31 August 2015 ~ 17 Comentarios

Isabel Allende: Usted se equivoca

por Antonio Sánchez García
@sangarccs

Isabel Allende

Conocí fugazmente a la gran novelista chilena Isabel Allende, de cuando vivía en Colinas de Bello Monte y disfrutaba de las delicias y leves encantos de un país en el que todavía se podía ser feliz e indocumentado. “El más caro del mundo”, dice ella, y no le falta razón. A pesar de lo cual a nadie le faltaba nada, una cola para intentar conseguir un litro de leche era una pesadilla tercermundista inimaginable en las barriadas populares de sus pueblos y ciudades y los viernes y sábados reventaban las cornetas acústicas de todas sus urbanizaciones y clases sociales inundando el espacio de sus dulces atardeceres con Celia Cruz y Willie Colón resonando: “Usted abusó, sacó provecho de mí abusó…” o, más al fondo del folklore caribeño la percusión de Milton Cardona requinteaba en clave de guaguancó “se me olvidó que te olvidé, a mí que nada se me olvida…” Con el violín del judío maravilloso Lewis Kahn, a quienes conociera en la 48 y Broadway en tiempos de grabar Caribe, con Soledad y Willie. La propia nota.

Recuerda Isabel Allende en un reciente artículo sobre nuestras tribulaciones sus vivencias en la Caracas de la felicidad, cuando ni ella ni ninguno de nosotros siquiera sospechaba que debajo de esa gracia, de ese maravilloso desenfado, de esa sensualidad y ese dolce far niente se anidaba la gran traición. Cuando el golpismo, cuidadosamente anidado en los cuarteles del militarismo bolivariano y en los trasnochados despachos de senadores y diputados ávidos de poder, ya inveterado pero entonces mantenido en una discreta distancia tras las bambalinas de la Venezuela saudita, criaba a los golpistas prontos a darle el zarpazo a la ingenuidad y atragantarse de represión, de maldad, de ignominia, de narcotráfico, de saqueo, de traición a nuestra soberanía. Para mayor INRI, enarbolando la bandera roja y la hoz y el martillo.

Una ignorancia en absoluto culposa. ¿Por qué habría de saber Isabel Allende que la democracia que nos permitía el goce y el disfrute de ese Caribe luminoso y vital como si de un  espontáneo regalo de los dioses  se tratara, barnizaba una realidad menos lustrosa y más, muchísimo más áspera, bárbara, violenta, primitiva, caudillesca, machetera y delincuente? ¿Por qué y cómo habría de saber nuestra exitosa novelista que mientras desayunábamos con Hernán Santa Cruz en el Hotel Savoy de Chacaíto ya existía el MBR 200 y Francisco Arias Cárdenas, Hugo Chávez, Joel Acosta Chirinos, Felipe Acosta Carlez y Jesús Urdaneta Hernández  avanzaban a paso de vencedores a echar abajo esa escenografía de la inconsciente felicidad de los venezolanos que, malagradecidos como si fuera un mal de su raza, echarían abajo a tanquetazos?

Es esa misma inconsciencia lo que explica el profundo error que comete y el imperdonable despiste que certifica cuando afirma que esa destrucción – hoy por hoy ya en estado de devastación y crisis humanitaria – es igualita a la provocada por Pinochet en Chile. Pues en Chile – y conste que hablamos con su misma autoridad moral pues llegamos a Venezuela por sus mismas o peores razones, desterrados por la dictadura militar chilena que de habernos echado manos ponía fin a esta maravillosa aventura que ha sido nuestra vida – esa destrucción ya existía y avanzaba viento en popa hacia esta misma devastación, aunque muchísimo peor por más miserable: Chile no tenía, no tiene ni tendrá la gratuita, abundosa y extravagante riqueza de sus bienes que a los venezolanos nos dispensa sin pedirnos nada a cambio la madre naturaleza. Éramos pobres de misericordia.

Y la intervención militar, un cruento y fatal accidente histórico causado por la miopía, el fanatismo, la ceguera y la monstruosa e irresponsable mezquindad de la clase política chilena – de extrema izquierda a extrema derecha – se convirtió en una necesidad histórica precisamente para evitar se consumara la devastación con la guinda de la torta de una dictadura fanática, policiaca, constituyente y totalitaria. De otro signo, obligado es reconocerlo, que la que se impusiera desde las alturas del Poder, capaz de dejar la escena tras cumplir su cometido, mediante libres y transparentes elecciones. Lo que ni la cubana – que ya lleva 56 años – ni menos la nuestra, su satrapía – que en tiempo ya alcanzó a la chilena – , harán posible. Si tras dieciséis años de izquierdismo castrochavista, con la mayor renta petrolera jamás tenida en toda su historia contemporánea por la Venezuela prodigiosa, nuestro país se hunde en el pantano de la miseria, el crimen y la ruindad moral, ¿dónde estaría nuestro Chile del corazón, pobre de solemnidad y arrinconado en la última orilla del planeta, si no se le ponía atajo a la radicalización, se impedía el horror de una guerra civil y una dictadura socialista, castrista, mirista, comunista o como quiera llamársela? Usted, que vive y ha triunfado gracias a su imaginación, imagíneselo. Yo, con mis escasos dotes, no puedo.

Sepa que me indigna y me saca de quicio, a mí, cuya vida cambió para siempre por el pinochetazo, que en el abandono y la pobreza del destierro solía drenar mi odio contra el general asesino escribiendo poemas impresentables y cuentos de mala muerte, tener que reconocer que Chile es lo que ha llegado a ser gracias a la histórica decisión del establecimiento político y cultural chileno – su Congreso, su Tribunal Supremo de Justicia, su Contraloría General de la República, su Fiscalía, en fin: todas las instituciones del acorralado Estado nacional que contribuyera a formar nuestro inolvidable Andrés Bello – de autorizar a la intervención de las fuerzas armadas chilenas. Que salvo el uso del uniforme y la disposición sobre armas de guerra no resisten la más mínima comparación con las  fuerzas armadas venezolanas. Que en lugar de impedir la consumación de la devastación final, como hicieran las chilenas, la han propiciado y llevado a cabo. Todo por enriquecerse a manos llenas.

Otra cosa muy distinta, querida Isabel, es que en ese turbión que removiera hasta los últimos conchos de nuestra identidad nacional se nos muriera en los brazos el Chile de nuestra infancia y adolescencia: ese Chile rural y campechano, ingenuo, polvoriento, aromático a eucalipto, cilantro y orégano, generoso, solidario, fiel al asilo contra los opresores, izquierdoso y ahuasado, orgulloso de sus glorias nacionales, la Batalla Naval de Iquique y el abrazo de Chacabuco. Sin odios ni resentimientos. Ese Chile de chicha, vino tinto y empanadas de horno. Para ser arrasado por el Chile de la modernidad, la globalización, las autopistas, las torres monumentales y los vertiginosos rascacielos. No podemos hacer nada por tratar de reconstruirlo, a no ser caer en la estúpida pretensión de montarnos en una retroexcavadora y querer disfrazar a Michelle Bachelet de Salvador Allende. El último intento de nuestra descerebrada izquierda marxista. Que Dios no lo quiera. O volveremos a revivir la tragedia.

17 Responses to “Isabel Allende: Usted se equivoca”

  1. Philip V. Riggio 31 August 2015 at 10:50 pm Permalink

    Quien no quiere ver el Partido no lo verá. Son muchos los que prefieren que lo llamemos régimen, tiranía, dictadura o personalismo de carácter local, de lo que el Partido se ríe.

  2. pedro perez 1 September 2015 at 6:00 am Permalink

    sensacional!!!

  3. pedro perez 1 September 2015 at 6:00 am Permalink

    sensacional!!

  4. marisa 1 September 2015 at 9:51 am Permalink

    Isabel, usted Se equivoca.

  5. Hector L Ordonez 1 September 2015 at 12:10 pm Permalink

    nO ENTIENDO MUY BIEN SU EXPOSICION,TODA SU EXPLICACION ESTA LLENO DE DUDAS,ME REFIERO AL LECTOR.

  6. Gonzalo Petit 1 September 2015 at 12:28 pm Permalink

    Excelente e imperdible…

  7. Adriana 1 September 2015 at 8:17 pm Permalink

    Pinochet fue el menor de los males. La Unidad Popular encabezada por Salvador Allende arruinó a un país. Chile en 1973 tenía solo dos caminos, comunismo o dictadura de derecha. Saquen ustedes hoy sus conclusiones.

  8. Ana 2 September 2015 at 1:07 am Permalink

    La dictadura de Pinochet fue horrenda, cruenta, asesina, horrible y espantosa! Cualquier dictadura es siniestra ya sea de izquierda o de derecha. Ponerse a especular ahora de lo que habría sido el mandato del presidente electo Salvador Allende es mera imaginación. Pinochet era un gorila sanguinario y carnicero. En su época fueron habituales las dictaduras del cono sur de América. El hecho de que Salvador Allende tenía tendencias socialistas, no libera al cruel Pinochet de todos los crímenes cometidos, ni a él ni a sus hordas carniceras. Cada país es diferente, por tanto, hasta los Estados más abominables, aunque sean del mismo corte, se diferencian sustancialmente. No es lo mismo el socialismo de los Mer Rojos que el Cuba, o el de la ex URSS en tiempos de Stalin y Beria al que se implantó en la RDA, por ejemplo. Como tampoco el capital se comporta igual en los países escandinavos en comparación con América Latina, aunque haya libre empresa y todo lo demás.
    Tengo la impresión de que el escritor del artículo exagera sobre las palabras de la escritora al comparar la situación de Venezuela con la del dictador chileno. Ella se refiere a la crueldad y la maldad de los poderosos. Y en eso coincido con la escritora!

    • Hector L Ordonez 3 September 2015 at 7:22 pm Permalink

      usted TIENE TODA LA RAZON,SEÑORA ANA,PERO EN ESTE BLOG NO SOLO ESCRIBEN PERSONAS SENSATAS COMO USTED,SU VISION DE SU EXTREMA DERECHA
      LOS LLEVA A JUSTIFICAR,A LAS POSTURAS DE CRIMINALES COMO
      FUE EL ASESINO DE PINOCHET,SU SEGEDAD DE SUS EXTREMOS POLITICOS NO LES DEJA ESPACIOS,PARA COMPRENDER LO BUENO Y LO MALO,PINOCHET APARTE DE SUS CRIMENES,IMPUSO UN SISTEMA NEOLIBERAL,DONDE MARCO GRANDES DIFERENCIAS ENTRE RICOS Y POBRES.

      • MANUEL FERNÁNDEZ 7 September 2015 at 9:00 pm Permalink

        Sr Ordoñez
        Ese sistema neoliberal implementado en mi país, fue seguido, inteligentemente, por todos los gobiernos concertacionistas y también por el gobierno de Piñera lo que convirtió, hasta antes del gobierno de la Sra Bachellet, a Chile en el país más próspero de américa latina.

    • MANUEL FERNÁNDEZ 7 September 2015 at 8:59 pm Permalink

      Sra Ana
      sobre el mandato del presidente electo Salvador Allende y su conglomerado de partidos de extrema izquierda, conocidos como Unidad Popular, le puedo decir, que fueron extremadamente eficientes en implementar, en mi país, un sistema marxista ya que lograron en tres años, hacerle a Chile, lo que los Castrochavistas han tardado 16 años hacerle a Venezuela, arruinarnos completamente, produciendo una escases espantosa en productos de primera necesidad, (tal como ocurre lamentablemente en Venezuela) con una inflación del 606%, la más alta en la historia de Chile, además destruir nuestra institucionalidad y peor aún, dejándonos Ad Portas de una sangrienta guerra civil. Eso, Sra Ana, no fue especulación, fue la realidad y producto de eso fue que se le pidió a las FFAA y de Orden, sacar a ese gobierno nefasto del poder, claro que no se pensó que los militares estarían en el poder por 16 años, y que se cometerían tantas tropelías, en resumen se puede decir que si no hubiera habido un gobierno tan irresponsable como el de Salvador Allende y la UP, no hubiera habido una dictadura militar en Chile.

  9. Hector L Ordonez 3 September 2015 at 8:59 pm Permalink

    OTROS MONSTRUOS DEL SIGLO VEINTE SIS DUDA LO FUERON THATCHER,NIXON
    Y EL PRICIPAL DE TODOS RONALD REAGAN,EL PRICIPAL EJE DEL MAL,

  10. Hector L Ordonez 4 September 2015 at 5:12 pm Permalink

    PIDO DISCULPA,TENGO EL TECLADO ROTO Y SALTA LAS LETRAS.PERO VAYAMOS
    AL ASUNTO,SEGUN LA ESCRITORA ALLENDE,DECIR QE DE TODOS LOS MALES EL MENOS MALO FUE EL ASESINO DE PINOCHET,ESTE CRIMINAL ESTA COMPARADO CON
    STALIN,FRANCO,MUSSOLINE,REAGAN,TATHCHER Y DECIR QUE FUE EL MENOS MALO
    POR FAVOR SENORA REVIZE LA HISTORIA.

    • Miguel 7 September 2015 at 11:34 pm Permalink

      Es increíble que en su lista de sátrapas solo destaque a los derechistas y no mencione a un tirano como lo es Fidel Castro, mencionó a Stalin de pura casualidad.
      Y me parece mas increíble que hable de Margaret T. y Ronald R. como genocidas, cuando fueron liberales con puño de hierro que desmontaron el comunismo y le quitaron la careta a muchos bandidos de extrema izquierda.
      Quizás usted opine así por su corazoncito comunista.

    • SB 10 September 2015 at 12:03 pm Permalink

      Oiga, Troll Hector L Ordonez. Su brutal ignorancia solo es igualada por su inmensa idiotez política. ¿Porqué no denuncia a los tiranos comunistas pero siempre se va por la tangente?

      • Maria 5 March 2017 at 12:04 pm Permalink

        De acuerdo, mano muy dura para la dictadura de derechas y ni se menciona a los comunistas, responsables de mas muertes en el mundo que los primeros. No, no lo hace y no es por olvido, es porque su idiotez le hace defenderlo. No lo conozco y puedo jurara, jurar, que es este patán jamás vivió bajo la bota del comunismo

  11. Debra Teresita Picart 19 October 2015 at 10:53 pm Permalink

    Pinochet Fue y sera lo mejor que le pudo Pasar al Bello pais de Chile. Que puede hablar La Escritora Isabel Ayende si ella a vivid en Sausalito California USA por decadas. Una Verdadera Imperialista. So Hipocrita.


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