Carlos Alberto Montaner y “La Mujer del Coronel”
por Eduardo Berti
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(FIRMAS PRESS) Soy Eduardo Berti y nunca pensé que el destino me deparara la incómoda tarea de llevarle a Arturo el sobre amarillo”. Con esta meditada frase, el escritor y periodista cubano Carlos Alberto Montaner da inicio a su tercera novela y su 18″° libro publicado, “La mujer del coronel”.
Montaner, sin embargo, pudo haber iniciado el libro de muchas otras maneras. Pudo comenzar usando, como en el resto de la obra, un narrador en tercera persona, o la perspectiva de alguno de los personajes principales: Arturo Gómez, el esposo engañado; Nuria de Gómez, la mujer infiel; o Valerio Martinelli, el amante italiano.
Esas posibilidades se le ocurrieron a Montaner en el periodo previo a la escritura. Pero, fiel a su principio de sencillez y su objetivo por causar un impacto en el lector, decidió finalmente adoptar la técnica narrativa que había leído de Herman Melville en Moby Dick: la primera persona de un personaje que luego desaparece del texto.
“No hay nada más eficaz para la comunicación que la primera persona, aunque tiene sus limitaciones a la hora de narrar”, dijo Montaner, quien después explicó las facilidades del narrador omnisciente (en tercera persona) que puede entrar en el estado de ánimo de los personajes y ver las escenas como un Dios.
Esta primera frase del libro, acompañada con los siguientes párrafos, le brindó también a Montaner la posibilidad de resumir de qué trata la novela de 231 páginas. Tanto en la literatura como en un artículo periodístico, se debe despertar curiosidad en el lector y convencerlo de seguir leyendo en las primeras páginas o párrafos, aconsejó el escritor con un tono de voz pausado, como buscando la palabra precisa.
Para Montaner, es muy importante contar una historia que le resulte interesante a otros y presente personajes con los cuales el lector se pueda identificar o al menos, establecer una relación emocional de odio, rencor o afecto. Por eso, su tercera novela cuenta no sólo una relación extramarital sino la realidad del “sobre amarillo” en Cuba, un sobre que comunica a los dirigentes sobre las infidelidades de su mujer y con el que el gobierno les pide que se divorcien inmediatamente, bajo amenaza de perder el trabajo y el estatus social.
La trama de “La mujer del coronel” se le ocurrió a Montaner hace varios años, después de escuchar muchos cuentos sobre el sobre amarillo, pero especialmente de la historia de un amigo suyo llamado Arturo, cuyo temperamento, vocación, destino e “imbecilidad” asemejan al Arturo Gómez del libro.
Montaner trata de ponerles cuerpo y personalidad a sus personajes, imaginándoselos para que se suelten en la escritura. “Nuria (por ejemplo) es un rompecabezas de distintas mujeres que he conocido a lo largo de la vida”, dijo el periodista, quien explicó que “escucha mucho” para poder tratar de transmitir la psicología femenina.
Sus dos novelas anteriores también fueron historias que quería contar. En “Perromundo” (1972), Montaner narra la disyuntiva de Ernesto Carrillo entre morir en la cárcel o cambiar sus convicciones sobre el régimen, y luego la agonía del protagonista al decidir aferrarse a sus creencias ideológicas.
Esta historia tiene elementos autobiográficos de cuando el escritor fue apresado a los 17 años en Cuba y condenado a 20 años de cárcel por criticar la revolución. Montaner logró escapar de prisión y se asiló en la embajada de Venezuela. Con un salvoconducto, viajó a Estados Unidos a comenzar su largo exilio.
Su segunda novela, “1898: La trama” es según Montaner- una historia de aventuras. Es la conjetura del escritor sobre por qué posiblemente estalló el buque de guerra estadounidense Maine, en la bahía de La Habana, hecho que propicia la declaración de guerra de Estados Unidos a España.
Pese a que Montaner no considera el libro una crítica a la revolución cubana (elemento presente en la mayoría de sus textos), afirmó que el gran tema del libro es la libertad efectiva. “Lo peor de un gobierno es cuando te quiere controlar tus emociones, y te las controla y decide a quién tú puedes querer y a quién no”, dijo.
Además de que las mujeres de los dirigentes deben ser fieles y castas, en el libro, Nuria atenta también con la revolución al encontrarse a escondidas con su hermana Lucía, a quien no veía desde hace 20 años cuando sus padres huyeron de la isla para vivir en Estados Unidos y a quien tenía prohibido volver a contactar.
Novela erótica
En la página 14, empieza a subir la temperatura en la historia cuando el mensajero del sobre amarillo recuerda algunos encuentros furtivos con la esposa de Arturo Gómez durante la adolescencia. Sin embargo, el erotismo en la novela llega a su clímax en el recuento de la semana que Nuria pasó en Roma para participar en una conferencia sobre psicología.
Según Montaner, el erotismo de la novela era necesario. Explicó que “uno tiene que poner como escritor el lenguaje al servicio de la historia que está contando. Por ejemplo, esta novela tiene alto contenido erótico porque ella tiene una relación extramarital con este personaje italiano, y hay que tratar de entender cómo llegan esos impulsos y deseos.
El libro está plasmado de intimidad desde antes del inicio, cuando Montaner dedica la novela a Linda, su esposa desde hace más de 50 años y a quién conoció a los 14 años en un club deportivo de La Habana. Unos insurgentes de Fulgencio Batista estallaron un artefacto en el lugar y en medio de la gente corriendo, Montaner vio a una chica llorando con varios hermanos pequeños. “Desde entonces, hemos estado juntos”, contó.
Siguiendo la pauta de otros libros como “Crónica de una Muerte Anunciada” de Gabriel García Márquez, el escritor cubano cierra el libro con lo que el lector anhela leer desde el inicio: el encuentro de Nuria y Arturo después de la llegada del sobre amarillo.
Durante las 200 páginas, el lector va conociendo por qué ocurrió el amorío pero sigue quedando con las ganas de saber qué pasará cuando se vean y en especial, qué hará Arturo. ¿Le dejará como le pide el partido? ¿La matará como temen sus compañeros? ¿La perdonará y perderá todo?
Para este encuentro esperado, Montaner resolvió usar un monólogo de Nuria donde ella asume la voz de Arturo, con las respuestas de él. Son como chispazos describe- que se le ocurrió un día mientras veía televisión. En una serie, un personaje hablaba por teléfono y aunque no se escuchaba la otra voz, se podía entender todo lo que se decían. “Me pareció un recurso literario muy interesante”, dijo.
Ese estilo narrativo es la parte del libro que más le gusta a Montaner, porque siente que se transmite las emociones del episodio. “Eso es único en el libro porque es un recurso que yo nunca he visto”.
“¿Qué hicimos en la cama Martinelli y yo? Es increíble que me hagas esa pregunta infantil. Lo que hacen todas las parejas en el mundo. No te tortures pensando en eso. Quítate esas imágenes de la cabeza. Huye de ellas. Si necesitas saberlo, respóndete tú mismo: ¿Qué hacías con las mujeres que alguna vez te llevaste a la cama? Lo mismo que hacías conmigo, Arturo. El sexo tiene unas limitaciones muy concretas. No, no voy a entrar en detalles contigo. No tienen ningún sentido que te cuente lo que pasaba en aquella habitación. Ãramos dos adultos con experiencia, eso es todo. De acuerdo, Martinelli era un viejo. ¿Hubieras preferido que hubiese sido un joven y apuesto italiano? ¿Por qué me fui a la cama con un viejo?”.
No cabe dudas un escritor genial no puede menos que hacer una novela genial
El libro es delicioso , nos cuenta una historia muy comun , de la realidad cubana, y es magistralmente adornada con un erotismo sublime.Es refrescante , y muy bien escrito , como siempre.
…y yo sigo (des)esperando que esta maravillosa novela aparezca algún día en las librerías de España.
Saludos cordiales.