REVITALIZAR LA DOCTRINA TRUMAN
Por Carlos Alberto Montaner
Los resultados del viaje de Donald Trump al Oriente Medio y a Europa son bastante confusos. Afirmar en Arabia Saudita que Estados Unidos no se propone decirle a ningún país cómo debe comportarse, ni qué valores debe defender, se contradice con la Doctrina Truman que, precisamente, “hizo grande” a Estados Unidos durante 70 años y ha evitado la Tercera Guerra mundial.
En Europa recibieron a Trump con grandes reticencias. Su risueña acogida al Brexit británico contrariaba el espíritu de unidad que afortunadamente todavía prevalece en el Viejo Mundo. Su declaración de que la OTAN era obsoleta, luego desmentida un tanto frívolamente por él mismo, había sido una mala señal.
El presidente Harry Truman proclamó en marzo del 1947 el compromiso de su país con la libertad ante las dos cámaras del Congreso norteamericano. En ese momento estaban en juego la independencia de Grecia y Turquía. A Grecia la amenazaban la URSS y Yugoslavia, mientras los ingleses, devastados por la II Guerra, acababan de declarar que no tenían fuerzas materiales para continuar respaldando a la pequeña península del Mediterráneo, cuna directa de eso que llamamos Occidente.
Estados Unidos asumió el lugar de Inglaterra. Desde1943 se sabía que la batalla de Midway en el Pacífico (junio de 1942) había sido decisiva y que era cuestión de tiempo que las potencias del Eje tuvieran que rendirse. Objetivo que se logró, finalmente, tras la detonación de la segunda bomba nuclear en Nagasaki en 1945. Ni siquiera la hecatombe de Hiroshima, producida unos días antes, fue suficiente para doblegar a los japoneses.
La coronación de Estados Unidos como primera potencia del planeta había comenzado en 1944, bajo la presidencia de F.D. Roosevelt, en Breton Woods, donde se delineó el destino financiero de la comunidad internacional. Muerto ese presidente norteamericano, a su vicepresidente Harry Truman le tocó forjar la estrategia para defender a Estados Unidos y a Occidente del espasmo imperial soviético.
Básicamente, Washington creó, encabezó y financió una gran fuerza multilateral afincada en diversas regiones: Asia, Europa y América Latina. Donde pudo, buscó aliados. Cuando no los encontró, actuó por su cuenta estableciendo pactos bilaterales.
Los instrumentos de la Guerra Fría, en el polo encabezado por Washington, comenzaban por definir los valores y principios en la Doctrina Truman, a lo que siguieron el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), el Plan Marshall, la creación de la CIA, la OTAN, la OEA, y la decisión de impedir, cuando se podía, el ímpetu arrollador del comunismo. En 1950 pudieron detener la invasión de Corea del Norte a Corea del Sur, pero un año antes, en 1949, nadie pudo evitar el triunfo de Mao en China continental, sin arriesgarse a una terrible guerra.
Truman sabía que los Estados Unidos cargaba con un peso desproporcionado de los costos comunes de la defensa de la libertad, pero también sabía que era el único centro de iniciativas democráticas capaz de hacerle frente a Moscú y, de paso, evitar conflictos aún más costosos.
Cuando un periodista le preguntó si no le parecía un despropósito aportar doce mil millones de dólares al Plan Marshall (algo que los Trump de aquellos años calificaban del “peor negocio” que podía hacer una nación triunfadora con sus vencidos adversarios), el presidente americano le respondió con una frase lapidaria: esa cifra era una pequeñísima fracción de lo que le había costado al país la Segunda Guerra mundial.
Era mucho más barato hacer ese aporte que precipitar a Estados Unidos a un nuevo conflicto. Algo había aprendido Truman de la Primera Guerra, en la que participó, por cierto, como oficial de artillería. Sabía que lo que le convenía a Estados Unidos y al mundo era una constelación de naciones prósperas respetuosas de los valores democráticos, aunque ello significara que su país tuviera que abonar mucho más que la media por el honor y la responsabilidad de liderar al grupo.
Es cierto que Donald Trump no ha sido el primer presidente norteamericano en rechazar la Doctrina Truman. Antes que él, Barack Obama, en Panamá, admitió públicamente que su país cancelaba el objetivo de cambiar la dictadura comunista de los Castro y comenzó a hacerle inexplicables concesiones unilaterales a ese régimen, aunque luego, en La Habana, pronunció un valioso discurso sobre la libertad que dejó felices a los demócratas y confundidos a los comunistas.
Es cierto que ya no existe el peligro soviético, pero eso no quiere decir que la democracia no esté amenazada por el terrorismo, los narcos, la corrupción rampante y el islamismo radical. Quizás es la hora de proclamar un corolario a la Doctrina Truman y procurarle al mundo otros 70 años de paz y fortaleza. Pero lo que carece de sentido es cancelar esa estrategia sin advertir que Estados Unidos ha sido grande por ella.
Hasta parece que más vale tratar el tema con el Yernísimo y la Hijísima, de quienes se preguntan Pence, los generales, los ministros, los jeques, los jefes de estado, el electorado que votó por DT y el papa, -¿Quiénes son éstos y qué hacen aquí?-
DT y SS:
“AMAZING grace! Say, that one of your places across Fifth? FANTASTIC location…!”
-Che, Dónal, no es para mangar, ¿ma me prestás tu tarjeta de crédito? ¡Si la muy jijuna de la mía no deja de devolvérseme en trizas!-
Es verdad que Trump no es el “perfecto” presidente [no hay ninguno en el mundo] pero el peligro perdudadero no es Trump pues al fin y al cabo en 4 o 8 anyos se ira [si no es asesinado antes] == el peor danyo es de los”intelectuales” cuyas escrituras contiene destructivos valores velados junto con otros que so de sentido comun – Si Trump lo confunde as usted [y a mi un poco tambien] sus escritos, a veces, me dejan “flotando” en la indecision del verdadero proposito del escrito –
No creo que la polìtica de Obama hacia Cuba estuvo encaminada a favorecer al gobierno cubano; todo lo contrario, inteligentemente, dicho en buen cubano atacò a sus puntos màs debiles para serrucharle el piso
Según don Carlos Alberto los electores eligieron a Trump para que siga la “Doctrina Truman”, un sancocho improvisado que sirvió en la medida que Occidente, y Japón, se recuperaban bajo la segura ocupación de los Aliados. Es otro siglo, don Carlos Alberto: la URRS es la Federación Rusa, menos peligrosa aunque con los mismo complejos de inferioridad y delirios; China es un país formidable e incompresible; y el Islam sigue en lo de siempre desde su fundación: listos a dejarse secuestrar por fundamentalistas. Trump visitó los lugares importantes de las tres religiones en este, su primer viaje. El mensaje de Trump, para los musulmanes, es: no estamos en “guerra” con el Islam, es a ustedes a quienes corresponde desterrar a los fundamentalistas que creen que no tenemos derecho a la vida.
Y en la OTAN y el G7 fue “se acabó lo que se daba”, basta de que, los europeos, construyan trenes balas, se regalen seguridad social con el dinero que Estados Unidos paga para su defensa.
>>Según don Carlos Alberto los electores eligieron a Trump para que siga la “Doctrina Truman”
Los electores no lo eligieron para eso, sino todo lo contrario. Mas bien lo eligieron para el renacido ¨America first¨ de Lindbergh que se vino abajo con Pearl Harbor.
Pero, releyendo el artículo de Montaner, no me parece que haya dicho eso.
Bueno CAM no ha perdido su grotesca enemistad con todo lo relacionado con Trump. CAM estas como las porensas amarillistas, oportunistas y activistas politicos que por hablar mal de Trump dicen todo lo malo que se pueda decir. Creo que eres de los pocos que no han dicho cosas buenas de este viaje de Trump. Hasta los comentaristas anti-Trump han hablado muy bien del viaje de Trump. Sera que el contrato con la CNN te tiene amarrado? Es buena idea que USA siga pagando por la OTAN todas sus deudas o la mayoría? Que crees? porque realmente los que pagan son los contribuyentes. Es eso justo? En la forma que esta solo los que no sienten por este país pueden decir que si es justo, los que sienten y pan impuestos acá no duran que es justo porque sus bolsillos son los que pagan. Bueno CAM sigues en tu activismo político. Suerte con eso.
En políticas internas es harto evidente que cuanto más predispuestos estamos los ciudadanos a colaborar con los demás y tener presente el interés colectivo y del otro en cada acto que realizamos, la sociedad en su conjunto, sin la más mínima duda, se beneficia y finalmente las bondades de éstas actitudes llegan a cada uno de los ciudadanos a través del orden, la institucionalidad, la democracia y el respeto por los derechos humanos entre otros muchísimos beneficios.
De hecho se puede separar ésta actitud de los ciudadanos que pertenece al ámbito de las culturas, en individualistas o colectivistas.
Las culturas individualistas son aquellas que vemos con todas sus características en América Latina.
Por ejemplo, en estas latitudes es común ver a los ciudadanos tirar la colilla de un cigarrillo o la envoltura de un comestible en la vereda del vecino sin importarle si perjudica o no a un conciudadano.
Lo mismo para aquel que estaciona en doble fila sabiendo que perjudica a todos los conductores que comparten con él las calles de circulación vehicular.
O la actitud de un infractor de tránsito o deudor de impuestos que busca evitar el pago necesario para el mantenimiento del sistema que abraza a todos mediante el cohecho, asumiendo además que seguramente su actitud será bien recibida por el funcionario corrupto al que tampoco le importa si su actitud, que le retribuirá un beneficio personal, significará un daño para la sociedad en su conjunto. Sociedad del que él mismo forma parte.
Ejemplos dónde se privilegia el interés personal en oposición al interés colectivo o del conciudadano, en la cultura individualista de los latinoamericanos se pueden citar de a miles.
Y es también absolutamente comprobado que ésta actitud finalmente dificulta enormemente el funcionamiento de las instituciones y cuando éstas son deficientes, obtener objetivos buscados en cualquier política se trate, es extremadamente difícil lograrlos.
Exactamente lo opuesto sucede en las sociedades donde la cultura los hace propensos a preocuparse por las consecuencias de sus actos en los demás y en la sociedad en su conjunto.
Y cuánto más se interesan en los demás, más es posible observar el verdadero progresismo del hombre, aquel dónde la razón más se impone sobre nuestras pulsiones o instintos primitivos y por tanto la institucionalidad, el orden, la seguridad y el bienestar es fácil observar.
Cultura que caracteriza a los países desarrollados.
Esto último es lo que se enmarca en lo que puede denominarse cultura colectivista.
Ahora bien, si transportamos estos conceptos de crucial importancia para el orden interno de los pueblos, al ámbito internacional y asumimos al planeta tierra como una sola gran nación ¿no es evidente que una actitud de colaboración hacia los demás será tarde o temprano beneficioso?
¿Tanto para los otros como para uno mismo y el conjunto de la humanidad?
¿Y la actitud opuesta, motivo de crisis más tarde o temprano?
Crisis que de repetirse en experiencias bélicas globales con el arsenal actual pueden resultar catastróficas.
Y sin necesidad de ir a hechos que pueden o no suceder, podemos ir a hechos que sí suceden de acuerdo a una enorme mayoría de científicos del área climática y ambiental.
Hechos que parecen estar destruyendo el planeta y no hay forma de evitar la continuidad de los mismos, dado que nadie está dispuesto a dar ventajas al otro en la “loca” competencia a las que nos obliga el capitalismo.
Capitalismo que nos presiona a competir si queremos evitar ser “destruidos” por nuestros adversarios enmarcados en el realismo de la política internacional.
Capitalismo que además no podemos evitar ya que cualquier otro sistema económico seguramente traerá muchísimos más problemas que éste.
¿No deberíamos tomar la misma actitud hacia los demás pueblos como las que tomamos con nuestros conciudadanos en aquellos países donde prevalece la cultura colectivista?
¿Estaré diciendo tonterías?
Si la destrucción de nuestro ambiente es real ¿no es evidente que la única chance de cambiar el rumbo climático es cambiando la actitud de unos con otros, de un pueblo respecto al vecino pensando que en el “pais” llamado planeta tierra todos somos vecinos?
¿O lo que estoy expresando no es más que una estúpida utopía?
Mmmm…
Según stefhen Hawkins, los humanos deberemos buscar un nuevo planeta antes de cumplirse un siglo más (o sea, una vida).
Tal vez sea hora de guiarnos por la doctrina Truman aunque la mayoría de nuestros “vecinos” tomen una actitud opuesta.
Tarde o temprano, estos deberán imitar si no quieren autodestruirse y arrastrar a toda la humanidad con ellos.
Y a aquel que tome la actitud colectivista, USA por ejemplo, tal vez no tenga opción tampoco si no quiere formar parte de la autodestrucción provocada por el vecino individualista, pero que obligadamente comprometerá a todos.
En fin….
Parece que hay mas de un mundo de fantasia porque ese en que tu vives es de los mas fantasiosos. Mira que decir que DT es in titere de Putin
Solo un pequeno detalle. En 1947 EEUU era la unica potenca mundial que no habia sido arrasada por la SGM. Teniamos mas del 50% de la produccion mundial total, el dolar valia cientos y hasta miles de veces mas que cualquier otra moneda de los paises devastados por la Guerra. El Plan Marshall y todos los planes de ayuda al mundo mas que gastos fueron inversiones para que aquellos paises pudieran levantarse economicamente y comerciar con EEUU. En otras palabras, eran otros tiempos. Hoy dia esos paises tienen una asombrosa produccion que en muchos casos es vendida precisamente aqui en EEUU en competencia con la produccion nacional. Entonces no es justo que cada pais se haga cargo de sus propios gastos de defensa? No es logico que tratemos de unirnos a Rusia para luchar contra el terrorismo islamico que tambien los golpea a ellos? Una vez cuando el mundo estuvo en peligro no titubeamos en aliarnos a uno de los mas grandes genocidas de la historia (Stalin) Por que entonces tantas criticas a DT por tratar de atraer a Putin a nuestro lado en este conflicto actual?
Bueno, textualmente es cierto, pues ya no es el peligro soviético. Ahora es el renacido peligro ruso, el que existía en la época de los zares, antes de que se creara la Unión Soviética. El ¨peligro soviético¨ estaba mas bien asociado al comunismo. China también fue, es, y será expansionista aunque dejara por completo de ser comunista en lo político. El expansionismo alemán tampoco desapareció jamás: ahora es económico, aunque, obviamente, ya no puede llamársele ¨peligro nazi¨.
Aunque tenga igual fragancia, ya esta rosa tiene otro nombre.
Gran apología al presidente Truman. Cumplió con su deber como Presidente de los Estados Unidos en su momento y lo hizo muy bien. Sus referencias a la época de post guerra y guerra fría pertenecen ya a la Historia de la que obviamente debemos aprender.
Sr. Montaner, los peligros algunos heredados de los errores del pasado pero nuevos requieren de decisiones actualizadas. Pretender mantener políticas obsoletas es un grave error. Trump llego al poder para cambiar todos esos errores que Presidentes anteriores se rehusaron a realizar. Por eso voto el electorado estadounidense. Los Países deben asumir su responsabilidad y hasta ahora solo Estados Unidos ha llevado la carga económica y ha aportado la mayoría de los soldados muertos, basta ya!! Y todo sin ningún agradecimiento!!!