29 October 2017 ~ 21 Comentarios

¡Dejen en paz las tumbas, las estatuas y los nombres de las calles!

por Carlos Alberto Montaner

Leo en Infobae que unos indios mapuches apearon de su pedestal un busto de José de San Martín en Argentina y lo lapidaron a ladrillazos hasta desfigurarle el rostro marmóreo. No era una inocente gamberrada, sino lo que hoy llamaríamos un crimen simbólico generado por el odio. Mientras apedreaban al Libertador de Argentina, Chile y Perú le gritaban, airados, no se sabe por qué, “colonizador, colonizador”.

En Estados Unidos, las estatuas del general Robert E. Lee han sido objeto de una gran controversia por los intentos de derribarlas. Lee fue un ingeniero militar que dirigió el Ejército Confederado sureño durante la Guerra Civil (1861-1865), héroe condecorado por sus previas acciones en la guerra mexicana, a la que acudió junto a Ulysses Grant, otro galardonado, que luego comandara los ejércitos yanquis por designación de Abraham Lincoln.

Acusan a Lee de esclavista, que lo fue, pero pequeño, como la mayor parte de los sureños blancos en el siglo XIX, aunque sus enemigos admiten que se trataba de un general competente y de un patriota austero y laborioso que ni siquiera estaba de acuerdo en la secesión de los estados rebeldes.

En el parque central de Nueva York hay una estatua de Colón que peligra. Un par de policías la custodian y protegen del rencor étnico. Han amenazado con volarla. Hay indígenas que no le perdonan a D. Cristóbal su hallazgo del Continente americano. Les molesta, especialmente, el concepto eurocéntrico del “Descubrimiento”. Y hay latinoamericanos ácidamente indignados contra el (presunto) genovés por lo que “nos hizo” junto a un puñado de españoles audaces hace más de 500 años.

Pero en España, además de víctimas del revisionismo histórico, son también victimarios. En el país hay un intenso esfuerzo de erradicar de los callejeros el nombre de militares franquistas que ganaron la Guerra Civil (1936-1939), mientras algunos, en serio, se proponen expulsar el cadáver del generalísimo Francisco Franco del Valle de los Caídos, donde está enterrado bajo una lápida gigantesca que señala sus 40 años al frente del Estado español.

El presidente boliviano René Barrientos Ortuño, con la aliviada simpatía de casi todo el país, ante la imposibilidad legal de celebrarle un juicio al Che Guevara y fusilarlo al amanecer por acudir al país a matar soldaditos, dado que el código penal no autorizaba la pena de muerte, dio la orden extrajudicial de que lo liquidaran. Craso error y craso crimen. Hubiera sido mucho mejor entregarle el prisionero a Estados Unidos, como pidió reiterada e inútilmente la CIA por medio de su agente Félix Ismael Rodríguez.

Pero eso ocurrió hace medio siglo, precisamente en octubre de 1967. Evo Morales, quien, en una de sus hilarantes “evadas”, denunció, muy preocupado, que su país había sufrido los ataques arteros del Imperio Romano, acaba de reivindicar la figura del Che y rendirle homenaje al argentino asesinado a balazos tras ser capturado en combate tras su mini invasión a Bolivia.

Recuerdo una simpática crónica, creo que de Alfonso Ussía, de hace unos 30 años, cuando comenzaron a quitar los nombres de los oficiales franquistas de las calles, implorando que no hicieran esa barbaridad para no enloquecer a los carteros y a los taxistas. Proponía, en cambio, que les agregaran adjetivos calificativos a la nomenclatura callejera. Por ejemplo: General Emilio Mola “el bueno”, o “el malo”, dependiendo del humor de la época, pero que no le arrebataran el sustantivo con el que han conocido a la dichosa vía durante mucho tiempo porque era una manera insensata de crear una gran confusión urbana.

Tenía razón. Cada generación posee el derecho a revisar la historia, pero no a hacer tabla rasa de los juicios de valor anteriores. Lo preferible es que dejen las estatuas, las tumbas y los nombres de las calles tranquilos, y que agreguen unas nuevas estatuas, tumbas y nombres contrarios a los viejos, porque la historia es exactamente así, poliédrica, y no tiene sentido someterla a los vaivenes de los tiempos.

Ya se sabe que Napoleón era el adorado y genial emperador, o el cruel enano corso que destruyó a su país con aventuras insensatas, dependiendo de quien examinara su expediente, pero es absurdo reescribir lo que ocurrió, entre otras razones porque depende de la perspectiva del observador. Ya usted conoce la gastada estrofa de Campoamor sobre el color del cristal con que se mira. Don Ramón acertó.

21 Responses to “¡Dejen en paz las tumbas, las estatuas y los nombres de las calles!”

  1. Julian Perez 29 October 2017 at 3:38 am Permalink

    Los que siguen esa “moda” statuclasta, además de exhibir su estupidez (lo cual no tiene nada de extraordinario, porque parece ser un rasgo congénito de la especie humana), también hacen a menudo gala de su ignorancia. Por ejemplo, acabo de leer que un grupo de estudiantes de la universidad de Wisconsin quería que retiraran una estatua de… Abraham Lincoln porque… tenía esclavos.

    Universitarios… Me pregunto que les enseñarán en la clase de historia a esos muchachos (seguramente la estudian por el libro de Howard Zinn). En todo caso, si alguna vez, por carambola, les explicaron que Lincoln creció en la pobreza y fue autodidacta, deben haber hecho novillos ese día, pues no se enteraron.

  2. johnny reday 29 October 2017 at 11:50 am Permalink

    Dijo Albert Einstein: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.
    Eso derribar estatuas de grandes hombres solo demuestra que las palabras del grande fìsico no son otra teorìa, sino una ley.
    Un ejemplo de inteligente tolerancia se evidencia en las Black Hills, Sioux Indian Reservation, nel Dakota de Sur: allì la naciòn Sioux està construyendo el monumento màs imponente del planeta, il Crazy Horse Memorial, el monumento a Caballo Loco, el vencedor de Custer en Little Big Horn.
    Cada quien tiene derecho a recordar los grandes de su historia.
    Y no permitir que unos descerebrados idiotas destruyan la historia de la humanidad.

    • Julian Perez 29 October 2017 at 12:40 pm Permalink

      El monumento a Caballo Loco… Se empezó en 1948, así que ya llevan casi 70 años en eso. Está emparentado con la iglesia de la Sagrada Familia en Barcelona porque El Escorial, sinónimo de algo que lleva mucho tiempo construir, ¨solamente¨ demoró 21 años y se completó. Por cierto, no tengo los números, pero me parece que la construcción del hospital Hermanos Ameijeiras en La Habana llevó más tiempo que la del Escorial 🙂

      A lo mejor el monumento a Caballo Loco es como la tela de Penélope y los descendientes del 5to de Caballería vienen por la noche cantando Garryowen a quitar las piedras que se pusieron por el día 🙂

      • Julian Perez 29 October 2017 at 12:44 pm Permalink

        Errata: el Séptimo de Caballería, no el Quinto. Me estoy poniendo viejo y me falla la memoria 🙁 A lo mejor el culpable del lapsus fue el Quinto Regimiento de la Guerra Civil Española, que también tenía una cancioncita.

        • Julian Perez 29 October 2017 at 1:00 pm Permalink

          Me entró la curiosidad de buscar el número de regimiento de la ¨carga de los 600¨, otros que ¨murieron con las botas puestas¨ y que también protagonizó Errol Flynn. Resulta que la Brigada Ligera estaba compuesta por un montón de regimientos, no uno solo.

          Y otra curiosidad que me entró fue la de cuánto tiempo llevó hacer lo de Mount Rushmore: 14 años, de i927 a 1941.

          • johnny reday 29 October 2017 at 6:12 pm Permalink

            No hay que “quitar piedra” del monumento.
            Lo estàn creando, por cierto, sacando piedras, rocas de la montaña.
            Un trabajo colosal.

  3. Manuel 29 October 2017 at 2:02 pm Permalink

    …En un tiempo dominado por la expansión de la frivolidad y el culto al desfile efímero de los famosos, pensar es un modo de hacer.(gp)
    Todo el tiempo estamos reghaciendo el pasado, no comprendo esta reacción de CAM. Él mismo en cada escrito en cada frase ha estado rehaciendo el pasado y estimulando ese rehacer. Pero hoy se queja. Incomprensiblemente.

    • johnny reday 29 October 2017 at 3:02 pm Permalink

      Revisitar o mirar el pasado con otros ojos no significa destruìr lo que ha sido. Y menos tumbar estatuas de hombres que han sido grandes en su època.
      Robert E. Lee ha sido un gran estratega, y no tiene sentido borrar su recuerdo.
      Serìa como borrar tambièn el recuerdo de George Washington: èl tambièn tenìa esclavos.
      La historia no se juzga de manera moderna olvidando de su realidad històrica.
      Tampoco tiene sentido borrar el recuerdo de hombres que han sido grandes.
      De uno u otro lado.

      • Manuel 29 October 2017 at 6:29 pm Permalink

        es cuestión de poder. Si lo puedes hacerlo haces, como hizo fidel castro con todo lo q no me convenía del pasado. Eso hacen las revoluciones, es uno de sus aspectos. ¿Q estamos haciendo?, ¿negando las revoluciones? ¿Todas?: ¿las q arrancaron cabezas de reyes, emperadores, zares, etc. y hasta las de los propios q hacían la revolución? Eso ha ocurrido siempre, y lo peor siempre no ha sido q quiten un nombre aquí y una estadua/tarja etc allá, la peor cosa siempre ha sido q propaguen ideas de los susodichos grandes personajes q nada tuvieron q ver con ellos. Eso siempre hansido lo peor. Cuba está llena de estatuas de José Julián Martí Pérez, pero ve a ver qué cubano lo conoce realmente. Esto es peor felo.

        • johnny reday 30 October 2017 at 11:17 am Permalink

          No hay que confundir grandes hombres con grandes criminales, hasta genocidas.
          Es indudable que una estatua de Napoleòn en Gran Bretaña, o de Lord Wellington en Francia, harìan torcer la boca a los respectivos habitantes.
          Pero nadie puede afirmar que no fueron grandes personajes de la Historia, y que merecen respeto.
          Otra cosa si las estatuas representan maldad, como stalin, mao, fidel castro, el che guevara.
          No fueron grandes hombres: fueron despiadados asesinos.
          Y son asesinos asquerosos en su època històrica y tambièn en la actualidad.
          Una estatua a un personaje asì es un insulto a la humanidad.

          • Manuel 30 October 2017 at 11:28 am Permalink

            asi es, de acuerdo

  4. Vladimir 29 October 2017 at 7:16 pm Permalink

    Estoy de acuerdo en que derrivar estatuas demuestra la estupidez de ser humano pero igualmente lo es construir estatuas. Es increible como tantas personas que dicen creer en Dios violan los mandamientos donde claramente dice que no te harás imagen y no te inclinarás ante ninguna imagen, ni las honrarás.
    No creo que las nuevas generaciones son las revisan la historia, la historia la revisan las ideologias que triunfan en determinado momento y quieren borrar con todo lo que glorifique a la ideologia derrotada. En Estados Unidos quizas se hubieran destruido las estatuas si el Partido Democrata hubiese ganado la eleccion, ahora no creo que ya van a poder hacerlo.
    Otro aspecto es que debemos ser honestos ya que esto aplica para todas las ideologias por igual, yo personalmente no aceptaria una estatua de Fidel Castro o el Che Guevara en la calle ocho de Miami aunque exista un grupo que se crea con el derecho de contruirla y tambien recuerdo con alegria las imagenes de la destruccion de las estatuas de Lenin como el simbolo de la caida de la Union Sovietica.

  5. Humberto 29 October 2017 at 11:05 pm Permalink

    Pero es que los hispanohablantes somos las personas mas fáciles de manipular que ojos humanos han visto; mientras maburro se pelea con los gringos que son los únicos que le pagan su petroleo cash, a tiempo y los castros o con su consentimiento dejaron sordos una pila de gringos y canadienses, sin embargo Putin ha comprado miles de millones de bonos americanos y los chinos los estan vendiendo para ellos mismos pagarlos en dolares o algo así.
    El asunto es que ya los castros estan despertado de sus suenos de 58 anos, porque Putin va ha Cuba como hacían antes los ruso, pero detrás de el los que estan son capitalistas y nadie crea crea una compania para no obtener ganancia. El regreso a esa realidad. junto con las medidas de Trump son la causa de las recientes medidas y las que vendrán en estos días.
    Los Chinos lo mimos, por lo mismos; son companias capitalistas y también quieren el muerto alante y la gritería detrás.
    Pero el asunto es que con los fanatismos y la ignorancia que ha operado en las cabezas de los hispanohablantes por anos como estos que narras ya nadie nos toma en seria y prefieren invertir su dinero donde haya otros lideres que lo esten haciendo mejor.
    Quien quiere invertir su dinero y vivir en un país donde la gente parece que viajan en el tiempo, que estan locos, fanatizados, secuestrados por algún espíritu, dado que hablan como si ellos hubieran vivido en aquella época y los que estan aquí en pleno siglo XXI fueran los culpables de aquellas acciones y las actitudes de esas personas del pasado.

  6. beatriz bernal 30 October 2017 at 4:26 pm Permalink

    Recuerdo un chiste de hace muchos años sobre un presidente guatemalteco. Dictó una medida contra los españoles, llamándoles asesinos por lo sangriento de la conquista de América. Un periodista le dijo: “Pero eso pasó hace quinientos años”. El presidente contestó: “No me importa. Yo em enteré ayer”.

  7. beatriz bernal 30 October 2017 at 4:30 pm Permalink

    Recuerdo un chiste que se decía en México hace varias décadas. El presidente de Guatemala entonces (no me acuerdo del nombre) dictó severas medidas contra los españoles residentes en su país. Un periodista le dijo: “Pero eso sucedió hace quinientos años”. El presidente contestó: “No importa, yo me enteré ayer”
    Muy bueno el artículo de Montaner y el comentario de Alfonso Ussía.

  8. María Victoria Olavarrieta 31 October 2017 at 3:00 pm Permalink

    ” Cuando veas las barbas de tu vecino arder pon las tuyas en remojo”… quizas por eso Fidel fue muy preciso en prohibir que se erigieran estatuas en su nombre. Después de someternos al culto constante a su personalidad no entendí su ultima disposición, pero ahora a la luz de la histeria en contra de la historia entiendo que hasta después de muerto Fidel se sigue saliendo con la suya.

    • Manuel 31 October 2017 at 3:21 pm Permalink

      sólo una piedra en el camino hacia Martí

  9. Manuel 6 November 2017 at 4:13 pm Permalink

    la tendencia es hacia mayor violencia, la cantidad de muertos en los asesinatos multiples va aumentado en USA:
    Mass Shootings In America Are Becoming More Common — And More Deadly – HuffPost

  10. Ernest P 7 November 2017 at 9:26 am Permalink

    Senor Montaner… que tiempos son estos en los que un liberal defiende la pertenencia a super-estados y bloques economicamente inviables? Si la econonomia es factor decisivo, dejemos que britanicos y catalanes se desgajen y vayan solos si asi lo deciden. La defensa de la UE es lo que fue la defensa de la Union Sovietica. La UE es todo menos democratica. Lo que mas conmocion me causa es ve a un liberal defendiendo el orden establecido que ya es caduco. Disculpe que no tenga teclado en espanol.

    • Julian Perez 8 November 2017 at 12:08 am Permalink

      Ernest

      Aunque uno no tenga un teclado FÍSICO en español que muestre la tecla ñ, etc, se puede instalar (la opción de teclados del panel de control) el teclado español ¨lógico¨ y en la barra de tareas seleccionar ¨español¨ o inglés, según el idioma en que uno esté escribiendo. La ñ, por ejemplo, se obtiene en la tecla en que están los :, que pasan a otra tecla, etc. Al principio puede resultar un poco confuso, pero al menos se puede escribir en español cuando se desee, aunque no se tenga el teclado.


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