Una entrevista de hace 20 años
Por Mario Vázquez Raña
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Sorprendentemente, un diario mexicano reproduce una entrevista que tiene algo más de 20 años. Pero lo triste es que muy poco ha cambiado en Cuba desde entonces.
(EL MEXICANO) MADRID, España. 24 de julio de 1993. (OEM-Informex).- Carlos Alberto Montaner es uno de los dirigentes cubanos en el exilio que parece no haber perdido la esperanza de volver a su país y restablecer ahí una sociedad con elecciones multipartidistas.
Salió de Cuba hace 33 años y pasó al activismo político para fundar la Unión Liberal Cubana, que integra algunos cientos de exiliados y que él define como partido político sin cuadros y sin masas, pero con simpatizantes en al menos cuatro países de América y varios de Europa.
Sus actividades eran poco conocidas para los mexicanos hasta que en el verano de 1992 el Presidente de México se entrevistó con Montaner, en lo que pareció ser un cambio en la política tradicional de México hacia el Gobierno de La Habana y los exiliados cubanos.
Montaner reveló durante nuestra conversación algunos pormenores de aquella entrevista y sus consecuencias, así como sus puntos de vista respecto del presente y el futuro de Cuba.
Señor Don Carlos Alberto Montaner, ¿nos podría explicar en qué consiste exactamente la Unión Liberal Cubana y cuándo se fundó?
Bueno, Don Mario Vázquez Raña, la Unión Liberal Cubana es un partido político de exiliados cubanos con raíces dentro de Cuba vinculado a la Internacional Liberal y a la Federación de Partidos liberales de Centroamérica y del Caribe, Federación de la que soy vicecepresidente.
Fue fundada entre 1989 y 1990; en 1990 la Unión Liberal Cubana convocó a Madrid al Partido Demócrata Cristiano de Cuba y a la Coordinadora Social Demócrata, y entre los tres constituimos una coalición que se llama "Plataforma Democrática Cubana".
El objeto de esa Plataforma Democrática Cubana es tratar de conseguir una transición pacífica sin sangre, sin represalias, una transición sosegada hacia la libertad en Cuba, mediante un proceso electoral abierto y multipartidista.
Tenemos entendido que su actividad se ha desarrollado en Europa, a pesar de que la mayor cantidad de exiliados cubanos está en Estados Unidos. Señor Montaner, ¿cómo se enlazará con ellos y cuál es su relación, si alguna existe, con la organización del señor Jorge Mas Canosa?
Sí, Don Mario, es cierto que la mayoría de los exiliados cubanos radican en Estados Unidos, y que la sede de nuestra organización está en Madrid; tenemos también delegaciones en Estados Unidos, Venezuela y Puerto Rico, pero uno de nuestros objetivos era sacar el conflicto cubano del problema permanente entre Washington y La Habana, y trasladarlo a donde debe estar, ya que es un problema entre cubanos.
Creo que hay otras capitales que entienden -quizá mejor que Estados Unidos- qué es lo que ocurre en Cuba y que quizás pueden ser interlocutores útiles en este proceso, nos parece muy útil y muy conveniente que esté localizado fuera del conflicto.
Durante muchísimo tiempo se pensó que había una especie de guerra permanente entre La Habana y Miami, y el hecho de que la sede de la Unión Liberal estuviera en Madrid creo que ha favorecido mucho la comprensión de los poderes, por ejemplo europeos; nuestras relaciones con los gobiernos europeos son muy importantes y no se puede olvidar que uno de los grandes espacios políticos del mundo es precisamente Europa.
Nuestras relaciones con América Latina son magníficas y probablemente son mejores precisamente porque estamos en España y no estamos en Miami.
No tenemos ninguna relación con la organización del señor Mas Canosa, que es un grupo de lobby que existe en Estados Unidos, cuya función principal es presionar sobre Estados Unidos; realmente es algo totalmente distinto, la Unión Liberal Cubana es un partido político de corte liberal y no un grupo de lobby.
En el mes de septiembre del año pasado, usted sostuvo una reunión con el Gobierno de México, fue la primera, según entendemos. ¿Diría usted que fue una reunión positiva para sus propósitos?
Fue muy buena, Don Mario, fue magnífica, esa junta fue posterior a una reunión que hubo en España con Felipe González y con varios presidentes de Centroamérica y de América Latina; habíamos visto a numerosos jefes de Estado del mundo y el presidente Salinas, ciertamente, fue muy acogedor con la oposición democrática y moderada.
Encontramos un Gobierno muy deseoso de colaborar con la transición pacífica y de colaborar con un desenlace tranquilo para los cubanos.
Creo, Don Mario, que hay una genuina preocupación en la Presidencia mexicana de que el conflicto cubano no desemboque en una guerra civil, o en un conflicto armado, hay voluntad genuina de colaborar con todas las partes.
¿Se ha vuelto a reunir desde entonces con representantes del Gobierno mexicano?
Con diplomáticos del Gobierno mexicano, pero más que reuniones oficiales, son sesiones oficiosas, nos hemos ocupado de mantener al Gobierno mexicano permanentemente al tanto de nuestras actividades y puntos de vista, de manera que tengan en cuenta nuestras informaciones y análisis a la hora de tomar sus decisiones.
¿Cree usted, señor Montaner, que después de las reuniones que el Gobierno de México sostuvo con usted y el señor Mas Canosa, se haya modificado su posición respecto de Cuba?
En cierta medida lo que hizo el Gobierno mexicano es algo que el presidente Salinas definió muy bien posteriormente, que fue ampliar su círculo de relaciones, es decir, las naciones no tienen relación exactamente con gobiernos, sino con sociedades, con pueblos completos.
Antes tenían relación con el Gobierno cubano, ahora tienen relación con el Gobierno cubano y con la oposición, lo cual es perfectamente normal en el mundo de las relaciones diplomáticas.
Es lo que hacen prácticamente todos los países del mundo y es lo que hace el propio Gobierno cubano, que cuando viene a México, tiene relaciones no solo con el Gobierno del presidente Salinas y no solo con el PRI, sino con todas las fuerzas del arco político del país, eso es lo que trató de hacer el Presidente de México.
Nos parece que fue un gesto muy afortunado y contribuyó grandemente a la legitimidad política de la oposición.
¿Y cree que se modificó de alguna forma la posición del Gobierno de México hacia usted o ustedes?
Creo que no, hay una buena voluntad por parte del Gobierno mexicano, una buena voluntad que se inscribe dentro de la política tradicional mexicana de no injerencia en los asuntos de otros países, pero esa "no injerencia" no excluye que haya relaciones con partidos de oposición.
Precisamente, si el Gobierno mexicano no tomara en cuenta el punto de vista de la oposición, se estaría de alguna manera inmiscuyendo en los asuntos internos de otro país; al tomar contacto con todo el espectro democrático cubano, precisamente demuestra su neutralidad ante los asuntos cubanos y creo que, además de esto, su buena voluntad.
Cuba ha modificado algunas de sus líneas de conducta más tradicionales, como la inversión de capital extranjero y la admisión de candidatos no miembros del partido. Señor Montaner ¿le parece a usted que esto podría ser un paso adelante hacia una situación política más flexible?
Bueno, Don Mario, realmente lo que está intentando hacer el Gobierno de Cuba, en una fase que yo creo que ha fracasado, es buscar fuentes de financiamiento para sostener el régimen, sin que se produzcan cambios políticos, es decir, hasta ahora -y el régimen lo ha dicho en numerosas ocasiones- no hay una voluntad de cambio político, hay voluntad de cambio económico un poco dentro del modelo chino.
No está encaminada a abrir políticamente a la sociedad ni a permitir una expresión plural de los cubanos, sino está encaminada a intentar por todos los medios sostener el régimen de partido único.
El hecho de que haya habido candidatos no miembros del partido realmente no significa un paso en el camino de la democratización.
Hubo personas que trataron de participar en las elecciones y fueron fuertemente reprimidas, como es el caso de Elizardo Sánchez, que es un dirigente socialista o social demócrata, o como es el caso de Osvaldo Payá, que intentó ser candidato en esas elecciones, y sencillamente lo amenazaron de muerte para que no pudiera participar.
No había en esas elecciones una voluntad de cambio, lo que había era un poco la estrategia del gato pardo: cambiar algo para que nada cambie.
¿Los asociados del Partido Liberal, que usted encabeza, son exiliados cubanos solo en España o los hay en varios países europeos y americanos?
Claro, Don Mario, que es un partido de cubanos que están radicados en España, Venezuela, Puerto Rico y en Estados Unidos que es en donde hay comunidades cubanas más fuertes, también hay cubanos dentro de la isla que se van de alguna manera identificando con el pensamiento liberal, como ocurrió con el grupo "Criterio Alternativo", de la escritora María Elena Cruz Várela.
Es decir, que usted cuenta con cubanos que viven en la isla y son miembros de su partido.
No exactamente miembros del partido, sino que tenemos contacto y un flujo de información grande; están persuadidos de que la solución política y económica que propone la Unión Liberal Cubana a mediano y largo plazo es la más conveniente para el país.
¿Cuántos miembros, agrupando a todos los radicados en diferentes países tiene su partido?
Debo decirle, Don Mario, que es un partido de cuadros, no es un partido de masas, ya que no tendría sentido reclutar masas de exiliados cubanos; entre otras cosas, porque no creo que la mayor parte de los exiliados vaya a regresar a Cuba.
Es un partido de personas que tienen la voluntad de regresar a Cuba, de participar activamente en la construcción o la reconstrucción del país y la construcción de la democracia.
Para esos fines bastan unos cuantos centenares, que son las personas vinculadas, aunque no descartamos la posibilidad de reclutar en Estados Unidos, que es en donde hay un núcleo grande de cubanos, pero realmente no es ese nuestro propósito, porque nuestra intención no es crecer en el exilio, sino crecer en Cuba.
¿En cuál país hay más miembros?
Yo diría que en Estados Unidos, en España hay bastantes centenares, así como en Venezuela y en Puerto Rico; en total los cuadros dirigentes del partido en los distintos países sumarán 600 o 700 personas, no más, pero a veces nos parece que este número es incluso hasta excesivo para lo que nosotros proponemos para nuestra línea de acción.
Eso no quiere decir que la Unión Liberal Cubana no tenga muchos simpatizantes en territorio estadunidense de esta línea moderada de búsqueda de una solución política al conflicto, tiene muchísimos seguidores en la Unión Americana y muchísimos simpatizantes, lo que no quiere decir que sean miembros del partido, porque tampoco tenemos una voluntad de reclutarlos.
Señor Montaner, la población de origen cubano que forma parte de su organización ha logrado establecerse fuera de Cuba, tiene profesión, negocios, lazos de amistad. ¿Considera usted realista que si las condiciones cambiaran en Cuba, esta población de exiliados regresaría a su patria y abandonaría su actual país adoptivo?
Creo que lo que va a suceder no es que estas personas abandonen los países en donde se han arraigado, sino que se va a crear una especie de comunidad bifurcada, con un pie puesto en el territorio en el que viven y otro pie de regreso en Cuba.
Creo que miles de cubanos tendrán la posibilidad de viajar a Cuba, ya que la mayor parte vive a media hora en avión desde Puerto Rico, Caracas o Miami.
Considero que lo que sucederá es que regresarán esporádicamente a Cuba, algunos crearán lazos económicos, otros irán sencillamente a recuperar un vínculo que han mantenido en la nostalgia con esa isla, un poco quizás como ocurre con muchos mexicanos que se van a Estados Unidos, que se arraigan allá pero regresan continuamente a México, lo que crea un tipo de vínculo muy positivo para el país.
Una de las principales fuentes de ingreso de las naciones que tienen grandes comunidades en el exterior es precisamente este rubro.
Hoy en día el primer renglón de obtención de divisas de países como El Salvador, República Dominicana e incluso Puerto Rico son las comunidades de estas naciones radicadas en sitios prósperos; por ejemplo, el grupo de haitianos en Canadá es el grupo más próspero que existe.
Me imagino que los cubanos radicados en el exterior van a constituir una gran fuerza de ayuda económica, lo que dudo mucho es que constituyan una gran fuerza de carácter político mientras estén radicados en el exterior, mientras no formen parte de la realidad política cubana.
¿Hace cuánto tiempo salió usted de Cuba?
Hoy tengo cincuenta años; salí a los 17, dos años y algo después de la Revolución, rumbo a Estados Unidos; ahí estuve muy poco tiempo, después permanecí en Puerto Rico cuatro años enseñando en una universidad y en el año 70 me fui a España, en donde radico desde entonces.
Para algunos de los cubanos en el extranjero el exilio ha sido una espera de más de 30 años. ¿No se han cansado de esperar?
Los cubanos le llaman a esto un poco en sentido de humor "el exilium tremens"; pienso que sí, que es una ilusión, que se renueva todos los días, y si tuvo pocas oportunidades de convertirse en realidad hace unos años, a partir de la desaparición del bloque del Este, realmente tiene unas enormes posibilidades.
El fin del Gobierno comunista en Cuba tiene unas enormes posibilidades de suceder, porque lo extraño sería que Cuba permaneciera como el último bastión del marxismo, como una especie de parque jurásico del comunismo en el mundo, cuando ya ha desaparecido de todo Occidente.
Es verdad que esa nostalgia existía, y es verdad que a veces eran ilusiones un poco fuera de la realidad, pero ahora creo que tenemos más posibilidades de que nuestro sueño de regresar se cumpla, que las probabilidades que tiene el Gobierno de conseguir que el comunismo se mantenga en la isla.
(Continuará)
Resultara sorprendente e inexplicable para los historiadores que analicen dentro de 50 años (observen que ya uso periodos largos) que tantas ideas buenas, de tantos buenos e inteligentes hombres no se hayan podido materializar para solucionar el problema cubano. Y todo, por la voluntad divina de Dios que ha mantenido vivos y todavia haciendo daño, a los causantes de esta pesadilla. Pienso que ese castigo divino se deba a la conducta civil que los cubanos tuvimos durante el periodo pre-revolucionario y que desgraciadamente se repite en muchos paises y que crea el caldo de cultivo para que los nuevos seguidores de esas ideas aberrantes, triunfen usando la estrategia de la utilizacion de las libertades democraticas con la via de las elecciones, las cuales no pierden ni un minuto despues de tomar el poder, de eliminar para que no se las apliquen a ellos.
Tambien culpo y no me canso de repetirlo, que el principal culpable de que este mal no se haya eliminado a tiempo y se hayan evitado tanto muerto y sufrimiento no solo de cubanos si no tambien de latinoamericanos y africanos, no es otro que John F. Kennedy el que nos traiciono en Bahia de Cochino y luego repitio con la Crisis de Los Cohetes. Eso ocurrio en 1961. Hoy en dia muy pocos mencionarian ese episodio de haberse eliminado a los comunistas como pasa con lo que ocurrio mas tarde en 1965 cuando Johnson evito la repiticion en Republica Dominicana por parte de Francisco Caamaño y Deino al cual nadie recuerda ni en su pais y que quizo imitar a la bestia de Biran.
¿Cuándo fue que perdimos el país?
…Si mañana no tenemos maestros bien preparados y con absoluta implicación en la transformación de nuestra sociedad, podemos amanecer con la noticia de que tampoco tenemos país…
http://manuelcarbajal.wordpress.com/2014/07/30/desde-cuando-no-tenemos-pais/
http://visiondesdecuba.com/2014/06/11/y-si-manana-no-tenemos-pais