25 November 2017 ~ 3 Comentarios

Leyes infames: doctrina Sánchez Berzaín

Por Luis Leonel Leon

Empiezo recordando una verdad de Perogrullo en cuya esencia se fundamenta la permanencia de varios gobiernos no democráticos en Latinoamérica: los regímenes infames no se caracterizan por crear leyes, sino por destruir la legalidad.

El secuestro de la ley, no exento de vítores y de masivo fanatismo popular, que en ocasiones transciende las fronteras nacionales, es la primera acción demoledora de estas dictaduras, y la vigilarán y alimentarán como la niña sombría de sus ojos. Lo mismo hacen con los medios de comunicación, la banca nacional y todas las grandes empresas y, por supuesto, el Poder Legislativo, el ejército y la policía (que quedará bajo la égida de un terrorífico organismo superior: la policía política). Después de este knockout a la sociedad civil y las instituciones del Estado, lo demás es seguir el manual para preservar, a como dé lugar, el control del país.

Una de las estrategias más efectivas del mal es su capacidad de cambiar constantemente de semblante. Los caudillos de las llamadas dictaduras del siglo XXI han abrazado el poder encaramados en los andamios del populismo y luego, en vez de cumplir sus promesas, supuestamente en nombre del pueblo y del bien común, decomisan todos los poderes públicos, y lo hacen (esa es su máscara y su estocada) como si fuese lo más legal, justo y necesario del mundo. Muchos, desgraciadamente, le creen, y los que no, corren el riesgo de ser reprimidos. Así las cosas en buena parte de Latinoamérica (y ojo, que sus discípulos no dejan de amenazar a Europa y cualquier sitio donde las fisuras sociales, culturales, políticas y económicas le permitan sembrar sus viejas trampas renovadas).

Un arma muy poderosa para destruir la institucionalidad y las bases de la sociedad civil es la implantación de “leyes infames”, como denomina el abogado, político y politólogo boliviano Carlos Sánchez Berzaín, a los macabros instrumentos de apariencia legal, que emiten los regímenes autoritarios (desde Cuba en 1959 hasta sus actuales satélites) con el objetivo perpetuarse en el poder.

Se entiende por doctrina el “conjunto de ideas, enseñanzas u opiniones sostenidas por un autor”. De ahí que con el concepto de “leyes infames”, podemos sostener que el doctor Berzaín ha fundado una doctrina jurídica, la doctrina Sánchez Berzaín, que es el desmontaje conceptual del antifaz democrático de las dictaduras que imperan hoy día en nuestro hemisferio: Cuba (germen y capitanía de esta pandemia, inspirada en sus maestros comunistas de Europa del Este), Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador (que aunque hoy no pocos sienten que su camino se va separando de estas dictaduras, aún forma parte del bloque antidemocrático de las Américas). Citando al propio Berzaín, recordemos una realidad: “Hoy hay dos Américas, una dictatorial y otra democrática, y están naturalmente confrontadas porque la dictatorial agrede permanentemente a la democrática”.

¿Pero qué es una ley infame? Sánchez Berzaín la define como una “norma que elaborada y establecida, siguiendo el procedimiento formal para su creación, viola en su objeto y contenido los derechos humanos y las libertades fundamentales”. Basta ver la triste realidad de la sociedad civil y el deterioro de las instituciones del Estado en las naciones antes citadas para comprobar el daño permanente que pueden causar las leyes infames en todos los sectores y aspectos de la vida. Según el autor de este concepto, una ley infame es una “no ley” porque es todo lo contrario al concepto de ley, que se define como el “precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados”.

De la doctrina Sánchez Berzaín derivan otros dos elementos, cardinales para la comprensión de la ejecución de estos métodos antidemocráticos: los “jueces infames”, que define a las autoridades que dictan fallos y sentencias violando los derechos humanos, o aplicando leyes infames, que en lugar de proteger los derechos humanos, los violan, ya sea por intereses políticos o por cualquier forma de influencia indebida. De manera que la justicia se convierte en instrumento de opresión.

Y los “fallos infames”, que son resoluciones judiciales, nulas de pleno derecho, por precisamente violar derechos humanos (descritos en la Declaración Universal) o fundamentales (que figuran en las constituciones de cada país), y que toda resolución judicial tiene la obligación de proteger en función de los principios de igualdad, presunción de inocencia, juez imparcial y debido proceso. En palabras más cercanas al lenguaje popular cotidiano: se trata de mecanismos verdugos que terminan desactivando la libertad y la democracia de los pueblos, sometiéndolos, en un falso y corrompido marco legal, a vivir en dictadura. Esa es la realidad del bloque antidemocrático de las Américas, las llamadas dictaduras del siglo XXI (Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua), donde la distorsión de la legalidad democrática es una situación cotidiana.

A partir del concepto de Sánchez Berzaín, el Interamerican Institute for Democracy ha encaminado cinco estudios, cinco libros, cuya finalidad es desmontar las leyes infames en Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador. El primero de ellos, ya publicado, se titula Leyes infames en Venezuela. Leyes habilitantes: Apariencia de legalidad de una dictadura, editado por el Fondo Editorial del IID y redactado por el abogado venezolano Carlos Ramírez López, columnista de este rotativo, fue presentado el miércoles en la sede del IID, en Miami.

¿Quién fue el autor de la primera ley habilitante en la historia mundial? ¿Cómo y para qué se han aplicado las leyes infames en Venezuela? ¿Cuáles son, cómo y en qué circunstancias han sido ejecutadas estas no leyes? ¿Cuáles son sus derivaciones y efectos? Estas y muchas otras preguntas las responde, con un análisis detallado y elocuente, el doctor Ramírez López, quien asumió la iniciativa de explorar el fenómeno de las leyes infames motivado por los ensayos y artículos que sobre este tema ha venido escribiendo Berzaín.

Carlos Ramírez López, de forma sagaz y documentada, realiza una exégesis del caso venezolano, pues desde 1999 hasta 2015, primero con Hugo Chávez y luego con Nicolás Maduro, en este país se han impuesto seis leyes habilitantes, así como 313 decretos ley, que han servido para disfrazar de procesos legales los atropellos de todo tipo de casi dos décadas de dictadura.

Experto en litigio judicial, profesión que ha ejercido por más de cuatro décadas, Ramírez López ha realizado estudios de postgrado en derecho procesal civil, derecho procesal penal, derecho constitucional y litigio penal internacional, y es autor de El fruto del árbol envenenado. La Constituyente como excusa para matar al Estado Democrático (Ed.Palibrio). Su nuevo libro abre un camino que pide a gritos la continuidad del proyecto en otros países presos del llamado neocomunismo.

En los años sesenta y hasta la caída de la URSS y de todo el bloque comunista de Europa del Este, las guerras de guerrillas en las zonas rurales y la subversión urbana eran mecanismos claves para desestabilizar, a través del terror, la democracia en las Américas. Pero en la década de los noventa, ante la impopularidad de la violencia, el castrismo decidió disfrazarse de legalidad y tomar el poder por vías simuladamente democráticas. Como sus medios, objetivos y resultados siempre serán absolutamente nefastos, jamás se arriesgarán a jugar a la verdadera democracia. De ahí que las leyes infames son su principal látigo, su perpetuo chantaje, su más grande calabozo.

Hoy la comunidad internacional tiene la obligación no sólo de abrir los ojos ante la existencia de las cientos de leyes infames que estrangulan a los pueblos de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, sino también la responsabilidad de condenar a los regímenes que con toda impunidad las implantan. Es un imperioso deber moral ante tantos crímenes de lesa humanidad, encubiertos de legitimidad, y de seguir permitiéndolos, su expansión puede ser algo más que un peligro. No olvidemos una imprescindible lección de la historia: no prestar atención a una amenaza es el camino más fácil para convertirnos en su víctima.

3 Responses to “Leyes infames: doctrina Sánchez Berzaín”

  1. menendag10 (Pericles) 26 November 2017 at 1:13 pm Permalink

    En principio estoy de acuerdo con el conjunto de prácticamente todos los razonamientos. Los populismos de izquierda han fracasado, de manera absoluta en todos sus intentos a nivel universal y durante los últimos 100 años lo han probado en todas las latitudes y condiciones socioeconómicas existentes.
    Convencido de que el modelo económico Capitalista, basado en la propiedad privada, no tiene sustituto competitivo, por cuanto, el sustentado en la dirección centralizada por el estado, supuestamente ignora la realidad de la psicología humana –como señaló Cicerón hace 2000 años: La igualdad entendida como igualitarismo es la peor de las desigualdades—y desconoce que el estímulo material a la productividad individual es la única estrategia para estimular la productividad general y el progreso económico de un país.
    Toda su larga historia de fracasos solo es válida como información histórica, pero sin lugar a dudas, no es viable.
    No obstante, en ocasiones me cuestiono:
    Y el modelo capitalista por su parte, ¿no podría también modificar, adecuar a nuestra contemporaneidad, y a la larga obtener mejores réditos (y un poquito mejor distribuidos) sin que eso significara, en la mayor parte de los casos, un fracaso del sistema, sino simplemente una actualización más compatible con la realidad.

    Pericles

  2. hector l Ordonez. 26 November 2017 at 9:21 pm Permalink

    Es cierto lo leido por el senor Carlos sanchez Berzain, esta en lo correcto indiscutiblemente De Cuba, Venezuela y los otros paises de la region que no merito mencionar ya que son conocidos,como por ejemplo con la llegada de fidel Castro el parlamento cubano desaparece,y se forma en consejo de estado constituido por miembros del comite Central del partido cubano,Fidel castro forma parte de este nuevo parlameto -si se le puede llamar parlamento-y ocupa la presidencia permanente y como decia Fidel,nada que no sea para bien de la revolucion tendra cabida en el consejo de Estado recien creado o sea tenia patente de Corso para lo que quisiera sin ninguna oposicion,como fue la abolicion de los diferentes Partidos que habian en el pais y fue con Castro dijo en uno de sus largos discursos ELECCIONES PARA QUE? quedando un Partido unico,el partdido comunista de Cuba,como es Venezuela la asamblea constituyente es la forma de crear una nueva constitucion al servicio del PSUV,donde surge una nueva asamblea o parlamento que es la que rige las nuevas leyes o cambios en el pais,toda posicion politica queda subordinada a la nueva constituyente sin poder hacer cambios la nueva constitucion.no cabe duda que es dictadura,Paro hay que resaltar que hay dos tipos de dictadura,la que acabo de describir donde se suprime todas las garantias constitucionales,por que en estos regimenes Comunistas el ciudadano carece de garantia,eso es sabido! Pero existe otro tipo de Dictadura,que es la dictadura de Mercado tan mala como la primera que acabo de citar,por ejemplo vayamos a LatinoAmerica ,podemos citar otras areas del mundo tan empobrecida como latinoamerica y mas pobre aun,la politica a seguir es la siguiente,mantener un ejercito de desempleados que tendran salarios de pobreza,ante la situacion de pobreza por tanto no exigiran ningun tipo de beneficios,seguros de Salud ni sonar,horas extras a pagar ni sonar,o sea son esclavos salariados a disposicion del Capital.

  3. hector l Ordonez. 27 November 2017 at 3:19 pm Permalink

    La mayor esclavitud es la pobreza.


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