22 September 2019 ~ 7 Comentarios

The world changes skin

By Carlos Alberto Montaner

Democracies are upside down, but they move. With ups and downs, with marches and countermarches, but they move in the right direction. The scandals that have arisen around Odebrecht, FIFA or Siemens are a sample. We must not fear these scandals. The world is shedding skin.

The United Kingdom does not know how to divorce the European Union. In Spain and Israel, they do not agree to form a coalition government capable of reconciling in parliaments the diversity of their societies. In Argentina, a sick country after 70 years of populism, they will again hand over the keys of the State to an incompetent and dishonest lady who has already destroyed it and looted it thoroughly. However, the melancholic definition given by Winston Churchill is still true: “the worst form of government… except for all the others.”

Somehow, the option is simple; either there is a government presided over and directed by omnipotent human beings, or, instead, universal rules administered by an independent Judicial Branch are followed.

We live in states where a man or a group of men rules, or, conversely, in which authority, limited by law, is given to the majority, as democratic principles recommend.

We enrich or impoverish ourselves in an economic system governed by favoritism, in which a central power decides who are the winners and who are the losers, or we opt, contrario sensu, for an open and free market, in which blind supply and demand determine who become rich and who become poor, regardless of personal relationships.

American Douglass North, a brilliant Nobel Prize in Economics, described the two models of behavior that humanity has known since, more than ten thousand years ago, abandoned nomadism and founded states. North called them: “limited access societies” and “open access societies” (Violence and the Rise of Open Access Orders. Journal of Democracy, 2009).

There’s no more.

The “limited access” societies soon established a distribution of benefits that extends to this day and consists of sharing the income between the bosses and the courtiers. Out of 200 nations on the planet, 140 or 150 are “limited access societies,” but that is changing rapidly. There is a sudden transfer from one model to the other. Privileges are no longer a gift, as it is not enriching oneself outside of licit and competitive activities.

The first “open access” society was the American republic born in 1776 but continued in 1787 with the drafting of the Constitution in Philadelphia. As George Washington flatly refused to be named king, they chose a democratic procedure to transfer authority to the electors, who became the recipients of sovereignty.

It is evident that this “open access society” that had emerged in the United States did not take into account (among others) women, blacks and natives, but the adopted Republic was an open model, absolutely revolutionary, which allowed progressively incorporating everybody.

From the four million whites registered in 1790, the nation has gone to 325 or 330 million people of all colors and religions that will be counted in the 2020 census. From the two million square kilometers distributed among the 13 original states along the Atlantic shore, now it has more than nine million, on both coasts, divided into 50 states, including the Hawaiian archipelago.

The example of the United States was followed, abandoned and then retaken by France, Holland, England, Belgium, Germany and thus up to 27 countries in the European Union. Likewise, almost all Latin America simultaneously imitates and rejects the American model of “open access”, but the persecution of corruption and international crime foretells a moment in which this block of countries will accept as inevitable to conduct some public affairs as they do in the United States. This is the way things will turn out.

7 Responses to “The world changes skin”

  1. danettee 22 September 2019 at 9:26 pm Permalink

    tu ere tiene el panejo canbiado

    cam lion

    descarado vivi dor

    The world changes skin

  2. Víctor López 22 September 2019 at 9:29 pm Permalink

    Bueno… eso opina Carlos Alberto (jaja). Pero las causas que hacen que algunas sociedades de Europa dieran “marchas” y “contramarchas” puede que sean muy distintas a las contramarchas y más contramarchas que dan las de Oriente medio, África o esta América Latina.

    Los países de Europa tenían sus sistemas, como el monárquico que contaba con devotos que añoraban volver a ellos, lo mismo pasó o pasa con los nostálgicos imperiales , como los súbditos de la antigua URSS, Reino Unido, Imperio Alemán… Pero por África y estos lares las cosas como que son diferentes, las contramarchas parecen vueltas irreversibles al barbarismo y da la impresión de que existe un trasfondo humano.

    Por ejemplo: a cuál “sociedad abierta” va a marchar Liberia, el gran sueño de los americanos de color, que volvieron al África llevando en sus barcos los papelitos fundacionales de Jefferson? La pregunta vale también para Haití, Honduras y varios más que van a mitad de camino del abismo.

    El planeta tiene ahora ampliados los “vasos comunicantes” que hacen que las sociedades se vayan mezclando y nivelando, o mejor dicho que los que escapan de sus “sociedades de acceso limitado” (qué invento de nombre) vayan a reproducir en la “sociedad de acceso libre” el mismo tipo de sociedad de la que salieron huyendo (aquí hay unos cuantos).

    Que escándalos como los de la FIFA, Obedrech, Siemens… vayan a hacer un cambio, no pasa de ser un buen deseo. Simplemente porque los poderes judiciales, o lo que va quedando de ellos, prosiguen con un proceso de infiltración, parecido al de los “vasos comunicantes” (pero en lo mafioso) y corrompiéndose de manera cada vez más acelerada.

    Para que la humanidad marche hacia algún destino mejor tendrá que pasar inevitablemente por la eugenesia, y ese proceso llevará siglos, si es que las “contramarchas”, por ejemplo una nuclear, no lo frustren de cuajo. En términos históricos unos cuantos siglos no son tantísimo tiempo.

    A corto y mediano plazo soy pesimista. Cordialmente.

  3. Víctor López 23 September 2019 at 7:59 am Permalink

    Es curioso. Se pierden palabras al pegar el copy. El texto aquí lo pegué inmediatamente después que pegué el mismo texto en el artículo de CAM anterior, pero le faltan tantas palabras respecto al otro que no puede ni entenderse.

    Qué extraño. Será por mi celular o será la señal que hace baches en internet?

  4. Cubano-Americano 23 September 2019 at 9:13 am Permalink

    Ningun ser humano es igual a otro..Incluso los gemelos que comparten el mismo DNA…porque los cambios Epigenetic del medio ambiente los desigualan..lo mismo pasa con los pueblos..no hay un pueblo identico a otro..por eso las variants en los sistemas a implatar..objetivos identicos..modus operandi different y eso en un periodo de tiempo inmenso para el ser humano..y corto para un pais y su historia..soy optimista.

  5. Víctor López 23 September 2019 at 9:30 am Permalink

    Bueno… eso opina Carlos Alberto (jaja). Pero las causas que hacen que algunas sociedades de Europa dieran “marchas” y “contramarchas” puede que sean muy distintas a las contramarchas y más contramarchas que dan las de Oriente medio, África o esta América Latina.

    Los países de Europa tenían sus sistemas, como el monárquico que contaba con devotos que añoraban volver a ellos, lo mismo pasó o pasa con los nostálgicos imperiales , como los súbditos de la antigua URSS, Reino Unido, Imperio Alemán… Pero por África y estos lares las cosas como que son diferentes, las contramarchas parecen vueltas irreversibles al barbarismo y da la impresión de que existe un trasfondo humano.

    Por ejemplo: a cuál “sociedad abierta” va a marchar Liberia, el gran sueño de los americanos de color, que volvieron al África llevando en sus barcos los papelitos fundacionales de Jefferson? La pregunta vale también para Haití, Honduras y varios más que van a mitad de camino del abismo.

    El planeta tiene ahora ampliados los “vasos comunicantes” que hacen que las sociedades se vayan mezclando y nivelando, o mejor dicho que los que escapan de sus “sociedades de acceso limitado” (qué invento de nombre) vayan a reproducir en la “sociedad de acceso libre” el mismo tipo de sociedad de la que salieron huyendo (aquí hay unos cuantos).

    Que escándalos como los de la FIFA, Obedrech, Siemens… vayan a hacer un cambio, no pasa de ser un buen deseo. Simplemente porque los poderes judiciales, o lo que va quedando de ellos, prosiguen con un proceso de infiltración, parecido al de los “vasos comunicantes” (pero en lo mafioso) y corrompiéndose de manera cada vez más acelerada.

    Para que la humanidad marche hacia algún destino mejor tendrá que pasar inevitablemente por la eugenesia, y ese proceso llevará siglos, si es que las “contramarchas”, por ejemplo una nuclear, no lo frustren de cuajo. En términos históricos unos cuantos siglos no son tantísimo tiempo.

    A corto y mediano plazo soy pesimista. Cordialmente.

    Vuelvo a publicarlo porque al subir el anterior se perdieron muchas palabras. Me disculpan.

  6. Víctor López 23 September 2019 at 9:38 am Permalink

    Ni siquiera un país es idéntico a si mismo, Cubano. Heráclito lo resumió hace siglos “no nos bañamos dos veces en las aguas del mismo rio”.

    Como ejemplo extremo: Cuba. Qué quedó de aquellos cubanos.

  7. Cubano-Americano 23 September 2019 at 1:16 pm Permalink

    Hay una simple premisa: ” Si un ser humano no es igual a otro ser humano..ningún pueblo es igual a si mismo”
    Creo que el hombre reacciona a su medio y viceversa…uno puede transformar hasta cierto punto tu medio, pero empezando por uno mismo para estar preparado para hacerlo funcional…


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