Como un 20 de mayo
por Carlos Alberto Montaner / Eugenio Balari
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Mi amigo Eugenio Balari me ha autorizado a reproducir su juicio sobre la creación de la República el 20 de mayo de 1902.
La primera vez que coincidí con Balari fue en los primeros días de 1959, cuando, ilusionados, custodiábamos unos edificios públicos tras el triunfo de la revolución. No tardé demasiado en advertir que se había iniciado una dictadura cien veces peor que la batistiana.
En esos días, Julio García Olivera, Comandante del Directorio Revolucionario, me puso en las manos una ametralladora. Yo era un muchacho de 15 años. Afortunadamente, no tuve que disparar. No sabía cómo hacerlo. Probablemente me hubiera dado un tiro en un pie. Creo que Balari tampoco. Poco después yo ya militaba en la oposición.
En síntesis, Balari, aunque, como muchos cubanos, suscribe una buena parte del relato revolucionario, pide respeto para la fecha y para la República que entonces se iniciara. Esa es una ruptura con el discurso oficial que sostiene la falsa tontería de que la revolución continúa y culmina la Guerra de independencia.
Antes de cederle la palabra a Balari en este blog, voy a reiterar esquemáticamente mi punto de vista, previamente expresado en libros como Cuba: un siglo de doloroso aprendizaje.
Primero: La República que se inició en 1902 fue, en esencia, la que soñó Martí, aunque luego la desvirtuáramos. Un estado libre, democrático y plural. Ésa fue la república mambisa. Martí, que era un liberal decimonónico con una visión jeffersoniana de la economía, hubiera aprobado la Constitución de 1901, un buen texto constitucional, dicho sea de paso. Pero le hubiera horrorizado, en cambio, la implantación de una dictadura totalitaria comunista de partido único.
Al fin y al cabo, la inmensa mayoría de los mambises cubanos, con Máximo Gómez a la cabeza, apoyaron la intervención americana en la guerra, participaron del gobierno provisional americano (1898-1902) y saludaron el advenimiento de la independencia. La mayor parte de los diez mil nombramientos que hicieron los norteamericanos durante la primera intervención recayeron en manos de mambises, autonomistas y simpatizantes de la independencia.
Por otra parte, a partir de 1898 se produjo un cambio en la actitud y la visión políticas de los cubanos e hispanocubanos. Hubo un curioso enroque político. Los autonomistas se convirtieron en independentistas y los españoles en anexionistas. Muchos independentistas, no obstante, sin dejar de querer la independencia, pasaron a ser muy pronorteamericanos.
El hijo de Martí fue edecán de Taft, y todo el entorno del apóstol, incluido Gonzalo de Quesada, militó en ese bando. (Tal vez por eso los interventores norteamericanos, en 1908, la segunda vez que ocuparon el país debido a nuestra lamentable incapacidad para solucionar pacíficamente las diferencias dentro de las instituciones, escogieron el 28 de enero para entregarles de nuevo el mando a los cubanos).
Segundo: Es verdad que los cubanos fuimos obligados a suscribir la Enmienda Platt como parte de ese proceso de adquisición de la Independencia, lo que nos convertía en un protectorado virtual de Estados Unidos, pero ese incómodo apéndice que limitaba nuestra soberanía nos protegía de otros poderes imperiales europeos. No puede olvidarse que, por aquellas fechas, alemanes, italianos e ingleses recurrían a la política de las cañoneras para cobrar sus deudas. En esa época, La Guaira venezolana fue bombardeada por los barcos de guerra europeos.
Por otra parte, el gobierno del país quedó totalmente en manos cubanas. Era tal el control criollo de las riendas administrativas y políticas, que Estrada Palma llegó a expulsar a un embajador norteamericano. (Hubiera sido interesante averiguar qué hubiera sucedido si Castro echa de la Isla a un embajador de la URSS en el momento en que el país estaba ocupado por 40 000 hermanos soviéticos).
La Enmienda Platt, como en el reino de Serendip, hasta tuvo otra inesperada consecuencia: sirvió para ponerle fin a la repugnante “Guerrita de los negros”, un conflicto racista en el que el ejército de la República, durante el mandato de José Miguel Gómez, salió a matar cubanos de color sin ninguna misericordia. Fue la presión de Washington, solicitada por las víctimas, lo que puso fin a la matanza.
Tercero: Es verdad que en Estados Unidos había fuerzas anexionistas, pero a esas alturas de la historia no eran decisivas. Ni Grover Cleveland, demócrata, ni William McKinley, republicano, fueron anexionistas. Teddy Roosevelt sí lo fue, pero el entusiasmo se le apagó cuando advirtió que los anexionistas ya eran pocos en Cuba. Las elecciones de 1901 lo demostraron. El anexionismo cubano, que iba de la mano de la esclavitud, fue un fenómeno pasajero que casi se agotó cuando los norteamericanos liquidaron la esclavitud en 1865, aunque muchos de nuestros gloriosos mambises la querían porque habían idealizado la democracia norteamericana. (Ignacio Agramonte, por ejemplo, se hizo bordar una bandera americana en su rústica charretera).
Cuarto: La primera intervención norteamericana en Cuba fue muy conveniente desde el punto de vista de la organización del Estado. Hubo errores importantes, como no devolverles a los cubanos revolucionarios los bienes que los españoles les habían confiscado y luego subastados durante la guerra, pero, en general, fue muy útil.
Multiplicaron el número de escuelas, reorganizaron el poder judicial, echaron las bases de la sanidad, confirmaron experimentalmente la teoría de Carlos Finlay sobre la transmisión de la fiebre amarilla, lo que puso fin a un horrible flagelo, trajeron los tranvías, combatieron a los bandidos rurales, aumentaron la electrificación del país, y modelaron las instituciones necesarias para que la República funcionara adecuadamente.
Si no sucedió de esa manera, la culpa no fue de ellos, sino de nosotros, que nos dedicamos a entrematarnos y, con frecuencia, a incurrir en casos de corrupción y otras ilegalidades.
Quinto: La devolución definitiva de Isla de Pinos en 1925 demuestra que los norteamericanos ya habían saciado su apetito imperial en Puerto Rico. Conservaron la base naval de Guantánamo, pero, a no ser por la aventura comunista de los Castro, la hubieran devuelto hace décadas, porque los portaviones y la tecnología la habían convertido en una reliquia carente de sentido. Las carboneras y las instalaciones navales convencionales pertenecían a otra época de la historia. Si abandonaron siete mil islas en Filipinas, lo mismo habría sucedido con relación a Guantánamo.
Sexto: Pese a todo, el país prosperó razonablemente bien entre 1902 y 1958. Si se compara cómo creció ese país en todos los sentidos, y cómo involucionó durante la etapa comunista, se puede medir la intensidad del desastre. Basta pasear por La Habana para ver lo que hicieron la sociedad civil cubana, e incluso los sucesivos gobiernos, frente a lo que ha deshecho la revolución comunista en un periodo similar. Resulta asombrosa la capacidad de los Castro para demoler y triturar a una sociedad. Sustituyeron la República por un infatigable termitero.
Y ahora sigue el texto de Eugenio Balari.
El 20 de mayo de 1902 o el surgimiento de la república de Cuba.
Eugenio R. Balari
La fecha del 20 de mayo de 1902, quiérase o no, es un hecho de gran significación en la historia de Cuba.
Se reconoció y formalmente surgió la república. Como todo acontecimiento significativo, la fecha posee factores históricos positivos y otros menos o más adversos al sentir patriótico ciudadano. Sin embargo y para no pocos cubanos ese día representa una fecha importante, aunque por los hechos históricos ocurridos y sus consecuencias, haya sido controversial en las valoraciones sobre el origen de la República y su posterior desenvolvimiento como nación.
Es verdad que existen diversas valoraciones críticas sobre el 20 de mayo de 1902. Cierto es que la república apareció bajo la tutela estadounidense como si fuera un protectorado, lo que les permitió implementar medidas e imponer clausulas que restringían la plena soberanía de la nueva nación que surgía en aquel momento ante el mundo.
Ello a muchos ciudadanos ocasionó en vez de lógica satisfacción y júbilo, que se originaran frustraciones y aparecieran sentimientos contradictorios y patéticos. Determinados hechos históricos ocurridos alrededor de la recién estrenada república, (que no admiten duda sobre su veracidad), van a convertirse en razones de peso y desencadenantes que justificarán esas diferencias de valoraciones.
Probablemente los cubanos, que siempre tomamos partido en hechos de manera singularmente extrema, no nos percatemos de nuestro equívoco, quizás por la tendencia a la ausencia relativa de enfoques no apasionados, más tolerantes, integrales o menos absolutos.
El tema por demás no es nada nuevo y ni siquiera comenzó a manifestarse a partir del triunfo de la revolución cubana.
Lo cierto es que se trata de una añeja frustración ciudadana, que afloró desde los primeros momentos en que se originó la independencia y surgió la época republicana. Generaciones anteriores de políticos e ilustres cubanos, debatieron y rivalizaron abiertamente sobre el tema.
Como es sabido, la fecha que originó la República fue aceleradamente abortada por una participación militar exógena, la de los (EEUU), que para muchos cubanos vino a malograr después de más de tres décadas de luchas e incontables sacrificios; las más caras aspiraciones de los combatientes independentistas (mambises) y una considerable parte del pueblo cubano.
Sin embargo el 20 de Mayo de 1902, tampoco deja de ser un momento de ascenso del pueblo cubano, de un nuevo peldaño alcanzado en la búsqueda deseada de una sociedad mejor, más independiente, plena y soberana; aunque cierto es que surgió incompleta, castrada y con inaceptables imposiciones, lo que hizo se abrigara un extenso sentimiento contradictorio y no pocos resentimientos.
Para otros ciudadanos del país o extranjeros, que se beneficiaron con el surgimiento de la república, no obstante las situaciones impuestas con la intervención norteamericana; el 20 de Mayo de 1902 se convirtió en una fecha de celebración y orgullo, de necesario reconocimiento y conmemoración.
También es verdad que los acontecimientos que con fórceps originaron la república, durante décadas se trataron de manipular y maquillar y ello no fue sano para el análisis del necesario y exhaustivo rigor histórico de este asunto.
No obstante siempre existieron dignas voces patrióticas que denunciaron y lucharon por la desaparición de las impositivas medidas implementadas contra la soberanía nacional. Pero cierto es que nos convertimos en nación y que desapareció el anterior y directo dominio colonial.
Cuba se estrenó en nuestro continente y ante el mundo como una nueva y joven república americana.
Para los que domésticamente se beneficiaron (que en todas circunstancias, por una u otra razón siempre los hay), después de la intervención de USA en la guerra hispano/cubana; la fecha fue venturosa, todo lo considerarían bien pues sus intereses florecían y habían quedado resguardados.
No obstante para otros muchos cubanos, los independentistas de las tres guerras o los que se inspiraron en las prédicas de Martí, o las ideas que se encerraban en el manifiesto de Montecristi; el significado del 20 de Mayo tendría otra connotación menos jubilosa, cuestionable y en cierto grado frustrante.
Así fueron transcurriendo los años en el marco de aquella república, la que surgió una vez concluida la intervención norteamericana (1898-1902); no obstante, las renovadas luchas políticas y revolucionarias del pueblo cubano, ello le permitió al país durante la primera mitad del siglo XX, eliminar la enmienda Platt y reducir el enorme tutelaje inicial de los EU.
A la par el país fue abriendo los cauces para labrarse un más soberano y próspero destino.
No es ocioso recordar, que la gran Norteamérica finalizando el siglo XIX ya se encontraba en tránsito imperial, y su poderoso capital financiero, sus materias primas e impresionante mercado doméstico en expansión (tan próximo a Cuba), influían hacia ella económica y políticamente de manera significativa.
Al parecer sólo era necesario que surgiera o se creara una coyuntura apropiada y mostrar las viejas apetencias de anexión. La ansiada fruta se encontraba madura y solo había que remover el árbol. La declinante metrópoli española se encontraba agotada por la guerra y sus potencialidades no podrían oponerse a la nueva, pujante y vigorosa nación americana. No es desconocido que el presidente de los EE.UU. J.Q. Adams, argumentó su conocida política de la “fruta madura” con respecto a la Isla de Cuba. Este presidente norteamericano llegó a expresar que, “por ley inevitable de gravitación política, Cuba caería dentro de la órbita de poder de USA y que ello sucedería sin lugar a dudas por ley de la maduración histórica”. Agregando el presidente Adams, que “nada que estorbe sobre ello debe promocionarse, y no debía expresarse ninguna simpatía oficial ante el esfuerzo de los cubanos por la independencia, ni ningún reconocimiento a la beligerancia de los cubanos en armas”.
El grito de Baire el 24 de Febrero de 1895, les ofreció a ciertos personeros del gobierno de los EEUU, la coyuntura propicia que desde hacía años a guardaban y para la cual se encontraban en acecho. La de acabar de intervenir militarmente en la guerra Hispano-Cubana. Algunos medios de prensa e “historiadores”, con intencionalidad o equívocamente la han llamado y llaman como la guerra Hispano-Americana.
El propósito es claro, desconocer o subestimar el papel de la insurgencia cubana y las recias luchas independentistas llevadas a cabo). Posiblemente entre las más largas y significativas de América. Sin embargo aquella intervención militar norteamericana, más que una guerra prolongada resultó ser una contienda bélica relámpago; que por supuesto descarriló el proceso natural y lógico de las luchas independentistas y malogró los propósitos del ejercito mambí de conquistar su país y hacerlo plenamente libre, independiente y soberano. Más tarde los representantes de Cuba ni tan siquiera pudieron sentarse en la mesa de negociaciones de Paris, sitio donde se efectúo el reparto del botín de aquella desigual contienda bélica, que dieron lugar a las limitaciones soberanas que luego les fueron impuestas a Cuba.
A partir de entonces se calentó el panorama político doméstico, pues las consecuencias para Cuba de la no solicitada intervención norteamericana en la guerra que libraban los cubanos por su independencia; impidió que los criollos obtuvieran la ansiada y plena soberanía del país, e hicieran suyas las riquezas naturales y económicas que por derecho propio le pertenecían. Como si todo ello fuera poco y para legalizar la burla y otorgarle visos de legalidad, apareció la Enmienda Platt; el abominable y conocido apéndice que impidió alcanzar la plena libertad económica y la más absoluta soberanía política.
El surgimiento probablemente a destiempo o forzado de la república, por las acciones preconcebidas del ginecólogo imperialista, sustituyó en nuestro caso un espontaneo, natural y más feliz alumbramiento como nación. Por ello para muchos cubanos el 20 de Mayo de 1902, es la fecha de una república que nació sin la salud necesaria y un tanto discapacitada, pero significativamente con un buen maquillaje y saludable imagen, tanto hacia afuera como hacia ciertos sectores de dentro del país. A partir de esa fecha ya contábamos con himno, bandera y escudo, pero sin lograr ser los plenos poseedores de nuestros destinos políticos y económicos; porque en realidad nacimos y nos desarrollamos durante cinco décadas bajo la tutela de los intereses norteamericanos, sus procónsules o los infantes de marina. Si bien desde el rigor histórico son difíciles de objetar estas consideraciones, ya que son hechos demostrables con absoluta fidelidad y transparencia; es también justo y pertinente señalar, que con el 20 de Mayo de 1902 se va a consolidar la nacionalidad cubana y esto es algo realmente relevante y fundamental.
Los acontecimientos históricos deben valorarse en su integralidad, de manera coherente y en el contexto de su coyuntura específica y sus consecuencias ulteriores. Por lo que valoro al 20 de Mayo de 1902, como un hecho trascendente en el camino de lograr las aspiraciones del pueblo y el futuro de la nación cubana.
Con percepción dialéctica considero que la llamada por sus críticos república mediatizada, que surgía el 20 de Mayo de 1902, ahora nos brindaba nuevas posibilidades a los cubanos, al ser todos más independientes y propiciarnos cimientos más fuertes para nuestra integración y cohesión como nación. La propia evolución y desarrollo del país, la institucionalidad que fue adquiriendo, su constituciones y leyes, sus relaciones internacionales, la educación patriótica de sus ciudadanos y la diversidad de intereses económicos, etcétera. Todo ello pero ahora bajo las nuevas circunstancias de la proclamada república independiente; se encargarían bajo diferentes formas de lucha política o revolucionaria, de eliminar o limitar al máximo de lo posible, aquellos factores que limitaron la soberanía nacional durante X números de años.
A pesar de los hechos y la forma inapropiada en que surgió la república, la fecha se convirtió en un importante e histórico acontecimiento nacional, del que pudo disponer el pueblo como un catalizador y un factor de reconocimiento de sus luchas anteriores y sobre todo para sus futuros ajustes o encausamientos políticos, económicos y sociales deseados. Cierto es que en medio de las secuelas del colonialismo español y los intereses de los nuevos tutores del norte; la naciente y frágil república de Cuba del 20 de Mayo de 1902, tuvo que hacer lo indecible, en medio de ambiciones de poder, riquezas desmedidas y contradicciones políticas para poder sobrevivir y desarrollarse económica y socialmente.
Las intervenciones realizadas por los EEUU en las que incluyo la de 1906-1909; más sus frecuentes amenazas de ocupación militar, las constantes presiones diplomáticas, las frecuentes subordinaciones económicas y la Enmienda Platt; generaron durante muchos años resentimientos y desconfianza en muchos ciudadanos. También debilitó la autoestima en el propio pueblo, en sus posibilidades plenas y de salir adelante, haciendo surgir un cierto pensamiento de inferioridad. Sin embargo sus luchas y esfuerzos patrióticos, le permitieron desarraigar tales sentimientos y sacar nuevas fuerzas morales que vencieran debilidades o flaquezas.
Finalmente pienso que una conclusión más apropiada o más justa, puede ser aquella que valore que por cuestionables que sean los hechos ocurridos a partir de la intervención norteamericana en la guerra hispano/cubana; así como del reconocimiento crítico que se haga de las ulteriores y aprovechadas actuaciones de los de EEUU en Cuba. El 20 de Mayo de 1902, es una fecha que todos los cubanos debemos revalorar y asimilar con consideración y respeto, dada la significación nacional e internacional que la misma tuvo y tiene para todos nosotros.
Mis saludos fraternales.
Toda una clase , toda una escuela , que bueno resultaría una disertación suya , Dr. Montaner , sobre este acontecimiento histórico y trascendental para Cuba y los cubanos en el ICCAS.
Muchas gracias.
Nodal.
todos los FIDELISTAS son mentirosos, eso enseña su lider:
Silvio Rodriguez ha guardado total silencio ante los atropellos este año en Venezuela y presto su blog para que alguien le respondiera a Ruben Blades sus declaraciones contra esos abusos, Sin embargo vean lo que escribio en 2012 a proposito de unas protestas estudiantiles en Chile:
Silvio dijo…
Claudia, lo que le pasó a tu hija y que evidentemente le está sucediendo a otros jóvenes chilenos, además de “pena e impotencia”, como dice Hans, da mucha indignación. Saber que nuestros hijos pueden ser objeto de abusos semejantes no tiene justificación. Mi abrazo solidario.
8 de septiembre de 2012, 10:00
http://segundacita.blogspot.com/2012/09/claudia-dijo.html#comment-form
Muchas gracias ! Excelente ! Espero que estos textos sean leídos y asimilados como se debe por muchos cubanos dignos !
Para los que le administran el blog a CAM. Por favor haganle saber si por casualidad no lo conoce, que vea el video cuyo enlace pongo debajo. Este Gral. Argentino me ha admirado mas por sus conocimientos que todo lo que he leido hasta ahora de lo escrito por Montaner:
https://www.youtube.com/watch?v=PA_kNyVvv8o#t=4765