Es uno de los periodistas más leídos del mundo hispánico. La revista Poder calculó en seis millones los lectores que semanalmente se asoman a sus columnas y artículos
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Claro que es un problema cultural.
Sin la más mínima duda.
Y festejo mil veces que el Sr Montaner le dé relevancia a este tema fundamental que incide de manera determinante en las posibilidades de desarrollo de los pueblos.
Es la cultura de los pueblos subdesarrollados lo que los hace justamente subdesarrollados.
Que duda cabe.
Porque es la cultura lo que hace que un pueblo posea o no capacidad de ejercer lo que bien se conoce como CONTROL CIUDADANO.
Aquellos que tienen ésta capacidad son los que evitan mediante una efectiva acción judicial, que un instinto tremendamente insistente para que busquemos toda vez que sea posible que los demás adviertan la presencia de nuestro EGO mediante la exposición de riquezas, se manifieste a través de actos de corrupción para adquirirlas en vez de hacerlo mediante actividades lícitas.
Porque la manera más usada para destacar nuestro ego es mostrando superioridad económica.
Si no hay control ciudadano, situación persistente en las culturas de los pueblos subdesarrollados (4/5 de la población mundial), este instinto se expresa con total libertad en cuanto funcionario o político o empresario encuentre, obviamente corrupción mediante.
Como todo instinto, está presente en todos y cada uno de los homo sapiens y por eso gran parte de los funcionarios caen bajo el dominio más absoluto de este primitivo mecanismo instintivo y como medio recurren invariablemente a la corrupción.
Por eso, la corrupción se expande como una peste pandemica, porqué el germen se encuentra en todos nosotros y está siempre atento a ver cuando puede expresarse.
Lamentablemente, en este ámbito cultural, los individuos que poseen mecanismos intrínsecos eficaces de adaptación que les permite un sano equilibrio emocional tolerando que otros puedan ser superiores y así evitar caer bajo el dominio de este instinto, son siempre los menos (estos mecanismos inhibitorios de adaptación es muy difícil que funcionen en ámbitos como estos ya que la “tentación” es demasiado fuerte).
La oportunidad perfecta la da la cultura individualista incapaz de ver un compromiso con lo social un activo o alguna forma de obligación moral, haciendo a la sociedad totalmente incapaz de controlar esta peste.
Si hay instituciones judiciales eficientes, éste instinto en vez de buscar destacarse a través de la exposición de riquezas obtenidas mediante actos de corrupción, lo más probable es que busque mecanismos legales para hacerlo, como la actividad emprendedora empresarial por ejemplo.
Actividad que hace ricas a las naciones dicho sea de paso. Obsérvese la tremenda diferencia que surge cuando el “emprendedor”, en vez de buscar destacarse a través de la economía productiva, lo hace a través de actos de corrupción que siempre son destructivas de la actividad económica.
Si no se cambia la cultura cívica de los pueblos para que alguna vez adquieran la capacidad de ejercer control ciudadano, que es el único “antibiótico” capaz de vencer o al menos controlar al germen desatado por la actividad de este instinto, la pandemia continuará por siglos.
Lamentablemente, cambiar las culturas es una tarea titánica y uno de los pocos medios que tenemos es justamente éste, el de la exposición mediática.
“Colectivismo y cultura individualista”
“Cultura individualista e ideología predominante”
“Instinto y cultura, nuestros verdaderos soberanos”
razonvsinstinto.blogspot.com
Ud siempre defiende lo bello (la forjada triunfadora cultura).
Pero tambien está lo sublime.
Otro (martí) dijo “nuestro vino”. Nuestro. Venga de donde venga con toda su incongruencia. Y para muchos ese vino no es Cultura, sino Vida. La razón de vivir. Y muchos no son ciegos, ven las manchas, pero no por ello quieren extinguirla toda; quieren enderezarla, hacerla más llevadera, harmónizarla con las necesidades reales de los hombres.
Nuestra cultura no va a desaparecer, va a modularse; la técnica, las nuevas ideas, van a mejorar sus males; y otros fenómenos vendrán a poner curas más rápidas a sus llagas y pestes. Y para entonces nadie, nadie, se acordará de ud y de mí y de una sola frase q hallamos dicho jamás, porque habrán cosas más importantes q creer en los escritos de los desconocidos y locos q quieren arreglar el arrebato q es el mundo
Manuel, vaya respuesta la suya, brilla.
Pero permítame aclararle algo, de nuestro vino me encanta su aroma y sabor, la alegría y no apatía que despierta saborearlo, pero eso no significa que no se pueda o requiera modificar sus formas y técnicas de elaboración.
Disfrutar de ese vino sin tener que padecer de trastornos gastrointestinales para hacerlo puede ser más que bienvenido.
Y también es necesario aclarar que a aquellos que les tocó un vino amargo, no hay culpa alguna, no es por incapacidad o imbecilidad, sino porque es lo que sus antepasados impusieron de generación en generación y probablemente sea amargo para muchos pero no para ellos.
Pero ese vino debe beberse en paz y sin emborrachar al otro que no lo bebió.
Estoy de acuerdo por lo dicho por CAM, pero difiero en algo, el pais mas corrup
to no es Venezuela, es su mentor ideologico, el regimen cubano; este gobierno que se robo un pais completo, pero que ademas entronizo el robo, el latrocinio, como manera de “resolver” sus carencias de todo tipo y ha convertido a todo un pueblo, con pocas excepciones, en personas sin ningun tipo de respeto por lo ajeno, sobre todo lo estatal. Tremenda tarea les espera a las generaciones futu
ras en la “isla”para eliminar un mal que a estas alturas es endemico, muy triste pero es asi.
Claro que es un problema cultural.
Sin la más mínima duda.
Y festejo mil veces que el Sr Montaner le dé relevancia a este tema fundamental que incide de manera determinante en las posibilidades de desarrollo de los pueblos.
Es la cultura de los pueblos subdesarrollados lo que los hace justamente subdesarrollados.
Que duda cabe.
Porque es la cultura lo que hace que un pueblo posea o no capacidad de ejercer lo que bien se conoce como CONTROL CIUDADANO.
Aquellos que tienen ésta capacidad son los que evitan mediante una efectiva acción judicial, que un instinto tremendamente insistente para que busquemos toda vez que sea posible que los demás adviertan la presencia de nuestro EGO mediante la exposición de riquezas, se manifieste a través de actos de corrupción para adquirirlas en vez de hacerlo mediante actividades lícitas.
Porque la manera más usada para destacar nuestro ego es mostrando superioridad económica.
Si no hay control ciudadano, situación persistente en las culturas de los pueblos subdesarrollados (4/5 de la población mundial), este instinto se expresa con total libertad en cuanto funcionario o político o empresario encuentre, obviamente corrupción mediante.
Como todo instinto, está presente en todos y cada uno de los homo sapiens y por eso gran parte de los funcionarios caen bajo el dominio más absoluto de este primitivo mecanismo instintivo y como medio recurren invariablemente a la corrupción.
Por eso, la corrupción se expande como una peste pandemica, porqué el germen se encuentra en todos nosotros y está siempre atento a ver cuando puede expresarse.
Lamentablemente, en este ámbito cultural, los individuos que poseen mecanismos intrínsecos eficaces de adaptación que les permite un sano equilibrio emocional tolerando que otros puedan ser superiores y así evitar caer bajo el dominio de este instinto, son siempre los menos (estos mecanismos inhibitorios de adaptación es muy difícil que funcionen en ámbitos como estos ya que la “tentación” es demasiado fuerte).
La oportunidad perfecta la da la cultura individualista incapaz de ver un compromiso con lo social un activo o alguna forma de obligación moral, haciendo a la sociedad totalmente incapaz de controlar esta peste.
Si hay instituciones judiciales eficientes, éste instinto en vez de buscar destacarse a través de la exposición de riquezas obtenidas mediante actos de corrupción, lo más probable es que busque mecanismos legales para hacerlo, como la actividad emprendedora empresarial por ejemplo.
Actividad que hace ricas a las naciones dicho sea de paso. Obsérvese la tremenda diferencia que surge cuando el “emprendedor”, en vez de buscar destacarse a través de la economía productiva, lo hace a través de actos de corrupción que siempre son destructivas de la actividad económica.
Si no se cambia la cultura cívica de los pueblos para que alguna vez adquieran la capacidad de ejercer control ciudadano, que es el único “antibiótico” capaz de vencer o al menos controlar al germen desatado por la actividad de este instinto, la pandemia continuará por siglos.
Lamentablemente, cambiar las culturas es una tarea titánica y uno de los pocos medios que tenemos es justamente éste, el de la exposición mediática.
“Colectivismo y cultura individualista”
“Cultura individualista e ideología predominante”
“Instinto y cultura, nuestros verdaderos soberanos”
razonvsinstinto.blogspot.com
Ud siempre defiende lo bello (la forjada triunfadora cultura).
Pero tambien está lo sublime.
Otro (martí) dijo “nuestro vino”. Nuestro. Venga de donde venga con toda su incongruencia. Y para muchos ese vino no es Cultura, sino Vida. La razón de vivir. Y muchos no son ciegos, ven las manchas, pero no por ello quieren extinguirla toda; quieren enderezarla, hacerla más llevadera, harmónizarla con las necesidades reales de los hombres.
Nuestra cultura no va a desaparecer, va a modularse; la técnica, las nuevas ideas, van a mejorar sus males; y otros fenómenos vendrán a poner curas más rápidas a sus llagas y pestes. Y para entonces nadie, nadie, se acordará de ud y de mí y de una sola frase q hallamos dicho jamás, porque habrán cosas más importantes q creer en los escritos de los desconocidos y locos q quieren arreglar el arrebato q es el mundo
Manuel, vaya respuesta la suya, brilla.
Pero permítame aclararle algo, de nuestro vino me encanta su aroma y sabor, la alegría y no apatía que despierta saborearlo, pero eso no significa que no se pueda o requiera modificar sus formas y técnicas de elaboración.
Disfrutar de ese vino sin tener que padecer de trastornos gastrointestinales para hacerlo puede ser más que bienvenido.
Y también es necesario aclarar que a aquellos que les tocó un vino amargo, no hay culpa alguna, no es por incapacidad o imbecilidad, sino porque es lo que sus antepasados impusieron de generación en generación y probablemente sea amargo para muchos pero no para ellos.
Pero ese vino debe beberse en paz y sin emborrachar al otro que no lo bebió.
Estoy de acuerdo por lo dicho por CAM, pero difiero en algo, el pais mas corrup
to no es Venezuela, es su mentor ideologico, el regimen cubano; este gobierno que se robo un pais completo, pero que ademas entronizo el robo, el latrocinio, como manera de “resolver” sus carencias de todo tipo y ha convertido a todo un pueblo, con pocas excepciones, en personas sin ningun tipo de respeto por lo ajeno, sobre todo lo estatal. Tremenda tarea les espera a las generaciones futu
ras en la “isla”para eliminar un mal que a estas alturas es endemico, muy triste pero es asi.