30 April 2018 ~ 6 Comentarios

LA COLOMBIA DE IVÁN DUQUE

Por Fernando Londoño

No se dónde queda la sede de la campaña de Iván Duque. Lo que vale para este escrito es que no quiero averiguarlo. Me importa una higa. Duque ha tenido el talento de no comprometer su elección con el puñado de bastardos que integran las huestes corruptas de los partidos que se robaron el país.

Que corran los de la U a buscar a Vargas Lleras con la ilusión de seguir medrando bajo sus alas protectoras. Que corran los de Cambio Radical, partido lleno de perplejidades y contradicciones, repleto de corruptos puestos al descubierto por dos mujeres periodistas en un reportaje contundente, demoledor, a buscar famas tristes y canonjías baratas. Que vuele el conservatismo de Cepeda a buscar empleos y contratos, que es apenas lo que le interesa. Por casualidad, o porque tiene olfato y genio, Duque no se ha dejado contaminar de esa Colombia prostituida que debe quedar atrás para siempre.

Hay que hacer votos para que Duque entienda, supremo desafío a su inteligencia, que su campaña le pertenece a un pueblo que se cansó de la miseria. De la miseria moral, que lo ha hecho botín de ladrones y violentos. De la miseria política que lo ha reducido a los extremos de la mediocridad santista. De la miseria económica, pues que se le robaron todo lo que tuvo, que fue mucho, y lo han condenado a padecer todas las angustias, a sufrir de todas las carencias, a masticar todas las frustraciones.

La campaña de Duque no es de nadie. Porque es del mismo pueblo que se levantó el 2 de octubre glorioso a derrotar, él solo, toda la maquinaria, todo el poder, todo el dinero, comprometidos en la infamia de consumar la rendición ante un grupo minúsculo de bandidos enriquecidos con la cocaína.

Es un pueblo dispuesto a todo, hasta el heroísmo de una revolución sin precedentes e intuitivamente seguro de que le ha llegado su momento histórico.

El momento de derrotar las mafias que se apoderaron de su destino. Esas mafias que componen los impulsores del negocio narco, y que integran, sin saberlo, legiones de muchachos sin otro horizonte que el delito. Los demás, se los nublaron todos. Iván Duque será el Líder de un país sin coca, sin minas que deforestan los bosques ancestrales y matan los ríos sagrados. Sin dinero sucio, que hoy marca el paso de la economía y le roba toda la fuerza vital a esa generación naciente. Sin clientela para apacentar, porque Duque no le va a pertenecer a ninguna. Mala noticia para muchos.

Duque será el hombre que inserte a Colombia en la modernidad. Esta Colombia que toma el paso ya o se quedó para siempre destinada a la cueva oscura que la historia reserva, cruel e implacablemente, a los vencidos.

Duque recordará que este es uno de los pocos países del mundo capaces de ofrecer comida a un mundo hambriento; de ofrecerle agua a un mundo sediento; de ofrecerle  bosques a un desierto; de darle fuerza, energía, ganas “a un mundo que agoniza sin sangre entre las venas” como dijera nuestro poeta mayor.

 Llamándolo economía naranja, o como le venga en gana, Duque le apuesta al desarrollo económico. A ese desafío colosal que va a sacar de sus goznes la puerta abierta a la pobreza, la mediocridad, la corrupción. Pablo VI, el más grande escritor que produjo la Iglesia católica en el Siglo XX, lo dio por equivalente a la paz. El desarrollo que hizo de Alemania lo que hoy es, a partir de un montón de escombros que fue la herencia de Hitler; de Japón, la potencia que sigue siendo y arranca de la humillación y la derrota de dos bombas atómicas; de los dragones asiáticos, que acumulan buena parte de las reservas monetarias del mundo contemporáneo, cuando eran perdidos enclaves de la melancolía universal de la pos guerra; y de la China que se cansó de overoles raídos y bicicletas desvencijadas para saltar a convertirse en la segunda economía del mundo.

¿Seremos menos que estos ejemplos de bonanza, de bienestar, de victoria sobre los elementos y los hombres de nuestro tiempo? ¿Por qué?

Colombia le apuesta a esa inmensa ilusión. De las cenizas de nuestro ominoso presente, saltar a la inmensa tarea que la llevará a ser grande, rica, poderosa, es la misión alucinante que Colombia intuye podrá enfrentar desde la victoria de Iván Duque.

No hay hombres providenciales. Hay hombres que llegan a tiempo al escenario de la Historia, para transformar los pueblos, abriéndoles el camino hacia su destino. Eso es Iván Duque. Lo demás es resentimiento, indigencia moral e intelectual, abandono y muerte. Que cada uno escoja. La cita es el 27 de mayo. El actor es usted, y soy yo, y somos todos, lector amable. Nadie faltará, estoy seguro.

6 Responses to “LA COLOMBIA DE IVÁN DUQUE”

  1. Marlon Sigler 30 April 2018 at 8:09 pm Permalink

    El gran problema de America-Latina no es la izquierda en todo su sentido, sino la corrupción y el olvido de los que viven en la pobreza, el analfabetismo y, en el mejor de los casos, la baja educación de las masas. Esto ha sido culpa de esa derecha atrazada que solo le importa acumular en abierta confabulación de estos gobiernos. En incontables ocasiones he escuchado las críticas de las clases altas de Latinoamérica que tienen el descaro de opinar: “los pobres son pobres porque quieren”. Se lo escuché decir, por ejemplo, a un diplomático mexicano que tenía consigo dos maestrías. Lo mismo he escuchado de muchos clientes míos venezolanos, argentinos, brasileños…Es entonces cuando entra esa izquierda extremista que ha saqueado nuestras sociedades hasta la saciedad. No existe un sentido del equilibrio social y político como existe en la sociedad norteamericana o en Europa. Recuerdo que José Martí dijo algo así como “la sociedad avanza con todos o no avanza”

    • Pablo. 30 April 2018 at 11:20 pm Permalink

      Marlon usted tiene toda la razon los que nacen pobres en un pais del tercer Mundo las posibilidades de crecer como hombre desarrollado y poder tener una vida mejor practicamente esa posibilidad no existe, un hombre sin Educacion es como si un ciego anduviera sin su baston en Paris o cualquier otra ciudad populoza del Mundo al final terminaria arrollado sin tener la posibilidad de llegar a la acera extrema tenga presente que el capitalismo actual no es el mismo Capitalismo que conocio usted o sus padres o quizas sus abuelos es el capitalismo salvaje como decia el PAPA Juan Pablo 2do donde se nutre de ejercitos de analfabetos o de desempleados para ser explotados es la triste realidad pero es asi y es como usted dice despues viene los Comunistas y lo barren todo ,aunque quiero decirle en los mismos Estados Unidos de clase media a pobres la cifra sigue aumentandoa niveles alarmantes por ejemplo en la era de Bush de clase media pasaron hacer pobres 3,5 millones y medios cifras alarmantes pero cierta.

  2. Manuel 1 May 2018 at 6:17 am Permalink

    .
    .
    Buen escrito,
    Por suerte Colombia, parece todavia tener un arbitro electoral, ese poder tan jodido en muchas partes (cuba, venezuela) y aún esa via está abierta a q el pueblo cansado derrote a los mediocres de siempre y emprenda el camino q mas conviene a todos los q merecen justicia

  3. Humberto 3 May 2018 at 10:26 am Permalink

    http://humbertomondejargonzalez.blogspot.com/2016/10/318-los-capos-de-mexico-me-han-escrito.html
    318-Los capos de Mexico me han escrito a mi Facebook para que los ayude porque dicen ese acuerdo de la narcoguerrilla de la FARC y el Premio Nobel Santos es una discriminación laboral por parte de Bobama.

  4. Humberto 3 May 2018 at 10:34 am Permalink

    https://www.youtube.com/watch?v=Eaw4iCiNBWM
    Si López Obrador llega a la presidencia, ¿investigaría a Peña Nieto por la ‘Casa Blanca’ de México?

  5. vicente 7 May 2018 at 8:28 am Permalink

    en Colombia el que nace pobre,vive pobre y muere pobre,es necesario cambiar la estructura de la propiedad para que el pais no siga siendo la propiedad privada de tres mil personas y eso no lo va a hacer Duque.


Leave a Reply