26 January 2011 ~ 3 Comentarios

Juegan con fuego en América Latina

Por Carlos Alberto Montaner

En América Latina el peligrosísimo juego es a tres bandas: Irán, Venezuela y Brasil.

Irán pretende convertirse en la cabeza del mundo islámico. Para ello, los persas necesitan armas nucleares y forjar un variado frente internacional de apoyo que compense la ojeriza que despiertan en el mundo árabe. Descubrir, por los wikileaks,”  que Arabia Saudita les pedía a los norteamericanos que destruyeran las instalaciones nucleares iraníes antes de que fuera demasiado tarde, seguramente los preocupa.

Dentro de esos planes hay que situar el violento antiisraelismo y antisemitismo propiciado por Irán. Es, suponen, una causa que galvaniza al mundo islámico. Liderarla coloca al régimen de los ayatolas al frente de ese revuelto amasijo de petróleo y dictaduras que conforman el universo mahometano. Por eso pagan, adiestran y alientan sin recato a los terroristas de Hezbolá. Teherán no quiere ocultar su apoyo a esta organización empeñada en destruir a Israel y “echar a los judíos” al mar. Ni siquiera desea evitar que se sepa que sus diplomáticos en Buenos Aires demolieron la AMIA y mataron 85 inocentes. Quiere que se conozca. En el enrarecido mundillo del radicalismo islámico ese crimen le proporciona un raro prestigio.

Hugo Chávez persigue fines paralelos. Busca para sí mismo y para Venezuela, con la dirección y la complicidad de La Habana, crear una opción antioccidental parecida a la presentada por la URSS y sus satélites hasta 1991, cuando desapareció el mundo comunista europeo. Este delirante diseño surgió de las múltiples conversaciones sostenidas entre Chávez y Castro tras el fallido golpe militar venezolano de abril de 2002 y el verano del 2006, cuando el Comandante enfermó gravemente.

Fidel, que vivía rumiando su frustración por la caída del Muro y el fin del proyecto soviético de conquista planetaria, persuadió a Hugo Chávez de que ese rol abandonado por los moscovitas podían y debían desempeñarlo La Habana y Caracas porque el dilema era sencillo: “o se expandía el proyecto revolucionario o el imperialismo norteamericano lo asfixiaba”. Hugo Chávez y no su hermano Raúl, demasiado pragmático y realista, era el perfecto heredero para llevar adelante los planes.

Fue el cubano el que convenció al venezolano de que debían contar con Irán y sus posibilidades de desarrollo nuclear. La posesión de armas nucleares era vital para la supervivencia de esta nueva URSS que estaban gestando, como demostraba el caso de Corea del Norte. Eran las armas nucleares y los misiles capaces de lanzarlas lo que hacía invulnerable al gobierno de Corea del Norte. Ese es el sentido último de la frase públicamente pronunciada por Fidel en Teherán en el 2002: Irán y Cuba podían poner de rodillas a Estados Unidos.

¿Cómo le paga su colaboración el eje Caracas-La Habana a Irán? Le paga fomentando los lazos de la dictadura teocrática de los ayatolas con países como Brasil, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Le paga con estridentes muestras antisemitismo y antiisraelismo. Le paga adquiriendo en el mercado internacional los componentes electrónicos y equipos militares a los que Teherán no tiene acceso por el embargo de la ONU. Le paga convenciendo a algunas ingenuas cancillerías latinoamericanas que pongan presión sobre Israel reconociendo a un Estado palestino que todavía no existe, y cuyo presunto territorio está dividido entre dos grupos que se entrematan cada vez que pueden: Hamas, en Gaza y Fatah en la antigua Cisjordania.

Brasil completa la carambola. Si la actual presidente sigue la senda diplomática trazada por Lula da Silva, Brasil intentará convertirse en el gran poder regional latinoamericano y en esa condición ocupar un espacio permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tal vez junto a la India, que posee la misma aspiración de romper el monopolio establecido tras la Segunda Guerra por las cinco potencias de entonces.

Para ese fin, Itamaraty, la cancillería brasilera, no quiere ser la sucursal de Estados Unidos en Sudamérica, sino convertirse en un poder regional independiente, escorado a la izquierda, incardinado en un sistema de alianzas con el Tercer Mundo, capaz de mostrarse muy inquieto por la colaboración militar entre Washington y Colombia, pero silente y complacido ante la presencia militar iraní en bases de misiles instaladas en Venezuela.

Esa presencia militar iraní en Sudamérica ya tiene presupuesto y nombres y apellidos. Lo reveló en Argentina el periodista Pepe Eliashev tras haber contrastado fuentes de inteligencia usualmente fiables. Teherán dedicará 4,500 millones de dólares a consolidar su influencia en América Latina. Las operaciones quedarán a cargo de la Fuerza Quds de acciones especiales. ¿Qué gana Irán con su presencia en suelo americano?”  Muy simple: el propósito es responder desde América Latina a cualquier ataque que sufra Irán en su territorio. Es el clásico choque de trenes. Se ve venir. Lo que no se comprende es la bovina pasividad de los gobiernos democráticos latinoamericanos ante el conflicto al que están arrastrando al Continente. ¿No hay por ahí una voz sensata que dé la alarma?”  [“©FIRMAS PRESS]

3 Responses to “Juegan con fuego en América Latina”

  1. Ignacio De Leon 26 January 2011 at 2:54 pm Permalink

    Carlos Alberto: Los paises de America Latina siempre han estado volcados sobre si mismos; solamente de manera ocasional han tenido la vision de entender la geopolitica mas alla de sus fronteras nacionales. La generacion de la Independencia (salvo Cuba y Puerto Rico) fue una excepcion. Luego de eso, solamente la Revolucion Cubana tuvo esa aspiracion, y termino convertida en la verguenza que hoy conocemos.

    Una presencia irani militar o alianza para desarrollo de poder nuclear de regimenes sin control internacional es una grave amenaza sobre la region. En el pasado, los paises latinoamericanos han dejado estos temas geopoliticos-internacionales en manos de los Estados Unidos.

    Creo que ante todo es responsabilidad de los latinoamericanos, pero tambien en esta ecuacion juega la aparente pusilanimidad o desinteres de los propios Estados Unidos, victima sobre la cual se cierne la amenaza. Nosotros, los latinoamericanos, no jugamos otro papel que el de carne de cannon.

    En suma, los Estados Unidos deberian asumir una politica mas activa en el tema, y no andar creyendo que los brasilenios van a resolver este problema. Por el contrario, como lo expones acertadamente, hay motivos para pensar que ellos mismos estan en la jugada, por motivos propios.

  2. ORLANDO 26 January 2011 at 10:15 pm Permalink

    Ahí está la explicación al total desconcierto que nuestro presidente JUAN MANUEL SANTOS decidió hacerle como su “nuevo mejor amigo” al vecino HUGO CHAVEZ FRIAS, de quien, finalmente nada bueno para la democracia Colombiana ha de esperarse con su intención claramente expansionista. Fue la alerta de ALVARO URIBE con la obvia y notoriamente conocida posición coadyuvante del entonces Ministro de Defensa JUAN MANUEL SANTOS que ahora decidió dar un viraje de 360 grados. Porqué? …

  3. Nelson Nuñez 27 January 2011 at 12:29 am Permalink

    Los que se alarmaron preocuparon por la supuesta unipolaridad del mundo cuando la caida del bloque Sovietico, han pretendido, pretenden y estan logrando crear otro polo mas peligroso, pues sus metas no son de equilibrio y cohexistencia pacifica, estos personajes son los que si aspiran a imponer al mundo sus voluntades y sus reglas de juego. Detras de un falso antimperialismo, esconden la idea de crear un imperio mucho mas inhumano y cruel.


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