que cada visualización tenga una probabilidad de repetición superior a 400,000 años. La computadora no crea nada, recompone lo ya creado”.

Pero su obra, netamente artística, dista mucho de ser puramente tecnología “Mi búsqueda es artística y la tecnología me interesa en cuanto soporte, es un instrumento que uso en función de la creación”. Me fascina la idea de saber que mi obra va a seguir produciendo originales incluso después de mi muerte y que cada visualización va a ser única”.

Entre sus piezas favoritas: Proof of LifeLa aparición de la VirgenVan Gogh Generator y los retratos.

La primera, está conectada a la Bolsa de valores y a la BBC. Esto le permite hacer el seguimiento de las fluctuaciones del mercado y hasta seguir el comportamiento de valores concretos en tiempo real. La Virgen pertenece a la colección permanente del Museo de Arte Latinoamericano de California (MoLAA) y se refiere a ella como su estandarte. Van Gogh Generator fue la primera que superó la no repetición en ocho trillones de años, estando sincronizada con la Luna y las mareas, y lo llevó a exhibirla en un museo en China (MOCA Shanghai).

Los retratos merecen capítulo aparte: Sobre una de sus obras generativas, que originalmente ha sido una acuarela, incluye cerca de 100 películas que se combinan aleatoriamente con el resto de las animaciones y que aparecen cuando un sensor detecta movimiento. Castillo calcula que la probabilidad de repetición de cada imagen puede ser de hasta ocho trillones de años.

En estos momentos trabaja con células madre e investiga sobre el ciclo menstrual. De sus aspiraciones futuras Castillo afirma que “es posible que el año próximo llevemos de viaje la colección Arte en movimiento, es un proyecto ambicioso”.

La obra de Claudio Castillo puede ser definida como “arte inteligente” (Smart Art). Está fuertemente marcada por la influencia de los ciclos vitales. Desde “La aparición de la Virgen”, por ejemplo, ha ido incorporando sensores que permiten que la obra “vea” o “escuche”: “sienta” la presencia humana y que interactúe con ella. Son obras “vivas”.

En el caso de la Virgen, aparece cuando el espectador está frente a la obra. Diría más: cuando el espectador la busca. En Girasoles taínos, su pieza de mayor complejidad hasta el momento, los girasoles incluso muestran curiosidad o aburrimiento cuando buscan y no encuentran al espectador. Entonces, “deciden” descansar.

El arte de Claudio está superando una barrera muy importante: la de los sentimientos y las emociones.

‘Arte en movimiento’, hasta el 22 de diciembre en el Miami Hispanic Cultural Arts Center, 111 SW 5ta Ave., Miami, FL 33130.

One Response to “Claudio Castillo: Arte inteligente en movimiento”

  1. hector l Ordonez. 20 December 2017 at 11:27 pm Permalink

    A veces los hombres no triunfan cuando hacen cosas grandes a veces los que hacen cosas pequenas triunfan mas,dependiendo quienes los apadrinan,ojala que no sea el caso de este artista,Le deseo tiunfo.


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