29 January 2012 ~ 7 Comentarios

Ideólogos o Gerentes

por Carlos Alberto Montaner

(FIRMAS PRESS) Es magnífico que se enfrenten Newt Gingrich y Mitt Romney por el liderazgo republicano. Los miembros de esa tribu deberán elegir entre dos tipos de políticos medularmente diferentes, cada uno con sus virtudes y con sus limitaciones. Gingrich es un buen ideólogo. Romney, un buen gerente. Algunos hablan de “los republicanos de Goldwater contra los republicanos de Rockefeller”.

Le doy a la palabra “ideólogo” una connotación positiva que no tiene en inglés, al menos en Estados Unidos. Para mí, es alguien que posee una visión teórica de la sociedad en la que vive, de la historia que comparte con sus compatriotas, y del Estado libremente segregado para resolver conflictos comunes y darle sentido y forma a la convivencia. El ideólogo, en el mundo democrático, trata por medios pacíficos de acomodar la realidad a sus presupuestos intelectuales e intenta guiar a sus compatriotas en la dirección del país ideal que tiene en la cabeza. Jefferson era un ideólogo. John F. Kennedy y Ronald Reagan, con menor calado, también lo eran.   

El gerente, en cambio, se nutre de la experiencia más que de los esquemas teóricos. Es un práctico solucionador de problemas. Ama el sentido común por encima de todas las cosas. No posee ni necesita una visión general de la historia ni una mirada profunda sobre los seres humanos. Tal vez hasta le estorban. Para él, son conceptualizaciones metafísicas que sirven para formular grandes teorías, pero no para aumentar la producción, proporcionar empleo y eludir dificultades. Para los gerentes, gobernar es mejorar incesantemente la calidad de vida de los electores. Franklin Delano Roosevelt era un gerente. George Bush (padre) y Bill Clinton, también.

Hay grandes presidentes norteamericanos que han sido ideólogos y otros, igualmente excelentes, que fueron gerentes. El republicano Teddy Roosevelt fue un extraordinario gobernante al que hay que calificar como ideólogo. Grover Cleveland, demócrata, fue un magnífico presidente dentro de la cuerda de los gerentes, pero la crisis de 1893 se le interpuso y tuvo que navegar con el viento en contra hasta 1897, cuando terminó su segundo mandato.

Tal vez la idoneidad de ideólogos o gerentes depende del momento. En 1933, cuando los norteamericanos eligen a F. D. Roosevelt, están a la búsqueda de un gran gerente que rescate al país de la recesión comenzada en 1929. En ese instante no hay otro peligro que el enorme descalabro económico. En 1981, cuando Reagan derrota a Jimmy Carter y llega a la Casa Blanca, el estado anímico de los norteamericanos es lamentable. El país ha perdido la guerra de Vietnam, los ayatolas iraníes han secuestrado impunemente a un puñado de norteamericanos, la inflación ronda el 20% y parece que la URSS está destinada a regir el planeta. Los norteamericanos eligen a un ideólogo para que los libere del pesimismo y la nación recupere el liderazgo perdido.

Naturalmente, la disputa por el poder en Estados Unidos no es sólo entre ideólogos y gerentes. Hay, por lo menos, otras dos categorías: los héroes y los operadores políticos. George Washington, Andrew Jackson, Zachary Taylor y Ulysses S. Grant alcanzaron la presidencia porque fueron guerreros muy diestros. Dos de ellos, Washington y Jackson, triunfaron como gobernantes y dejaron su huella positiva en la historia del país. Grant, en cambio, fue decepcionante, mientras el pobre Taylor murió de diarrea al poco tiempo de llegar a la Casa Blanca. Ike Eisenhower, el general victorioso de la II Guerra Mundial, fue un héroe que gobernó con el estilo de un gerente e hizo un magnífico trabajo.

Y queda el capítulo de los operadores políticos. Personas que llegan al poder como resultado de saber manejar gentes y situaciones complejas, pero sin que prevalezca en ellos un rasgo clave. Generalmente, son grandes maestros de la intriga. Algunos se convierten en excelentes presidentes, como Harry S Truman, y otros fallan terriblemente, como sucedió con Richard Nixon. Obama es un notable operador político.

Pero tal vez el caso más extraordinario es el de Abraham Lincoln, un habilísimo operador político al que le toca la tragedia de la Guerra Civil, se trasforma en un ideólogo obligado a definir el rumbo de la nación en su momento más amargo, no descuida sus responsabilidades gerenciales, y muere como un héroe adorado por millones de sus compatriotas. Por eso muchos historiadores norteamericanos lo consideran el mejor presidente de la historia del país: sintetiza y resume los rasgos y virtudes de los grandes líderes.

7 Responses to “Ideólogos o Gerentes”

  1. lazaro 29 January 2012 at 4:58 am Permalink

    enfrentamos crisis de valores observables desde la parada del bus hasta las mesas mas refinadas y sofisticadas lo que brinda el entorno propicio para los ideologos algunos de los cuales lamentablemente aspiran [y hasta a veces lo logran] a convertirse en mesias predestinados. si mal no recuerdo fue galbraith en el unico libro que escribio sobre gerencia empresarial, el que expreso que preferia los politicos grises que fueran buenos administradores. nada simpatizante de los lideres carismaticos por razones evidentes, comulgo con galbraith. no aparece en titulares sino es para llegar tarde a la foto de los lideres de los “g-n”, pero un harper gris, monotomo hasta el aburrimiento, es el “ideologo” y lider de la 2da economia mas solidamente establecida worldwilde.

  2. José López Mera 29 January 2012 at 11:08 am Permalink

    Magnífico análisis, como no cabía esperar de otra manera…Si yo fuera norteamericano votaría por Gingrich porque creo que en estos momentos el país necesita más de ideología clara y liderazgo que de buena administración aburrida…
    Creo que es un discurso aplicable a todos los países occidentales en este momento – necesitamos liderazgo más aún que buena administración, porque necesitamos sacrificios y estos los pide y dirige mejor alguien con ideas claras y dotes de líder que el mejor gerente del mundo si no sabe comunicar entusiasmo: pocos líderes ha habido capaces de movilizar a su pueblo ofreciendo “sangre, sudor, trabajo y lágrimas” como supo hace Churchill – y su biografía demuestra que no fué un gerente particularmente eficaz…

  3. Marcos Quiros 29 January 2012 at 3:35 pm Permalink

    Gracias por el magnifico analisis. Me gustaria saber por que no incluyo a Ron Paul en el. Hubiese sido interesante ya que el posee el pragmatismo de un gerente pero tambien tiene una ideologia consistente. Por que solo cubrio 2 de los 4 candidatos? Gracias

  4. Jorge 30 January 2012 at 1:49 pm Permalink

    Ambos Newt o Mitt son clara alternativa a Obama; pero coincido que Newt es mas lo que necesita EE.Uu ahora mismo.
    Washington ha sido secuestrado por las corporaciones y Wall Street, este sentimiento es compartido lo mismo por Occupy Wall Street que por el Tea Party y Mitt Romney es Wall Street, Mitt es Corporate America, en medio de este sentimiento cada vez mas arraigado en los EE.UU es eso lo que el partido Republicano esta enviando a la Casa Blanco?
    Mitt Romney esta practicamente comprando las elecciones con dinero de Wall Street, 8 de los 10 principales donantes de su campan”a son de Wall Street, entre el y sus Super PAC’s han gastado 14 millones de dolares solo en la Florida (5 veces mas que su mas cercano rival Newt Gingrich), la mayoria del dinero no para definir que hara por la nacion sino para hundir a sus oponentes.
    No se trata de crucificarlo por tener dinero, se trata de cerrar el paso a quien podria gobernar EE.UU ya no conectado a Wall Street sino con Wall Street dentro de la oficina oval.

  5. A.Chena 31 January 2012 at 8:53 am Permalink

    Dice que Gingrich es un ideólogo en el buen sentido (un tio que cambia de opinión como de calzoncillos), dice que muchos piensan que es Goldwater (eh Montaner ¿ha oído que hay un tal Ron Paul por ahí?), dice que Lincoln “se encontró la guerra civil” (¿no fue quién la provocó?) y sí, ni una palabra para el único liberal e ideólogo de toda la campaña, Ron Paul.
    En fin Montaner, con liberales como usted quien necesita conservadores…

  6. X11 2 February 2012 at 7:31 am Permalink

    Aunque en ocasiones pueda ser un poco extrema en sus puntos de vista, y su humor pueda llegar a la agresión, creo que vale la pena leer a Ann Coulter y fijarse en los hechos puntuales que menciona (a menos, claro, que se los haya inventado, pero ahí ya entramos en otro terreno).

    http://www.anncoulter.com/columns/2012-01-25.html

    Entre otros puntos, parece que N. Gingrich no mantiene posiciones claras sobre temas importantes, no propone precisamente un gobierno pequeño y sobre todo: recibió 1.6 millones de $ durante los malos manejos que ocasionaron la crisis. Creo que vale la pena reflexionarlo.

  7. Renato Rodas 3 February 2012 at 5:58 am Permalink

    No Montaner, no es magnífico, es muy triste y usted lo sabe. No comprendo su diplomacia.

    Y es muy triste porque (y estoy seguro que usted piensa igual) el candidato que debería liderar las encuestas por ser el mejor (como ideólogo y como gerente), mejor que Goldwater y Reagan juntos, lleva años siendo ignorado y hasta censurado (como en este artículo).

    Pero Benegas Lynch (h) sí se atrevió y hace un tiempo escribió este estupendo artículo sobre Ron Paul, que estoy seguro usted también leyó:

    http://independent.typepad.com/elindependent/2011/02/el-candidato-ideal-para-el-2012.html

    Atrévase usted también, sea consistente con sus ideales libertarios y denos su verdadera opinión sobre el proceso electoral por la nominación al candidato del partido republicano.


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