26 November 2019 ~ 78 Comentarios

El triunfo de Lacalle Pou es una derrota para la izquierda


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78 Responses to “El triunfo de Lacalle Pou es una derrota para la izquierda”

  1. manuel 26 November 2019 at 11:16 am Permalink

    perdimos Buenos Aires
    ganamos Montevideo

    • manuel 26 November 2019 at 12:03 pm Permalink

      hace anos estuve comentando que los izquierdozos estaban unidos, se apoyaban, coordinaban; y que la derecha tenia que hacer lo mismo: estamos viendo que todas las americas se han vuelto un campo de batalla entre ambos bandos

      • joseluis 27 November 2019 at 1:13 pm Permalink

        hace anos estuve comentando que los izquierdozos estaban unidos, se apoyaban, coordinaban; y que la derecha tenia que hacer lo mismo: estamos viendo que todas las americas se han vuelto un campo de batalla entre ambos bandos.
        ————————————————————–
        Manuel. Perdóname; pero la derecha en latino americe se ha vuelto ambidextro, tira con las dos manos. Hay debilidad en la democracia en este momento, la izquierda castrista intimida. Tu eres un hombre inteligente, tiene que hacerlo saber, en todos esos foros, que son múltiples.

        • Julian Perez 2 December 2019 at 12:26 pm Permalink

          La izquierda no está tan unida. China y la URSS se pedían la cabeza. China y Vietnam fueron incluso a la guerra. En España, el PSOE e IU no se podían ver (Felipe González decía estar luchando contra la triple A: Aznar, Anguita y Ansón, el director del ABC)

          Y ahora mismo esas divisiones de la izquierda (por más clónicos que sean en sus programas, los candidatos demócratas tienen ambiciones personales y usarán todo el arsenal de que dispongan contra los otros candidatos) facilitarán el triunfo de Trump en el 2020, aparte del ridículo que están haciendo con lo del impeachment.

          • Julian Perez 2 December 2019 at 12:27 pm Permalink

            Por no mencionar que Hitler se volvió contra su ex-aliado Stalin.

          • manuel 2 December 2019 at 12:47 pm Permalink

            hitler subestimo a los rusos, ahi perdio la guerra

    • Juan Carlos Peiro Fernández 2 December 2019 at 11:42 am Permalink

      Perdimos argentina, pero ganamos Uruguay y Bolivia. Las fuerzas verdaderamente democraticas estan predominando hoy. Como cubano espero la pronta liberacion de venezuela y el colapso del totalitarismo castrista. Saludos

      • manuel 2 December 2019 at 12:17 pm Permalink

        hay que votar por trump carajo!

  2. manuel 26 November 2019 at 1:10 pm Permalink

    en los sistemas totalitarios hay agentes de cambio. Son perseguidos intensamente. Fidel Castro, Hitler y sus iguales vivieron para perseguirlos, anularlos.

    algun dia los agentes seran tantos que nada podra detenerlos

    • joseluis 27 November 2019 at 2:15 pm Permalink

      Manuel: La razón se abandera con la lógica, incluso con los idiotas mas dormidos, de ahí se desmorona la fortaleza artificial creada por el mito de los cimientos, que en resumida son de merengue; pero no se puede subestimar al merengue que es dulce y ostentoso. Nunca subestime, ni al microbio mas diminuto, que ahí está el marxismo sutil, con nuevas frases engañadoras.

  3. Orlando Martinez 26 November 2019 at 1:46 pm Permalink

    Gracias a ese pueblo bravo e inteligente,hoy me siento un poquito menos oprimido !

  4. Julian Perez 26 November 2019 at 2:08 pm Permalink

    Y Dios, cansado de los españoles, creó al PSOE. Y dijo, ¿puedes superarlo, Satanás?

    Y Satanás dijo: ¡Podemos!!

    • bacu 27 November 2019 at 11:28 pm Permalink

      Julian, esa te quedo de leyenda. Me he estado riendo por largo rato. Saludos

      • Julian Perez 28 November 2019 at 1:15 am Permalink

        Bueno, no es mío 🙂 Los chistes nunca son de uno, siempre uno ¨los oyó¨. La autoría de los mismos es uno de los grandes misterios del universo como dónde se meten los bolígrafos o por qué desaparece uno de cada par de calcetines.

  5. Cubano-Americano 26 November 2019 at 2:54 pm Permalink

    También tenemos a Ecuador ..Uruguay..Bolivia..Brasil..

  6. Víctor López 26 November 2019 at 8:01 pm Permalink

    No “perdimos” ni ganamos nada. La realidad latinoamericana es independiente de los vaivenes de la política. Hay tres países del cono sur que “tenemos” quienes pertenecen al tronco caucásico (o casi), que son Chile, Uruguay y Argentina, y en Centroamérica hay otro que es Costa Rica. Panamá puede ser muy democrático y bueno para hacer negocios, pero es de los panameños (y nadie más). Santa Catarina, Paraná y Río Grande do Soul, es otro espacio que “tenemos” y que probablemente se segregue en un futuro gobierno populista.

    Ahora bien, qué significa “tenemos”. Si significa realizar un plan de vida y realización a largo plazo que incluya las generaciones por venir, entonces esos son los únicos países (incluido el espacio brasilero) que “tenemos”. Si de hacer unos cuantos pesos se trata, entonces hay muchos otros, pero depende del individuo, su inteligencia, imagen, carisma, etc.

    A veces me acuerdo de tantos torpes (italianos, gallegos, cubanos y otros) que apostaban a Venezuela, Colombia, Perú, México… qué esperaban! Hay tres columnas en que se afirma la existencia humana y pueden encogerse: el hábitat, que incluye país, barrio, casa y de ser posible espacio vital. Otro es la pareja (compañera de vida) y el tercero es la profesión u oficio (actividad en la que se desenvuelve). Si se equivoca en una, la calidad de vida se destruye pero puede seguirse adelante, si se equivoca en dos la vida se va a la mierda.

    El que construye (o destruye) su destino es uno mismo. Eso de que la política nos lleva de la relinga, es buen material para un comentarista como Carlos Alberto, pero creérselo o apostar por un futuro fracaso porque está muy ponderado políticamente, es de tontos. Saludos.

    • Víctor López 26 November 2019 at 8:05 pm Permalink

      Encogerse no. ESCOGERSE

    • Manuel 27 November 2019 at 7:25 am Permalink

      “Eso de que la política nos lleva de la relinga…”

      La política esta en la base de todo
      Determinando todo o:

      ¿Por qué cree que millones nos hemos venido a USA o a otros lugares “libres”?

      • Manuel 27 November 2019 at 8:29 am Permalink

        ud que habla de la triada que incluye oficio y lugar para ser feliz:

        que politica no afecta a esos dos?

        antes del 59 cuba era pais de inmigrantes, a partir de esa fecha lo opuesto. Por que? por la politica

        aca mismo en eeuu cuanta gente considera irse a vivir a otra parte?

        cuanto afecta la politica la Bolsas de Valores?

        por favor…

    • Manuel 27 November 2019 at 7:28 am Permalink

      “ Si se equivoca en una, la calidad de vida se destruye pero puede seguirse adelante, si se equivoca en dos la vida se va a la mierda”

      Mujer, oficio y lugar

      Buena triada. Yo pondría por delante de esas tres, la actitud. Ud puede tener muy buena triada, pero si se confía y se echa a dormir o se desorienta agarrando camino equivocado, también puede terminar muy mal.

      Saludos!

    • Julian Perez 27 November 2019 at 8:19 am Permalink

      >>La realidad latinoamericana es independiente de los vaivenes de la política.

      No del todo independiente. Si eso se refiere a que hay una “cota superior” en AL independiente de esos vaivenes, vale. Pero no creo que exista cota inferior. Ciertas políticas pueden arrastrar a los países a extremos inferiores inconcebibles. (Quizás lo tengan más fácil al sur del Río Grande)

      Quizás Venezuela nunca fuera lo que soñó Martí y no tuviera muchas posibilidades de equipararse a Chile o Costa Rica, no lo sé, pero no cabe duda de que lo que le cayó con los Chávez y los Maduros fue un cáncer.

      ¿En qué se diferencian la próspera Corea del Sur y la miserable Corea del Norte? Solamente en sus regímenes políticos.

      La política NO es el único factor de las ecuaciones de los países, pero es un factor indudable.

  7. Humberto 26 November 2019 at 8:04 pm Permalink

    Quien es el líder del Movimiento Constitucionalista?
    Cómo organizarse contra la dictadura si un líder.
    https://www.facebook.com/humberto.mondejar/videos/2550429175012657/

  8. Manuel 26 November 2019 at 9:37 pm Permalink

    evo grabdo en el telefono pidiendo sabotaje,
    La nueva presidenta en un porno:

    “TRUE STORY: A CEO gets a call from his boss asking him to wire transfer $243,000, which he does. Only it’s not his boss; it’s an astonishingly convincing deepfake, slight German accent and all. Made with AI-based technology that allows you to alter—or entirely fabricate—audio and video, deepfakes can “document” someone saying or doing something they never said or did. If managing digital reputation has become an entire industry, these synthesized clips promise to send even the pros scrambling, says 2019 MacArthur Fellow Danielle Citron, a law professor at Boston University Law School and leading cyber privacy expert. She predicts all kinds of economic sabotage: a deepfake video showing the CEO drunk the day before his company’s IPO; an outspoken businesswoman naked in a sex tape; an R&D guy admitting he hid studies showing a product was cancerous. Right now, the best way to protect yourself may be to keep a ready log of your whereabouts to debunk these frauds. “Every day, deepfakes are getting easier to make and harder to distinguish from real footage,” she says. “Brace yourself.” ■

  9. Manuel 27 November 2019 at 5:39 am Permalink

    la ciencia es mitad evolucion, mitad fabricacion; lo mismo pasa con el socialismo y el capitalismo

    capitalismo: libre mercado en un imperio de la ley basada en los derechos universales del ser humano incluyendo respeto y proteccion de la propiedad privada

    socialismo: todos lo contrario: cuba, norcorea

    y tambien estan china y rusia que no encajan en ninguno de esos dos esquemas, dedicados al negocio de un gran poder central, en una fuerte economia en detrimento del respeto por los derechos humanos.

    (estos son solo pies forzados para otros comentarios)

    • Manuel 27 November 2019 at 5:42 am Permalink

      en medio de este escenario, eeuu se levanta, una vez mas, como fuerte valuarte del Liberalismo, del capitalismo Liberal anclado en su tradicion de casi dos siglos y medios

  10. Julian Perez 27 November 2019 at 8:47 am Permalink

    Manuel y Cubano

    Por afinidad profesional de médico a médico, me imagino que quizás este discurso de Ben Carson sea de vuestro agrado. A mí me gustó y lo quiero compartir,

    https://www.youtube.com/watch?v=X94mysRhozY

    • manuel 27 November 2019 at 10:41 am Permalink

      buen discurso, respetable, formidable apoyo para trump en estos 12 meses de pelicula que le esperan

  11. Víctor López 27 November 2019 at 9:23 am Permalink

    Buena razón traen Julián y Manuel, pero es evidente que no conocen Latinoamérica. Korea es un ejemplo externo, son asiáticos, tienen gran inteligencias e inentendible moral (por decir lo menos). La solidaridad ejemplar de los cuatro países que mencioné y parte sur de Brasil es afín a la del anglosajón rural. Jamás van a despojar a su prójimo de su esfuerzo. Cuba y Colombia son otra cosa, tienen la gente, gentes inteligentes, aptas y sociópatas (lo siento pero es así), capaces de hacer la “revolución” y sumergir a sus congéneres en un baño de sangre. Venezuela no tiene la gente, son un variopinto acomplejado e inútil, manipulable y usable por cualquiera, era el lugar de referencia para hacer unos cuantos pesos y largarse. Castro les exigió hasta la última gota de sangre y el paciente entró en coma.

    Respecto a la “actitud”, se entiende que de aquí parten (o partimos) los que deseamos construir nuestra propia vida. Saludos.

  12. manuel 27 November 2019 at 10:29 am Permalink

    el lunes los fascistas cubanos organizaron un acto por la muerte de fidel

    lo mas relevante es la apatia de la gente, el lenguaje extraverbal que es el unico que no puede mentir

    63 anos atras, cdo el personaje montaba al argentino, a su hermanito y a 79 cubanos mas en un yatecito suicida el capital humano y la correlacion de fuerza mundial le era muy favorable;

    le bastaron 25 meses para que Batista huyera y la gente lo adorara como a un Dios

    hoy es polvo toda esa adoracion, esta la gente, pero desaparecio el espiritu aquel y la correlacion mundial es huidiza y claramente corrupta y, por tanto, anticlimatica

    hoy lo revolucionario es barrer toda la mierda que queda luego de 66 anos de labor propagandistica de su grupo, del grupo fidelista, que encuentras una resistencia creciente dentro y fuera de cuba porque responden a una epoca que nada tiene que ver con los tiempos que corren:

    son dinosaurios, y como aquellos gigantes impresionantes y terrorificos, puede volverse todo polvo, si no es que un milagro viene y les salva las barbas

    • manuel 27 November 2019 at 10:34 am Permalink

      detras vendremos los parientes de toda esa prole a cuidar de sus huesos

  13. manuel 27 November 2019 at 10:44 am Permalink

    Julian Perez
    24 November 2019 at 3:16 pm

    Manuel

    ¿Podría yo vivir en la Cuba que conocí en mi infancia, no la de ahora?

    Sí, podría, pero ¿para qué imaginarlo siquiera? Cuando la dictadura termine, pues creo que eso ocurrirá algún día, pero probablemente lejano, la recuperación moral de la población llevará más de una generación. Cien años tuvieron que deambular los israelitas por el desierto antes de alcanzar la tierra prometida para que pasara la generación que había vivido en esclavitud.

    REPLY

    Manuel
    27 November 2019 at 6:38 am

    seria interesante, sin embargo, acompanar a nuestros israelitas (cubanos) liberarse de los lastres de esa esclavitud

    • Julian Perez 27 November 2019 at 12:30 pm Permalink

      Manuel

      Lo entiendo, pero cada cual tiene sus dones y sus ineptitudes. Yo no tengo mucha habilidad social para el contacto personal. De hecho, me siento sumamente incómodo cuando hay más de tres personas presentes y, en consecuencia, nunca me gustaron las fiestas. De niño, el día de mi cumpleaños, más que una alegría, era una tortura con tantos niños metidos en la casa.

      Se me da mucho mejor la comunicación escrita y eso se puede hacer desde cualquier lugar.

      El corolario es que mi presencia no le serviría de nada a una Cuba postapocalíptica y para mi sería una fuente constante de depresión.

      • manuel 27 November 2019 at 1:02 pm Permalink

        julian no hace falta que estemos en persona

        marx, lenin, che, fidel, etc. solo estan en el recuerdo y son usados como pretexto para la lucha

        ud, que aun vive, podria hacer tambien mucho donde quiera que elija estar; Hemingway vivia recluido en su finca y solo salia a navegar o a emborracharse en el Floridita; y merecio un nobel, cientos de libros y demas; borges otro tanto

        lo esperamos en la Habana, es bueno recorrer los lugares, gentes… pienselo 🙂

        • manuel 27 November 2019 at 1:08 pm Permalink

          otra similitud suya con borges, timidez, miedo escenico; dicen que, en cambio, gustaba mucho conversar con todo el que se encontraba: choferes de taxis y demas; con mucha familiaridad y sencillez

    • manuel 27 November 2019 at 12:40 pm Permalink

      “la recuperación moral de la población llevará más de una generación”

      PARA MUESTRA DE ESE PROBLEMA MORAL te traigo una muestra Julian:

      “Mi opinión acerca del pais donde usted vive [EE.UU.] no depende de lo que yo crea o deje de creer, sino de los hechos. Si un día los adolescentes se dejan de disparar entre sí, si un día dejan de estar entre los paises mayores consumidores de drogas del mundo, si un día usaran una parte de la riqueza que unos pocos han expoliado históricamente a los mas necesitados para atenuar el hambre de millones de niños en vez de fabricar armas de exterminio… ”

      Giordan Rodriguez Milanes el noviembre 27, 2019 a las 9:49 am

      EN:

      https://jovencuba.com/2019/11/27/22988/#comment-305062

      • manuel 27 November 2019 at 12:48 pm Permalink

        Giordan opina que EE.UU. prefiere fabricar armas de exterminio que atenuar el hambre de millones de ninos, que ninos se disparen entre si [las muertes por disparos en lugares publicos en los EE.UU.], y es uno de los mayores consumidores de drogas [ilegales]

        son los 3 ejemplos terribles que pone, y que le impiden mudarse para aca

        que te parece?

        a mi me parece estar viendo a un viejo demente sentado detras de una computadora poniendo las primeras estupideces que le vengan a la mente.

        pero sucede que esas “estupideces” son las mueven a millones de jovenes, y no jovenes, a volverse de extrema izquierda y anti imperialistas, coordinar muchas de esas protestas que hoy vemos por todas partes en nuestra region con la esperanza de sacar del poder a los “lacayos del imperio”, 8 millones de ellos votaron por Petro el ano pasado, y hoy estan tratando de paralizar a toda Colombia, por ejemplo

        • manuel 27 November 2019 at 1:28 pm Permalink

          cabria preguntarle: si eeuu esta tan necesitado, por que no viene a hacer conciencia de esos problemas para lograr asi que este pais despierte y atienda a tantos problemas importantes salvando millones de vidas?

          seguramente entiende que su papel esta alla defendiendo aquel bastion antinorteamericano, aquel centro telurico desde el que exportan todo tipo de modos de rodear y vencer al monstruo del norte

          tienen las esperanzas puestas en los Sanders y las Sanders que quieren cambiar este pais, darle un giro hacia el Socialismo

          • Julian Perez 27 November 2019 at 2:39 pm Permalink

            Manuel

            Ese señor, Giordan, parece pensar que la solución de todos los problemas sociales parte de una acción gubernamental. Eso se ve cuando dice por ejemplo que, en vez de fabricar armas se debería dedicar esos recursos a disminuir la pobreza…

            El problema es que yo opino exactamente lo contrario. Al igual que Reagan, estoy convencido de que el gobierno no es una solución, sino una gran parte del problema. No se trata de que no haya gobierno, pues eso sería anarquismo: campearía la ley del más fuerte y nadie tendría sus derechos básicos y su propiedad a salvo. No. El gobierno es necesario para proteger eso… Y PUNTO. Cuando el gobierno pretende ¨resolver problemas sociales¨ el remedio suele ser peor que la enfermedad.

            LBJ, que se declaró continuador del New Deal de FDR, tenía una ¨visión¨ (estos iluminados son una amenaza pública) a la que llamó ¨Great Society¨. Uno de sus objetivos era eliminar la pobreza atacando sus raíces. No es posible. Dado que tenemos distintas habilidades, la igualdad de resultados siempre será una utopía. Se puede ayudar a los más necesitados (y esa ayuda es más efectiva cuando la ejercen organizaciones privadas y no el gobierno)

            El asunto es que se gastó una millonada en la ¨War on Poverty¨ y, más de medio siglo después, la pobreza continúa, como era de esperar, sin ser eliminada. Reagan dijo que los pobres habrían salido mejor parados si todo ese dinero se hubiera repartido entre ellos en lugar de derrocharlo en inútiles programas gubernamentales.

          • Julian Perez 27 November 2019 at 2:57 pm Permalink

            Y sabemos perfectamente bien, Manuel, que aquellos países en que el gobierno tomó las riendas ¨de todo¨ y pretendió hacer de la Tierra ¨el paraíso bello de la Humanidad¨ fueron aquellos en que, no solamente la falta de libertades, sino también la miseria, se hicieron más profundas.

            El camino del infierno está empedrado de buenos Giordans.

          • Manuel 27 November 2019 at 4:48 pm Permalink

            Los vicentes y los giordans quieren todo el poder
            Para el Estado socialista, crear un mundo rojo
            Que ama tanto a los pobres que aceleraran la
            Implementation de sus planes y en menos de
            Una generacion conseguir EL DOBLE DE
            HAMBRIENTOS

          • manuel 27 November 2019 at 5:10 pm Permalink

            suponemos que esa misma pasion, los vicentes y giordans se oponen a los imperialismos chinos, rusos y demas

  14. joseluis 27 November 2019 at 1:14 pm Permalink

    hace anos estuve comentando que los izquierdozos estaban unidos, se apoyaban, coordinaban; y que la derecha tenia que hacer lo mismo: estamos viendo que todas las americas se han vuelto un campo de batalla entre ambos bandos.
    ————————————————————–
    Manuel. Perdóname; pero la derecha en latino americe se ha vuelto ambidextro, tira con las dos manos. Hay debilidad en la democracia en este momento, la izquierda castrista intimida. Tu eres un hombre inteligente, tiene que hacerlo saber, en todos esos foros, que son múltiples.

    • manuel 27 November 2019 at 1:20 pm Permalink

      pensaba en Pinera, Duque

      Brasil esta tranquilo, deben estar planeando una revuelta grande alla tambien, alla en brasil

      • joseluis 27 November 2019 at 1:43 pm Permalink

        Manuel. En Brasil es último baluarte ; pero quizás también les entran. La democracia no es debilidad, cuando lo sea, la perderemos. En Brasil, si entran los castro-chavitas, los brasileros, serán menos débiles con estos engendros. La fumigación será más extensa .

  15. joseluis 27 November 2019 at 1:24 pm Permalink

    Señalando debilidades de los nuestro es una luz, aplaudiendo debilidades de los nuestros, se oscurece el camino por donde entran los Castro. Hay que alumbrar a los nuestros.

    • manuel 27 November 2019 at 1:29 pm Permalink

      estoy de acuerdo con ud.

    • manuel 27 November 2019 at 1:45 pm Permalink

      las preguntas todas, las dudas todas, deben ser conversadas; en el silencio, el vacio de explicaciones es llenado por los argumentos habiles de los Castristas y antinorteamericanos

  16. joseluis 27 November 2019 at 1:43 pm Permalink

    Manuel. En Brasil es último baluarte ; pero quizás también les entran. La democracia no es debilidad, cuando lo sea, la perderemos. En Brasil, si entran los castro-chavitas, los brasileros, serán menos débiles con estos engendros. La fumigación será más extensa .

    • joseluis 27 November 2019 at 2:37 pm Permalink

      Manuel. En Brasil es último baluarte ; pero quizás también les entran. La democracia no es debilidad, cuando lo sea, la perderemos. En Brasil, si entran los castro-chavitas, los brasileros, serán menos débiles con estos engendros. La fumigación será más extensa .

      Ellos lo saben, y no pueden gastar más dinero, se quedaran en la extrema bancarrota.
      En bancarrota siempre lo han estado, pero en la extrema bancarrota le pueden traer problema en su propia granja.

  17. manuel 27 November 2019 at 5:03 pm Permalink

    capitalismo: libre mercado en un imperio de la ley basada en los derechos universales del ser humano incluyendo respeto y proteccion de la propiedad privada

    socialismo: todos lo contrario: cuba, norcorea

    y tambien estan china y rusia que no encajan en ninguno de esos dos esquemas, dedicados al negocio de un gran poder central, en una fuerte economia en detrimento del respeto por los derechos humanos.

    Estos son los 3 paquetes, ud decide a cual pertenece.

  18. Manuel 27 November 2019 at 7:57 pm Permalink

    “The Convention considered 11 methods of presidential selection. An early favorite was having Congress do the electing.
    This approach found favor with delegates of like mind with Roger Sherman of Connecticut, who declared that he saw the presidency as “nothing more than an institution for carrying the will of the Legislature into effect.”
    Not everyone involved agreed. “If the Legislature elect, it will be the work of intrigue, of cabal, of faction,” Gouverneur Morris of Pennsylvania said. James Madison of Virginia feared that taking the congressional path would make the chief executive a slave to Congress.
    An obvious alternative was direct election by popular vote, with candidates’ state tallies aggregated into national totals. Morris thought this fit best. “[T]he Executive Magistrate should be the guardian of the people, even of the lower classes, [against] Legislative tyranny,” he said. “If he is to be the Guardian of the people let him be appointed by the people.” Wilson agreed, calling direct election “both a convenient & successful mode.” However, this was a minority position; many delegates simply did not trust the voting public—which in many states was limited to white males who owned significant property. George Mason of Virginia derided as “unnatural” handing that choice to voters, which he likened to asking a blind man to choose a color. Elbridge Gerry of Massachusetts worried that “pretended patriots” would dupe the masses.
    HEAT-STRUCK AND WEARY, DELEGATES KNEW VERY WELL THAT THEY WERE DEVISING NOT A PERFECT SYSTEM BUT ONE THAT WOULD DRAW THE FEWEST OBJECTIONS.
    Mason’s and Gerry’s elitism had a practical aspect. The only semblance of mass communication was print, and literacy was not a given. The average voter would not be “sufficiently informed of [national] characters” to make intelligent choices, Sherman said. Mason did not want to entrust “an act which ought to be performed by those who know most of Eminent characters & qualifications” to “those who know least.” Direct election was ruled out.
    The delegates also rejected selection by state legislatures or governors. A proposal to have 15 congressmen picked by lot choose the president failed because “[i]f the lot should fall on a sett [sic] of unworthy men, an unworthy Executive must be saddled on the Country,” Gerry said. On August 31, 1787, after more than three months of deliberations, delegates referred the question of how to pick a president to the Convention’s Committee of Eleven on Postponed Matters, to which fell such other knotty decisions as the precise power of Congress to levy taxes and the length of a president’s term of office.
    In only four days, the Committee of Eleven came up with a recommendation to have a select group of appointed individuals make the choice of chief executive. The delegates called these individuals “electors,” perhaps a reference to medieval princes who selected the Holy Roman Empire’s leader. Under this plan, reflecting efforts to balance the interests of small and large states, each state would be assigned a number of electors equal to the sum of its senators and representatives. Each state’s legislature would decide how that state would appoint electors. The candidate winning a majority of the electoral votes cast would become chief executive. If no candidate received a majority or if candidates tied, the House of Representatives would choose from among the top vote-getters in a “contingent election.” On September 7, 1787, the delegates adopted this plan.

    The Framers envisioned that the electors who would make this momentous decision every four years would be nonpartisan free agents acting with an eye toward nothing except the public weal. The electors were to be the nation’s best and brightest, individuals “most likely to possess the information and discernment requisite to such complicated investigations,” Alexander Hamilton of New York said. While the Framers gave each state legislature unfettered discretion in deciding how to choose that state’s electors, they envisioned each state being divided into as many districts as it had electoral votes, Madison wrote in 1823. The popular vote in each district would determine which candidate got that district’s vote. To discourage conflicts of interest, the Framers barred from electors’ ranks any senator, congressman, or “Person holding an Office of Trust or Profit under the United States.” Nor were electors allowed to meet as a national body. Rather, each state’s electors would convene. The ban on a national conclave sought to discourage political horse-trading and “the great evil of cabal.”
    Constitutional Convention delegates, worn out from meeting six days a week in stifling heat for three months, knew they had not devised a perfect system but, as Morris put it, they had gone for the least objectionable choice. Noting the “objections [against] every mode that has been, or perhaps can be proposed,” Madison explained that the delegates had found “no better way…than that delineated in the plan of the convention…” Madison also admitted his colleagues were not “exempt from a degree of the hurrying influence produced by fatigue & impatience…” Only Hamilton brimmed with optimism, calling the system chosen “at least excellent.”
    Neither the Convention nor the Constitution collectively called electors a “college.” Newspapers first used the term “Electoral College” in the early 1800s, perhaps invoking Roman Catholicism’s term for the conclave of cardinals assembled in order to choose a pope. Congress made the designation official in 1845.
    Reality briskly intruded on the dream of apolitical beneficence. In the first presidential election, a squabble deadlocked New York legislators over how to select that state’s electors, and New York’s 12 electoral votes went uncast. When George Washington left office after electors twice had voted unanimously to make him president, political parties emerged, and with them, party loyalty. Party sachems took care to nominate electors guaranteed to toe the party line, some going as far as to require would-be electors to pledge formally to vote as the party dictated. The public-spirited free agents the Framers had envisioned devolved into “party lackeys and intellectual nonentities,” Supreme Court Justice Robert H. Jackson wrote in 1952. This pattern consigned the Electoral College to “atrophy almost indistinguishable from rigor mortis,” Jackson wrote. Electors became useless, Senator Thomas Hart Benton (Democratic-Republican-Missouri) said in 1824, because they lost “power over their own vote.” Chosen not for knowledge or judgment, they were picked “for their devotion to a party, their popular manners, and a supposed talent at electioneering,” a Senate committee noted in 1826.
    Voters, too, came to expect electors to do only as they were told. In 1796, Pennsylvania elector Samuel Miles, pledged to John Adams, instead cast his ballot for Jefferson. An angry Adams supporter wrote to the United States Gazette, “[D]o I chuse Samuel Miles to determine for me whether John Adams or Thomas Jefferson is the fittest man for President of the United States? No—I chuse him to act, not to think.” Reduction of electors to party pawns saddened Senator Rufus King (Federalist-New York), who had been a Constitutional Convention delegate and was defeated for the presidency in 1816 by Secretary of State James Monroe (Democratic-Republican-Virginia). “The election of a President of the United States is no longer that process which the Constitution contemplated,” King lamented in March 1816, before the election..
    Another factor twisting the elector system was the latitude granted state legislatures in choosing electors. In some states, the legislature itself picked electors, inherently guaranteeing a state’s electoral votes to the party controlling the statehouse. Other legislatures based electoral voting on the popular vote under one of two systems. With the district system, each jurisdiction’s popular vote determined which candidate got that district’s electoral vote. District system states could and often did split electoral votes. The other method was the “general ticket,” in which the candidate winning the statewide popular vote got all that state’s electoral votes, whether he won by a slim margin or a landslide. The general ticket and selection by the legislature were winner-take-all systems.

    Method could swing an election. In 1796, John Adams (Federalist-Massachusetts) defeated Jefferson (Democratic-Republican-Virginia), 71 electoral votes to 68. Jefferson strongholds North Carolina and Virginia—the latter, at 21 electoral votes, the largest bloc in the country—used districts and split their votes, with one district in each state going for Adams. Had those states had general tickets, Jefferson would have been the second president.
    Because splitting electoral votes lessened a state’s influence on the national election, winner-take-all arrangements favored the majority party in a given state while disadvantaging states using the district system. Out of self-defense, Virginia switched to a general ticket before the 1800 election. “[A]n election by districts would be best,” Jefferson wrote to Madison in 1800, but because 10 of the 16 states already used winner-take-all systems, “it is folly & worse than folly for the other 6 not to do it.”
    System-switching, even between winner-take-all methods, was a clever way to lend muscle to a state’s controlling party amid shifting political winds. In 1812, New Jersey’s Federalist-controlled legislature favored Federalist-backed presidential candidate DeWitt Clinton. Jersey legislators feared that their state’s popular vote would go to Democratic-Republican James Madison. Three days before the election took place, the New Jersey legislature switched from a general ticket to selection by the legislature, a shift that guaranteed Clinton would receive the state’s eight electoral votes. “What will the People say to this high handed, this outrageous proceeding?” a Newark newspaper asked. New Jersey reverted to the general ticket in time for the next election.
    Massachusetts changed systems in every election between 1796 and 1820. Other states switched periodically, too. These shenanigans caused Senator Mahlon Dickerson (Democratic-Republican-New Jersey) to complain in 1818 of the “constant fluctuation and change—of frequent, hasty, and rash experiment—established, altered, abolished, re-established, according to the dictates of the interest, the ambition, the whim or caprice, of party and faction.” By 1836, winner-take-all had become the rule. Today, 48 states and the District of Columbia use the general ticket. Only Maine and Nebraska have reverted to district systems, Maine before the 1972 election and Nebraska in time for the 1992 contest.
    Nearly since Day One, reformers have been going after the Electoral College. As of 2017, advocates had floated 752 bills, ranging from sensible to screwball, to recast or end the system.
    In January 1797, less than a decade after the Constitutional Convention, Representative William L. Smith (Federalist-South Carolina) recommended amending the Constitution so that electors would have to distinguish between votes cast for president and for vice president. Congress let Smith’s idea lie until after the 1800 election, when the two-ballot system led to an electoral college tie between Jefferson and his running mate, Aaron Burr, and required a contingent election in the House that took 36 ballots to resolve. Smith’s suggestion became the 12th Amendment in 1804.

    In 1808, Senator James Hillhouse (Federalist-Connecticut) proposed an elaborate fix featuring a one-year term for the president. Senators would be limited to one three-year term, with a third of the Senate retiring each year. Annually, balls in the number of retiring senators would be placed in a box. Every ball but one would be white. Retiring senators, blindfolded and in alphabetical order, each would draw a ball. The lame-duck senator drawing the colored ball would be president of the United States for the next year. Hillhouse’s goal was to remove partisanship from presidential campaigns. “Whenever a free people become so divided into parties… all elections and appointments to office become a struggle between the ins and the outs,” he said. Future president John Quincy Adams was not persuaded, observing that “serious discussion” of Hillhouse’s plan “would be ridiculous.”
    In 1816, in the first of many such attempts, Senator Abner Lacock (Democratic-Republican-Pennsylvania) introduced a bill calling for choosing the president according to the nationwide popular vote. “What could make us so much one people, as to give to all the people this general equal privilege?” Lacock asked. The 14th Congress trusted the people no more than the Convention had and rejected that plan the day Lacock introduced it.
    In the 1824 election, Andrew Jackson (Democratic-Republican-Tennessee) won both the popular vote and the electoral vote but lost to John Quincy Adams, who had abandoned his father’s Federalists for the Democratic-Republican Party—because two lesser candidates siphoned off votes that cost Jackson a majority of the electoral votes cast. The contest went to the House, which chose Adams, allegedly amid shady dealings. This episode sparked a host of reform proposals. In 1825, Representative Romulus M. Saunders (Democratic-Republican-North Carolina) suggested making the candidate with the most electoral votes president even without a majority. In 1826, Representative William McManus (National Republican-New York) pushed replacing the Electoral College with the national popular vote. Representative Joseph Hemphill (Jacksonian-Pennsylvania) urged that contingent elections become popular vote runoffs between the top two vote-getters. When, after an 1828 rematch with Adams, Jackson took the White House, he backed the popular vote. “So far, therefore, as the people can with convenience speak, it is safer for them to express their own will,” Jackson said. None of these ideas became law.
    In 1846, Rep. Samuel F. Vinton (Whig-Ohio) pushed for a variation on the presidential lottery rejected in 1816. Balls would be inscribed with each state’s name. Each state would get as many balls as it had electoral votes. The balls would go into an urn and be stirred. One ball would be picked. The presidency would go to the candidate who had won the popular vote in the state whose ball was drawn. In 1848, Representative William T. Lawrence (Whig-New York) introduced a bill to award each state’s electoral votes in proportion to that state’s popular vote. Neither bill survived.
    In the first such breakdowns since 1824, the winners of the popular vote lost in the Electoral College in 1876 and 1888. State officials continued to seek advantage by toying with elector selection. In 1890, when Democrats took control of Michigan’s statehouse in that usually Republican state, they traded a general ticket for a district system, hoping to see at least a few districts go Democrat. Less than a month before the 1892 election, the U.S. Supreme Court upheld the switch, and five of Michigan’s 14 electoral votes went to the winner, Democrat Grover Cleveland. Republicans retook control before the next election and went back to a general ticket.
    Another Electoral College misfire nearly occurred in 1916, when Democrat Woodrow Wilson beat Republican Charles Evans Hughes by 500,000 votes nationwide. A shift of only 4,000 votes in California would have made Hughes president, thanks to the Electoral College.
    The issue of Electoral College reform lost heat until after the 1948 election, which President Harry Truman narrowly won in a startling comeback that could have resulted in another Electoral College stumble. A shift of a few thousand votes in Ohio, Illinois, and California would have made Republican Thomas Dewey, who trailed Democrat Truman by more than 2 million votes, the Electoral College winner and president. The following year Senator Henry Cabot Lodge Jr. (R-Massachusetts) and Representative Ed Gossett (D-Texas), reviving an idea from the late 1840s, introduced bills to award each state’s electoral votes in proportion to its popular vote. For example, a candidate winning 52.5 percent of a state’s popular vote would receive 52.5 percent of that state’s electoral votes. Electoral votes could be split to the third decimal place. This, Lodge said, would bring the electoral vote more into line with the popular vote.
    On February 1, 1950, the Senate passed the Lodge-Gossett bill 64-27. Backers promised all hands—Democrats and Republicans, liberals and conservatives—that proportionality would benefit them. “Just how all these highly contradictory things can happen I fail to see,” House Minority Leader Joseph W. Martin Jr. (R-Massachusetts) said. Liberals warned that proportional electoral voting would enlarge the influence of the conservative South. Conservatives feared northern industrial states would wind up with more clout. No one knew for sure. The House killed the amendment.

    Since the early 1800s, political parties have sought to ensure that their electors vote for the party’s nominee; some states allow parties to require delegates to pledge this support. In 1952, Edmund Blair, a would-be Democratic elector from Alabama, balked at pledging. He refused to agree in advance to cast his electoral vote for any Democrat, lest that candidate support civil rights for African Americans. The state party refused to allow Blair to serve. Blair sued, and the case went to the U.S. Supreme Court, which upheld a political party’s right to disqualify any prospective elector refusing to pledge party loyalty.
    In 1966, Delaware sued the other 49 states in the U.S. Supreme Court. Delaware, which at three electoral votes ranked last among states in sway, claimed the general ticket robbed voters of their full voice in choosing a president. The Court refused to hear the case.
    The 1968 election resuscitated calls for Electoral College reform. Richard Nixon defeated Hubert Humphrey at the ballot box and in the Electoral College. George Wallace’s 46 electoral votes shaved Nixon’s tally of 301 to a scant 31 above the 270-vote majority. But for that narrow margin, a so-called contingent election, in which each House delegation casts a vote for one of three top contenders, would have occurred. The two contingent elections, in 1800 and 1824, had been embarrassingly messy.
    In 1969, Senator Birch Bayh (D-Indiana) and Representative Emanuel Celler (D-New York) proposed bills to eliminate the Electoral College. Under this proposal, the national popular vote would choose the president, provided the leading candidate had at least 40 percent of the vote. If no one reached 40 percent, a run-off election would match the top two vote-getters against one another. Bayh insisted direct election would give voters “a more meaningful exercise of their franchise” and was the only way to avoid contingent elections.
    On September 18, 1969, the House passed the Bayh-Celler amendment 339-70. At least 30 states already had committed to ratifying the bill, which also had President Nixon’s support. In the Senate, Southerners Sam Ervin (D-North Carolina) and Strom Thurmond (R-South Carolina) argued that the bill threatened federalism by removing states from the electoral equation, but their real fear may have been loss of regional power. Thirty-six senators, mostly from the South and from smaller states, engaged in a successful filibuster that New York Times columnist Tom Wicker called “a blatant case of a little band of willful men who fear, and are therefore thwarting, both popular will and the political process that they extol.”
    In 2000, Republican George W. Bush won the electoral vote despite trailing Democrat Al Gore by 500,000 popular votes. In 2016, Republican Donald Trump gained the presidency with more than 2 million fewer votes than Democrat Hillary Clinton. These Electoral College jolts, the first such since 1888, fueled enthusiasm for the National Popular Vote Compact, which would bypass Congress and the process for amending the Constitution. Under their authority to appoint electors, legislatures in each state would agree to award its state’s electoral votes to the winner of the national popular vote, regardless of that state’s popular vote. If states controlling a majority of the country’s 538 electoral votes adopted the compact, the winner of the popular vote automatically would win the Electoral College. In fact, if all 50 states and the District of Columbia adopted the compact, each election would result in a unanimous 538-0 electoral-college vote. The system would take effect only if states controlling a majority of electoral votes enacted it. To date, 15 states and the District of Columbia have adopted the compact, putting the notion 74 electoral votes short of a majority.
    Proponents call the compact an expression of pure democracy. Embracing the compact, they claim, would eliminate Electoral College contretemps and contingent elections. The New York Times endorses the compact as an “ingenious” idea whose time has come. Opponents maintain that making this change would generate splinter parties. The compact doesn’t require a popular-vote majority, they argue, so a candidate in a three-way race could win the presidency even if 66 percent of voters cast ballots for other candidates. They also question whether the mechanism amounts to an unlawful end-run around Congress and constitutional process. The Wall Street Journal derides the compact as “a too-clever-by-half attempt to circumvent America’s constitutional structure.”

    The Electoral College endures. Amending the Constitution requires a two-thirds majority in the House and Senate and ratification by three quarters of the states. Few issues command that degree of consensus and changing the presidential-selection process isn’t one of them.
    Despite a continual barrage of criticism, the Electoral College retains significant public support. Immediately after the 2016 election, a Gallup poll showed that 47 percent of the public wanted to keep the Electoral College. A 2019 NBC News/Wall Street Journal poll showed 43 percent of respondents in favor.

    Upset Victory
    Though millions of popular votes behind Hillary Clinton, in 2016 Donald Trump took the White House on electoral votes, 304-227. Left, 19th century cartoonist Thomas Nast had timeless fun with the vexatious institution.
    Defenders insist the system fosters moderation and stability by forcing candidates and parties to forge broad coalitions having wide voter appeal. In 58 American presidential elections, only five winners of the popular vote have been denied the White House, they note.
    Many in Congress and in party leadership distrust change in this arena because it is hard to predict winners and losers. Better the devilish system you know, they say, even if it is best described as the least worst of its ilk.

  19. Víctor López 27 November 2019 at 8:24 pm Permalink

    Se ha hecho un refrito de Indicadores de indicadores que nada indican. Por qué se sorprende un “formador de opinión” de lo que pasa en Chile o en Colombia. Al fin de cuentas les ocurre lo mismo que a esos “intelectuales de catedra” que suben de puesto (y de salarios) por escalafón de anualidad, pero creen que de verdad son acreedores a esos méritos.

    Cualquier observador que haya viajado y conozca el grado de trasgresión que tiene un porcentaje de la población chilena, sabe que en cuanto la ocasión les permita desbordarse lo harán. Políticamente incorrecto o como sea, el fenómeno se debe al mestizaje araucano y nada más. Los pueblos del altiplano, sean puros, ladinos o mestizos no actuarán jamás así, salvo que defiendan su territorio ancestral de algún intruso. Lo mismo sucede con la población mayoritaria peruana, que es muy trabajadora y emotivamente floja (el hombre peruano llora, literalmente).

    En Colombia hay una cultura del delito y una psicopatía generalizada. Por ejemplo: los falsos positivos. Cómo es posible que manden camiones ofreciendo trabajo a los jóvenes necesitados de un poblado, y una vez “contratados” los transporten a las zonas de conflicto y allí los maten. Eso no fue obra de cárteles o paramilitares, sino las honorables Fuerzas Armadas colombianas, y al solo efecto de un ascenso, vacaciones o unos pesos. Los casos contabilizados de ese “negocio” se acerca a los cinco mil.

    A Colombia le pasa lo que a México, no pueden gobernarse esos países. Nada puede hacer Duque (ni Petro si llegara) o AMLO con el anarquismo y bandidaje que impera en grandes extensiones de sus territorios. Tal vez alguno de ustedes haya oído hablar de los famosos “bandidos del Río grande”, que siempre lograban asaltar la nómina del gobierno en tiempos del presidente Santana. Pues muerto el general Santana se supo que su jefe de seguridad personal, era justamente el jefe de los bandidos del río grande.

    A los países los hacen sus ciudadanos, sin ese capital social no es posible que se desarrollen o que al menos sean estables. En lo personal creo que aún con su tremenda corrupción, elecciones fraudulentas y todo tipo de tranzas, las elites u oligarquías (que no son tal) gobernantes han logrado mantener un equilibrio y una fachada de estado y de poderes públicos, que aunque precariamente ha funcionado. Introducir “grandes cambios” puede abrir una caja de Pandora que provoque una devastación catastrófica.

    Saludos cordiales.

  20. Manuel 28 November 2019 at 6:25 am Permalink

    Happy Thanksgiving!

  21. manuel 28 November 2019 at 1:04 pm Permalink

    las personas no le fallan a los sistemas
    los sistemas le fallan a las personas
    cuando no tienen en cuenta sus
    caracteristicas y necesidades

    • Víctor López 28 November 2019 at 1:34 pm Permalink

      Qué filosofía!!

      El pensador de América…

  22. Manuel 28 November 2019 at 2:51 pm Permalink

    ‘ Two of the most common surgical heart procedures are no better at preventing heart attacks and death in patients with stable heart disease than medicine and lifestyle improvements. That’s the conclusion of a landmark study that could be a game changer for treating coronary artery disease, reports The Washington Post. Cardiologists often try to improve blood flow in patients by using stents—tiny mesh scaffolds that prop open clogged arteries—or doing a bypass around the blockage. To assess those interventions, scientists recruited 5,179 patients from 37 countries, all of whom had moderate to severe blockages in their arteries. They were split into two groups: the first received only medical therapy, such as statins or other cholesterol-lowering drugs; the second received the drugs as well as a surgical procedure, with three-quarters having a stent and the rest undergoing bypass surgery. Over a study period lasting an average of 3½ years, the number of people who died or had a heart attack was essentially the same in both groups. The invasive procedures did, however, work better than pills at reducing participants’ chest pain. The research appears to confirm the latest thinking on heart disease, which is that blockages crop up all over the coronary arteries rather than just in one area—meaning stents and bypasses cannot pinpoint the problem. Study leader Judith Hochman, from New York University, says that for nonemergency heart issues there’s “absolutely no risk in trying medicines and seeing if the patient gets better.”

  23. Manuel 1 December 2019 at 2:46 pm Permalink

    “¿Qué es la vida, pues? Es un proceso físico que cabalga sobre la materia como una ola extraña y lenta. Es un caos controlado y artístico, un conjunto de reacciones químicas tan abrumadoramente complejo que hace más de ochenta millones de años produjo el cerebro mamífero que ahora, en forma humana, escribe cartas de amor y emplea ordenadores de silicio para calcular la temperatura de la materia en el origen del universo“

  24. manuel 2 December 2019 at 10:38 am Permalink

    Por que este tampoco sera el siglo de
    America Latina?

    Porque sigue en la misma, sin conocimiento:

    https://youtu.be/NGRM62re7hI

  25. manuel 3 December 2019 at 8:31 am Permalink

    First, if even one person out of A thousand makes substantial and lasting changes, then my time and energy have been invested well, because everyone around will experience a dramatic change in the quality oftheir lives.
    Second, I believe in holding abusers accountable for their actions, the harm they have done, and I have hope (and
    see the signs) that cultural values can change overtime.
    Third, and probably most important, is that I consider the mistreated to be the person I am primarily serving, and I make contact with them at every level no mater when and where they are or will be victims. My goal is to give them emotional support, help them learn about counseling and legal services that exist for them in her community (usually for Free), and help then get their mind untangled from the knot that their abusive has tied. I can make it more difficult for the abusers to manipulate their victims, and I may be able to warn those victims of underhanded maneuvers that abusers are planning or of escalation that are to come.

    • manuel 3 December 2019 at 8:40 am Permalink

      And it does not require any God to tell if that’s correct

      • manuel 3 December 2019 at 10:04 am Permalink

        Or worthy

      • Julian Perez 3 December 2019 at 10:59 am Permalink

        >>And it does not require any God to tell if that’s correct

        Quizás, pero en mi caso particular nunca me ha sido posible justificar logicamente los conceptos de ¨bien¨ y ¨mal¨ sin esa hipótesis. El bien se convierte en ¨está bien lo que es bueno para mi¨ pues no habría otra regla válida.

        En mi etapa juvenil de agnosticismo, casi ateismo, para mi no existían reglas. Era completamente amoral porque si todo consiste en distintas disposiciones de átomos en el espacio, no veía ninguna diferencia conceptual entre unas disposiciones y otras. Si solamente somos producto del azar y el Universo no tiene ningún propósito, ¿qué más da lo que uno haga?

        Pero el problema es que hay ¨algo¨ que le dice a uno otra cosa. No es posible ignorar a ese maldito Pepito Grillo. Y ese algo no veo otra forma de explicarme de donde sale. Quizás otras personas tengan otro cableado lógico y les sea posible justificar de alguna forma la presencia de ese bicho. A mi no.

        • manuel 3 December 2019 at 11:17 am Permalink

          “Si solamente somos producto del azar y el Universo no tiene ningún propósito”

          senor, hay millones de volumenes explicando los propositos, la utilidad de siertas conductas; la Constitucion misma que ud se presia de estudiar, le dice que este pais es potencia y no patio arrasado del nazismo, porque se configuro un sistema que produce la mayor felicidad para la mayor cantidad: la felicidad en el hombre es prosperar, como la felicidad en el tigre es estar libre y cazar en libertad, reproducirse en libertad, socilaizar en libertad; la del hombre, tambien la libertad, la bondad; y en sociedad, libertad y bondad implica moverte en los limites que te permite no joder a nadie y luchar por orden mejor de todas las cosas.

          por que ud no comprende esto, es un misterio par ami

        • manuel 3 December 2019 at 11:20 am Permalink

          “Si solamente somos producto del azar y el Universo no tiene ningún propósito”

          senor, hay millones de volumenes explicando los propositos, la utilidad de ciertas conductas; la Constitucion misma que ud se precia de estudiar, le dice que este pais es potencia y no patio arrasado del nazismo, porque se configuro un sistema que produce la mayor felicidad para la mayor cantidad: la felicidad en el hombre es prosperar, como la felicidad en el tigre es estar libre y cazar en libertad, reproducirse en libertad, socializar en libertad; la del hombre, tambien la libertad, la bondad; y en sociedad, libertad y bondad implica moverte en los limites que te permite no joder a nadie y luchar por orden mejor de todas las cosas.

          por que ud no comprende esto, es un misterio para mi

          ud es un hombre de muchas lecturas

          como borges
          y en el estilo de borges
          hay que leer cosas buenas

          preguntele a Victor Lopez

          • manuel 3 December 2019 at 11:24 am Permalink

            lo grito shakespeare “to be or not to be”
            lo grito cervantes desde la locura andante repartidora de justicia en la fantacia quijotesca y la realidad sanchesca
            lo grito borges desde el mundo laberintico, instantaneo todo en uno del aleph, del mundo uno verdad y no verdad
            lo han gritado todos de millones de maneras y ud no se cansa de decir “no comprendo” necesito que haya “eternidad”
            la eternidad es un sentimiento, una accion, un bien; no un ser interminable y sabelotodo

          • manuel 3 December 2019 at 11:25 am Permalink

            fantasia

          • Julian Perez 3 December 2019 at 11:37 am Permalink

            >>la Constitucion misma que ud se presia de estudiar

            No es el mejor ejemplo pues el basamento teórico de la misma, plasmado en la declaración de independencia, afirma que los seres humanos tienen derechos básicos otorgados por Dios y que ésta es la razón por la que ningún gobierno los puede dar o quitar. Que la razón de ser de los gobiernos es proteger dichos derechos básicos. Y que su autoridad se deriva unicamente del consentimiento de los gobernados.

            También la constitución se basa en que el ser humano no es en esencia ¨bueno¨, que en su naturaleza están las dos tendencias, y que lo único que puede hacerse al respecto no es eliminar las causas, pues están intrínsecas en la naturaleza humana, sino atenuar los efectos mediante la división de poderes y los chequeos y balances.

            O sea, los basamentos conceptuales de este país son casi teológicos y lo más antimarxista y antimaterialista que se pueda imaginar.

          • Julian Perez 3 December 2019 at 11:49 am Permalink

            >>hay millones de volumenes explicando los propositos

            Si, los hay. Pero la frase exacta sería ¨intentando¨ explicar los propósitos porque en realidad todas son teorías. La mía también lo es, lo admito (y también hay millones de volúmenes sobre ella, dicho sea de paso). Pero a mi me parece la más coherente.

            También hay millones de volumenes explicando que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases y que la solución es la sociedad sin clases. Otra explicación con la que no estoy de acuerdo, pero muchísima gente la acepta.

            Muchas de esas explicaciones alternativas suelen basarse en el darwinismo social para justificar la ética. Vale, pero el tal darwinismo social tiene la costumbre de parir a menudo hijos bastante feos.

  26. manuel 3 December 2019 at 11:29 am Permalink

    lo grito shakespeare “to be or not to be”
    lo grito cervantes desde la locura andante repartidora de “justicia” en la fantasia quijotesca y la “realidad” sanchesca
    lo grito borges desde el mundo laberintico, instantaneo todo en uno del aleph, del mundo uno verdad y no verdad
    lo han gritado todos de millones de maneras y ud no se cansa de decir “no comprendo” necesito que haya “eternidad”
    la eternidad es un sentimiento, una accion, SIEMPRE buenos; no un ser interminable y sabelotodo; y mucho menos requiere que esos actos tambien lo sean (eternos, transcendentes, infinitos en tiempo y espacio)

    • manuel 3 December 2019 at 11:36 am Permalink

      esto es el Humanismo

      es sacar a los dioses del centro de todo y poner al hombre, a cada hombre, a cada uno de sus finitos, insignificantes, micro, intranscendentes, efimeros… BUENOS actos

      la maldad se combate, y da un gozo que no tiene fin; y es preponderante; y todo esto tiene sentido en si mismo: no requiere de mas disquisiciones, porque no tiene el menor sentido mas disquisiciones desde ningun punto de vista

      la experiencia asi lo ha demostrado

      y sera asi, y lo mejor es que sea asi, hasta que la experiencia demuestre lo contrario, lo cual no ha sucedido, de acuerdo a todo de lo que se tiene real cuenta

      pero si ud vive el mundo paralelo que le han fabricado las iglesias, entonces su conversacion es a un nivel que yo no puedo comprender:

      vivimos pues mundos paralelos cada uno con sus categorias y necesidades; tan distantes y agenos que no tienen nada que ver en su logica y fines

    • manuel 3 December 2019 at 11:42 am Permalink

      (es dificil tener estas conversaciones con alguien tan habil, asi que es un verdadero gustazo)

  27. manuel 3 December 2019 at 11:47 am Permalink

    “atenuar los efectos mediante la división de poderes y los chequeos y balances.”

    le esta brindando un sentido a su vida: o cree en este modo, o no cree. Si cree se queda aca adorando esta mision, este pais; si no cree, busca la manera de subvertir todo eso, o largarse y ser feliz en otra parte

    quitando a Dios de la ecuacion, todo sigue tiniendo el mismo sentido, lo importante es reconocer la utilidad del concepto de respeto inalienable de los Derechos humanos, y no humanos; y de ese modo esta ud incluyendo, no faltandole, al que no cree en Dio alguno; como el amigo Victor Lopez

    o cree ud que por el hecho de que Victor no crea en Dios alguno no puede comprender la utilidad, y posiblemente defienda con mas behemencia esos derechos que alguien muy religioso?

    • manuel 3 December 2019 at 11:48 am Permalink

      vehemencia

    • Julian Perez 3 December 2019 at 5:25 pm Permalink

      Mi punto, Manuel es que muchas veces la gente es un poco como el burgués gentilhombre de Moliere: habla en prosa sin saberlo 🙂 Para mi los que actúan como lo que yo considero que es ser cristiano lo son aunque no lo crean así. Asi como los que se dicen cristianos pero no actúan como tales no lo son en lo absoluto.

      Realmente importa poco si la gente que hace el bien lo hace porque piensa que es ley de Jehová, un camino para trascender de las múltiples reencarnaciones, es lo que le inculcaron sus padres o lo hace ¨por el mejoramiento humano¨. Lo que importa es que lo haga.

      Por eso, e insisto en ello, lo que importa no es lo que alguien crea, sino lo que haga, sus acciones, las decisiones que tome.

      Me es más fácil entenderme con una persona que se dice atea, pero hace el bien, que con uno que se declara creyente pero es tremendo HP.


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