10 July 2013 ~ 33 Comentarios

La arrogancia y el error

por Carlos Alberto Montaner

UPC

El profesor Haroldo Dilla, exiliado cubano radicado en Santo Domingo, discrepa de mis ideas sobre la gratuidad de la enseñanza universitaria expresadas a propósito de las manifestaciones estudiantiles en Chile. Su texto, La ignorancia y el cinismo, puede consultarse en 7días.com.do del 8 de julio pasado. Se trata de un periódico digital dominicano que posee, me dicen, una extensa difusión.

Es la cuarta polémica que sostengo con otros tantos cubanos últimamente. No me quejo, porque, como decían los campesinos en sus controversias rimadas, “me dan pie para la décima”. La primera fue con el periodista radial Edmundo García, la segunda con el cantautor Silvio Rodríguez y la tercera con el profesor Arturo López-Levy. Todas pueden localizarse en la red. Los tres primeros encarnaban diversas posiciones del oficialismo cubano. Ahora surge este inesperado intercambio con el economista Haroldo Dilla, exiliado en República Dominicana.

El tema que se debate

En efecto, como irrita al profesor Dilla, creo que es inmoral que el conjunto de la sociedad afronte las responsabilidades económicas de unos pocos adultos, generalmente pertenecientes a las clases medias y altas del país, que luego se beneficiarán del ejercicio de las profesiones alcanzadas.

Como escribí en La buena educación (www.elblogdemontaner.com), reproducido en diversos medios, me parece más razonable y justo que el Estado invierta los escasos recursos de que dispone en mejorar notablemente la enseñanza pre-escolar, primaria y secundaria, cuando los niños y adolescentes todavía no han sido declarados adultos responsables, porque es en esa etapa de la vida cuando se crean el carácter, los hábitos y los valores que los van a acompañar hasta su muerte.

Es en esa fase, además, donde están presentes prácticamente todas las personas, y no el porcentaje minoritario que accede a las universidades (desde el 51% en Canadá hasta el 3% en África subsahariana, con un promedio planetario de algo menos del 7%). Si de lo que se trata es de preparar a los ciudadanos para que puedan competir y sobresalir, es en los primeros años donde es más útil poner el acento.

Naturalmente, si la sociedad fuera inmensamente próspera y el Estado igualmente rico, no habría que elegir. Teóricamente, se podría subsidiar a todos, todo el tiempo, siempre que existan suficientes riquezas. Sólo que ese panorama es muy poco frecuente y, cuando existe, como sucede en algunos pozos de petróleo con himnos y banderas del Medio Oriente, las marginaciones son de carácter religioso. En algunos de esos países el todos no suele incluir a las mujeres.

Simultáneamente, el profesor Dilla rechaza mi conformidad con que esos estudios universitarios también puedan ser actividades lucrativas, como suele ocurrir con la enseñanza primaria o secundaria, zona de la educación donde proliferan las buenas, escuelas privadas. Dilla comparte con muchos religiosos el rechazo a la obtención de beneficios producidos por una ocupación a la que le confiere una majestad especial. ” ” 

Le escandaliza que una persona, o un grupo de inversionistas, arriesguen sus capitales y su tiempo fomentando una actividad empresarial dedicada a transmitir conocimientos a alumnos universitarios que libremente han decidido pagar por ellos porque los encuentran adecuados. Dilla prefiere obligar al conjunto de la sociedad a que sufrague los costos que eso implica.

Por supuesto, no estoy en contra de que exista enseñanza universitaria pública, pero me parece incorrecto que sea gratuita. Defiendo que conviva con otras expresiones de la docencia: universidades privadas con y sin fines de lucro, o regidas por cooperativas, sectores empresariales o sindicatos. La pluralidad y la diversidad siempre son buenas para la educación.

Desde hace años tengo alguna vinculación académica con la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), que me honró nombrándome Profesor Visitante, una empresa o institución con fines de lucro, y me consta que es una de las buenas instituciones de educación superior del país. Fue allí donde pude desarrollar un curso sobre los orígenes y características de nuestro continente, que luego apareció publicado en dos volúmenes: Los latinoamericanos y la cultura occidental y Las raíces torcidas de América Latina.

La UPC educa a unos 30 000 estudiantes en 9 facultades y 30 carreras. Forma parte de un consorcio global llamado Laureate International Universities que posee y opera 76 universidades en 27 países. Los accionistas de esa multinacional ganan dinero vendiendo buena educación a más de 600 000 universitarios en diferentes países del mundo, actividad que me parece absolutamente meritoria. Como cualquier otro empresario, deben cuidar la calidad y los precios para sobrevivir en el mercado. (Aclaro que no tengo el menor interés económico en esa empresa).

Esta operación, permitida por la inteligente y franca legislación peruana, me parece mucho más limpia y transparente que las universidades privadas, aparentemente sin fines de lucro, que disfrazan la obtención de beneficios por medio de sofismas o contabilidad creativa.

Entiendo, claro, pero no lo justifico, que esa trampa es el resultado de que, en casi todos los países, existe la superstición de que las actividades universitarias no deben rendir beneficios o, si los producen, estos deben reinvertirse en la propia actividad.

A mi juicio, una universidad privada creada con fines de lucro, como sucede con muchas escuelas de niveles inferiores, o con centros que ofrecen servicios médicos, pueden y deben ser empresas sujetas a los mismos riesgos y responsabilidades que cualquier otra actividad concebida para obtener beneficios a cambio de prestar un servicio.

En ese caso, no deben tener ventajas fiscales ni privilegios de ningún tipo. Tampoco suelen poseerlos los laboratorios farmacéuticos, y no creo que nadie ponga en duda la importancia que estos tienen, nada menos que para la preservación de la vida. ” 

En cuanto al costo de la educación, como he escrito en el artículo citado, creo que el Estado debe avalar los préstamos que necesita el adulto para educarse, si éste no dispone de ahorros o suficiente patrimonio personal. Y, como sucede con cualquier otro bien, puede esperarse que, además del educando, la familia se comprometa con la devolución del préstamo. Si los padres no tienen fe en el estudiante, ¿por qué debe creer el resto de la sociedad?

Por otra parte, es razonable que los liberales, que sostienen las virtudes de la meritocracia, propugnen que se otorguen becas a los buenos estudiantes. Premiar a los mejores, siempre que sean elegidos con criterios imparciales, es algo absolutamente recomendable para que se propague el ejemplo y se eleve el nivel general de la educación.

Otro de los argumentos del profesor Dilla, en el que lleva cierta razón, pero poca, y la poca que tiene no le sirve de mucho, es cuando alega que la educación es un “derecho”, algo que aparece consignado en numerosas constituciones y en la Declaración Universal de Derechos Humanos suscrita (y escasamente respetada) por todos los países miembros de la ONU.

Es verdad, pero el hecho de que exista un derecho, no quiere decir que sea necesariamente gratuito. Casi todos los textos legales hablan del derecho a la propiedad privada, mas eso no implica que el Estado debe regalarles una casa o un automóvil a los ciudadanos. Desgraciadamente, hay cientos de millones de personas que viven en países en donde existe el derecho a la propiedad privada, pero sólo son dueños de la sombra que pisan.

También existe el derecho a la libertad de expresión, lo que no garantiza que el Estado debe proporcionar el medio de ejercerlo. Simplemente, quiere decir que no se puede privar a nadie de esta posibilidad si tiene los medios para realizar esa tarea.

En todo caso, creo que cuando se habla de derechos económicos, o derechos a ciertos servicios o condiciones de vida, se confunde la palabra “derecho” con la expresión “aspiración legítima”, generalmente por razones de despreciable demagogia política.

Hablar del “derecho a la educación”, como del “derecho a una vivienda digna”, un “trabajo bien remunerado” o a “servicios de salud”, es crear una dudosa expectativa que tiene muy poco que ver con la realidad.

Para dotar de educación y servicios de salud a una comunidad hay que crear y acumular riquezas. ¿Cómo puede convertirse en un “derecho” un servicio que cuesta una cantidad de recursos que acaso no tenemos hoy ” y se corre el riesgo de tampoco poseerlos mañana?

Para ofrecer un empleo bien remunerado hace falta una empresa, generalmente que agregue bastante valor a la producción, y que, encima, obtenga beneficios. ¿Qué sucede si no existen o no se crean esas empresas? ¿Qué debe hacer el trabajador desempleado? ¿Denunciar en el juzgado de guardia al Presidente y a sus Ministros por violar sus derechos?

Naturalmente, el Estado puede asignarle arbitrariamente un salario al desempleado, como hacen en los estados asistencialistas-clientelistas. O puede nombrar a esa persona en una empresa que no lo necesita, como hasta hace poco hizo el gobierno cubano.

En los años setenta del siglo XX, en Venezuela, el primer Carlos Andrés Pérez creó 50 000 empleos de un plumazo. ¿Qué hizo? Obligó a que cada ascensor, aún los automáticos, fuera operado por un ascensorista absolutamente innecesario. Ese, obviamente, es un camino corto y estúpido hacia el empobrecimiento colectivo, aunque también es una manera de cumplir con el “derecho al trabajo”.

La cuestión personal

Hasta este punto, el planteamiento del profesor Haroldo Dilla me parece un debate importante. Encapsula dos visiones diferentes sobre el gasto público y la misión del Estado que dividen al planeta desde que en 1776 el”  escocés Adam Smith, esencialmente un profesor de ética, publicó su extraordinario Indagación sobre la riqueza de las naciones, libro que sentó las bases teóricas para desmontar el mercantilismo, sistema económico propio del Antiguo Régimen que tanto parecido tiene con los rasgos principales de los estados neopopulistas de nuestros días.

De entonces a hoy, esa discusión se ha ido enriqueciendo con mil nuevos argumentos y experiencias. Hay, incluso, hasta un gracioso debate cantado en versión reguetón entre Hayek y Keynes que puede encontrarse fácilmente en la red. Vale la pena verlo y escucharlo en YouTube porque es muy divertido.

Sin embargo, dada la trascendencia del tema, lamento que el señor Dilla personalice la cuestión y rebaje la calidad de sus razonamientos llamándome “ignorante, alguien que opina sobre lo que no conoce, ofende a sus adversarios y hace de su ideología un credo fanático”. Por supuesto, no voy a responder en el mismo plano. No me interesa tratar de herirlo en su amor propio o defenderme de sus ataques.

Hace muchos años, leyendo a Albert Ellis, entendí que no tiene la menor importancia real lo que los demás piensen de ti, especialmente si no existe un trato personal que justifique el juicio.

No deja de ser una tontería suponer que muchas o todas las personas deben admirarte o quererte. Probablemente, no lo sé, las vagas noticias que acaso el señor Dilla tuvo y tiene de mi existencia, fueron por cuenta del aparato de difamación de la dictadura cubana.

En Granma, como explico en el libro El otro paredón, publicado por e-riginal, me describen como un peligroso terrorista y espía de la CIA, dos acusaciones absolutamente falsas y ridículas con las que ese régimen lleva muchos años intentando (inútilmente) silenciarme mediante la destrucción de mi reputación.

Por mi parte, creo que nunca he conocido personalmente a Dilla y no tengo criterio sobre su persona. He leído algunos artículos suyos que me han gustado y otros que me han parecido parcialmente equivocados o disparatados.

Me han dicho que fue miembro de la juventud o del partido comunista cubanos, algo que no me consta, pero ese dato, de ser cierto, no lo hace mejor ni peor. Lo mismo sucede con los exnazis, los exfascistas y los expinochetistas. La militancia es cuestión de ideas. Lo que importan son las acciones.

Siempre hay tiempo y espacio para rectificar los errores juveniles, mientras no se tengan las manos manchadas de sangre, y no hay ninguna evidencia ni sospecha de que Dilla haya participado directamente en la represión y la violación de los Derechos Humanos de nadie cuando formaba parte de esa lamentable dictadura, aunque fuera lateralmente y en los estribos del poco influyente aparato académico cubano.

Supongo, por el tono de sus escritos, y porque, finalmente, acabó exiliado, que le parecía repugnante la atmósfera de terror que se vivió en la universidad cuando él estudiaba, o cuando era profesor y veía cómo expulsaban y perseguían a algunos de sus compañeros por ser homosexuales o creyentes, y hasta convocaban a actos de repudio para ofenderlos y humillarlos antes de echarlos a la calle condenados a una especie de cruel ostracismo moral.

Alguien, como él, que cree que la universidad debe tener las puertas abiertas, debió sufrir como una gran afrenta la política excluyente por razones ideológicas de esa institución (“la universidad es para los revolucionarios”), aunque no tengo información de que haya manifestado públicamente su descontento por estos atropellos cuando era estudiante, o luego cuando le tocó participar del claustro de profesores. ” 

Si defendió a las víctimas, debe aplaudírsele. Si calló y otorgó, le cabe algún grado de responsabilidad moral en toda esa barbarie, aunque no seré yo quien se lo eche en cara. No es ése mi papel. Creo que dio un buen paso cuando abandonó al régimen, y ya se sabe que las dictaduras totalitarias contienen este deprimente factor de contaminación general que las hace especialmente repulsivas.

Más que regímenes distintos, las revoluciones totalitarias son un gran charco de inmundicias en el que deben chapotear los partidarios para poder sobrevivir, ascender y mantenerse. Romper con ese lodazal es siempre meritorio y merece aplauso, aunque algunas personas queden parcialmente percudidas y psicológicamente afectadas, especialmente si tienen conciencia crítica. ” ” 

Más curioso me resulta, en cambio, que siga siendo marxista, pero ni siquiera eso, a mi juicio, lo descalifica en el orden personal, pese a lo que implica de terquedad intelectual frente a la experiencia de sus propias vivencias en la marxista “dictadura del proletariado” del manicomio cubano, a lo que se agrega un siglo de barbarie, cien millones de muertos a lo largo del siglo pasado, veinte fracasos en todas las culturas y situaciones y bajo toda clase de líderes. Sencillamente, como dicen en España los más barrocos, hay personas “inasequibles al desaliento”, o, como ratificaba el torero, “hay gente pa”´to”.

Al fin y al cabo, he conocido seres magníficos y extraordinariamente inteligentes que son espiritistas, partidarios de Sai Baba o convencidos de que no hay mejor guía de conducta que la Cábala, ni mejor modo de pronosticar el futuro que el I Ching. Todos las creencias sobrenaturales son respetables, aún aquellas que no saben que lo son. Finalmente, me parece que el profesor Dilla escribe bien y eso es de agradecer.

Pero vayamos al meollo de la cuestión.

El liberalismo

La primera aclaración es que eso que el señor Dilla llama “el neoliberalismo” como dogma ideológico, un método parecido al marxismo, sencillamente, no existe. Hay algunas creencias básicas, extraídas de la experiencia y del juicio moral, a lo que llamamos liberalismo, pero nada más.

No sé con cuántas de ellas el señor Dilla está en desacuerdo, pero le anoto las ocho más importantes para que él, si lo desea, explique por qué las rechaza:

“·” ” ” ” ”  Situamos la libertad a la cabeza de nuestros valores y prioridades, y la definimos como el derecho a tomar decisiones individuales sin la coerción del Estado o de otros grupos poderosos.

“·” ” ” ” ”  Creemos que la responsabilidad individual es la contrapartida ineludible de la libertad individual. No puede haber ciudadanos libres si no son, al mismo tiempo, responsables de sus actos.

“·” ” ” ” ”  Sostenemos que existen derechos naturales que no pueden ser abolidos por el Estado o por grupos poderosos. Entre ellos, existe el derecho a la propiedad privada, ámbito, por cierto, en que mejor puede preservarse la libertad individual.

“·” ” ” ” ”  Proponemos la existencia de un Estado limitado por un orden constitucional universal, que no favorezca a persona o grupo alguno, que establezca la separación y balance de poderes, fundamentalmente dedicado a proteger los derechos individuales, preservar la paz e impartir justicia.”  ” ” 

“·” ” ” ” ”  Suponemos que la posibilidad de crear riquezas se logra con mayor intensidad, eficiencia y justicia en el seno de la sociedad civil, aunque no descartamos la responsabilidad subsidiaria del Estado.

“·” ” ” ” ”  Exigimos la absoluta transparencia de los actos públicos y la constante rendición de cuentas. Para los liberales, el Estado es o debe ser un conjunto de instituciones libremente segregado para beneficio de las personas. Los empleados públicos, desde la cabeza hasta el más humilde, son nuestros servidores y han sido elegidos para obedecer la ley.

“·” ” ” ” ”  No creemos en las virtudes de la igualdad de resultados, sino en la de igualdad de oportunidades para luchar por conquistar el tipo de vida que libremente escogemos. De ahí que el método natural de selección de los liderazgos entre los liberales esté basado en la meritocracia, aunque sabemos que ella conduce a la desigualdad.

“·” ” ” ” ”  Aceptamos que la democracia representativa es el método menos ineficiente que se conoce para tomar decisiones colectivas en el ámbito público, y estamos de acuerdo en que las elecciones periódicas y limpias entre partidos diferentes que compiten por el poder y se alternan y vigilan en el ejercicio de la autoridad, es un modo razonablemente adecuado de organizar la convivencia, siempre que se respeten los derechos individuales plasmados en la constitución y las leyes.

El liberalismo en el terreno de las medidas de gobierno

Al margen de esos principios fundamentales que unifican a los sectores liberales, la experiencia de los últimos dos siglos ha ido decantando ciertas ideas, proposiciones y posturas de carácter económico que me imagino que horrorizan al señor Dilla o provocan su rechazo intelectual, pero, como en el caso anterior, sospecho que los lectores querrán saber por qué se opone a ellas con tanta vehemencia. A continuación consigno las doce medidas de gobierno más populares entre los que nos consideramos liberales:

“·” ” ” ” ”  Suponemos que el libre mercado, a juzgar por la experiencia, es mucho más eficiente que la planificación centralizada desde el Estado para asignar recursos y crear riqueza.

“·” ” ” ” ”  Impulsamos la defensa del libre comercio frente al proteccionismo.

“·” ” ” ” ”  Propugnamos la apertura al comercio internacional y la inversión extranjeras.

“·” ” ” ” ”  Proponemos la existencia de un Estado reducido que haga pocas tareas, pero que las haga bien, y ponga el acento en impartir justicia y en cuidar la vida y la seguridad de las personas.

“·” ” ” ” ”  Rechazamos los déficits fiscales, el endeudamiento excesivo y a la impresión de dinero “inorgánico”, políticas todas que conducen a la inflación y al empobrecimiento colectivo. Es decir defendemos la moderación y la austeridad en el terreno macroeconómico.

“·” ” ” ” ”  Suponemos que es preferible un nivel bajo de presión fiscal para que la sociedad civil disponga de mayores recursos para crear riquezas.

“·” ” ” ” ”  Tenemos la convicción, derivada de la experiencia, de que el Estado es un pésimo empresario, corrupto y malgastador, y, por lo tanto, es preferible privatizar el aparato productivo que tiene en sus manos.

“·” ” ” ” ”  Dentro de ese espíritu, preferimos, cuando sea posible, la opción de la “tercerización” de servicios públicos antes que aumentar la burocracia.

“·” ” ” ” ”  Rechazamos, en general, los subsidios, por ser una fuente de corrupción y clientelismo, y porque convierten el asistencialismo en el instrumento de grupos de poder que perpetúan la pobreza y convierten a los necesitados en su base electoral.

“·” ” ” ” ”  Favorecemos la toma de decisiones de las personas mediante vouchers, antes que colocar esas decisiones en manos de los burócratas del Estado para que decidan cómo, cuándo y qué deben consumir los individuos o cómo alcanzamos la felicidad.

“·” ” ” ” ”  Optamos por desregular cuando las normas entorpecen la creación de riquezas, pero regular cuidadosamente para garantizar la competencia, la transparencia y el fair play.

“·” ” ” ” ”  Junto a los teóricos de la creación de “capital humano” y “capital cívico”, dos nociones propuestas y muy analizadas por los pensadores liberales, creemos en la importancia extraordinaria de la educación, especialmente en los primeros años, cuando, como he señalado antes, se forjan el carácter, los hábitos y la escala de valores.

Como el señor Dilla me considera un ignorante (y seguramente lo soy, puesto que las cosas que sé son infinitamente menos que las que ignoro); y aunque no soy dado a respaldar mis posiciones con opiniones de autoridad (me parece un dudoso procedimiento para imponer las ideas extraído del método escolástico), advierto que estas doce amplias proposiciones, a las que probablemente se oponga el señor Dilla, porque tienen el tufo de lo que él llama neoliberalismo, cuentan con el respaldo parcial de una notable pléyade de pensadores e intelectuales calificados como liberales, entre los que, a vuela pluma, puedo citar a la siguiente docena de Premios Nobel de Economía: Friedrich von Hayek, Milton Friedman, Gary Becker, James Buchanan, Douglass North, Robert Lucas, Robert Mundell, Edmund Phelps, Edward C. Prescott, Amartya Sen, Robert W. Fogel y Ronald H. Coase. No es conmigo, sino con ellos con quienes debe debatir estas cuestiones que él domina con tanta certeza dado que, felizmente, no es un ignorante.

Asimismo, a los efectos del debate, sería útil que explicara por qué el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, y el Banco Interamericano de Desarrollo suelen recomendar”  todas o algunas de estas medidas como expresiones del buen gobierno, o por qué, en Maastricht, cuando los países europeos fueron a adoptar una moneda común, el euro, crearon un marco de referencia bastante ajustado a este recetario liberal que describía a los Estados bien gobernados.” 

El regreso de la sensatez liberal

¿Cómo llegaron los liberales, o muchos de ellos, a proponer esas medidas de gobierno y, en algunos casos, a llevarlas a la práctica exitosamente? Básicamente, por el fracaso continuado de los planteamientos contrarios.

El profesor Dilla yerra o no sabe lo que dice (con perdón) cuando afirma que: “El neoliberalismo [sic] es una doctrina cuya puesta en práctica no solo ha causado muchos estragos sociales, frustraciones y miserias, sino que ha estado precedido por ellos. Sencillamente, porque sus postulados solo pueden practicarse desde la represión y la inacción social, de lo cual el régimen de Pinochet en Chile –con sus asesinatos, desapariciones y torturas—fue un ejemplo trágico”.

Es asombroso que una persona bien informada, como pretende ser el profesor Dilla, ignore que las mayores y más exitosas reformas liberales del Estado en el siglo XX han sido llevadas a cabo en democracia, con el consentimiento de las mayorías y con arreglo a la ley.

Lo dice con bastante claridad Fareed Zakaria: “Cuando Thatcher llegó al poder, la vida del británico promedio era una serie de interacciones con el Estado: el teléfono, gas, electricidad, agua, los puertos, trenes y aerolíneas pertenecían y eran administrados por el gobierno, así como también las empresas siderúrgicas y hasta Jaguar y Rolls-Royce. En casi todos los casos esto llevaba a la ineficacia y la esclerosis. Tomaba meses el llegar a tener instalada una línea de teléfono en el hogar. Las tasas impositivas marginales eran muy altas, llegando hasta el 83%”.

¿Qué hizo Margaret Thatcher? Sigamos con Zakaria: “Privatizó 50 empresas y los gobiernos de Europa, Asia, América Latina y África siguieron el mismo curso. Los impuestos se recortaron en todos lados. La tasa impositiva marginal más alta de la India en 1974 era de 97.5%. Hoy la tasa más alta es del 40%. En EEUU en 1977, los impuestos sobre las ganancias del capital y dividendo eran del 39.9%; en 2012 la tasa era del 15% (…) Esos cambios se han llevado a cabo bajo gobiernos conservadores, liberales y hasta socialistas. Como declarara Peter Mandelson, arquitecto del ascenso del partido Laborista en los años 90: Ahora todos somos thatcheristas”.

Los neozelandeses, autores de una ejemplar reforma liberal, a finales de los años ochenta, hundidos por el peso del estatismo y el lastre de la fantasía del Estado de Bienestar, más pobres que España en ese momento, decidieron jugar la carta de la apertura económica, y en menos de una década le dieron la vuelta a la situación. ¿Cómo? Reduciendo los subsidios, eliminando los contratos de trabajo sectoriales, liberalizando las relaciones laborales, reduciendo los impuestos y desregulando muchas actividades económicas. Y lo interesante es que esa reforma liberal no la hizo la derecha, sino los laboristas, porque esas políticas públicas que escandalizan a los neopopulistas pertenecen al ámbito del sentido común y de la experiencia.

Le haría bien al profesor Haroldo Dilla leer los papeles del exdiputado sueco Mauricio Rojas sobre la realidad de su país de adopción, especialmente su libro Reinventar el Estado de Bienestar. Rojas, que llegó a Suecia como un exiliado chileno que huía del pinochetismo, entonces convencido de las ventajas del estatismo, poco a poco se transformó en liberal. ¿Por qué? Porque fue testigo del peligroso descalabro del mítico modelo socialista sueco cuando, en 1993, el gasto público alcanzaba el 72.4% del PIB y la inflación y el desempleo se dispararon. ¿Qué hicieron para salvar la situación? Según Rojas, liquidaron el monopolio estatal sobre la provisión de servicios abriéndose a la empresa privada, redujeron los subsidios, introdujeron la competencia y delegaron las decisiones educativas y sanitarias en el usuario mediante un sistema de vouchers. Es decir, recurrieron a muchas de las medidas propuestas por los liberales.

Otro maravilloso ejemplo de reforma liberal en libertad es el de Israel, el más exitoso de los experimentos sociales del siglo XX. La pequeña nación, que se fundó en 1948 en medio de una peligrosa guerra, con un presupuesto ideológico socialista democrático, basado en cooperativas y kibutz, evolucionó pacíficamente hacia un modelo económico que descansa en las empresas privadas y el mercado, realizando esa revolución sin recurrir a la violencia, hasta convertirse en uno de los países más prósperos y creativos del planeta, pese a los frecuentes conflictos bélicos en los que, muy a su pesar, ha debido intervenir.

Finalmente, qué duda cabe de que el gobierno de Pinochet fue responsable de execrables crímenes que jamás dejé de condenar por las mismas razones que censuraba a los cometidos por los Castro en Cuba, pero las reformas que se llevaron a cabo en ese país, y que cambiaron su faz económica hasta ponerlo a la cabeza de América Latina, no se produjeron porque el general las impulsó a sangre y fuego (lo que no deja de ser un argumento pinochetista), sino porque el país las necesitaba y el régimen, negando la usual tradición estatista y nacionalista de las dictaduras militares, aceptó el consejo de uno jóvenes chilenos formados en la Universidad de Chicago.

¿Qué pasaba en Chile tras la experiencia socialista de Allende? Así lo describe el diplomático chileno Juan Larraín: “Entonces el país gozaba de una inflación del 508%, el déficit fiscal era superior al 25% del PIB, la deuda externa había crecido en un 23%, las reservas internacionales eran apenas 200 mil dólares y había harina sólo para una semana. Por la vía de las confiscaciones, expropiaciones, intervenciones y nacionalizaciones, el Estado se había apropiado de más del 70% de la actividad económica”.

La grandeza de la Concertación que vino después del régimen de Pinochet, cuando se instauró la democracia, fue conservar esas medidas liberales que habían rescatado a Chile de la miseria, de la misma manera que Tony Blair profundizó, en vez de anular, las reformas iniciadas por la señora Thatcher. Por ellas, por las medidas liberales, hoy Chile, pese a todas las dificultades, continúa creciendo, se acerca a los $20,000 dólares per cápita (PPP) y ha disminuido sustancialmente el índice de pobreza.

Pero no sólo Chile hizo reformas de carácter liberal. Sin recurrir a la violencia, la Bolivia del cuarto Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) fue rescatada del abismo por esas medidas, luego continuadas durante la presidencia de Sánchez de Lozada (1993-1997). La Costa Rica del primer Óscar Arias (1987-1991); la Colombia de César Gaviria (1990-1994); el México de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y el de Ernesto Zedillo (1994-2000); el Uruguay de Luis Alberto Lacalle (1990-1995); el Brasil de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), cuyas reformas luego respetó Lula da Silva; incluso la Argentina de Carlos Menem (1989-1999 en dos periodos consecutivos), a pesar del antiliberal aumento del gasto público y la nauseabunda corrupción que rodeó los procesos de privatización, tuvieron aciertos indudables.

¿Cuáles son hoy los países latinoamericanos que más y mejor crecen en América Latina? Sin duda, los de la Alianza del Pacífico: los que mantienen políticas dotadas de cierta orientación liberal, como México, Colombia, Perú y Chile.

¿Cuál es el peor? Sin duda, la Venezuela del chavismo, cuyo gobierno, dirigido por trágicos payasos, ya fuera el difunto “Comandante eterno” o el peculiar Nicolás Maduro, especialista en onomatopeyas ornitológicas, es el gran enemigo de las ideas de la libertad.

En fin, si el profesor Haroldo Dilla desea continuar este debate en el terreno de las ideas, yo estoy dispuesto. No lo deseo, porque me aburre mucho, pero la pelota queda en su cancha.

33 Responses to “La arrogancia y el error”

  1. Boris Imajo 10 July 2013 at 3:01 pm Permalink

    Ilustre cubano, un honor compartir, aunque esto sea un accidente del destino, nacionalidad y Patria. Nadie me ha explicado mejor la doctrina liberal o la democracia.
    Aunque a usted le aburra el debate con ese señor, yo lo espero ansioso. Es bueno ver derrumbar los edificios grises de la verdadera ignorancia y ver como aparece la luz entre los escombros.

    Mis respetos a usted.

  2. Julian Perez 10 July 2013 at 4:00 pm Permalink

    Amigo Montaner:

    Muy buen artículo. Me ha gustado especialmente la excelente distinción que hace entre derecho y aspiración legítima, pues me ha servido para redondear ideas.

    Sabiamente la Declaración de Independencia norteamericana pone como derechos fundamentales la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad (pocos y auténticos, y luego ampliados, también de forma minimalistas en las 10 primeras Enmiendas, el Bill of Rights), poniendo como fundamento teórico para que ningún gobierno los pueda quitar que estos derechos son otorgados por Dios.

    “¡Qué distinto a la famosa frase de “¨libertad, igualdad y fraternidad”¨ (lo único válido era lo de la libertad) que terminó en un baño de sangre! La única revolución que no devoró a sus hijos, como Saturno, ha sido la norteamericana, debido a la sabiduría de sus documentos fundadores.

    La proliferación de “¨derechos”¨ que no son tales para lo único que sirve es para convertir los gobiernos en macrocefálicos y crear utopías incosteables.

  3. Armando Añel 10 July 2013 at 5:49 pm Permalink

    Uno de los grandes problemas que padece la cultura latinoamericana es el complejo de inferioridad, y de eso en gran medida son culpables los académicos latinoamericanos. Ese complejo les lleva a ignorar los eventos y lecciones de las democracias más avanzadas, fundamentalmente las de origen anglosajón. No leen lo que tienen que leer, no sacan conclusiones de donde las tienen que sacar y hablan de neoliberalismo como si lo hubiera inventado Pinochet.

    Y es que el rechazo (resentimiento) de la academia a la clase empresarial y en general al capitalismo no se afinca en conclusiones de índole intelectual, sino de orden sentimental. La academia no se siente suficientemente reconocida y rechaza el éxito y/o el nivel de vida de los que considera inferiores en conocimiento y significación. No puede soportar que un vendedor de papel higiénico posea yate y cuatro casas y un profesor universitario tenga que cuadrar cuentas a fin de mes.

    En gran medida el culpable del atraso latinoamericano no es el famoso “neoliberalismo”, sino precisamente la academia. Los académicos y las universidades “gratuitas” (entrecomillo porque en realidad no son gratuitas, sino que las pagan los pobres contribuyentes, vilmente esquilmados por el Estado). Es a partir de esta academia que la cascarita de piña del antiamericanismo y el marxismo se esparce y crea los estados de opinión y actitud que a su vez generan el subdesarrollo. ¿Consecuencia? La gente termina sin papel con que limpiarse… la boca.

    Ejemplar texto de Montaner.

    • Carlos Alberto Montaner 11 July 2013 at 3:37 am Permalink

      Gracias, querido Armando. Heberto Padilla, que era muy inteligente, solía decir que la cultura no era cuestión de niveles de sabiduría, sino de ignorancia. Hay gente a las que las ciega la arrogancia intelectual.

  4. José M. 10 July 2013 at 7:53 pm Permalink

    Para los libertarios o liberales, como nosotros, esta es una cátedra refrescante, digna de guardarla como manual para algún “debate” fortuito con algún estatista.

    Mi admiración para nuestro compatriota Carlos A. Montaner.

  5. JOSEF WEISS 10 July 2013 at 9:28 pm Permalink

    Muy estimado SR.Montaner
    El suscrito tambien envio una carta,que fue publicada, en el NUEVO HERALD,referente a su articulo,sobre las protestas estudiantiles
    en CHILE.
    EN POCAS PALABRAS EXPRESE,MI DESACUERDO SOBRE SU muy intersante articulo,EXPRESANDO que los estudiantes de padres de pocos recursos tambien deberian tener oportunidad y derecho a estudios superiores y salir de la pobreza.

    • Carlos Alberto Montaner 11 July 2013 at 3:51 am Permalink

      Gracias, la leí y me parece un punto de vista que hay que tomar en cuenta. Tal vez el préstamo estudiantil es la solución menos mala, más las becas a los jóvenes excepcionales. Gracias por escribirme.

      • JOSEF WEISS 22 November 2014 at 11:47 am Permalink

        soy muy fiel lector de sus artticulos excelentes

  6. halfonso 11 July 2013 at 12:25 am Permalink

    Que puedo decir?
    Que esta es una magnifica leccion de economia, hitoria, y etica.
    Muchas gracias. Felicitaciones. Eres grande!

  7. Hector L. Ordonez. 11 July 2013 at 1:10 am Permalink

    Con el perdon,del senor Carlos Alberto Montaner!Quizas Dillard no tenga toda la razon,pero en gran parte.ha dicho toda la verdad!respecto al Liberalismo!Es un sistema que deshumaniza al hombre como tal!

  8. Carlos Alberto Montaner 11 July 2013 at 3:45 am Permalink

    Mil gracias, Maximiliano. Así es: los marxistas se inventan un enemigo que no existe (el neoliberalismo), mientras ocultan o ignoran una historia que sí existe: la de la docena de tiranías y los 100 millones de muertos.

  9. Augusto de la Torre Casas 11 July 2013 at 8:10 am Permalink

    Esto es más bien un pequeño y excelente ensayo, me apunto a las felicitaciones recibidas, pero me pregunto si vale la pena dedicar tanto espacio a responder a ese señor que seguirá pensando lo mismo y quizás ni siquiera termine de leer tu respuesta. Abrazos,

    Augusto Lázaro

    @augustodelatorr

  10. Francisco Perez 11 July 2013 at 12:45 pm Permalink

    Querido Montaner,como siempre genial, le ha dado usted una contundente respuesta al tal Dillard. Creo, señor Montaner, que al arrogante señor Dillard no le quedaran deseos de continuar el debate, sencillamente porque Usted le ha propinado a ese señor un verdadero Jaque Mate intelectual con su magnifica respuesta. Un abrazo para usted compatriota.

  11. Hector L. Ordonez. 11 July 2013 at 1:37 pm Permalink

    Josef Weiss te felicito!Todos tenemos derecho a una educacion!Sin importar su clase social,a veces los Sabios,estan entre los mas pobres

  12. Cesar Rojas 11 July 2013 at 3:58 pm Permalink

    Estoy de acuerdo con ud señor Montaner con lo expuesto en su articulo y sólo queráa comentar una cosa. Nada es gratis en esta vida (si acaso el amor de una madre, y aun así no estoy muy convencido de ello). Mi padre estudio filología en la universidad con una beca del gobierno de CR con una única condición: al sacar su carrera el debía devolver lo invertido trabajando como maestro, ya que en ese entonces había un déficit muy grande maestros para primaria y secundaria . Creo que una buena propuesta para estas personas que quieren educación gratis: si quieren ayuda, que se comprometan a 1 de 2 cosas: si saca la carrera debe devolver lo invertido en trabajo. Si no saca la carrera debe devolver el dinero invertido de alguna manera (a alguno le parecerá draconiano, pero creo que es un buen filtro para desalentar a los vagos que no quieran esforzarse).

  13. Juan Pueblo 11 July 2013 at 4:18 pm Permalink

    Los cubanos que crecimos en la isla, necesitamos que se nos explique aquello que nunca tuvimos acceso a conocer y teniendo en cuenta los vientos de cambio, ahora es un momento crucial, para que todos entiendan, que nuestro país puede ser muy rico o muy pobre depende de nosotros.

  14. Manuel arias 11 July 2013 at 4:26 pm Permalink

    Gracias a Montaner por su artículo. Soy un cubano anticomunista que vive en España. Yo no soy un convencido del liberalismo. Estudie algunas cosas de economía Y siempre vi que toda política económica tiene efectos positivos y negativos. Querría que CAM abundase en los efectos no deseados de políticas liberales allí donde se ha aplicado. Me cuesta mucho creer por ejemplo que el liberalismo pudiera ser la solución para Cuba en un futuro inmediato teniendo en cuenta el grado de deformación de la sociedad cubana.

    No estoy muy informado sobre que piden exactamente los chilenos. Aquí en España las universidades publicas no son gratis pues la matrícula de las asignaturas se pagan. No se si su protesta va encaminada a pagar cero.

    Por otro lado me gustaría que un día abordases en un artículo la política económica del gobierno español actual. Me parece inaceptable que suban los impuestos a todo y luego recorten o cobren en sanidad y educación. En España quieras o no si trabajas te descuentan precisamente para sanidad, educacion, pensión, etc.
    Luego cada vez te quitan mas y te dan menos de lo que das. Eso desde la perspectiva liberal supongo que sea un despropósito.

    Espero no haberme ido del tema. Un saludo.

  15. jefferson 12 July 2013 at 12:19 am Permalink

    Sr. Carlos Alberto Montaner

    Saludos, Excelente articulo, ¿que me puede decir usd. De los que confundimos al liberalismo con el Laissez faire? , (La pregunta se la hago porque estoy en proceso de conversión del llamado así “marxismo” y todas sus ideas políticas, económicas y sociales. Ósea la cosmogonía marxista, por el mas discreto y razonable “liberalismo”.
    Desde hace 6 meses, pero la conversión aun es defectuosa, y esto se debe sobre todo a la influencia que ha tenido sobre mi hobsbawm, que en un libro muy popular, (y estoy seguro que con artimañas, o magia literaria como dice Vargas llosa, hacer pasar verdades por mentiras y mentiras por verdades…)utiliza su talento y sagacidad para hacer responsable al liberalismo de la crisis del 39, (él lo llama la caída del liberalismo) y de manera fluida relata sus consecuencias en Europa… y las medidas ” estatizantes” que tomo estados unidos con su new deal , también como en el lenguaje económico la “planificación” salió de la jerga comunista a la capitalista (new deal) y para rematar narra de manera encomiosa ( o algo así; ya los sabíamos , lo habíamos advertido) el triunfo de la teoría keynesiana . Y agrega, con la “edad de oro del capitalismo” o los treinta grandes, obra y gracia del keynesianismo y el regreso trágico… del liberalismo.
    Usd lo explica muy bien en el caso de Inglaterra, Suecia, y demás. Yo le pregunto a usd haya o no respuesta ¿que paso con la mano invisible, se esfumo, desapareció? es habitual escuchar las filípicas “¡”¡los mercados no se autoregulan”¡”¡ “¡”¡ usd lo que quieren son sociedades de mercado, no economías de mercado”¡”¡ y bla,bla,bla… ¿como responder a esto?
    Aunque yo he entendido que el liberalismo quiere poco estado porque es necesario (el “necesario” es mio) en el que se respeten los derechos individuales, en el que todos vivamos bajo el imperio de la ley. (Por mi edad tengo 17 años o por mi ignorancia, tal vez las dos cosas, ” el principio de legalidad y el imperio de la ley me parecen sinónimos…), en el que la propiedad privada sea salvaguardada y protegida, y exista división de poderes. Y el anarcocapitalismo no quiere ninguno ¿para que el estado? ( “¡”¡ Usd lo que quieren son sociedades de mercado, no economías de mercado”¡”¡ ) y si el fin ultimo del liberalismo es poco estado en una cultura de la legalidad, porque existe ¿aun? ¿No es acaso una utopía? ¿O si ese no es su fin, si no tener hombres libres, donde los hay? ¿En que lugar se ha hecho el experimento “liberal” y “radical” de poco o ningún estado no solo en la economía si no en la sociedad, claro sin degenerar en anomia? (No en Europa donde existe una maquinaria burocrática gigantesca y tampoco casos como el somalí y los estados “fallidos”) ¿Si el estado existe como monopolista de la violencia? ¿Quien la monopolizara en una sociedad liberal (es un decir; a lo que me refiero es a una sociedad anarcocapitalista)? No son estos, los argumentos o preguntas que hacen los portavoces de los “colectivos” para probar la real o posible. Falta de “cohesión” de estas sociedades. “egoístas e individuales” o el perfecto equilibrio son individuos – colectivos, no hermanados por sangre ni ideas (es obvio que por ideas…) si no por su humanidad.

    O no es esto una disparatada palabrería de un adolescente afecto a bizantinismos. Neófito y primíparo en el mundo de las grandes ideas que por desgracia no hacen parte del sentido común de la humanidad .perdiendo el tiempo el o tal vez el lector al que le gustaría que leyese este montón de palabras, que ha dedicado su vida a combatir sin odios a la estupidez política y social de un montón de gente que vive apenas un tiempo en un insignificante planeta dándole vueltas a un furibundo sol . Que a su vez le da la vuelta a la galaxia con otros soles con sobrados motivos para estar aun más iracundos y la galaxia a su vez…Ad infinitum

    Saludos pues Carlos, en américa latina siendo astronómicos estamos ha años luz de la sensatez, este es, el reino de lo real y maravilloso, (pero no es la única región, el surrealismo es un valor universal, al otro lado de la piscina existe el comuni-capitalismo, y no se diga mas, no se diga mas, por favor no se diga mas…) claro a la manera latina que es mas tosca y menos letal que la europea. Aunque no deja de ser menos salvaje, es mas, acá existe la licencia de la barbarie (en mi natal Colombia claro, una anécdota cuando en Europa se hablaba de cultura de la legalidad acá se hablaba de cultura de la violencia. “¡”¡Cultura de violencia “¡”¡ pero que hijuemadres es eso ;”¡”¡ mas gracioso y violento que Tarantino !! A yaayaa yayaaa yayaya…claro esa es la cultura de la violencia. Sii sii pero es ficción… si Carlos acá al menos no tuvimos nazismo que tiene una ideología graciosamente letal si no peronismo que es grotescamente ambiguo es peor que el comuni-capitalismo… no tuvimos estalinismo si no a dos dinosaurios en una isla que son piezas de museo para el comunismo mundial dicen que son muy valiosas. Y hasta la gente que parece equivocarse de la manera más sensata posible a veces mete la pata .Mario Vargas llosa, que era para mí una bestia negra, anticomunista, (para mi era dogma revelado de que en verdad “todo anticomunista es un perro) predicando “¡”¡herejías!! A diestra y siniestra con los demonios capitalistas más réprobos de américa latina un objeto de odio y rencor. Me causo intriga por qué había dejado la verdad “revelada” la explicación más perfecta del orden social existente, estudiándolo me causo simpatía sus apasionadas defensas de la libertad del individuo y la soberanía individual, hasta lamente alegrarme tiempo atrás el que no hubiera sido el presidente del piruw… y el que mucha gente “pensante” de toda Latinoamérica lo odiara aun mas que yo. Después me sentí incomodo con mis ideas de izquierda como alguna vez me había sentido incomodo con las ideas tradicionales de la región. Después descubrí que era el “perfecto idiota “en un libro muy indignante para un idiota en des-idiota-cizacion , después muy cómico e indulgente para un ex – idiota. Con el testimonio de cabrera infante (en su obra vidas para leerlas) y la del propio Vargas llosa comprendí que el perro y bárbaro era yo… y no estaba solo eran muchos y son muchísimos los que creen que el comunismo es la fuerza del bien, las atrocidades que se le atribuyen son agresivas calumnias… propaganda de perros fascistas… que deben ser exterminados…
    Bueno y todo no tuve necesidad de ni siquiera perdonar a Vargas llosa en mi fuero interno porque el equivocado era yo, es mas se convirtió para mi en un icono de sinceridad intelectual y aun lo es.

    Solo que leyendo retrospectivamente sus piedra de toque (son clásicos) descubrí uno infame en el que llamaba “estadista” al mayor granuja que haya llegado a la presidencia de Colombia, ha alguien que debería estar cumpliendo cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad. Alguien quien subió al poder con las manos llenas de sangre y se fue de el aun con más sangre, nunca voy a olvidar cuando el ejército privado de ese maldito hizo que mi familia cumpliera (como muchas en toda Colombia y el pueblo donde vivíamos) el sagrado deber democrático de votar (por el) sopena de no hacerlo de ser un guerrillero… comunista hp… que vale un hp culo… que no merece ejercer el sagrado derecho de la vida ya que es inútil… ha Vargas llosa esa la pase como muchas victimas del estalinismo y castrismos se las pasan a los miles o tal vez millones que aun defienden el comunismo en especial al soviético, después de todo una victima del estalinismo lectora del volcánico Neruda sentirá que se desvanece su mundo cuando lee oda a Stalin o:

    “Stalin alza, limpia, construye, fortifica
    preserva, mira, protege, alimenta,
    pero también castiga.
    Y esto es cuanto quería deciros, camaradas:
    hace falta el castigo”

    “Canto general”

    Es aterradora tanta infamia.

    SALUDOS PUES CARLOS GRACIAS A PERSONAS COMO USD Y VARGAS LLOSA MUCHOS PODEMOS SABOREAR LA SENSATEZ POLÍTICA E INTELECTUAL. CLARO A COSTA DEL ODIO MASIVO E INTRANSIGENTE, EL SER ODIADOS POR MUCHOS ES AGOBIANTE Y DESALENTADOR Y EL SER ODIADO INTERNACIONALMENTE ES AUN PEOR, LE DESEO LA MEJOR DE LA SUERTES HOMBRE. HASTA LUEGO

  16. Hector L. Ordonez. 12 July 2013 at 1:47 am Permalink

    Hablando de todo un poco,que dano le ha echo,el TEA-PARTY al Partido
    Republicano!Con todas las personas,que aposte,el triunfo de Obama,les
    gane por partida doble!Como por ej:En la Florida,que era un bastion
    republicano,los Democratas ganaron,por voto electoral y voto popular
    Fue aplastante la derrota,de los Liberales,no se si ustedes se dieron cuenta,como Romney Hood-le quita a los pobres para darle a los ricos,o sea un Robin Hood al reves-cambiaba de posicion,en algunos
    momentos era Neo-liberal,en otras derecha de centro,y en otras ocasiones,era mas Democrata que Obama!Cuando Romney Hood,dijo,yo le
    voy a quitar los food stamps,pero le voy a dar trabajo,fue cuando las
    gentes cojieron miedo y pensaron y si manana,no tengo trabajo,que como
    que llevo a la mesa,para darle de comer a mis hijos!.Como en Miami los
    sueldos son muy bajo y los costos estan por las nubes!Y cuando dijo
    voy a eliminar el Medicaid,las gentes temblaron!y para terminar,con los pocos votantes que tenia a su favor,dijo que daria unos cupones
    para el medicare1Esa fue su tumba!Por un valor de 13,000 dolares!
    Sin contar otras cosas mas que dijo!Las posibilidades que este personaje saliera como president,no eran ni remotas!
    Y los otros personajes,que aspiraban a la presidencia republican
    eran de espanto,como Santorum,Paul y los demas,personajes que tenian
    mucho parentezco con los tres Chiflados!Se recuerdan de estos personajes disparatados!Y en estos momentos les aseguro,los republicanos,estan a anos luz de alcanzar el triunfo!.

  17. Julian Perez 12 July 2013 at 4:01 pm Permalink

    Amigo Ordoñez

    Me temo que vamos a discrepar. Obama tuvo menos votos en 2012 que en 2008, pero… a Romney le fue peror y tuvo menos votos que McCain en el 2012. Obama no ganó: Romney perdió. Muchos republicanos se quedaron en su casa. Que Romney fuera mormón quizás haya tenido que ver, pues a muchos evangélicos seguía sin gustarles la idea de votar por un mormón. Pero también influyó mucho que Romney era considerado RINO (Republican In Name Only)

    No creo que el Tea Party le haga daño al partido republicano, sino todo lo contrario. Y no creo que el partido deba renunciar a sus principios para complacer votantes, sino vender bien su producto (y convencer a su propia base), cosa que no están haciendo. Reagan, sin renunciar a los principios, ganaba de calle, porque sabía vender las ideas.

    Gracias al Tea Party los republicanos pudieron recuperar el congreso a partir del 2010, cosa que parecía imposible. Y gracias a eso la administración de Obama ha sido menos dañina que lo que pudiera haber sido. El movimiento del Tea Party es algo que hacía falta. Desde hace tiempo, tanto con administraciones republicanas como con demócratas el gobierno crece, y crece, y crece… La única diferencia es que con los demócratas crece más rápido.

    Un saludo afectuoso

  18. Hector L. Ordonez. 13 July 2013 at 4:27 am Permalink

    amigo Julian Perez!BUENE MORALEJA! Obama NO GANO !Romney perdio!
    no se donde usted saco,los numeros de las elecciones pasadas!pero
    no importa.Obama gano!Ahora que los republicanos no salieron a votar
    pudiera ser!A lo mejor,no les sono el despertador y se quedaron,dormido!Para la proxima vez no se compren un reloj chino!Son
    de muy mala calidad!ahora la experiencia,que tenemos de las administraciones Republicanas,nos dejan un mal sabor en la boca.Amigo
    Julian!El Ultimo buche amargo fue el senorito Bush!Dejeme decirle que este senor,casi enterro al Partido democrata!Y atras vino el tea-Party
    y lo acabo de enterrar!quizas usted,tenga la conviccion de estar iyendo en el camino correcto!pero dejeme decirle,que va en el camino equivocado!ahora quiero decirle,que no soy Comunista!por que esa ideologia,no es la antesala del infierno!Si no el mismo Infierno!
    Un gran saludo!
    Hector L. Ordonez.

    • Julian Perez 15 July 2013 at 12:27 am Permalink

      Amigo Ordoñez

      >>no se donde usted saco,los numeros de las elecciones pasadas!

      Estuve revisando…

      2008. Obama 69,498,516. McCain 59,948,323.

      2012. Obama 65,455,010. Romney 60,771.703.

      O sea, yo estaba equivocado en una de las dos cosas que dije. Obama obtuvo, en efecto, muchos menos votos que en el 2008 (4 millones) pero Romney no obtuvo menos votos que McCain. De hecho, obtuvo un millón más. Lo que sí ocurrió fue que los votos que perdió Obama Romney no fue capaz de obtenerlos y por eso estaba yo bajo la impresión de que su resultado fue peor que el de McCain (lo fue, en cierto sentido).

      En lo demás, como se dice… “¨let”´s agree in disagree”¨. No creo que nuestras contradicciones, como se decía en lenguaje comunista sean “¨antagónicas”¨. 🙂

      Un saludo

      Julián Pérez

      • Julian Perez 15 July 2013 at 7:35 am Permalink

        Me faltó algo…

        Quizás debí haber aclarado a qué me refería cuando dije que Obama no había ganado, sino que Romney había perdido, afirmación que parecía un poco rara.

        Veamos los votos de todos los presidentes que fueron reelectos a partir de Eisenhower.

        Eisenhower: 34,075,529 en 1952 y 35,579,180 en 1956.

        Nixon: 31,783,783 en 1968 y 47,168,710 en 1972.

        Reagan: 43,903,230 en 1980 y 54,455,472 en 1984.

        Clinton: 44,902,806 en 1988 y 47,401,185 en 1992.

        Bush 43: 50,456,002 en el 2000 y 62,040,610 en el 2004.

        O sea, la tendencia es que los presidentes son reelectos con un mejor resultado que en su primera elección o no son reelectos. En el caso de Obama, con 5 millones menos de votos que en su primera elección, en teoría no le hubiera tocado ser reelecto. Desde ese punto de vista, decir que fue Romney el que perdió me parece válido.

        Espero haberme explicado mejor ahora.

        Otro saludo.

  19. Ramon 13 July 2013 at 4:52 am Permalink

    Estoy plenamente de acuerdo con CAM Yo llegue a USA hace 10 años con mi hija de 19 empezo a estudiar ingles en el College de oyente para no gastar dinero, lo importante era aprender Ingles y no los creditos, mientras trabajaba de cajera en un negocio de comida rapida con salario minimo. Continuo en el College ya con clases de credito, ademas matriculo como Asistente medico en una escuela vocacional y al año se graduo y en el lugar donde realizo las practicas le ofrecieron trabajo, el cual acepto, termino el college y paso a la universidas de Hayward CA donde en otros 2 años se graduo de Bachelor en Bioquimica, aplico a Medicina y la denegaron, pero no se dejo vencer tomo un programa de La Univercidad de San Francisco de nivelacion para las minorias, pero aprovecho y las clase que tomo las escogio para sacar un segundo Barchelor en Biologia Celular y Molecular, con estas dos carreras aplico nuevamente a Medicina y fue aceptada, se graduo y actualmente esta haciendo la residencia en medicina interna.
    Como unos cubanitos llegados aqui hace solo 10 años lograron esto 3 carreras Universitarias, con segun algunos lo caro que son los estudios aqui y mas en esas presigiosas Universidades.
    El esfuerzo personal, un rigurozo control de gastos, los prestamos universitarios, el enrolamiento en programas de investigacion que las empresas que se benefician de ellos pagan generosamente, actividades extra escolares pagadas por las universidades como son servir de consejeros, repasos a los de menor nivel etc, etc hasta el infinito.
    Y como bienn dice CAM todo esto incluido los prestamos con un porciento que se supone deben contribuir los padres, los cuales son beneficiados en sus tasas de impuestos al ayudar a sus hijos.
    Por supuesto en diciembre comensara a pagar los prestamos (a bajo interes) y de esa forma devolver el dinero para que el gobierno pueda ayudar a otros estudiantes.
    EL LIBERALISMO FUNCIONA.

  20. Surse Pierpoint 14 July 2013 at 12:16 am Permalink

    Estimado Sr. Montaner;

    Que bien que haya aprovechado la oportunidad para listar las bases de una sociedad exitosa. Este ensayo es de coleccion. Saludos desde Panama.

  21. Hector L. Ordonez. 14 July 2013 at 3:58 pm Permalink

    Ramon,ante todo,dejeme felicitarlo!Por todo lo que logro su hija en
    tan corto tiempo!10 anos,buen record,para una muchacha de su edad!
    Pero dejeme aclararle,el plan de Becas,que otorga el Gobierno,no es
    un concepto liberal!Ni mucho menos,fue creado por los Liberales o
    Republicanos!Usted debe saber,que la base Liberal no comtempla en lo
    absolutO!El desvio de Dinero del estado,para estos fines y no solo en educacion,si no tambien,para planes de salud!En un sistema Liberal
    que defiende,el Partido Republicano,tambien comtempla,la eliminacion
    del plan de viviendas,para personas pobres o de bajos ingresos!Plan
    8!La eliminacion,del Medicaid y la reduccion del Medicare,por medios
    de Cupones,con un valor de 13,000 dolares por persona,aunque su intencion,hubiera sido la eliminacion,del Medicaid y el Medicare!Como
    proponia,el aspirante a la presidencia Republica,el senor Paul!
    Otro aspirante,a la presidencia republicana,el senor Santorum,no se
    si usted se acordara,cuando resalto,en sus palabras,que toda Educacion,debe ser pagada,por los padres de ninos y jovenes,sin importar,el nivel escolar,ya que el pagaba la educacion de sus hijos!
    Pero dejeme advertirle que Santorum,ni siquiera es clase media,es
    millonario y dueno de companias,que le generan cuantiosas ganancias
    por ano!
    Si usted considera,que el liberalismo funciona,dejeme decirle con
    todo respeto,que se equivoca!Y de gran manera,Em Mexico no funciono
    -otro tema a tratar-en el Salvador,no funciona,en Honduras,tampoco
    y la lista es larga!.Le liberalism es la deshumanizacion del mundo!

  22. Julian Perez 15 July 2013 at 8:26 am Permalink

    Perdón por dar tanta lata y postear otra vez, pero he seguido investigando y hay algo más.

    Romney si tuvo menos votos que McCain, como dije: votos republicanos. Los independientes que no votaron por Obama sí votaron por Romney. Fueron los republicanos los que fuero a votar menos por Romney que por McCain. De haber ido, quizás Romney habría ganado pues la diferencia no fue tan grande.

    Fue Rush Limbaugh quién descubrió ese detalle.

    Eso se veía venir en las primarias. Los candidatos con verdadero peso no quisieron presentarse. A la base nunca le acabó de gustar Romney. ¿Con qué moral, por ejemplo, iba Romney a oponerse a Obamacare cuando él había impulsado un programa similar cuando gobernador? Uno por uno, los otros iban consiguiendo estar en punta por delante de Romney, pero todos tenían algun problema. Al final Romney fue masticado, pero no tragado.

    A lo mejor esto es para bien. Se dice que hizo falta un Carter para tener un Reagan. Quizás hacía falta un Obama 2 para tener otro Reagan. Ahora aplazaron Obamacare para que el desastre no se hiciera obvio en el 2014, tratando de no perder el Senado (puede que lo pierdan de todas formas) pero va a ser difícil que no se note en el 2016. A menos que pierdan el Senado y Obamacare sea derogada. Eso, paradógicamente, beneficiará a los demócratas en el 2016 como, en mi opinión, la mejoría de la economía a partir del control republicano del congreso, benefició a Obama en las últimas elecciones.

    Esto NO se sale del tema. Estamos inmersos en una gran guerra cultural, de la que las elecciones del año pasado fueron otro campo de batalla, y el problema de la educación es central en esa guerra (y en el futuro de todos). El control de los medios de prensa y TV, de Hollywood y de las Universidades –y no solamente de ese nivel de educación– por parte de la izquierda lleva generaciones creando una visión sesgada de la que no es nada fácil substraerse. Llevamos tiempo perdiendo la guerra de la información, y uno de los lugares en los que se está perdiendo es en las aulas.

    Por eso estos artículos sobre la educación han resultado tan polémicos.

  23. Hector L. Ordonez 15 July 2013 at 6:59 pm Permalink

    La diferencia,de votos,entre Obama y Mccain,fue appreciable,la diferencia,entre estos dos,politicos fueron de 10 millones de votos
    Ganando el president Obama,y la diferencia con Romney hood,fue de 5 mllones,en fin saquen la cuenta,Obama gano,por voto electoral y popular!Y las tendencias,al Partido Democrata,seguiran en alza,eso lo dira el tiempo!

  24. Hector L. Ordonez 18 July 2013 at 1:36 am Permalink

    El Partido republicano,esta contando sus ultimas paginas de su Historia!Lo siento por Liberales,de verdad me da pena!.


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