18 February 2020 ~ 70 Comentarios

No se puede confiar en los comicios que recurran a artilugios digitales


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70 Responses to “No se puede confiar en los comicios que recurran a artilugios digitales”

  1. Manuel 18 February 2020 at 4:20 pm Permalink

    Massachusetts freed its slaves on the strength of the Declaration of Independence, weaving Jefferson’s language into the state constitution of 1780. The meaning of “all men” sounded equally clear, and so disturbing to the authors of the constitutions of six Southern states that they emended Jefferson’s wording. “All freemen,” they wrote in their founding documents, “are equal.” The authors of those state constitutions knew what Jefferson meant, and could not accept it. The Continental Congress ultimately struck the passage because South Carolina and Georgia, crying out for more slaves, would not abide shutting down the market

  2. Manuel 18 February 2020 at 6:01 pm Permalink

    Más cursos pasado mañana
    https://www.hillsdale.edu/educational-outreach/national-leadership-seminar/national-leadership-seminar-political-issues-and-controversies-february/

  3. Víctor López 18 February 2020 at 8:57 pm Permalink

    Así que usted pretendía parecerse a Trujillo, señor Presidente?

    El VOTO para que cuente con legitimidad, debe tener la PRUEBA FÍSICA de su emisión, y la custodia de las urnas que contienen esas PRUEBAS FÍSICAS debe ser incuestionable, SAGRADA para usar un término de mejor entendimiento popular. Toda las otras formas, cualesquiera que sean lo invalidan. Lo acontecido en República Dominicana, no la suspensión, sino la implementación del método es aborrecible y destruye para siempre los atestados del señor Danilo Medina. Se puede alegar que “la junta electoral” es el cuarto poder de la república y toda la lata de más que se le quiera dar, pero usted señor Presidente, en su oportuno momento debió vetar u oponerse rotundamente al uso de los cuestionadísimos métodos electrónicos.

    La certeza de sus futuras intenciones no se disolverá jamás, y no es válido ahora rasgarse las vestiduras buscando chivos expiatorios. La culpa, cualquiera que fuera la “eficiencia” y el resultado de ese método es y será siempre suya señor Presidente.

    Traicionó al país que tanto lo quiso y al que usted tanto ayudó. Cordialmente.

  4. Manuel 19 February 2020 at 4:24 am Permalink

    Over dinner, I could sense something was bothering my mother, so I asked if anything was wrong. “Yes,” she admitted. “What’s all this I hear on the news about banning baking products?”
    I patted her hand reassuringly and said, “That’s vaping products.”
    —JOSEPH MCLAUGHLIN Winthrop, Massachusetts

  5. manuel 19 February 2020 at 5:17 am Permalink

    “en cuba no falta nada”
    todo está perfecto

    repiten los adeptos

    quedando en el aire
    una duda, un Bloqueo,
    sin Embargo

  6. Manuel 20 February 2020 at 5:18 am Permalink

    trazos de una autopsia sin final (la labor de los cuerpos
    de inteligencia):

    danettee
    19 February 2020 at 7:05 pm

    Servicio secreto de España descubre una red de espías cubanos de “alto nivel”

  7. Manuel 20 February 2020 at 5:22 am Permalink

    Ramiro,

    una golondrina no hace la primavera.

    Ud debe tener más que un poco de encubiertos en
    un blog para decir como son los cubanos. Las determinantes
    son muchas, y estoy de acuerdo en que la falta
    de cultura es una con demasiado peso, es uno de
    los pesos pesados que hunden nuestro archipiélago
    caribeño, pero NO ES su único ancla, tenemos un montón
    de plomadas y anclas, “¡para regalar!”

    • Manuel 20 February 2020 at 5:27 am Permalink

      son muchas las culturas que han ido tras los populistas
      sacrificando sus libertades y, por tanto, su progreso;
      reconozco que hay ciertas culturas a las que les cuesta
      más. China por ejemplo no sabe que es vivir en
      democracia, ellos sólo saben de Partido Único
      y represión de los que disientan, a los que arrancan
      sin titubeos TODOS los derechos

      • manuel 20 February 2020 at 5:39 am Permalink

        que a pesar de ello se hayan convertido en la mayor economia antes vista, tiene que ver con otros deterninantes que entran en juego. Ya una vez fueron lo mas grande y se quedaron detrás, nada indica que esta vez les vuelva a suceder, si no tomaron nota de la vez anterior, que para eso es la Historia, para tomar nota

      • manuel 20 February 2020 at 5:42 am Permalink

        Cuba no es China, copiar el modelo chino, sin chinos, ni cultura china, es un disparate. Ya se verá. Los años por venir dirán si estoy en lo cierto.

        • razón vs instinto 20 February 2020 at 6:11 am Permalink

          Sí, Cuba no es China y le dejo este link para que se advierta qué es China, qué se puede esperar de China y porqué hay que temer a China
          https://www.lanacion.com.ar/opinion/bienvenidos-a-un-nuevo-paraiso-en-la-tierra-el-comunismo-de-mercado-nid2335443

          Después le digo porqué creo que Cuba seguirá probablemente el camino chino “con características cubanas”.

        • razón vs instinto 20 February 2020 at 6:17 am Permalink

          Y también se deduce porqué creo que sí finalmente se impone China en ésta “Nueva Guerra Fría, la humanidad podrá ingresar en una nueva Edad Media. La de una nueva servidumbre.

        • razón vs instinto 20 February 2020 at 6:19 am Permalink

          Soy un convencido que todos deberían advertir este riesgo.
          El artículo compartido, si se lee con la profundidad de análisis necesario, se advierte fácilmente el riesgo.

        • manuel 20 February 2020 at 7:25 am Permalink

          si puedes trae la esencia del articulo, pues el periodico pide una subscripcion

          • manuel 20 February 2020 at 7:25 am Permalink

            suscripción

          • razón vs instinto 20 February 2020 at 7:36 am Permalink

            El film sobre una experiencia fabril china en EE.UU. invita a preguntarse, en el debate de modelos políticos, qué ofrecen a cambio de lo que tenemos los partidarios del populismo

            20 de febrero de 2020
            “Un sistema increíble de relación con los empleados. Integra los recursos y responde al mercado”. El elenco de muchachas vestidas de amarillo y maquilladas como para un Carnaval o fiesta ritual canta sobre un luminoso escenario al ritmo de una música estridente, mezcla rara de plegaria y marcha marcial. El coro acompaña: “¡Producción inteligente y racionalizada! ¡Toda empresa debería adoptarla!”. La interpretación es sincrónica. Resulta evidente que las artistas de ojos rasgados han ensayado mucho antes del debut: transmiten eficiencia. Aunque nada de emoción. Es una extraña escena. Pero absolutamente real. Estamos en Fuging, provincia de Fujian, China, sede de Fuyao Group, gigantesca corporación que fabrica parabrisas para vehículos. Estamos, más precisamente, en una fiesta para recibir el primer año nuevo en la compañía luego de su desembarco en Estados Unidos. Son imágenes desbordantes de un fenómeno que nadie jamás imaginó: comunismo de mercado. A primera vista, una síntesis perfecta de lo peor de cada sistema.

            Una parte del público parece regocijado ante ese curioso show. Si no fuera lo que es, podría tratarse de una fiesta escolar, y los espectadores -trajes oscuros los hombres, elegantes vestidos las mujeres-, padres embelesados ante sus hijas debutantes. Pero también la imagen remite a un musical de Broadway alusivo a la planificación centralizada en un temerario país de Oriente. Hay algo de Tarantino en la puesta. Todos los participantes llevan bufandas rojas sobre los hombros. Y aplauden, entusiasmados, al compás de la exótica balada fabril. Los invitados occidentales al evento -un puñado de grandotes desaliñados, en contraste con la pulcritud y uniformidad de la platea local- parecen no salir de su asombro. No se sabe si los embarga la emoción o el espanto: observan hipnotizados como si estuvieran dentro de un laboratorio de experimentación humana. Toman fotos. Se miran entre ellos. Ríen tímidamente. Emiten gestos de perplejidad. O quizá de temor. ¿Se trata de agasajados en un inocente evento social? ¿O de prisioneros en una cárcel futurista? ¿Serán habitantes de una nueva sociedad? ¿O son conejillos de Indias en pleno proceso de transmutación? Bienvenidos al paraíso en la Tierra.

            En 2008, la empresa General Motors se declaró en quiebra y cerró su planta de Dayton, Ohio, una ciudad con 150.000 habitantes, acostumbrada a tragedias y fenómenos naturales, pero a salvo de las calamidades económicas. Así fue al menos hasta ese maldito año cuando diez mil trabajadores quedaron en la calle. De un día para el otro. Fin de un sueño americano. Pero, confirmando aquello de que no hay mal que dure para siempre, en 2010, se anuncia un nuevo y curioso acontecimiento: por primera vez en la historia norteamericana una corporación china vendría a probar suerte en ese sitio del Medio Oeste. Se trata de Fuyao Glass, la compañía de las niñas cantoras.

            El enorme esqueleto de la GM comienza a tomar vida a ritmo frenético. Se abren dos mil vacantes. No es la felicidad completa, pero puede ser el comienzo de una hermosa amistad. Vuelve la esperanza. Esta es, básicamente, la historia que cuenta American Factory, documental que acaba de ganar el Oscar en su género. Y se lo merece. Porque la obra de los directores Julia Reichert y Steven Bognar es un apasionante viaje por los confines de la condición humana. Un relato cargado de datos y con muy pocas opiniones. Una invitación a pensar. Hay muchas maneras de mirar el film. Entre ellas, la observación política. O, si se quiere, el análisis del entramado de dos mundos que parecían ir hacia direcciones contrarias y ahora convergen en un horizonte de negrura: el viejo capitalismo con su crisis de modernidad y esa peculiar forma de comunismo de los seguidores de Mao.

            El espectador se va deslizando por una pendiente cargada de sensaciones diversas. Verá la ilusión y el desencanto. El optimismo y la bronca. El sueño y la pesadilla como parte de una misma existencia. Los flamantes conquistadores, envueltos en escafandras clasistas oxidadas, han llegado al templo de la cultura occidental para demostrar a sus habitantes cómo se construye un verdadero imperio. “EE.UU. es un lugar donde puedes ser tú mismo. Mientras no hagas nada ilegal eres libre de hacer lo que quieras, incluso bromas sobre el presidente”, les explica un “profesor de cultura estadounidense” a los operarios chinos del primer contingente que arriba al país. Parece un elogio, pero es solo una descripción. A poco de andar las cosas se complican. Baja la alegría de los locales y sube la presión de los extranjeros. Sobre todo, cuando el presidente de la empresa, Cao Dewang, reconoce que lleva perdidos 40 millones de dólares en apenas doce meses. El viejo comunista sabe hacer cuentas.

            Las condiciones laborales se van endureciendo y los exempleados de la GM empiezan a extrañar a sus antiguos amos burgueses. “Quince minutos pagos para descansar; media hora no paga para almorzar”, establece el reglamento oriental. Poco a poco, desaparece el comedor de lo que fuera una empresa modelo y se multiplican las lesiones por falta de condiciones en la seguridad. Un veterano obrero reconoce: “Durante quince años en la General Motors jamás tuve una lesión”. La cámara lo muestra ahora con una bota de yeso alejándose dificultosamente de su puesto laboral. Otra empleada cuenta con amargura que en los tiempos dorados del capitalismo salvaje cobraba 29 dólares por día y ahora, con suerte, llega a los 12,84. En comparación, la alienación que se describe en la legendaria Tiempos modernos, de Charles Chaplin, parece un cuento de hadas.

            Los supervisores venidos de la casa matriz describen a sus nuevos empleados como “bastante lentos y torpes”. Uno de ellos, durante una conversación en Fuging, le reprocha a su colega americano: “Ustedes tienen ocho días por mes para descansar, nosotros solo uno o dos”. “Los norteamericanos son perezosos”, reconoce el visitante que parece empeñado en sostener la ilusión y, sobre todo, en conservar su nuevo empleo. Los chinos muestran rigor militante: “Solo pienso en hacer las cosas bien”, declara un ingeniero mientras fuma un cigarrillo luego de cenar en el despojado comedor de su casa alquilada. “Este es el mejor momento del día”, decribe, mientras exhala una bocanada de humo. En su planta nativa, mientras tanto, los operarios de Fuyao hacen formación militar y se numeran ante la mirada atónita de los visitantes occidentales. ¿Solo diferencias culturales?

            El conflicto crece en la planta de Dayton. Los trabajadores intentan agremiarse. “Un sindicato va contra nuestros intereses, si se meten acá, cerraré”, advierte el presidente Cao. En su país, el magnate no tiene este tipo de problemas: su cuñado dirige la organización de los trabajadores y es, a la vez, secretario general del PC local. Armonía total. Es curioso que estos temas no figuren en nuestra agenda a la hora de debatir los modelos alternativos. Y que muchos prefieran repetir consignas simplistas y hasta suicidas. ¿Qué ofrecen a cambio de lo que tenemos los ingeniosos partidarios del populismo? ¿Tercera posición? ¿Es China “comunista” esa alternativa? ¿Lo son Cuba o Venezuela? ¿O acaso lo es la teocracia iraní? No hay mucho para elegir. La trampa consiste en no decirlo. O decirlo a medias.

  8. manuel 20 February 2020 at 7:31 am Permalink

    J, la humanidad continúa con sus muchas realidades paralelas, ud es escritor de SF, y debería saberlo. No hay que andar tirando toallas cada vez que una de esas realidades se nos cruza en el camino.

    • manuel 20 February 2020 at 7:32 am Permalink

      sólo darnos cuenta a tiempo, si debemos tomarnos algún descanso. Puede ser saludable

      • Julian Perez 20 February 2020 at 8:03 am Permalink

        Manuel

        Con algunas personas se ve que hay una comunicación posible. Con otras no. ¿Realmente tiene sentido seguir insistiendo en los casos en que uno ha llegado al convencimiento de que no es posible dicha comunicación? Ma parece que lo más sensato en esos casos es interrumpir esas líneas (en mi caso estoy contando ahora cuatro) y continuar con las otras.

        A eso es a lo que me refiero con tirar la toalla.

        La otra opción sería la condescendencia. Esa fue la sugerencia, pero no me es posible aceptarla después de haber pensado en ella. La condescendencia es una forma sutil del desprecio, al igual que la acción afirmativa es una forma de racismo. Yo no desprecio a ninguna de esas personas. Sencillamente no veo posible (por cuatro distintas razones) comunicarme con ellas (en dos de los casos hice muchos intentos, en los otros dos era demasiado obvia la imposibilidad) y considero que lo más sensato es no hacerlo.

        Si uno está en un salón con mucha gente se acercca a algunos grupos para entablar conversación y a otros no. No lo hace indiscriminadamente con todos los grupos.

        Cada cual que busque sus interlocutores. Si alguno no encuentra ninguno el problema es suyo, no de los demás.

        • Julian Perez 20 February 2020 at 8:12 am Permalink

          Dicho esto, cada cual es libre de interactuar de la forma que prefiera. Voy a ejemplificar con uno de los cuatro casos en que opto por no intercambiar: Vicente (creo que no es rocket science deducir los otros tres, uno agregado ayer a la lista, y mis razones, que son distintas, en cada uno de ellos)

          Veo que otros optan por responder a los comentarios de Vicente. Está bien, yo decidí no hacerlo. No creo que sirva para algo que lo haga.

        • razón vs instinto 20 February 2020 at 8:13 am Permalink

          La cuestión es tan simple como ud la describe. Fácil…..

          • Julian Perez 20 February 2020 at 8:30 am Permalink

            Saludos, amigo Ramiro

            Sí, yo creo que es simple.

            Creo que me faltó un detalle para redondear la idea. Yo podría dedicar un tiempo para debatir con el Obispo Berkeley si yo existo o con Zenón de Elea si el movimiento existe, pero no eternamente, pues en ambos ejemplos son posiciones bastante absolutistas y que no dejan margen a la duda o a la discusión. Es más rentable discutir con Sócrates o Platón, que eran capaces de dudar.

            O si alguien sostiene que la obra cumbre de la literatura universal son las novelas de Corin Tellado y los críticos las censuran porque ponen en evidencia la mediocridad de todas las demás, está en su derecho de pensar así, pero opto por no debatir el tema. No sabría cómo hacerlo.

            En otras palabras, a veces es interesante debatir, pero otras veces, o es inútil o carece de interés.

          • Víctor López 20 February 2020 at 8:59 am Permalink

            Claro que el asunto es o parece simple. El único inconveniente en medios como este blog, es que no se puede dejar de escuchar jajaja. Tanta sapienza no alcanza a uno más cero más cero… para entenderlo. Pero lo peor (y mucho peor) es que lo que le dicen a alguien lo escuchan todos jajaja.

            Eche números, eche números…

        • manuel 20 February 2020 at 8:27 am Permalink

          yo tengo eliminado uno, ufffffff to much to me now, may be next year I give it another try

          • manuel 20 February 2020 at 8:28 am Permalink

            too much

          • Víctor López 20 February 2020 at 9:11 am Permalink

            Pero no puede eliminar las “patadas en el culo” (literarias claro) que se merece o le quieran dar.

            …y Carlos Alberto tampoco llegará en su ayuda, como ese par de acomplejados. Un saludo.

  9. manuel 20 February 2020 at 8:30 am Permalink

    Ramiro trae un articulo publicado hoy en un periodico, luego le echo un ojo:

    razón vs instinto
    20 February 2020 at 7:36 am

    El film sobre una experiencia fabril china en EE.UU. invita a preguntarse, en el debate de modelos políticos, qué ofrecen a cambio de lo que tenemos los partidarios del populismo

    20 de febrero de 2020
    “Un sistema increíble de relación con los empleados. Integra los recursos y responde al mercado”. El elenco de muchachas vestidas de amarillo y maquilladas como para un Carnaval o fiesta ritual canta sobre un luminoso escenario al ritmo de una música estridente, mezcla rara de plegaria y marcha marcial. El coro acompaña: “¡Producción inteligente y racionalizada! ¡Toda empresa debería adoptarla!”. La interpretación es sincrónica. Resulta evidente que las artistas de ojos rasgados han ensayado mucho antes del debut: transmiten eficiencia. Aunque nada de emoción. Es una extraña escena. Pero absolutamente real. Estamos en Fuging, provincia de Fujian, China, sede de Fuyao Group, gigantesca corporación que fabrica parabrisas para vehículos. Estamos, más precisamente, en una fiesta para recibir el primer año nuevo en la compañía luego de su desembarco en Estados Unidos. Son imágenes desbordantes de un fenómeno que nadie jamás imaginó: comunismo de mercado. A primera vista, una síntesis perfecta de lo peor de cada sistema.

    Una parte del público parece regocijado ante ese curioso show. Si no fuera lo que es, podría tratarse de una fiesta escolar, y los espectadores -trajes oscuros los hombres, elegantes vestidos las mujeres-, padres embelesados ante sus hijas debutantes. Pero también la imagen remite a un musical de Broadway alusivo a la planificación centralizada en un temerario país de Oriente. Hay algo de Tarantino en la puesta. Todos los participantes llevan bufandas rojas sobre los hombros. Y aplauden, entusiasmados, al compás de la exótica balada fabril. Los invitados occidentales al evento -un puñado de grandotes desaliñados, en contraste con la pulcritud y uniformidad de la platea local- parecen no salir de su asombro. No se sabe si los embarga la emoción o el espanto: observan hipnotizados como si estuvieran dentro de un laboratorio de experimentación humana. Toman fotos. Se miran entre ellos. Ríen tímidamente. Emiten gestos de perplejidad. O quizá de temor. ¿Se trata de agasajados en un inocente evento social? ¿O de prisioneros en una cárcel futurista? ¿Serán habitantes de una nueva sociedad? ¿O son conejillos de Indias en pleno proceso de transmutación? Bienvenidos al paraíso en la Tierra.

    En 2008, la empresa General Motors se declaró en quiebra y cerró su planta de Dayton, Ohio, una ciudad con 150.000 habitantes, acostumbrada a tragedias y fenómenos naturales, pero a salvo de las calamidades económicas. Así fue al menos hasta ese maldito año cuando diez mil trabajadores quedaron en la calle. De un día para el otro. Fin de un sueño americano. Pero, confirmando aquello de que no hay mal que dure para siempre, en 2010, se anuncia un nuevo y curioso acontecimiento: por primera vez en la historia norteamericana una corporación china vendría a probar suerte en ese sitio del Medio Oeste. Se trata de Fuyao Glass, la compañía de las niñas cantoras.

    El enorme esqueleto de la GM comienza a tomar vida a ritmo frenético. Se abren dos mil vacantes. No es la felicidad completa, pero puede ser el comienzo de una hermosa amistad. Vuelve la esperanza. Esta es, básicamente, la historia que cuenta American Factory, documental que acaba de ganar el Oscar en su género. Y se lo merece. Porque la obra de los directores Julia Reichert y Steven Bognar es un apasionante viaje por los confines de la condición humana. Un relato cargado de datos y con muy pocas opiniones. Una invitación a pensar. Hay muchas maneras de mirar el film. Entre ellas, la observación política. O, si se quiere, el análisis del entramado de dos mundos que parecían ir hacia direcciones contrarias y ahora convergen en un horizonte de negrura: el viejo capitalismo con su crisis de modernidad y esa peculiar forma de comunismo de los seguidores de Mao.

    El espectador se va deslizando por una pendiente cargada de sensaciones diversas. Verá la ilusión y el desencanto. El optimismo y la bronca. El sueño y la pesadilla como parte de una misma existencia. Los flamantes conquistadores, envueltos en escafandras clasistas oxidadas, han llegado al templo de la cultura occidental para demostrar a sus habitantes cómo se construye un verdadero imperio. “EE.UU. es un lugar donde puedes ser tú mismo. Mientras no hagas nada ilegal eres libre de hacer lo que quieras, incluso bromas sobre el presidente”, les explica un “profesor de cultura estadounidense” a los operarios chinos del primer contingente que arriba al país. Parece un elogio, pero es solo una descripción. A poco de andar las cosas se complican. Baja la alegría de los locales y sube la presión de los extranjeros. Sobre todo, cuando el presidente de la empresa, Cao Dewang, reconoce que lleva perdidos 40 millones de dólares en apenas doce meses. El viejo comunista sabe hacer cuentas.

    Las condiciones laborales se van endureciendo y los exempleados de la GM empiezan a extrañar a sus antiguos amos burgueses. “Quince minutos pagos para descansar; media hora no paga para almorzar”, establece el reglamento oriental. Poco a poco, desaparece el comedor de lo que fuera una empresa modelo y se multiplican las lesiones por falta de condiciones en la seguridad. Un veterano obrero reconoce: “Durante quince años en la General Motors jamás tuve una lesión”. La cámara lo muestra ahora con una bota de yeso alejándose dificultosamente de su puesto laboral. Otra empleada cuenta con amargura que en los tiempos dorados del capitalismo salvaje cobraba 29 dólares por día y ahora, con suerte, llega a los 12,84. En comparación, la alienación que se describe en la legendaria Tiempos modernos, de Charles Chaplin, parece un cuento de hadas.

    Los supervisores venidos de la casa matriz describen a sus nuevos empleados como “bastante lentos y torpes”. Uno de ellos, durante una conversación en Fuging, le reprocha a su colega americano: “Ustedes tienen ocho días por mes para descansar, nosotros solo uno o dos”. “Los norteamericanos son perezosos”, reconoce el visitante que parece empeñado en sostener la ilusión y, sobre todo, en conservar su nuevo empleo. Los chinos muestran rigor militante: “Solo pienso en hacer las cosas bien”, declara un ingeniero mientras fuma un cigarrillo luego de cenar en el despojado comedor de su casa alquilada. “Este es el mejor momento del día”, decribe, mientras exhala una bocanada de humo. En su planta nativa, mientras tanto, los operarios de Fuyao hacen formación militar y se numeran ante la mirada atónita de los visitantes occidentales. ¿Solo diferencias culturales?

    El conflicto crece en la planta de Dayton. Los trabajadores intentan agremiarse. “Un sindicato va contra nuestros intereses, si se meten acá, cerraré”, advierte el presidente Cao. En su país, el magnate no tiene este tipo de problemas: su cuñado dirige la organización de los trabajadores y es, a la vez, secretario general del PC local. Armonía total. Es curioso que estos temas no figuren en nuestra agenda a la hora de debatir los modelos alternativos. Y que muchos prefieran repetir consignas simplistas y hasta suicidas. ¿Qué ofrecen a cambio de lo que tenemos los ingeniosos partidarios del populismo? ¿Tercera posición? ¿Es China “comunista” esa alternativa? ¿Lo son Cuba o Venezuela? ¿O acaso lo es la teocracia iraní? No hay mucho para elegir. La trampa consiste en no decirlo. O decirlo a medias.

    • Manuel 20 February 2020 at 11:31 am Permalink

      En su país, el magnate no tiene este tipo de problemas: su cuñado dirige la organización de los trabajadores y es, a la vez, secretario general del PC [Partido Comunista] local¨¨

      esto basta para volarte los cesos, pero sobre todo, que no haya modo alguno para que exista control y transparencia. En los sistemas totalitarios, los corruptos, como este Cao, son sumamento felices, los que nunca sabrán qué es libertad y progreso son los pobres infelices que tengan que soportar semejante régimen de oprobios, del que Julian, yo, y 3 milloncitos más salimos huyendo a lo largo de los últimos 500 años. Podemos aspirar a algo mejor, pero con estas gentes dificil, es como querer construir un edificio que quede sólido, estable, sólo con intestinos de ratón

      • Manuel 20 February 2020 at 11:31 am Permalink

        sesos

      • razón vs instinto 20 February 2020 at 1:39 pm Permalink

        Occidente debe protegerse como sea de sufrir el destino de los obreros norteamericanos de la fábrica China de parabrisas instalada en EEUU.
        Si China supera ampliamente a los EEUU en poder económico, por tanto también político (y tiene conque dado que aún les queda 700 millones de mano de obra para servir de servidumbre no diferente a la Edad Media), que la situación de esos trabajadores no se generalice no se debe descartar.
        Si la competitividad global exige esas condiciones laborales, a ellas es probable que deban atenerse todos.
        Todavía lejano riesgo pero……

  10. Julian Perez 20 February 2020 at 8:54 am Permalink

    En los años sesenta se estrenó una película titulada ¨El mundo está loco, loco, loco…¨

    https://thefederalist.com/2020/02/20/wisconsin-parents-sue-to-keep-schools-from-hiding-their-kids-gender-dysphoria/

    • Víctor López 20 February 2020 at 9:32 am Permalink

      Sí, Julián. El escultismo Americano se fue también al carajo. En mi simple esquema sobre el asunto, todo gay es pedófilo. Saludos.

    • razón vs instinto 20 February 2020 at 9:34 am Permalink

      Lo único infinito es la estupidez humana.
      Qué locura….

      • Víctor López 20 February 2020 at 9:47 am Permalink

        Qué expresivo!

  11. Manuel 20 February 2020 at 9:52 am Permalink

    me quedo con esto: Sócrates o Platón, eran capaces de dudar.

    … los visitante que vienen lanzando fuego por los ojos, ofendiendo constantemente, y tanto que pareciera ser su único objetivo, tengo uno; de los demás aprovecho algunos pies forzados y pongo mis criterios

  12. Julian Perez 20 February 2020 at 11:32 am Permalink

    Estoy viendo el seminario del Hillsdale College. Muy interesante. En otro momento me gustaría comentar la primera conferencia sobre la ¨profundidad del pantano¨ con el testimonio de mi difunto y querido amigo Adrián que, en su labor periodística, tuvo oportunidad de ver el pantano de cerca, pero en esta ocasión lo que quiero hacer es traer las palabras con las que el Dr.Arnn cerró su conferencia:

    “Learn, and teach others. That will save the world”

    • Manuel 20 February 2020 at 11:33 am Permalink

      gracias J!

      • Julian Perez 20 February 2020 at 3:03 pm Permalink

        Coño, que buen seminario 🙂 Los cuatro conferencistas y la sesión de preguntas. Disfruté como un enano e hizo mi día.

        Y fui inmediatamente a comprar ¨Licensed to lie¨ para mi Kindle.

  13. Julian Perez 20 February 2020 at 11:36 am Permalink

    Por cierto, no vi el debate de los demócratas porque no tengo estómago para eso pero, por lo que leo, parece que el Bloom no salió muy bien parado.

    • Julian Perez 20 February 2020 at 12:13 pm Permalink

      Bueno… Aproveché la pausa de almuerzo del seminario para enterarme un poco mejor de lo que había pasado. ¨Bloom no salió muy bien parado¨ es un understatement. Fue un desastre total. Ganó la Warren, pero la opinión generalizada es que ganó ¨para Sanders¨, porque hizo lo que al Bernie le hacía falta: hacer trizas a uno de sus más peligrosos rivales.

      • Manuel 20 February 2020 at 12:19 pm Permalink

        el oponente mas conveniente para trump parece ser Bernie, trump lo haría puré de talco

        • Julian Perez 20 February 2020 at 12:21 pm Permalink

          Si, y Bloom parece ser el que más le preocupa a Trump. Debe de estar contento con lo que pasó en el debate. Debería mandarle un ramo de flores a la Warren.

        • Manuel 20 February 2020 at 12:25 pm Permalink

          por lo que dice, que espanta a muchos; y por como lo dice, tiene el carisma de un babosa cruzada con martillo neumático

          • Julian Perez 20 February 2020 at 12:32 pm Permalink

            >>el carisma de un babosa cruzada con martillo neumático

            Je, je. Muy bueno.

            En la película ¨Un rostro en la muchedumbre¨, un personaje dice acerca de un candidato político ¨más soso que el beso de una vieja¨. Creo que puede aplicarse al Bloom.

          • Julian Perez 20 February 2020 at 12:35 pm Permalink

            Pete no lució mal. Puede que siga en la pelea. La Warren ganó terreno, pero no creo que el suficiente como para llevarse el gato al agua. Y a Biden no lo saca del hoyo ni una grua.

          • Manuel 20 February 2020 at 2:04 pm Permalink

            On Pete>

            “ Mr Buttigieg has compared his rise to that of Emmanuel Macron in France or Matteo Renzi in Italy. Each was under 40 when first elected. America has never had a presidential candidate quite like him, not just because of his age or his family’s Maltese ancestry. He has taken to calling himself a “progressive veteran”. He is a brainy polyglot able to converse in Arabic, Dari, French, Norwegian and Spanish, among other tongues. He likes to chat about philosophy. One wealthy donor, who has spent time in conversation with all the main Democratic contenders, lauds him as “fantastic” and the “most intellectually curious by a mile” of all of them.”

        • Víctor López 20 February 2020 at 2:21 pm Permalink

          ???

  14. Manuel 20 February 2020 at 1:23 pm Permalink

    …hablando de anticarismas, el de Fuente:

    ¿Qué tan cercanos fueron Ernest Hemingway y Fidel Castro?
    Norberto Fuentes, autor del libro “Hemingway en Cuba”, devela la verdad de la relación entre Ernest Hemingway y Fidel Castro. Fuentes niega que haya existido una amistad entre ambos personajes y cuenta que Hemingway, compartió personalmente con el exlíder cubano apenas 15 minutos el 15 de mayo de 1960.

    MÁS: Los secretos de la vida de Hemingway en Cuba
    Por Camilo Egaña, CNN
    Publicado a las 23:07 ET (04:07 GMT) 14 febrero, 2020
    https://cnnespanol.cnn.com/video/norberto-fuentes-hemingway-cuba-relacion-fidel-castro-camilo-cnne-sot/

    • Julian Perez 20 February 2020 at 2:34 pm Permalink

      >>Hemingway, compartió personalmente con el exlíder cubano apenas 15 minutos el 15 de mayo de 1960.

      Puede ser. Mi falta de empatía con lo que escribió Hemingway nada tiene que ver con la relación que pueda haber tenido con el Sr. Castro.

      En el caso del Gano, sospecho que su amistad con Castro tenía una razón práctica. Iba a buscar inspiración para sus fantasías. Quizás Macondo se inspiró en el absurdo cubano.

  15. Manuel 20 February 2020 at 2:09 pm Permalink

    Mauricio Claver-Carone: “Vamos a aplastar la tiranía de Maduro”
    Mauricio Claver-Carone, director para el Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad de EE.UU., dijo que antes de aplicar las sanciones a la petrolera Rosneft se habían hecho advertencias, pero que no obtuvieron respuestas. Claver-Carone sostuvo, tal como expresó Donald Trump, que van “a aplastar y destruir la tiranía de Maduro”.

    Por Juan Carlos López, CNN Publicado a las 18:20 ET (23:20 GMT) 19 febrero, 2020
    https://cnnespanol.cnn.com/video/mauricio-claver-venezuela-rosnef-petroleo-embargo-trump-eeuu-dusa-cnnee/

  16. Víctor López 20 February 2020 at 3:05 pm Permalink

    El opositor más peligroso sin lugar a dudas es Bernie, porque no representa al partidos políticos, sino a una ideología (igual que Trump). Cosechará mayoritariamente el voto negro, el hispano, los resentidos sociales, los multicolores (que no tienen que preocuparse por su descendencia), los “experimentadores” (que son buena parte de los que no se hicieron ricos en tres años), los adictos y unos cuantos más. Lo único que lleva en su contra es que muchos demócratas tradicionales blancos se quedarán en su casa.

    Hay que dejarse de jodas, el viejo tiene tremendo carisma de patriarca salvador, y hará furor en las finales. CUIDADO!

  17. Manuel 20 February 2020 at 4:38 pm Permalink

    In Canada hundreds of people die and tens of thousands harm their health because they stop taking medicines, according to a report in 2018 by a nurses’ union.
    Politicians now agree that Canada has a drug problem. Justin Trudeau, the Liberal prime minister, who has led a minority government since a parliamentary election in October, calls drug prices a “terrible financial barrier”. In December the government said it would introduce “national pharmacare”, some sort of federal drug-insurance benefit. That leaves big questions unanswered. Just how Mr Trudeau goes about fixing drug coverage will be one of the biggest decisions of his second term.

    Currently, most Canadians get drugs through a patchwork of public and private insurance schemes. Around 60% are enrolled in one of more than 100,000 private plans, mostly through their employers. Provincial governments provide insurance to groups such as old or jobless people, and in some cases to poor families. The federal government covers indigenous Canadians and members of the armed forces. This fragmented system leaves people out, including many low-wage and self-employed workers.

    A federal board sets a ceiling on prices for patented drugs, using international benchmarks to determine what is excessive. Provincial governments collaborate with each other and with the federal government to bargain prices down further. But Canada’s complex public-private system weakens its negotiating power. It does not have the market clout of England’s National Health Service, almost the sole buyer of prescription drugs in its market.
    The main question facing Mr Trudeau is whether to fill in the gaps with a modest federal scheme, or replace the patchwork with a universal plan. He is under pressure to pick the bolder option. Two-thirds of voters want a universal plan. The left-leaning National Democratic Party (NDP), whose votes Mr Trudeau will sometimes need, backs universality. So did a government-appointed panel in June. “Every single darn study always comes to the same conclusion,” says Don Davies, the NDP’s health spokesman.
    The panel forecast that a universal plan would reduce overall spending on prescription drugs, which is around C$34bn ($26bn) a year. By 2027 Canada would spend 10% less than currently projected. That is because the federal government could negotiate lower prices for bulk purchases of drugs, said the panel. It could also speed up the switch to (much cheaper) generics when patents expire. Employment costs would fall by C$750 a year per worker, because employers would no longer feel obliged to pay for drugs. Other things being equal, this should translate into higher wages. Families’ out-of-pocket expenses would also fall by C$350. Other health-care costs would also drop. Patients who skip medication tend to get sicker and need to go to hospital. This is much more expensive than taking the drugs would have been, and the taxpayer picks up the tab.
    But Mr Trudeau is wary of an ambitious national plan that would push up federal spending. The advisory panel reckons that universal coverage would eventually cost the federal government an additional C$15bn a year, more than half this year’s expected budget deficit. It would probably also lead to an increase in taxes. Opponents make an argument that will sound familiar to Americans: people with private insurance get better coverage than they would under a public scheme. As in the United States, few Canadian workers realise that the high cost of employer-provided health insurance comes out of employees’ wages, collectively.

    Provinces and territories, which are in charge of public health care, might also resist drug reform. In 2011 the federal government, then led by the Conservatives, cut in half the annual increase in its contribution to provincial and territorial health budgets. Provincial governments suspect that pharmacare will be used to dump more costs on them. It is the “most expensive and disruptive option” for provinces, says Tyler Shandro, the health minister of Alberta, a western province governed by Conservatives. Provincial leaders have already said they want the right to use the money that would be spent on universal pharmacare for their own health-care priorities.
    Before the election Mr Trudeau promised a C$6bn “downpayment” on pharmacare over four years, far less than needed for a universal programme. Support for a more modest plan could come from the-Bloc Québécois, a nationalist party from Quebec that has more seats in Parliament than the NDP. Quebec is the only province with universal public coverage for citizens who lack private insurance. The Bloc is unlikely to endorse a federal programme that replaces it.
    The government has begun an economy drive. It is lowering price ceilings by removing the highest-cost countries, such as the United States, from federal benchmarks. That will reduce national spending on drugs by a modest C$130m a year on average over the next decade, it expects. The government also plans to establish a national drugs agency to improve co-ordination with provinces in bargaining with pharmaceutical firms and to consider ways to standardise and expand drug coverage. But this may take years. Until then, Canada will not be quite the role model that Mr Sanders thinks it is. ■

  18. Manuel 20 February 2020 at 4:42 pm Permalink

    La política y la sociedad cubana, se siguen haciendo
    En USA desde que España se marcho de allá hace
    122 anos, a juzgar por comentarios como estos:

    Amauris Batista Batista en febrero 20, 2020 a las 10:35 am
    Lo triste es que mientras los de aqui y los de allá juegan a la política, el pueblo sigue pasando, necesidades y carencias, y nadie tiene que sancagear un plato de comida o el detergente, mientras el tiempo pasa, las promesas de reformas ni se mencionan, y la vida se te va escurriendo poco a poco y tus sueños , tendrás que posponerlos hasta cuándo el nuevo presidente de turno en EUA,afoje un.poco la tuerca o por fin acá se hagan las esperadas reformas, ojalá para entonces todavía conservemos la vida, sería mucho pedir la juventud….

    • Manuel 20 February 2020 at 4:43 pm Permalink

      https://jovencuba.com/2020/02/20/la-teoria-del-ultimo-impulso/#comment-307795

      • Julian Perez 20 February 2020 at 6:09 pm Permalink

        Nunca me había asomado a la Joven Cuba esa y me asomé por curiosidad. ¿Qué es? ¿Algo que está haciendo el gobierno para crear un espejismo de apertura como la película Fresa y Chocolate (la que sí se les fue de las manos fue Alicia en el pueblo de Maravillas)? ¿O va más allá de eso?

        • Manuel 20 February 2020 at 7:12 pm Permalink

          gente joven evolucionando hacia su desaparición.
          Como pasó con Ravsverg, y con los filmes buenos
          como Alicia en el Pueblo Maravillas
          https://www.google.com/amp/s/amp.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article214826630.html

          • Julian Perez 20 February 2020 at 8:25 pm Permalink

            O sea, es algo que se les ha ido un poco de las manos y que eventualmente desaparecerán o censurarán más. No como el domesticado CubaDebate. Ya veo.

          • manuel 20 February 2020 at 10:04 pm Permalink

            creo que cdo unos pocos de provilegiados se cansen del juego sucio, emprenderan el camino peligroso de las reformas para dar libertades; y es ahí cdo empezará a haber algo nuevo. Mientras tanto, seguiremos viendo mas de lo mismo por mas de una década. Digamos que es la década de crear los precursores para el cambio, los elementos que ganarán protagonismo en los años 30s cuando gente sin miedos comenzarán a cambiar todo lo que tiene que ser cambiado, y he ahí que se van a dar cuenta que lo mejor es liberar a la gente, abrir el pais, dar todas las libertades de todo tipo, y venderle al ostracismo que sólo sirve a unos cientos de dinosaurios ya casi todos extintos o buscando vida en otra parte

        • Manuel 20 February 2020 at 7:17 pm Permalink

          los artistas cubanos son buenos
          https://youtu.be/fbOQRt21rgo

          • Julian Perez 20 February 2020 at 8:37 pm Permalink

            Hay muchas películas cubanas que fueron indiscutiblemente buenas. La muerte de un burócrata, Se permuta, Una novia para David… Son los primeros títulos que vinieron a mi mente de películas que fueron muy de mi agrado.

            En el caso de Una novia para David, tenia para mi el valor añadido de que Landy, su director, estaba en el grupo de cine de la Universidad (al que yo también pertenecía) cuando éramos estudiantes 🙂 Era un cine-club. Organizábamos ciclos de películas en el anfiteatro Varona de la colina y luego los martes en la Cinemateca cuando aún estaba en 23 y 10 y no se había mudado para La Rampa.

          • manuel 20 February 2020 at 10:07 pm Permalink

            yo veía de 4 a 5 pelis diarias cuando los Festivales del Nuevo Cine LA, era un modo de liberarme un poco de la atmósfera viciada de nuestro país. Era un cine que me llegaba mucho, sobre todo porque había tenido dos novias, una mejicana y otra boliviana, y viendo esas películas me llenaba de esperanzas, de un día poder vivir algo distinto a todo lo que me tocaba

  19. Víctor López 20 February 2020 at 6:06 pm Permalink

    Postee equivocadamente en la otra columna.

    La gente siempre “ve” lo que quiere ver, y como un ejemplo de tantos está este blog. El candidato a enfrentarse a Trump se ha evidenciado que es Sanders, y se ha evidenciado también que es un candidato formidable, ya puede ir empacando sus bártulos Mr. Trump si de aquí a noviembre no “le ocurre algo” a Sanders. Algún fallo en su precaria salud, un accidente cerebrovascular, en fin, lo que le pasa a los viejos. Claro que también andan por ahí fanáticos terroristas… nunca se sabe. Lo que sí está claro y a la vista es que “el loco Sanders” tiene más que hartas posibilidades de llevarse a Trump entre las patas. Carlos Alberto me recuerda ahora al Fausto de Goethe, tanto quería ver fuera a Trump, que al final el diablo va a concederle el deseo con Mr. Sanders. Saludos.

    Pd) Con todo respeto le recomiendo al klan Carvajal, subirse al vagón de cola y VOTAR A GANAR con Sanders.

  20. manuel 22 February 2020 at 6:35 pm Permalink

    ¿por qué cuba no prospera?, estoy hablando de Cuba, del lugar con el que más me he relacionado

    cuba está repleta de gente estúpida

    la economía la hacen personas inteligentes, prósperas, abiertas; no estúpidos redomados.

    nadie va a donde hay estúpidos.

    la economía de ese lugar fenece; más en un mundo en el que las coneciones entre países y culturas y demás, han ido aumentado exponencialmente en las últimas décadas.

    simple.

    esto no lleva tanto analisis.

    Están los que se creen el cuento del Imperio terrible que le hace la guerra al pobre paisito.

    Están los que se creen otros cuentos, otros mil cuentos.

    Japón propera, China prospera, India prospera, EEUU prospera, los tigres asiaticos prospera, los Europeos occidentales prosperan, algunos LA prosperan, PORQUE estan llenos de personas inteligentes, con las que da gusto conectar, hablar, hacer negocios, montar empresas

    Mientras el cubano sea un estúpido asqueroso, así mismo le irá. Como le ha ido.

    • manuel 22 February 2020 at 6:52 pm Permalink

      cada mes de los ultimos 734 meses, se suman personas al criterio de que los cubanos son un asco, a medida que se incrementa el guarismo, se unde la economía cubana

      son dos aspectos directamente proporcionales, con una relación causal entre ellos

      .

    • Víctor López 22 February 2020 at 7:30 pm Permalink

      Qué le pasa. Se cree sueco acaso?

    • Manuel 22 February 2020 at 8:00 pm Permalink

      conexiones


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