27 July 2020 ~ 5 Comentarios

MONTAR UNA FARSA…..por Fernando Londoño

por Fernando Londoño

Para cubrir un desastre?

Al señor comandante del helicóptero derribado por las FARC sobre el río Inírida se le comieron la lengua los ratones. Ni una palabra. Ni una explicación. Nada. Todo ese silencio asombroso, no cabe duda, cumpliendo órdenes superiores. “Hay una cosa moribunda en el mundo, que es la verdad” decía Jean Francois Revel hace años. Tantos, que esa cosa moribunda, ya murió. Un botón para la muestra.

No sabe uno que es peor. Si este permanente escamoteo a la verdad, o si el desastre que el silencio, mentiroso y cobarde, trata de ocultar.

Los últimos dos meses han sido una  cadena de desastres para las Fuerzas Militares. Hemos contado por lo menos 31 bajas y decenas de heridos, de los que nunca vuelve a saberse. ¡Son tan incómodos! Y lo

s más dramáticos, estos héroes que murieron ahogados en ese encierro maldito de un helicóptero en naufragio. Solo pensar en ese cuadro nos llena de espanto. Y de indignación.

Si el Black Hawk derribado es la peor tragedia, la mayor vergüenza la vivimos cuando un pelotón de soldados terminó prisionero de una turba de cocaleros, empujada por las FARC, al pie de unos cultivos de coca, la tumba de nuestros hombres, que se baten sin honor contra unas matas de coca, machete en mano. En esta ocasión, después de ese cautiverio denigrante, tuvo que intervenir la Defensoría del Pueblo para que liberaran los bandidos a sus presas. Cuánta infamia, por Dios.

Los señores generales Navarro y Zapateiro, no se dan por aludidos. Al grito de AJUIA, siguen muy tranquilos, al frente de un ejército glorioso, bajo su mando convertido en erradicador manual de coca. Y no pasa nada.

Seguimos tumbando cocales a machete. Una crueldad y una estupidez que habría valido hace rato una acción del Procurador. Mandar unas personas, por un salario miserable o porque tienen que cumplir órdenes, campesinos y soldados, a campos llenos de bombas donde van a perder las piernas, los brazos y los ojos, es una estupidez y una crueldad. Eso se hace, sin riesgos ni dolores, fumigando desde el aire con un producto que se usa en todos los cafetales los cañaduzales o los arrozales de Colombia. Pero como faltan pantalones, que ojalá se hubieran comprado aprovechando los días sin IVA, se sigue disponiendo de la integridad y la vida de centenares de personas en esta horrible tarea. Y como dijimos, el Procurador ahí, preparando su campaña presidencial. Y el Fiscal allá, tapando la espalda de su compañero de pupitre. Que alguien le explique al doctor Barbosa lo que son los delitos de riesgo y los delitos culposos. Exponer la vida de alguien, sin necesidad, es, cuando menos, abuso de autoridad. Y muy posiblemente un homicidio o unas lesiones personales, a título de culpa.

En este domingo hemos tenido una noticia extraordinaria, que mereció intervención del Presidente de la República. Un tal Ariel, que nadie conocía, subalterno de Márquez y Santrich, fue capturado en la Guajira. Éxito enorme, después de 31 muertos, docenas de heridos y para balancear la noticia de ayer, medio oculta por la prensa, de una nueva voladura en las instalaciones del oleoducto Caño Limón Coveñas. Algo es algo, ¿verdad?

Estamos muy preocupados por el COVID 19, por las camas UCI y por los hospitales llenos de pacientes y las calles llenas de irresponsables, pero bien valdría una miradita a lo que se llamaba antes el orden público y a lo que su Ilustrísima el Nuncio califica como la guerra.

No nos engañemos. Como decía el Presidente Uribe, el narcotráfico es el combustible que alimenta todas las guerras. Y esa batalla no se está dando. La erradicación manual es un crimen, que se suma a otro. Nada más.

Y como si algo faltara para completar la desgracia, surgen los jueces con sus tutelas, la Corte Constitucional cumpliendo las órdenes de su jefe, Juan Manuel Santos, y los zurdos colombianos asociándose con los zurdos gringos para cerrar los caminos de una lucha franca contra esta calamidad.

Acaba de decir el Consejo de Estado, otra buena colección de apátridas y de incompetentes, que la Policía no puede incautarse de la cocaína que lleven los jíbaros en sus bolsillos, sino cuando pruebe en el portador la intención de comercializarla. Eso lo llamamos los expertos la “diabólica probatio” o más sencillamente la prueba imposible. De modo que lindamos por el Norte con la prohibición de hecho de fumigar los cultivos y por el Sur con la prohibición de molestar a los que van repletos de cocaína, pero sin la intención de venderla. ¡Vaya!

Es posible que salgamos de la pandemia. Lo que parece imposible es que salgamos del narcotráfico y su cadena de horrores. Lo que es peor que cualquier contagio.

 

5 Responses to “MONTAR UNA FARSA…..por Fernando Londoño”

  1. manuel 28 July 2020 at 8:47 am Permalink

    El origen de las especies, le brindó un pretexto científico a la ideología burguesa y el totalitarismo. Primero, los teólogos más ortodoxos arremetieron contra la selección natural. Darwin y Alfred Russel Wallace habían puesto en los predios de la biología lo que había sido obra de Dios. Pero la competencia por la vida, el éxito del más fuerte, del mejor dotado, es tan atractivo para justificar el modo y las relaciones de producción capitalistas que, apenas con la llegada del siglo XX, el darwinismo sería convenientemente compaginado con el Génesis y hasta hoy, en el catecismo, te enseñan que los tiempos de la creación divina son meros símbolos inescrutables de la Palabra Divina. En Occidente, sería suficiente con que el Altísimo fuera creador de los genes siempre que los sacerdotes –los católicos más que cualquier otros- sobrevivieran al racionalismo decimonónico y continuaran ejerciendo la hegemonía sobre la espiritualidad de la gente.

    Un drama que cuente la historia de la Biología, tendría como anécdota obligada el descubrimiento en 1910 por Thomas Hunt Morgan de una mosca mutante de ojos blancos. La publicación de El mecanismo de la herencia mendeliana , en 1915, por Hunt y sus compañeros y el artículo de Ronald Fisher en 1918 The correlation between relatives on the supposition of mendelian intheritance” constituyen las bases de la síntesis evolutiva moderna en el estudio de la vida. El neodarwinismo, como también se le conoce, resultaría el “sustento” científico de ideopolíticas tan aparentemente opuestas como el estalinismo y el fascismo, manifestaciones de un darwinismo social que, aunque había sido enunciado por Hebert Spencer incluso antes de la aparición de El origen de las especies, encontraron perfecta aplicación en los «experimentos» sociopolíticos de alemanes y soviéticos. Nada como una guerra para demostrar a las masas que el más fuerte está destinado a sobrevivir, tener éxito y vencer. Sólo en la primera mitad del siglo XX hubo dos, devastadoras.

    La noción, vulgarizada por el cine, la prensa y el resto de los medios de comunicación, de que la Evolución ha de interpretarse como la ley del más fuerte, del mejor dotado. Soslaya el papel de la colaboración biológica y la simbiosis en la adaptación de los seres vivos a las condiciones ambientales y la evolución. Se sustenta en unas Ciencias Sociales nacidas como hijas del matrimonio incestuoso entre la Ideología y las Ciencias Exactas y Naturales. El desarrollo de las Ciencias Sociales fue resultado del auge del racionalismo decimonónico y trae consigo la traslación de paradigmas metodológicos y modelaciones teóricas de disciplinas milenarias, como la matemática, la física y la bilogía, a las entonces imberbes psicología social y sociología. El neodarwinismo sirve para inocular la idea de la superioridad de los escogidos, y argumentar lo mismo los pogromos de los nazis que la imperiosa necesidad de que los ucranianos abastecieran de granos a la URSS, una de las causas del Holodomor. El pueblo ruso como «la fuerza superior de la Unión Soviética», la raza «aria» y los métodos políticos usados por unos y otros en el sostenimiento del mito, son manifestaciones implícitas de ese darwinismo social.

    La bióloga y activista social norteamericana Lynn Margulis, publicó más de setenta libros y cientos de artículos, algunos de ellos, en colaboración con su hijo Dorion Sagan, hijo también del famoso astrónomo Carl Sagan. Margulis aunque reconocía el trabajo de Darwin, entendía que los neodarwinistas no habían logrado explicar las incógnitas que trascendieron al inglés, una de ellas, y quizás la más importante: la fuente de las variaciones que impulsa la evolución de la vida. Según la científica hippie, las mutaciones genéticas aleatorias, esgrimidas por los neodarwinistas, no bastaban para explicar la evolución biológica que significaba la incorporación de nuevos rasgos a los seres vivos. Entonces desarrolla sus respuestas en otros ámbitos teóricos, basadas en las ideas del estadounidense Ivan Wallin y del ruso Konstantin Mereschkowski, que habían postulado la simbiosis –colaboración biológica-, entre los organismos simples como el proceso catalizador de la aparición de organismos complejos.

    Aunque al principio sus postulados fueron rechazados por la comunidad científica, y los divulgadores hicieron caso omiso de sus planteamientos, para 1970 desarrolla su teoría de la simbiogenésis en su libro Origin of Eukaryotic Cells¸ y a partir de ahí encuentra apoyo experimental. En agosto de 2014, en la revista Nature se publicaron los resultados de la comparación de más de un millón de genes de 55 especies de eucariotas, y más de seis millones de genes de procariotas, por un equipo investigativo dirigido por Wiliam F Martin, y se ha demostrado la teoría de Margulis.

    O sea, se ha comprobado experimentalmente que Margulis tenía razón al subvertir el neodarwinismo, exaltando la simbiosis, o sea, la colaboración, como desencadenante de la evolución. Obviamente, este no es un resultado atractivo para las teorías filosóficas basadas en la supresión mediante la acción violenta o implantación hegemónica de contradicciones sociales identificadas como antagónicas. Cualquier noción de que la evolución de una sociedad dividida en clases hacia una que se distinga por la participación y la colaboración entre grupos portadores de roles, es imposible sin que una derrote, aplaste, a la otra definitivamente, va a negar la posible replicación sociopolítica de los postulados de la endosimbiosis de Lynn Margulis.

    La interpretación apriorística y sesgada de que la Ley de la Unidad y Lucha de Contrarios se manifiesta en la sociedad exclusivamente en forma de lucha de clases y búsqueda de la hegemonía política, soslayando otras alternativas allí donde las condiciones histórico-concretas lo permitan, propiciarán que los legionarios de las clasificaciones y los atrincheramientos divisorios corran a acusar este artículo de centrista o pro Tercera Vía, y los supremacistas de derecha y anticomunistas viscerales lo aúpen sólo según la perspectiva aparentemente conciliadora que tendría, en aras de continuar expoliando y oprimiendo a millones de personas.

    Pero los resultados científicos de Lynn Margulis están ahí, conviviendo con el neodarwinismo y otorgando una respuesta al origen y evolución de la vida mucho mejor demostrada experimentalmente, que las que se lograron con las teorías que le antecedieron. La endosimbiosis está ahí, lo mismo que la necesidad que tenemos en Cuba de que convivan varios tipos de propiedad, de que colaboren y se complementen varias formas de producción, y de que se interrelacionen tipos de mercados según el nivel adquisitivo de los diferentes actores económicos. Si el resultado de esto es o no la aniquilación de los más débiles o desventajados según el darwinismo social, será responsabilidad, en primer lugar, de los que estén mejor dotados culturalmente para evitarlo, del Estado, y de todos los que conformamos la nación.

    Para contactar con el autor: grmilanes@gmail.com

  2. Manuel 28 July 2020 at 10:00 am Permalink

    Branson deja de ser billonario, …a juzgar por esta frase:

    “If you want to be a millionaire, start with a billion dollars and launch a new airline.”
    Richard Branson, quoted in Bloomberg.com

  3. Manuel 1 August 2020 at 10:04 am Permalink

    The owners of The Nordic Pineapple Bed and Breakfast in St. Johns, Mich., have taken down their Norwegian flag after residents accused them of racism. Kjersten Offenbecker, who has Norwegian heritage, concedes that Norway’s flag shares a color palette with the Confederate battle flag, but says the two flags are clearly distinct. “It bugs me as far as the stupidity of people,” says her husband, Greg. “There are no stars on it.”

    • Manuel 1 August 2020 at 10:07 am Permalink

      The Senate passed a $741 billion defense-spending measure last week, by a veto-proof 86-14 margin, that would remove any Confederate names or symbols from military property within three years. The vote came just days after the Democratic-controlled House passed its own version of the annual National Defense Authorization Act, which would also require the renaming of Army bases. President Trump had vowed to veto the legislation, calling it an attempt to scrub U.S. history; despite threats to veto it over policy issues, presidents have always signed the annual defense-spending bill. In hailing the vote, Sen. Tim Kaine (D.-Va.) said the U.S. cannot be serious about efforts at racial justice if it “continues to honor those who tried to destroy our country to save slavery.”


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