24 June 2017 ~ 9 Comentarios

Trump y Cuba

Seminario realizado en el Instituto Cubano y Cubano-Americano de la University of Miami, Casa Bacardí, 22 de junio 2017

Carlos Alberto Montaner

Comienzo por reiterar que soy un periodista independiente, ni republicano ni demócrata,  y que mis palabras nada tienen que ver con CNN en español, empresa en la actúo como comentarista.

Hay cosas del presidente Trump que no me gustan nada, y a ellas les he dedicado varios artículos. Pero hay otras que me parecen acertadas. Una de ellas es su política cubana.

En todo caso, tras 11 presidentes norteamericanos y casi 60 años de exilio es natural recibir con cierto escepticismo la solidaridad de los políticos. Con frecuencia son ejercicios retóricos en épocas electorales.

En esencia, lo que ha hecho Trump es recuperar la política de contención, de containment,  puesta en marcha desde que Harry Truman proclamó la doctrina que lleva su nombre en 1947. Obama en cambio, se dejó llevar por la de acercamiento, de engagement, que a mí me parece mucho más deficiente.

Podrá decirse que han pasado casi 60 años desde el triunfo del fallecido Fidel Castro, pero él, su hermano, y la generación que entonces tomó el poder, continúan gobernando. Por parte de ellos poco o nada ha cambiado. Congelaron la historia. Cuando Raúl y sus peones aseguran que los cambios se hicieron en el 59, y ya no hay nada sustancial que cambiar, están diciendo exactamente eso.

Sospecho que Raúl Castro debe estar lamentando no haber tomado el egagement de Obama como la gran oportunidad para hacer las profundas reformas que Cuba necesita, en lugar de regalarle a Trump el mejor argumento para regresar al containment: el inmovilismo de la dictadura.

En lugar de dar un golpe de timón en la Isla, como secretamente esperaban las tres cuartas partes del aparato y casi la totalidad de los cubanos, Raúl Castro se dedicó a sacar las ridículas “Cuentas del Gran Capitán” para intentar que Washington le abonara a Cuba miles de millones de dólares por los daños infligidos durante el embargo comercial.

Aunque Trump lo anunció durante la campaña, desde que se reunió en Miami con la Brigada 2506, cuerpo expedicionario que le volvió a hacerle un notable servicio a Cuba, me sorprendió gratamente su discurso en el Teatro Artime, especialmente cuando enfocó las represalias norteamericanas en el aparato militar simbolizado por Gaesa.

En definitiva, ¿por qué el cambio de estrategia y retomar la contención con respecto a Cuba puede ser positivo para USA?

  • Es positivo con relación a USA porque identifica claramente que Cuba es un enemigo perseverante y tenaz. El peor error de cualquier nación es no saber identificar amigos y enemigos.
  • El régimen cubano es aliado y colaborador de Corea del Norte.
  • Es aliado de Irán. Fidel lo dijo en Teherán a principios del S XXI: “Cuba e Irán pueden poner de rodillas a Estados Unidos”. Luego Cuba le abrió las puertas de América Latina a Ahmadineyad y le creó un circuito de colaboradores en la región.
  • Cuba es la cabeza del Socialismo del Siglo XXI, gran esfuerzo restaurador de una forma de comunismo (la mayor cantidad de antioccidentalismo que resiste el planeta tras la debacle del comunismo), iniciado con el Foro de Sao Pablo tras el fracaso del marxismo-leninismo en la URSS y Europa oriental.
  • Cuba es el gran respaldo de Venezuela. Sus servicios controlan a ese pobre país. Es también el poder tras el trono en Bolivia, donde el embajador se sentaba en el Consejo de Ministros.
  • La nueva política de Trump con relación a Cuba es positiva porque le devuelve a la oposición un elemento central que se había perdido con la estrategia de Obama: la idea de que el gobierno cubano, para reconciliarse con Estados Unidos, tiene que admitir la libertad de asociación, excarcelar a los presos políticos y respetar los Derechos Humanos. Ya es muy claro que existe una tarea pendiente: la democratización de Cuba si el gobierno quiere normalizar sus relaciones con Washington.
  • También refuerza la posición de los reformistas que, dentro de Cuba, no tenían la menor fuerza porque, si ya existía la reconciliación con Estados Unidos sin exigirle nada a cambio a la Isla, ¿qué podían ofrecer ellos?

Por supuesto, hay aspectos negativos  para USA y para Cuba con el cambio introducido por Trump.

Es negativo para la imagen de USA porque, lentamente, poco a poco, la hábil diplomacia cubana fue arrinconando a Washington en las esferas internacionales hasta aplastar a su enemigo en el tema del embargo. A La Habana no le cuesta nada retomar ese ímpetu propagandístico.

En la década de los sesenta y setentas, y hasta en parte de los ochenta,  el gobierno cubano estaba bastante aislado y padecía (y merecía) una imagen muy negativa.

A partir de cierto punto la imagen comenzó a cambiar y prevaleció el criterio del pequeño David, empobrecido por el embargo, empeñado en una batalla desigual con el gran Goliat abusador.

Para debilitar la resistencia de Washington fue muy importante la labor de la espía Ana Belén Montes en el Pentágono. La tarea que sus jefes norteamericanos le encomendaron era unificar y contextualizar las labores de los diferentes cuerpos de inteligencia con relación a Cuba. Pero la tarea que le asignó Cuba era mucho más sutil y perdura hasta hoy, pese haber sido descubierta, encarcelada en el 2001 y condenada a 25 años de cárcel: convencer a las autoridades norteamericanas de que la Isla no significaba el menor peligro para Estados Unidos y que mantener el embargo y la estrategia de contención era un grave y contraproducente error. Obama cayó en esa trampa.

Es negativo para muchos cubanos porque bastantes personas dentro de la Isla suponen que con el engagement se favorecía la calidad de sus vidas al disminuir la hostilidad entre los dos países.

En el exilio, son también numerosos, aunque sean una minoría, quienes sostienen que la forma de cambiar el sistema, aunque sea a muy largo plazo, es desarrollando una Sociedad Civil económicamente poderosa.

El problema de esa estrategia es que no hay precedentes que demuestren que los cambios económicos derivan en procesos de democratización. Los chinos llevan más de 40 años creando clases medias y apoyando a los emprendedores sin que exista el menor vestigio de libertad.

Se olvida, además, que el régimen de los Castro ha desarrollado su propio modelo económico, el Capitalismo Militar de Estado, que condena para siempre a los cubanos a la miseria porque sólo posee dos fuentes de enriquecimiento: el alquiler de profesionales en el extranjero y la asociación entre los militares y las empresas extranjeras para la explotación de la dócil mano de obra cubana.

Parece evidente que, hasta tanto no desaparezca el sistema y no se le ponga fin al Capitalismo Militar de Estado, los cubanos seguirán padeciendo una dictadura improductiva y oprobiosa. Tal vez, en ese aspecto concreto, la política de Donald Trump, tan fallida en otros aspectos, dé buenos frutos. Mucho mejores que el engagement.

9 Responses to “Trump y Cuba”

  1. Efraín Montero 25 June 2017 at 7:04 am Permalink

    Vamos, don Carlos Alberto: usted es un democristiano, o sea “socialista light” confundido.

    • Julian Perez 25 June 2017 at 7:51 am Permalink

      Lo cual es inevitable para una figura pública que vive en España. No ¨confundido¨: absolutamente consecuente con la ideología imperante. Uno no puede vivir muy alejado de su contexto y en España, donde vivi 12 años, no existe el nivel de conservadurismo norteamericano. Es verdad que ultimamente el partido demócrata se ha sesgado mucho hacia la izquierda, pero aún así está todavía más a la derecha que el PP. Incluso Franco, al que los españoles consideran ¨extrema derecha¨ era un adalid del estado poderoso y de meterse en aspectos de la vida privada de los ciudadanos en los que al gobierno no se le ha perdido nada. Y esto lo digo porque, antes de que me fuera de Cuba, unos visitantes españoles a los que conocí estaban asombrados de cuánto se parecía lo que veían en Cuba al franquismo.

  2. Bacu 25 June 2017 at 8:07 am Permalink

    Felicitaciones CAM, por fin distes en el clavo con Trump, como te había comentado anteriormente, no se que tan bueno pueda ser Trump como presidente de USA pero lo que si estaba mas que claro que el único que podia hacer algo por ayudar a Cuba era y es Trump, ya solo por eso merece todo mi aprecio. Es Trump ademas de los pocos presidentes, en caso que haya otro, que ha tratado de cumplir todo lo que prometio y eso merece nuestro respeto, porque a Trump lo eligieron para que cumpliera sus promesas y el lo esta haciendo, no como otros, por ejemplo Obama, no recuerdan todo lo que prometio de lay sobre emigración y teniendo las dos camaras de sus lado, ni tan siquiera trato. Lo que hizo fue crear el fracaso del ObamaCare. Que por suerte están al desmantelarlo. No hablemos de la entrega a los kkastros de todo lo que les dio la gana. Nuevamente mis felicitaciones.

    • Julian Perez 25 June 2017 at 9:32 am Permalink

      >>Es Trump ademas de los pocos presidentes, en caso que haya otro, que ha tratado de cumplir todo lo que prometio y eso merece nuestro respeto

      Uno puede estar en desacuerdo con algunas de las políticas del presidente Bush como, por ejemplo, el bailout o quizás ¨No child left behind¨ (y de hecho yo lo estoy) pero fueron consecuentes con su programa. El se definió como conservador compasivo y así actuó siempre. ¨Bush lied¨ es la mayor mentira: él no era un presidente mentiroso, al contrario, fue uno de los más honestos. Mis cuatro presidentes favoritos de los siglos XX y XXI son Truman (para que no se diga que todos son del GOP), Eisenhower, Reagan y Bush hijo. Y los tres que considero peores son Woodrow Wilson, FDR y Obama (a Kennedy le veo algunas cosas buenas, otras no). Aún es muy pronto para juzqar la presidencia de Trump.

  3. Manuel 27 June 2017 at 6:41 am Permalink

    El gob cubano descubrió el fuego.
    para Él; la poca violencia, droga y pobreza extrema,
    el acceso universal a los sistemas de educacion y salud;
    son conquistas mas q suficientes para defender aquello con los dientes, al estilo stalinista.
    Y mucha gente lo acepta, después de todo es miu facil convencer a muchos de q eso es bueno
    (Hoy la figura maxima en la historia mundial es precisamente Stalin)
    y en cuba ha descubierto ese fuego, hace más de 6 décadas lo hicieron.
    +

    Despues de todo son solo 6 décadas, no un millon de años.
    wikipedia.org:
    A South African cave has yielded what researchers are calling the earliest evidence of fire control by human ancestors. In a paper published today in the Proceedings of the National Academy of Sciences, an international team announces the discovery of burned plants and bones from 1 million years ago.

  4. Manuel 27 June 2017 at 6:44 am Permalink

    Stalin, el más importante (*para los rusos):
    https://www.google.com/amp/s/www.washingtonpost.com/amphtml/news/worldviews/wp/2017/06/26/for-russians-stalin-is-the-most-outstanding-figure-in-world-history-putin-is-next/

  5. Dario Hernandez 27 June 2017 at 3:22 pm Permalink

    Señor Montaner, espléndida su disertación. Sin embargo, sospecho que Trump es un objetivo demasiado fácil para el odioso sistema de propaganda oficial. Para empezar, Trump es incoherente. Ha estado predicando durante mucho tiempo que los Estados Unidos no están para dar a nadie lecciones de derechos humanos, y de pronto, al tratarse de Cuba, enarbola la bandera de la democracia para lanzar al gobierno cubano una perorata mordaz y agresiva. Cinco posibles lecturas partidistas de este comportamiento que los medios acá ya está vendiendo a la audiencia nacional: 1) el presidente es arrogante, como el imperio que representa, 2) el presidente es un retrógrado reaccionario al retomar un discurso superado, 3) el presidente solo sirve los intereses de una minoría de contras que no representan los anhelos de ninguno de los dos pueblos y se deja manipular por los grupos de presión, 4) el presidente solo pretendía complacer a la derecha de Miami para ganar los votos de la Florida, 5) Les dije que desconfiaran de los yanquis, Fidel Castro dixit. Hubiera sido demasiado pedir a Trump que discursara gentilmente sobre las relaciones con Cuba, al tiempo que actuara para limitar la esfera del estado e incrementar la participación de la sociedad civil? Lo bueno de Obama, como lo veo, es que desarmó a la propaganda con su talante conciliador, sus posturas abiertamente pro-democráticas y sus mensajes de esperanza para los cubanos. Este tono no debió perderse: limaba asperezas y permitía continuar el diálogo. Eso en un momento relevo generacional, hubiera sido preferible.

  6. Manuel 28 June 2017 at 2:34 pm Permalink

    sabes q es lo q jode. Sin motivo, separaron niños de sus padres; luego a esos niños, ya “hombres”, los separaron de sus hijos e ideales. Ya viejos cumplen 70, 65, 60 siguen jodiendo.
    Esta gente le temen a la familia, a los audiovisuales, a 4 gatos caminando por la calle.
    Le temen a todo, y tienen informacion; así q motivos habrán o, es lo q creo, es sólo la manera de fijar una frontera bien lejana al mono y a la cadena, estar tres pasos delante del “enemigo”. Todo ideado para sobrevivir ellos y los demás q se jodan. Es una maquinita de moler carne, la revolucion cubana. Una cosa q empezó haciendo cosas necesarias y continuó acabando innecesariamente con la vida de millones, y sigue acabando, no van a parar

  7. TonyMc 29 June 2017 at 6:10 pm Permalink

    Si CAM, acabastes conmigo. Aun recuerdo con el orgullo que estreche tu mano en IKEA en un encuetro fortuito. Hoy, te has alejado del concepto equilibrado del periodista, tus razones tendras y que creo que conozco. Es mi mayor deseo que vuelvas a la senda de la opinion y el analisis justo,libre de la intencion politica.


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