Es uno de los periodistas más leídos del mundo hispánico. La revista Poder calculó en seis millones los lectores que semanalmente se asoman a sus columnas y artículos
Efraín Montero24 February 2022 at 4:16 amPermalink
Soy de los que creen que el problema Ucrania Rusia no existiría si gobernador Mitt Romney hubiese sido elegido presidente en el 2012, y por supuesto reelegido cuatro años más tarde. En el debate presidencial Obama-Romney el gobernador aseguró que Rusia es “la mayor amenaza geopolítica que enfrenta Estados Unidos”. El presidente Obama se burló de Mitt Romney: “la Guerra Fría terminó hace 20 años”. Recuerdo que los medios afines al partido demócrata, el 90% del país, se sumaron en reportajes y editoriales a calificar a Romney como “prisionero de la Guerra Fría”.
Joe Biden, en ese momento vicepresidente, aseguró que el presidente Obama “restableció nuestra relación con Rusia”, y que el gobernador Romney “está inmerso en una mentalidad de Guerra Fría”. El 22 de febrero 2022, el hoy presidente Biden, se pregunta: “¿quién en el nombre del Señor se cree Putin que le da el derecho de declarar nuevos supuestos países?”
Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN, quienes no intentan ni por asomo enfrentar a Rusia con las armas, afrontan en 2022 un problema similar al de la Guerra Fría de la década de los 80, que responden con sanciones, la más importante es que Alemania “detendrá la certificación del gasoducto Nord Stream 2 de Rusia por ahora”.
¿Logran las sanciones cambiar el comportamiento de los países? Históricamente pareciera que no producen los resultados esperados. El Sistema Continental de Napoleón dirigido contra el comercio británico de 1806-1814 no funcionó, tampoco las sanciones de la ONU contra Sudáfrica, Zimbabue e Iraq. El embargo de Estados Unidos a Cuba no ha logrado cambiar el comportamiento de los tiranos, el embargo, para ellos “bloqueo”, lo utilizan para victimizarse.
Soy de los que creen que el problema Ucrania Rusia no existiría si gobernador Mitt Romney hubiese sido elegido presidente en el 2012, y por supuesto reelegido cuatro años más tarde. En el debate presidencial Obama-Romney el gobernador aseguró que Rusia es “la mayor amenaza geopolítica que enfrenta Estados Unidos”. El presidente Obama se burló de Mitt Romney: “la Guerra Fría terminó hace 20 años”. Recuerdo que los medios afines al partido demócrata, el 90% del país, se sumaron en reportajes y editoriales a calificar a Romney como “prisionero de la Guerra Fría”.
Joe Biden, en ese momento vicepresidente, aseguró que el presidente Obama “restableció nuestra relación con Rusia”, y que el gobernador Romney “está inmerso en una mentalidad de Guerra Fría”. El 22 de febrero 2022, el hoy presidente Biden, se pregunta: “¿quién en el nombre del Señor se cree Putin que le da el derecho de declarar nuevos supuestos países?”
Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN, quienes no intentan ni por asomo enfrentar a Rusia con las armas, afrontan en 2022 un problema similar al de la Guerra Fría de la década de los 80, que responden con sanciones, la más importante es que Alemania “detendrá la certificación del gasoducto Nord Stream 2 de Rusia por ahora”.
¿Logran las sanciones cambiar el comportamiento de los países? Históricamente pareciera que no producen los resultados esperados. El Sistema Continental de Napoleón dirigido contra el comercio británico de 1806-1814 no funcionó, tampoco las sanciones de la ONU contra Sudáfrica, Zimbabue e Iraq. El embargo de Estados Unidos a Cuba no ha logrado cambiar el comportamiento de los tiranos, el embargo, para ellos “bloqueo”, lo utilizan para victimizarse.