Haroldo Dilla, el marxismo y otros errores
por Carlos Alberto Montaner
![]() |
El profesor Haroldo Dilla se ha tomado la molestia de volver a responderme. Creo que debo agradecérselo. Su texto se titula Las tres tristes trampas de Carlos Alberto Montaner. Leo el artículo, como el anterior, en 7días.com.do y encuentro que tiene razón en un par de aspectos.
Acuerdos y discrepancias
Es verdad que él y yo habíamos disentido antes sobre las razones del desastre económico y social de Haití. Lo había olvidado. Al fin y al cabo eran opiniones escasamente demostrables sobre un tema muy subjetivo. La discusión, al menos para mí, tenía unos ribetes bizantinos que la hacían poco memorable.
Es muy difícil precisar por qué Barbados, con una composición étnica similar a Haití, pero con una historia y una cultura totalmente diferentes, es una de las más exitosas expresiones del Caribe, mientras sus vecinos haitianos han corrido una suerte diametralmente opuesta.
El señor Dilla resume bien las posiciones que entonces sostuvimos en torno a ese tema. Ãl, que piensa como marxista, suscribe la dudosa Teoría de la Dependencia y cree que:
âla pobreza haitiana estaba ligada a la desfavorable ubicación de ese país en la división regional del trabajo en función de la acumulación capitalista, mientas CAM prefirió explicarlo como resultado de la Revolución Haitiana y de los malos liderazgos generados desde ellaâ.
Dilla tiene su hipótesis y yo la mía. El toma en serio los escritos de Paul Baran, André Gunder Frank y otros economistas que postulan la descaminada Teoría de la Dependencia. A mí, en cambio, me parece que ésa es una forma absurda (y cómoda) de explicar el subdesarrollo.
Creo que nunca nos pondremos de acuerdo sobre el tema, pero no me importaría cambiar de opinión si alguien aportara algún argumento persuasivo. Todavía no ha sucedido.
También, es cierto que confundí la profesión del profesor Dilla. Lo hice sin intención. Pensé que era economista. Creo que no tiene importancia. Quienes lo conocen yo no he tenido esa grata oportunidad– me escribieron dándome muchos datos de su vida y diciéndome que era geógrafo y sociólogo, es decir una persona con una buena formación en otro campo de las Ciencias Sociales. Enhorabuena.
No voy a volver sobre mis puntos de vista a propósito de la gratuidad de la enseñanza universitaria que piden a gritos los estudiantes chilenos y sobre sus exigencias de que se prohíban las instituciones lucrativas de nivel superior. Sería inútilmente reiterativo.
Un resumen de mis opiniones en este terreno ya aparecen publicadas en otros artículos recientes que pueden consultarse en www.elblogdemontaner.com: La educación y el cinismo, La buena educación y La arrogancia y el error.
Si algún lector, incluso, desea conocer más a fondo mis opiniones sobre la educación universitaria, lo invito a que revise varios ensayos en mi libro La libertad y sus enemigos. Es un tema que siempre me ha interesado. Me parece fundamental.
El problema es el marxismo
Voy a centrar mi respuesta en la parte medular del escrito del profesor Dilla. Cito su texto:
âA nadie oculto no hay motivo para elloâque tengo una formación teórica fuertemente alimentada por el marxismo crítico, diría que soy fundamentalmente marxista, pero no sectariamente marxista. Tampoco oculto mi inclinación política socialista. Sólo que ni el marxismo ni el socialismo que reclamo son los muñecos de paja que CAM construye para poder luchar ventajosamente con ellos. CAM nunca contiende con el marxismo o el socialismo, que ni conoce ni entiende, sino con bagatelas que él mismo diseña para ofertar en los tianguis políticos que merodeaâ.
Lo siento por el señor Dilla. Es él quien no ha entendido nada de la historia del siglo XX. Marx creía y propuso ciertas cosas que el tiempo ha demostrado eran erróneas y, sobre todo, terriblemente contraproducentes.
De la misma manera que, desde hace varias décadas, ante el horror de la experiencia comunista, se abrió paso la expresión âsocialismo realâ para separarlo de la cháchara teórica, es vital referirse al âmarxismo realâ.
El marxismo real es un disparate que ha tenido muy serias consecuencias. Es el causante del socialismo real. No se trata sólo de una abstracta teoría de la historia, como uno puede encontrar en Spengler o en Ortega, sino que esas proposiciones han servido de base para la violenta remodelación de la sociedad de acuerdo con unos postulados desacertados.
Es como construir edificios con un plano equivocado. Siempre acaban desplomándose. Es verdad que Marx, muerto en 1883, nunca vio el triunfo de sus ideas, pero a partir de la revolución bolchevique en Rusia, en 1917, esa ideología se convirtió en formas concretas de gobierno que fueron, y son, tremendamente destructivas.
En las propuestas de Marx están las semillas de todo lo que luego sucedió en el mundo dominado por sus partidarios comunistas, comenzando por la reivindicación de la violencia para la toma del poder. Lo dice claramente el Manifiesto Comunista de 1848:
âLos comunistas consideran indigno ocultar sus ideas y propósitos. Proclaman abiertamente que sus objetivos sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente. Que las clases dominantes tiemblen ante una revolución comunista. Los proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo que ganarâ.
¿Por qué sorprenderse, entonces, de que Lenin opinara que âla muerte de un enemigo de clase es el más alto acto de humanidad posible en una sociedad dividida en clasesâ o que el Che Guevara asegurara que âun revolucionario debe ser una fría y perfecta máquina de matarâ?
¿No se deduce de las palabras de Marx esa justificación a la conducta homicida que propone la lucha de clases como el modo de cambiar la realidad? Se lo explicó el propio Marx a Joseph Weydemeyer el 5 de marzo de 1852:
âLo que yo he aportado de nuevo [a la noción de la lucha de clases] ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clasesâ.
Los discípulos de Marx (léase el discurso de Engels ante la tumba de Marx pronunciado a los tres días de la muerte de su amigo), estaban convencidos de que el alemán había descubierto las leyes por las que se rige la historia y había dado con la clave de las injusticias económicas: la existencia de la plusvalía.
Los marxistas, a las alturas de hoy, especialmente tras el hundimiento del comunismo europeo, deberían entender que las crueles e ineficientes dictaduras comunistas surgen de tratar de implementar esas dos supersticiones, ya desmontadas en su época por pensadores mucho más solventes del campo de la Escuela Austriaca.
Las dictaduras comunistas surgieron de estos y de otros notables errores conceptuales, como la teoría marxista del valor, que inevitablemente conduce al establecimiento de una burocracia estatal dirigista dedicada a controlar los precios.
O la más grave: la convicción marxista de que a la humanidad le llegaría la felicidad definitiva cuando los medios de producción se colectivizaran y dejaran de pertenecer a unos pocos privilegiados.
Cuando ello ocurriera, suponía Marx, cuando cambiaran definitivamente las relaciones de propiedad, la Humanidad llegaría a forjar una sociedad comunista tan perfeccionada, que ni siquiera serían necesarios los jueces y las leyes porque las personas estarían gobernadas por impulsos altruistas.
¿Qué ocurrió cuando los revolucionarios intentaron poner en práctica esa delirante utopía? En todas partes, Cuba incluida, sucedieron, al menos, cuatro catástrofes sin parangón en la historia conocida:
“· Asesinaron a millones de personas y llenaron de presos los calabozos políticos. Cien millones de muertos se contabilizan en El libro negro del comunismo, sin contar los horrores del Gulag.
“· Para crear la âdictadura del (o para) el proletariadoâ, construyeron un partido único, vanguardia de los trabajadores, generalmente gobernado por un caudillo implacable, que liquidó las libertades tachándolas de âformalesâ y convirtió a los ciudadanos en súbditos de una nueva tiranía.
“· Empobrecieron sustancialmente a las personas hasta provocar hambrunas, destruyendo el aparato productivo surgido del orden espontáneo, sustituyéndolo por el raquítico tejido empresarial generado por la planificación centralizada. Ahí está Corea del Norte para demostrar a dónde puede llegar la utopía marxista. Ahí está Corea del Sur para probar las ventajas de las sociedades en la que los medios de producción permanecen en manos privadas. En el lado miserable, improductivo y abusador imperan las ideas marxistas.
“· Persiguieron, hasta liquidarlas o silenciarlas, a las personas emprendedoras, al extremo de que a los más creativos y rebeldes sólo les quedaba la opción de escapar. Por eso rodearon los perímetros de las dictaduras marxistas-leninistas con alambradas, muros, soldados armados, perros de presa y lanchas asesinas. Como tantas veces se ha dicho, las dictaduras marxistas-leninistas son las únicas en la historia que han creado fronteras para evitar que la gente se vaya, no que entre.
Tal vez el profesor Dilla y el resto de los marxistas, críticos o no tan críticos, no han reparado en el hecho muy significativo de que las ideas de Marx han fracasado en todas las latitudes y en todas las culturas donde las han tratado de implementar. En todas han terminado generando burocracias ineficientes y crueles.
Han fracasado en pueblos germánicos, eslavos, asiáticos, árabes, turcomanos, latinos.
Han fracasado en sociedades de origen católico, cristiano ortodoxo, islámico, confuciano, budista, taoísta.
Han fracasado bajo todo tipo de líderes: Lenin y Stalin, Mao, Ceaucescu, Honecker, Pol Pot, Kim Il-sung y su descendencia, Fidel y Raúl Castro, Hoxha, Rákosi y Kádár, Gomulka y Jaruzelski, Húsak. Todos.
¿Por qué ese fallo permanente de la ejecución de las ideas marxistas? Primero, porque eran disparatadas. Segundo, por algo muy sencillo que me respondió Alexander Yakolev cuando le hice esa pregunta a propósito del hundimiento de la Perestroika: âporque el comunismo no se adapta a la naturaleza humanaâ.
Supongo que el profesor Dilla querrá decir que el marxismo y el comunismo son dos cosas distintas, pero eso es como suponer que el Credo no tiene que ver con el catolicismo. El marxismo es el presupuesto teórico de esos manicomios y así les va. No hay más vueltas que darle.
Liberalismo y neoliberalismo
El profesor Dilla no sólo supone que yo no sé lo que es el marxismo, sino, además, me explica lo que es el liberalismo y se sorprende de que yo niegue que el neoliberalismo exista.
Me imagino que debo agradecerle las lecciones. A veces, mira por dónde, la educación gratuita es conveniente.
Simultáneamente, Dilla tampoco entiende mi admiración liberal por el economista hindú Amartya Sen, alguien que ha explicado brillantemente la relación entre el desarrollo y la libertad, demostrando cómo las hambrunas se producen, precisamente, donde existe la planificación centralizada y en donde la prensa y las instituciones no son libres.
No sé cuáles libros y ensayos de Amartya Sen ha leído el señor Dilla, pero alguien que cree, como este notable Premio Nobel, en las virtudes del comercio internacional y ataca a los antiglobalizadores porque, en el fondo, defienden privilegios locales, está diciendo algo que sostenemos vehementemente los liberales, aunque en otros aspectos Sen se acerque al keynesianismo de la mano, también brillante, de Kenneth Arrow.
En todo caso, como al profesor Dilla, y tal vez a ciertos lectores, les interese el tema, dado que en estas páginas no hay espacio suficiente, lo remito a un viejo ensayo mío, del año 2000, que pueden hallar fácilmente en la red en Liberalismo.org: Liberalismo y neoliberalismo en una lección. De ahí entresaco este epígrafe:
El neoliberalismo una invención de los neopopulistas
âEl liberalismo, qué duda cabe, está bajo ataque frecuente de las fuerzas políticas y sociales más dispares. Basta ver los documentos del socialistoide Foro de Sao Paulo o ciertas declaraciones de las Conferencias Episcopales y de los provinciales de la Compañía de Jesús, pero para los fines de tratar de desacreditarlo lo denominan neoliberalismo.
Vale la pena examinar esta deliberada confusión. En primer término, tal vez sea conveniente no asustarse con la palabra. En el terreno económico el liberalismo, en efecto, ha sido una escuela de pensamiento en constante evolución, de manera que hasta podría hablarse de un permanente "neoliberalismo".
Lo que se llama el "liberalismo clásico" de los padres fundadores -Smith, Malthus, Ricardo, Stuart Mill, todos ellos con matices diferenciadores que enriquecían las ideas básicas-, fue seguido por la tradición "neoclásica", segmentada en diferentes "escuelas": la de Lausana (Walras y Pareto); la Inglesa (Jevons y Marshall); y -especialmente- la Austriaca (Menger, Böhm-Bawerk, Von Mises o, posteriormente, Hayek).
Asimismo, también sería razonable pensar en el "monetarismo" de Milton Friedman, en la visión sociológica o culturalista de Gary Becker, en el enfoque institucionalista de Douglass North o en el análisis de la fiscalidad de James Buchanan.
Si hay, pues, un cuerpo intelectual vivo y pensante, es el de las ideas liberales en el campo económico, como pueden atestiguar una decena de premios Nobel en el último cuarto de siglo, siendo uno de los últimos Amartya Sen, un hindú que desmonta mejor que nadie la falacia de que el desarrollo económico requiere mano fuerte y actitudes autoritarias.
Sin embargo, en el sentido actual de la palabra, el "neoliberalismo", en realidad, no existe. Se trata de una etiqueta negativa muy hábil, aunque falazmente construida. Es, en la acepción que hoy tiene la palabreja en América Latina, un término de batalla creado por los neopopulistas para descalificar sumariamente a sus enemigos políticos.
¿Quiénes son los neopopulistas? Son la izquierda y la derecha estatistas y adversarias del mercado. El neoliberalismo, pues, es una demagógica invención de los enemigos de la libertad económica -y a veces de la política-, representantes del trasnochado pensamiento estatista, con frecuencia llamado "revolucionario", acuñada para poder desacreditar cómodamente a sus adversarios atribuyéndoles comportamientos canallescos, actitudes avariciosas y una total indiferencia ante la pobreza y el dolor ajenos.
Tan ofensiva ha llegado a ser la palabra, y tan rentable en el terreno de las querellas políticas, que en la campaña electoral que en 1999 se llevó a cabo en Venezuela, el entonces candidato Chávez, hoy flamante presidente [recuérdese que esto fue escrito a los pocos meses de su primera victoria electoral], acusó a sus contrincantes de "neoliberales", y éstos, en lugar de llamarle "fascista" o "gorila" al militar golpista, epítetos que se ganara a pulso con su sangrienta intentona cuartelera de 1992, respondieron diciéndole que el neoliberal era élâ.
¿Qué clase de socialista es el señor Dilla?
El profesor Dilla, además de declarar que es marxista, se proclama socialista.
En realidad, ésa es una palabra que no dice mucho. ¿Socialista como Fidel Castro, como Bettino Craxi, o como Carlos Andrés Pérez, cuyo partido, Acción Democrática, pertenecía a la Internacional Socialista junto al PRD dominicano de Peña Gómez e Hipólito Mejía?
¿Socialista como son los partidos de esa cuerda en Alemania, Holanda o Escandinavia, donde, con frecuencia, gobiernan junto a los liberales o se oponen a ellos?
Mi impresión es que el profesor Dilla vive en un mundo esquemático de ensoñaciones ideológicas y eslóganes que nada tiene que ver con la realidad, o, por lo menos, con la realidad que yo pude observar durante los 20 años que fui vicepresidente de la Internacional Liberal, donde se dan cita 80 formaciones políticas de esa cuerda, y los anteriores 15 en que me integré a los grupos liberales españoles y dejé, felizmente, de ser socialdemócrata, cuando entendí cómo se crea la riqueza, cómo se malgasta, cómo se conserva y cómo se lucha mejor contra la pobreza.
Aunque a Dilla le sorprenda, quizás porque se pasó su juventud militando en el Partido Comunista de Cuba escuchando, supongo que molesto, consignas vacías e insultos al adversario, y presenciando indignos actos de repudio, el liberalismo no es una ideología en el sentido marxista (realmente hegeliano) del término, y tampoco existe la ideología âneoliberalâ, palabreja carente de sentido.
Lo que existen son algunos principios en mi previa respuesta le señalé ochoâdeducidos de la experiencia, a los cuales, con el tiempo, se ha agregado la postulación de ciertas medidas de gobierno propuestas por pensadores notables, entre los que comparecen los doce Premios Nobel que le mencioné anteriormente, número que fácilmente pudiera extender hasta el centenar de buenas y respetables cabezas.
Esas medidas de gobierno o âpolíticas públicasâ, como dicen en mal españolâ, no constituyen un dogma inflexible, como sucede con las supercherías marxistas, creadoras de regímenes irracionales en los que se va a la cárcel o al paredón bajo la absurda acusación de ârevisionismoâ, sino son propuestas abiertas y permanentemente revisadas, incluso dentro del liberalismo.
A los âaustriacosâ, por ejemplo, les parece erróneo el monetarismo de Milton Friedman, y no existe nada parecido a un acuerdo general sobre el nivel idóneo del gasto público con relación al PIB, o en torno al debate sobre la mejor forma de encarar los gastos de salud. Los liberales suizos creen y defienden la existencia de un seguro de salud universal y obligatorio, mientras los libertarios, en otras latitudes, horrorizados por cualquier clase de imposición, proponen soluciones diferentes.
No hay dogmas dentro del liberalismo. Nadie dentro de esta corriente cree que tiene la verdad en un puño y, por lo tanto, nadie se atreve a asegurar que conoce el destino de la humanidad y pretende guiar a la sociedad en esa dirección por medios coercitivos. Esas son peligrosas tonterías marxistas que, como advertía Popper, culminan en mataderos.
Los liberales somos, fundamentalmente, constructores de instituciones para que los individuos, libremente, forjen y modifiquen constantemente el destino que mejor les parezca de un modo pacífico. Afortunadamente, ni siquiera existe un credo común que nos unifique, porque sabemos que la sociedad cambia a cada momento, sujeta como está a sacudidas técnicas, demográficas y de otras mil índoles.
Si el señor Dilla acudiera a las reuniones de la Mont Pelerin o a los Congresos de la Internacional Liberal, comprobaría las saludables diferencias de criterio que existen entre los distintos partidos y pensadores que se denominan liberales.
Todos creemos, eso sí, en la libertad individual como el valor supremo del grupo, en la existencia de derechos humanos imprescriptibles, en la tolerancia como la virtud cardinal que debe presidir las relaciones entre las personas, en que el mercado es mucho más eficiente y moralmente justo en la creación y asignación de riquezas que la actuación de los comisarios guiados por los lineamientos del partido de gobierno, y en que la autoridad debe ser limitada y transparente y estar bajo el control de la sociedad.
A partir de esos puntos, comienza la discusión.
Distinguido, lei el articulo del senor Dilla y no entendi que defiende, solo veo los ataques, lo que me parece gracioso que alguien fuera del manicomio diga que es marxista, yo pensaba que el aire acondicionado oxigenaba el cerebro, parece que cuando alguien se cree el cuento del proletariado hay que hacerle un transplante.
No se puede vivr una juventud escuchando, estudiando y parodiando las consignas del Castro-Marxismo_Leninismo sin que quede algo sembrado del que no se puede escapar……….o quizas el señor Dilla no ha querido escapar de nada y lo que esta haciendo es “labor revolucionaria” fuera de Cuba.
Quizás el señor Dilla se considere a sí mismo un ILUMINADO que está solo tratando de salvar al mundo que no entiende (ni desea) esa salvación. Quizás ignore estos 3 puntos esenciales que no podrá refutar:
1) Ningún país gobernado por comunistas ha progresado al nivel de los gobernados por tendencias democráticas
2) En ningún país del mundo los comunistas han llegado al poder mediante elecciones libres y democráticas, sino por la fuerza
3) En la difunta URSS había 25 millones de militantes del Partido Comunista que no movieron un solo dedo cuando Gorbachov de un solo tajo acabó para siempre con el sistema comunista de ese gran país
Además, y esto sí debe saberlo el señor Dilla: cuando un país se divide, la parte que progresa es la no comunista: la comunista, como Corea del Norte y Cuba, se hunde en la miseria, la opresión, el abuso, la incapacidad, el disparate, etc.
Saludos,
Augusto Lázaro
@augustodelatorr
buena parte de la intelligentsia kubiche aislada, retirada, cuasi critica, emigrada o [auto]recluida es resultado de esa propia educacion universal y su “distanciamiento” con el regimen es condicional y se deriva solo de que fue excluida de sus parcelitas de poder seudo intelectual-burocratico. tal es el caso del cea de donde proviene el sr dilla, donde efectivamente coexistieron un grupo de talentosos profesionales [no decir que agentes de influencia y recopilacion y procesamiento de informacion de inteligencia y no solo academica], que fueron apartados de plumazo por el poder al que servian. muchos de ellos pretendian y se creian con derecho “intelectal” a ser miembros de la alta nomenklatura que sucederia a los historicos ya en los 90, coincidentemente poco despues de la caida del muro. sonaban con ser hoy los diaz-canel y bruno
lo que no cuesta no se aprecia
El fanático que se ha sacrificado toda su vida por una utopía, muere antes de reconocerlo, porque lo contrario es reconocer que su vida fue una farsa.
>> las ideas de Marx han fracasado en todas las latitudes y en todas las culturas donde las han tratado de implementar
Eso es cierto. Sin embargo, sin que ello invalide la veracidad de esa afirmación (pues una golondrina no hace el verano), es interesante recordar que existió un único experimento socialista exitoso… los kibbutz israelies.
Y si fueron tan exitosos por que entonces se deshicieron de ellos? Lo que fue exitoso no fueron los Kibbutz sino en estoicismo del pueblo que los puso en practica.
Sr Montaner mis respetos hacia usted pero no pierda su tiempo en darle clases gratuitas y disertaciones de sabiduria a este Sr Dilla porque este personaje es un engendro mas del hombre nuevo creado por el socialismo tropical de los Castros quien sabe que hace en Santo Domingo lo mas provable es adoctrinar y captar a nuestros vecinos para ir agrandando el poderio regional del nuevo imperio socialista que se esta engendrando para asi asegurar lla supervivencia del sistema en la isla Este personaje marsista socialista en Santo Domingo con libertades de todo tipo no es una buena senal Ojo con estos personajes que se van hacentado en Latino America
No entiendo,la Filosofia o la linea politica de este senor Dilla,veo
que hay una mezcla de sentimientos de diferentes ideologias!Los
hombres Deben definir,su linea Ideologica,se es una cosa,o se es la otra,ese es el gran problemas de la Sociedad Cubana,los Cubanos tienen
una Mezcla de sentimientos-el cubano actual y no son todos-yo he conversado con cubanos recien llegados,aman el sistema Capitalista,
pero son Socialista y tienen algun concepto Marxista,que lo justifican
en fin de cuentas,que ideologia abrazan?No lo se!.
Apuesto a que el Dilla (suerte que no es una dama) no asimilará este dedicado texto. A su favor al menos queda, ya que el comunista es un socialista armado, la virtud del pacifismo.
El Marxismo como tal o el Comunismo,son ideologias fracazadas!Lo ha demostrado la Historia!No hablaremos,de los paises que ya conocemos que fracazaron!Hablare de Cuba,mi pais!empezemos por nombrar,los barrios marginales de La Habana!Las yaguas,el Fanguito y quizas uno o dos mas a lo sumo!Barrios pobres estaban dispersos,en diferentes areas
de la Capital Cubana!Ahora barrios de clase Media,La Vibora,Vibora Park,el Reparto California,Lawton,almendares,algunas areas del mismo
Vedado,Marianao,y la lista es inmensa,como podran ver la clase Media
Cubana,no era muy poca!Clase alta Vedado,Miramar,Biltmore,Ciboney
y unos cuantos mas, con una poblacion que quizas no llegara al millon
y medio,la Capital Cubana!Ahora cuantos barrios marginales,existen
con la llamada Revolucion Cubana!Sobrepasan los 35 barrios Marginales
y si alguien no me cree,lo pueden averiguar con,alguna fuente fidedigna!La misma Industria del Calzado,tomando un solo ejemplo,El
Amadeo un calzado de calidad,no solo se exportaba a los Estados unidos,si no tambien a Europa,hoy posiblemente no exista,por persona
que conoci que trabajaban en esa fabrica,por ultimo me entere,que
estaban fabricando,zapatos de gomas,y por ciertas razones ha tenido
que cerrar,por falta de materia prima!La misma Fabrica de Chocolate
la estrella,casi todo se exportaba para Europa,y con la revolucion
se importa el chocolate,para brindarles a los extranjeros,que se hospedan en los Hoteles de lujo!Se arruino la Industria del azucar
el Tabaco mas o menos esta por el mismo estilo!El transporte Urbano
estaba considerado uno de los mejores en toda la America,y con la Revolucion,es una pesadilla,tomar algun omnibus,si es que lo logra!
y si es la parte del arte,no existen tiendas,que vendan instrumentos
Musica,ni guitarras,Violines,etc,etc,Eso mismo les pasa a los dibujantes,no hay papel,brochas nada!El problema habitacional es un desastre,los bodegas vacias,con una libreta de racionamiento,hace 54
anos!en fin,el dasastre total!Y hay quien defiende esta ideologia!
De verdad no lo entiendo!.
Cuando Fernando de los Rios (dirigente socialista de España) se reunio con Lenin en el que este le planteaba todo lo que haria el estado sovietico con su pueblo, el español le pregunto: “Esta bien pero y la Libertad?”
“La libertad?” respondio Lenin, “Para que?”
Bueno en Realidad,POl Pot.no implanto,un Comunismo,impuso un sistema
feudaldonde murieron de hambtre,mas de un millon y medio,de personas
y las que no murieron de hambre,fueron fusilados Fue un sistema que fue apoyado,por Viet Nam!Recuerden,que estabamos en plena Guerra fria
y si caia,Viet Nam del Sur,caeria,todo el sureste Asiatico!Por eso la Guerra de Viet nam,era un factor determinante,para los Estados
Unidos!Una Guerra,que le dejaron,todo el peso de la carga,a los Norteamericanos,En Vidas y en Dinero!Si otros paises como Francia,
Inglaterra,Alemania,hubieran sido participle tambien, de este conflicto,la situacion hubiera sido distinta!Pero por desgracia los
Estados Unidos,se han visto solos en grandes conflictos!Donde no ha existido,la mano de los Aliados!La Guerra de Irak y Afganistan es otra
Historia,para mi concepto y de otros muchos!Fue un gran error que jamas debemos repetir!.
No debería intentar justificar el comunismo, ni siquiera le queda bien tratar de hacerlo exaltando los errores de los gobiernos democráticos y los crímenes particulares de algunos desadaptados en el sistema, que es lo que siempre hacen los marxistas. El socialismo en cambio, cualquiera que sea su grado, denominación o país donde se impuso, es un atentado a la vida y la libertad de las personas. Por favor no insista, mejor observe cómo la gente vota con los pies y prefiere largarse con sus seres queridos y lo que puedan cargar, lejos de esos manicomios-mataderos irremediables.
Estimado Carlos Alberto
Sigo todos sus artículos y vídeos con profundo interés, pues son una fuente de conocimientos y aportan ideas precisas, muy claras.
Todos podemos leerle y estar más o menos de acuerdo con usted; pero es innegable que sus conocimientos de la realidad mundial y de la cubana en particular, le sitúan como el cubano mejor preparado para encausar un proceso de transición sensato, pacífico y efectivo hacia una democracia real y progresista en nuestro sufrido y humillado país.
Quiera Dios que en ese ansiado tránsito hacia la reunificación de hermanos, de hombres que reconstruyan la Patria martiana tantas veces prometida y tantas veces mutilada, se cuente con usted para dirigir tan complicado y a la vez, soñado proceso.
Siga aportándonos sus ideas, sus valoraciones. No se deje provocar por los corifeos del absurdo, por los nostálgicos de las utopías fracasadas. Déjelos que opinen, que le ataquen. Los respetaremos (algo que jamás harán ellos)y usted será el ejemplo, no ellos.
Me despido de usted con afecto y respeto.
José
Maximiliano!Si has estudiado,el sistema feudal,te daras cuenta,que el sistema,que impuso Pol-POT,no es mas ni menos,un sistema Feudal Autentico!Claro en pleno siglo 20!Una barbaridad,No Cabe Duda!Pero
su sistema,se bazaba en la agricultura!El negocio era por trueque y
no habia Dinero!PolPot,Cobraba,grandes impuestos a los campesinos,
que tenian que entregar,la mayor parte de sus cosechas!Al Estado,No
se si habian vasallos o no!Pero la base de su Economia era Feudal!
Con esto no estoy diciendo,maximiliano1Que PolPOT,no haya sido Comunista!Claro que lo era!Pero que implanto un sistema Comunista,
Claro que no!Te sigo insistiendo,fue,un sistema Feudal!
No estoy justificando el Comunismmo,como sistema,sabemos que fracazo,
fracaza y fracazara!DE eso estoy claro!El unico sistema,donde todos
podemos caber,es en un Gobierno SocialDemocrata!Lo demas es cuento!
Socialdemócrata no. Solo observe lo que está sucediendo en Grecia y está en serio riesgo de suceder en Portugal, Italia, España y Francia. Gobiernos “socialdemócratas” que parten de la base del gasto social están en la ruina y a punto de no poder cumplir con las obligaciones artificialmente adquiridas en el pasado como privilegios en subsidios a ciertos sindicatos y grupos sociales. Eso es inviable en el largo plazo. Peor aun el comunismo tipo Pol Pot en el que el gobierno controla a las personas como si fueran ganado llevándolas de un lado a otro como cosas, y ordenándoles qué hacer, mucho peor que el feudalismo. Por eso lo que usted llama “neoliberalismo” es la única solución, la libertad económica. Otra cosa más, haga un esfuerzo por mejorar su ortografía, a veces es difícil comprenderle.
Magistral Carlos Alberto Montaner. Ejemplos demoledores. Muchas gracias por poner a disposición de todos esta magnífica cátedra sobre los catastróficos resultados de los experimentos llevados a cabo por los Frankensteins de la hoz y el martillo.
Leí el artículo del señor Dilla. Escandaloso. Desde el primer párrafo se nota que este señor no puede ser coherente ni con él mismo. Como todos los aduladores y defensores (a distancia, siempre a distancia) del marximo-comunismo-leninismo-stalinismo, el señor Dilla tiene un permanente un conflicto con la verdad. Típico marxistapuntocom, el comunista de moda: con smartphone, ipod, tablet, acceso directo a la web, a wikipedia, twitter⦠Todos los inventos capitalistas a disposición de Dilla para, no obstante, seguir abogando escandalosamente por âel derecho a la miseria equitativa de los pueblos y la sumisión de estos a esa eterna esclavitud que es la dictadura del proletariadoâ (entendiendo, por supuesto, que âproletariadoâ no es más que âla voluntad del Máximo Líderâ). En el caso de Dilla, queda claro que su líder sigue siendo la momia que habita Punto Cero. Aunque, claro, Dilla, como todo buen geógrafo, supo trazar sus coordenadas con la precavida distancia. “¡Hipócrita!
Que suerte me ha tocado, la de vivir en una sociedad donde se puede leer a Carlos Alberto Montaner y a un idiota fracasado como en Camarada Dilla en igualdad de condiciones.
Dear CAM…Espero que Dios le de salud para que pueda encaminar el futuro de Cuba…sin los castros,,,GOD BLESS YOU!!
Estimado Montaner, cuando estos debates se abren muchas personas esperan impacientes sus escritos para analizar sus enseñanzas y su lúcida forma de pensar. En mi caso reviso el Blog cada dia para leer sus comentarios y puntos de vistas. Saludos y Gracias por las mismas.
Al señor Dilla, por favor utilice sus estudios de Geografía para establecer su ubicación y si es tan ferviente defensor de las ideas socialistas las coordenadas están en Cuba, todos los que piensan como él tienen las puertas abiertas, a, eso si, no puede disentir como lo hace en RD ya que termina en un calabozo.
Arriba alguien plantea que el señor Dilla seguro no asimila lo disertado por Carlos Alberto Montaner y tiene razón, este tipo de persona no puede cambiar su forma de pensar ya que el ódio que predica el socialismo lo ciega para tener una pizca de razonamiento lógico.
Sumándome a lo expuesto por Jose hago constar que desde ya tiene mi voto si algún día decide y puede postularse para presidente de Cuba.
No vayas tan lejos!hay figuras dentro de Cuba que no Deben ser ignoradas!respeto a Montaner,aunque a veces discrepamos,Claro no en todo!.
este senor Dilla esta defendiendo lo indefendible ,el Marxismo y el Comunismo ya han desaparecido ,porque son un disparate ,lo que queda de esas ensenñanzas son regimenes authoritarios que estan bajo la sombrilla de esas ideas estupidas.L apersona que se declare aiertamente Marxista o Comunista esta fuera de la historia o fue devorado por ella.
Eso mismo,le esta pasando,a los Liberales-Republicanos en EE;UU-estan escribiendo,sus ultimas pagina de la Historia!.