25 March 2019 ~ 17 Comentarios

El fantasma en la máquina

Por José Azel

¿Tenemos derecho a creer lo que queramos o tenemos obligación intelectual de seguir la evidencia? Los filósofos han debatido mucho esta pregunta, particularmente sobre la existencia de Dios. En jurisprudencia americana la respuesta explicita es seguir la evidencia. Aquí me apropio la pregunta con respecto a nuestras opciones político-económicas.

Actualmente, la evidencia es clarísima de que la democracia y el libre mercado son los sistemas político-económicos más propicios para mejorar el bienestar de la población. Estudios internacionales revelan que, sobre una base per cápita, los países más ricos del mundo son todos economías de mercado. Políticamente, la mayoría son democracias, y algunos son reinos ricos en petróleo. Economías centralmente planificadas estilo soviético están lejos de la cima en los estudios.

Sin embargo, todavía los colectivistas sostienen que las economías centralmente planificadas dirigidas por el gobierno son el camino a seguir. Parecen creer en algún fantasma marxista dentro de la maquinaria gubernamental que asignará recursos y distribuirá beneficios de forma más favorable que las democracias y las economías de mercado. Mientras sería posible excusar a Marx y Engels por sus argumentos de 1848 en el Manifiesto Comunista, dadas las condiciones sociales entonces, hoy es absurdo intentar “derribar forzosamente todas las condiciones sociales existentes” en favor del enfoque colectivista.

Una economía de comando centralmente planificada es un sistema económico donde el gobierno toma decisiones económicas en vez de las decisiones de abajo a arriba que fluyen de la libre interacción entre consumidores y productores. Una economía centralmente planificada se organiza en un modelo de arriba a abajo donde las decisiones relacionadas con inversiones y resultados se decretan por burócratas con poca información sobre los consumidores.

Entre las muchas falacias de la economía centralmente planificada está creer que los productos tienen un valor real y constante: “un precio justo”. Entonces, cualquier cifra sobre ese “precio justo” se debe a la avaricia de los productores. La teoría de la planificación centralizada asume que el mercado no funciona en el mejor interés del consumidor. Consiguientemente, una autoridad central -un fantasma en la máquina- se necesita para tomar decisiones que fomentarán objetivos sociales y nacionales. La planificación centralizada ignora que valoramos los productos y servicios según nuestras circunstancias individuales, deseos y necesidades.

Llamándola fantasma en la máquina el filósofo británico Gilbert Ryle critica la noción de que la mente es diferente del cuerpo. Encuentro la frase útil para resaltar el dogma colectivista de un misterioso agente protector presente en la intervención gubernamental. En economías de comando, empresas estatales asumen producir bienes y servicios. Pero no hay fantasma en la maquinaria gubernamental que ordene a la actividad económica concretarse a favor nuestro.

Los colectivistas contemporáneos justifican su defensa de las empresas estatales basados en ideas sobre igualitarismo, ecologismo, anticorrupción, anticonsumismo, y cosas como esas. No explican cómo los burócratas planificadores del gobierno -el fantasma en la máquina- detectarán y buscarán satisfacer mejor que el sistema de precios del libre mercado nuestras preferencias como consumidores.

Esas dificultades informativas y computacionales de la planificación centralizada las describieron los economistas Ludwig von Mises como “el problema del cálculo económico”, y Friedrich Hayek como “el problema del conocimiento local”. Como consumidores tenemos una jerarquía de necesidades que discurre constantemente, y expresamos lo que queremos y necesitamos en nuestras decisiones en el mercado. Los planificadores no pueden detectar nuestras preferencias, ni asignar recursos, mejor que el sistema de precios del mercado.

El filósofo político Tibor R Machan (1939-2016) aclaró: “Sin un mercado donde las asignaciones se hagan de acuerdo a la ley de oferta y demanda, es difícil o imposible canalizar recursos con respecto a nuestras preferencias humanas y objetivos reales”. Debemos seguir la evidencia: el libre mercado determina mejor nuestras preferencias y objetivos.

Incluso si planificadores centrales, dotados con poderes cuasi divinos, pudieran leer nuestras mentes y deseos, y coordinar la producción consecuentemente, solamente podrían hacerlo a un costo inaceptable de libertades e independencia personal. La planificación centralizada es incompatible con consumidores capaces de tomar decisiones económicas libremente. Una economía de comando necesita represión política para implementar sus planes. Somos mejores satisfaciendo nuestros deseos y necesidades que el fantasma en la máquina.

17 Responses to “El fantasma en la máquina”

  1. Cubano-Americano 25 March 2019 at 9:48 pm Permalink

    La economics generalizada es un disparate y sobran los ejemplos..

  2. Víctor López 25 March 2019 at 10:24 pm Permalink

    No sirve señalarlo, señor Azel.

    El conocimiento es accesible solo a un porcentaje ínfimo de la sociedad. Es prácticamente de base genética, un orden en la recolección de información desde la temprama infancia y estar en posecion de una capacidad de procesamiento lógico para dedeterminar lo verdadero, lo falso o lo de condicion de información insuficiente.

    Las gentes en su casi totalidad no lo pueden hacer. Están obligados a la escolástica sin otra opción. Por eso puede embarcarlos cualquier charlatán.

  3. Hectorlordonez. 26 March 2019 at 8:49 am Permalink

    Refiriendome a Hayek y Ludwig,sus metodos actuales son los que estos senores anunciaban para el crecimiento Economico y los resultados han sido adverso,hay mas pobres y muy pobres que se han multiplicado en estos ultimos 40 o 50 anos,

  4. Víctor López 26 March 2019 at 9:21 am Permalink

    Felicitaciones Héctor. Veo que haz abordado a Hayek y por lo tanto rechazaras también las ideas de Milton Friedman. Lo que no termino de entender, es cómo pudiste ver tanta riqueza hace 50 años.

  5. Ramiro Millan 26 March 2019 at 11:59 am Permalink

    Es cierto que la infinita cantidad de información y datos que surgen de la interacción del consumidor con aquellos encargados de proveerles los bienes y servicios de consumo son mucho mejor elaboradas por el mercado que por un programador voluntarista desde alguna oficina de gobierno.
    Sin embargo, no parece ser cierto que a pesar de esta dificultad, un programador no pueda también ser lo suficientemente eficiente como para asignar los recursos de manera adecuada para obtener una economía dinámica y en crecimiento.
    China parece estar demostrando esta última posibilidad.
    China asigna recursos a áreas de la economía para desarrollarlas y no precisamente guiados por los millones de mensajes que llegan desde los consumidores e inversores y sus gustos o preferencias sino por cuestiones de estrategia geopolitica desde una oficina gubernamental.
    China asigna recursos a través de créditos blandos (o no reembolsables directamente), ofrece proteccionismo diferencial, incentiva el espionaje tecnológico, obstruye competencias allí donde el mercado puede favorecer al rival, prohíbe el control de empresas estratégicas por capitales extranjeros violando normas internacionales, define los costos salariales impidiendo la negociación gremial, redirecciona capitales desde áreas no estratégicas a las estratégicas (explotación laboral brutal mediante) más un interminable número de maniobras que sirven para conducir la economía hacia donde ellos ven necesario según sus planes dirigistas y voluntaristas no tan diferentes a los planes de los soviets o los de un Mao.
    ¿Qué es entonces lo que diferencia a una planificación fracasada como la de los comunistas de la antigua URSS o la antigua China de Mao a la planificación de Hu Jintao o Deng Xiaoping o Jinping ahora?
    Creo que la diferencia está en que estos últimos pusieron como motor de los emprendimientos a lo que intentaron antes anular los marxistas. Me refiero a la codicia del homo sapiens.
    Los comunistas quisieron anular a la codicia y lo único que lograron es que no solamente no la anularon, porque es imposible hacerlo, sino que la condujeron hacia el área donde no solamente no es provechosa para la actividad económica, sino que la llevaron obligada a un área donde destruye todo lo que encuentra a su paso. La dirigieron hacia la burocracia y la política, allí donde se encontraba el monopolio del poder y las riquezas. El resultado inevitable fue la parálisis económica y una fenomenal construcción de contradicciones intolerables para cualquier sistema político que pretenda ser estable en el tiempo. La caída del sistema estaba garantizado más tarde o temprano y la posibilidad de competir en la Realpolitik era decididamente imposible. Por eso cambiaron, no los gobernantes que son los mismos, sino que simplemente le agregaron a las ecuaciones de los programas el “combustible” que faltaba y que no puede faltar nunca para que la economía funcione, produzca y crezca: sumaron a la codicia a los cálculos, programas y planificaciones.
    Y parece estar funcionando. Enormes ganancias con nuevos grandes multimillonarios (casi todos testaferros de los líderes del partido comunista chino dicho sea de paso) que mientras satisfacen sus codicias, producen riquezas, bienes y servicios a granel a través de enormes corporaciones archi competitivas protegiéndose en un gobierno que les garantiza estabilidad política, proteccionismo sin límites y bajos costos salariales e impositivos.
    No obstante, aunque todo parece viento en popa en China, hay muchos indicadores que muestran que al sacar al mercado que calcule y elabore todos los datos infinitos que surgen desde el sistema de libre oferta y demanda de capitales, dándole a programadores esa responsabilidad, China se encuentra a punto de sufrir un colapso de deudas impagables que no habrá poder político que pueda controlarla.
    Veremos qué pasa.
    El tiempo dirá si gana Von Mises o Deng Xiapong.
    Si gana el liberalismo económico y político o el autoritarismo eficiente como abogan nuevos intelectuales para el crecimiento de países que no pueden salir del eterno ostracismo.
    O mejor aún, si finalmente los dos salen ganadores sin que haya un enfrentamiento.
    Aunque todo parece indicar que el enfrentamiento ya es un hecho y a ello deberemos atenernos.

    • Manuel 26 March 2019 at 2:16 pm Permalink

      hasta ahora el sistema mas prospero es el que deja al libre mercado los calculos y estimulo de la economia; y la economia ha sido ese mar que no se sabe como va a reaccionar y por tanto como calmarlo
      tenemos tantas teorias de lo que sucede cdo hay una crisis, como economistas o gente que cree entender algo
      la era de la ia se esta abriendo paso y pronto habra que hacerle mas caso a una maquina que esos economistas; y esas maquinas tendran el poder, no las leyes ciegas del mercado y los grupos de poder, pensantes
      en las sociedades libres todos podremos ver segundo a segundo el quehacer de esas maquinas
      en las dirigidas por totalitarismos tendremos mas de lo mismo: un grupito diciendo que sabe mas que Dios y tratando de organizar todo a su antojo o conveniencia
      tendremos dos mundos, uno donde millones sabran que sucede segundo a segundo, otro donde solo un pequeno grupo tendra acceso a informacion
      le tocara a los Milenials y los que vengan despues de ellos decidir que es lo conveniente
      nosotros asqueados de los totalitarios no podemos ser objetivos
      Los que nos siguen tendran ante si el debate y los datos para tomar decisiones mejores

      • Ramiro Millan 26 March 2019 at 2:33 pm Permalink

        Buena acotación Manuel. Generalmente tendemos a diagnosticar y prever el futuro de acuerdo a las realidades presentes cuando las variables y condiciones futuras seguramente serán muy diferentes en el futuro.
        Los errores malthusianos siempre vuelven y es probable que todo lo que hoy nos conduce, en un futuro no muy lejano sea totalmente diferente.
        Llegará probablemente la era de la IA y las teorías de Adam Smith, Marx, Friedman o Keynes serán tan obsoletas como las predicciones de Malthus hace ya tiempo.

  6. Víctor López 26 March 2019 at 12:56 pm Permalink

    Resuma…Ramiro.

    Por favor, sea amable!

  7. Víctor López 26 March 2019 at 3:48 pm Permalink

    Se deduse, Héctor.

    Lo que yo vi hace 50 años, fue que el campo andaba descalzo, y hoy la mayoria anda en 4×4. Tambien se veia alguno que otro willys por aquellos fangales y la produccion habia que sacarlas en mulas. Ahora lo que veo son chorros de carros y trailers por las autopistas.

    Te cuento que hace 50 años estábamos jugando de hippies por las avenidas de New York con algunos amigos guevaristas. De política sabia muy poco, pero recuerdo que les decía -mira, mira… que bárbaro, como viven de bien estos gringos- y los “camaradas” me decían “son todas mentiras, es un cuento, todo es falso”.

    Esta anécdota la he repetido muchas veces. Evidentemente cada quién ve lo que quiere ver.

  8. vicente 27 March 2019 at 7:49 am Permalink

    Marx no hablo de estatizar los medios de produccion sino de socializarlos,el modelo estalinista es diferente del marxismo,los paises mas avanzados combinan mercado y estado del bienestar como Suecia y Finlandia,donde el Estado se ocupa de que la gente mas pobre tenga casa,comida y servicios medicos.

    • Maximiliano Herrera 28 March 2019 at 5:50 pm Permalink

      Suecia y Finlandia son dos paises 100% capitalistas que han ido abandonando ese sistema de bienestar fracasado. FInlandia en los 70s tuvo hasta 27% de desempleo y Suecia estuvo a punto de quebrar.
      Ahora gracias a mas y mas liberalismo y gracias a las multinacionales (Saab, Scania, Ericcson, Nokia, Volvo, Ikea) han crecido mucho.

      • Ramiro Millan 29 March 2019 at 8:42 am Permalink

        Por lo que conozco, en todos los países del Norte de Europa, el sistema de bienestar es intocable.
        Son capitalistas, y no dudan ni reniegan de ello, pero su sistema económico capitalista con una enorme redistribución de la riqueza a través de extraordinarios servicios sociales no se pone en duda ni por los partidos políticos más liberales.
        Éstos presionan por disminuir la presión fiscal y dar un poco más de libertad económica pero siempre dentro de los márgenes permitidos por el Estado de Bienestar.

  9. Víctor López 27 March 2019 at 9:19 am Permalink

    Por favor, si leer a Marx es como escuchar a los Haré krishnas. Hasta puedo recordarlo de memoria: “sí un acopiador compra el trigo en 100 y lo vende en 110 (o algo así) es un precio justo” pero si lo vende en … entonces…” y los idiotas exclaman ¡¡¡cierto!!!

    Vaya uno a saber que es “cierto” …y las ratas, la humedad, los hongos, el robo, el fuego, la liquidez del mercado a seis meses… ni siquiera lo que es “justo” puede medirse, ni lo teoricamente “justo” hoy puede serlo mañana.

    Por eso es que los adolecentes lo entienden enseguida. Porque son pendejadas dogmáticas para mentes elementales.

  10. ARMANDO MENDEZ CRUZ 28 March 2019 at 8:43 pm Permalink

    Muy buen análisis. No obstante creo que está enfocado fundamentalmente en el lado de la demanda, de las necesidades del consumidor. En mi modesta opinión lo mas nefasto de la empresa estatal, en la economía centralmente planificada, es el lado de la oferta donde se demuestra la ineficiencia y la improductividad de este sistema y donde la propiedad se convierte en algo etéreo sirviendo de base a la subutilización de los recursos, al despilfarro y al latrocinio.

  11. Manuel 28 March 2019 at 10:42 pm Permalink

    ¿Y la educacion q hace falta, pa cuando?
    … Along with foundational knowledge in reading and math, students need practical literacy skills
    (applied literacies skills), life skills, inter-personal skills, non-cognitive skills, decision-making skills, communication and collaboration skills, critical thinking skills, and lifelong learning skills. And the list of such skills goes on and on. Obviously, classroom teachers can help students develop and implement those skills nor today not ever, but in today’s world these lacks are not negligences any more, but a crime no one can even see
    The ones who are supposed to see are blinded by centuries of bad education, the criminal inertia of the void and emptiness humans live without any reason at all, but because of their stupidity and vocation for mediocrity


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